Nuevo retraso en la ópera de Berlín

La Staatsoper fue construida entre 1741 y 1743, siendo en su momento uno de los recintos operísticos más importantes de Europa y en la actualidad, el edificio cultural más antiguo de Berlín.
Su remodelación comenzó en septiembre del 2010. Con esta reforma se pretende la funcionalidad de la Ópera, crear una conexión subterránea con el edificio contiguo que alberga las salas de repetición y almacenamiento, reforzar su estructura y, sobre todo, mejorar su acústica.
El principal reto sobre la acústica consiste en aumentar el tiempo de reverberación de la sala de 1,1s a 1,6s. Todo ello manteniendo el equilibrio entre musicalidad e inteligibilidad. Por un lado, la música debe envolver a los espectadores, y se pretende para ello crear un campo sonoro difuso y reverberante. Por otro lado, se debe optimizar la intensidad para aumentar la claridad y la inteligibilidad y de esa manera poner en valor la locución de los artistas.
Para lograrlo se está aumentando el espacio volumétrico de la sala alzando el techo 4 metros y creando una galería reverberante encima del tercer balcón. También se ha reducido la absorción acústica en la sala limitando el número de espectadores de 1395 a 1335.
La conclusión de las obras y reinauguración del edificio estaba previsto para el año 2013, pero la complejidad en el desplazamiento de los ornamentos que se conservan del edificio, y las condiciones meteorológicas adversas del invierno anterior, hicieron que se produjese un primer retraso de un año y su reapertura quedó fijada para octubre de 2014. Pero esta semana, la dirección de la Staatsoper ha anunciado un nuevo retraso en las obras de remodelación que no concluirán hasta 2015. Será entonces en octubre de este año, 2015, cuando abra de nuevo sus puertas. Todos estos retrasos suponen además un gasto adicional ya que la ópera se ha trasladado al Teatro Schiller.