Vuelve al Teatro Real Street Scene, de Kurt Weill, obra fronteriza entre la ópera y el musical

Street Scene

Después del éxito del estreno en Madrid de Street Scene el pasado mes de febrero, la producción vuelve al escenario del Teatro Real entre los días 26 de mayo y 1 de junio, con cinco funciones.

El director británico John Fulljames es el responsable de la puesta en escena de esta obra singular, en la nueva producción del Teatro Real estrenada hace dos meses.

Tim Murray, que dirigió en el Real Porgy and Bess en 2014 y estrenó esta producción en febrero, estará al frente de un gran reparto que incluye cantantes de ópera, intérpretes de musicales, bailarines-cantantes, actores, el coro Pequeños Cantores de la ORCAM y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

Encabezan este elenco coral la soprano Patricia Racette, el barítono brasileño Paulo Szot, el tenor español Joel Prieto y la versátil soprano inglesa Mary Bevan.

En torno a Street Scene se ofrecerán dos conciertos titulados Diva on Detour, con canciones de Broadway y cabaret, en el Salón de Baile del Teatro Real, los dias 3 y 4 de junio a las 21.30 horas, con la gran estrella norteamericana Patricia Racette, acompañada al piano por Craig Terry.

Las funciones de Street Scene cuentan con el patrocinio de la Fundación BBVA.

Entre el 26 de mayo y el 1 de junio, el Teatro Real ofrecerá 5 funciones de Street Scene (Escena callejera), de Kurt Weill, en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con las Óperas de Colonia y de Montecarlo, estrenada con una excelente acogida en Madrid el pasado mes de febrero.

Con esta joya híbrida y marginal del repertorio lírico norteamericano, que articula y ensambla el refinamiento de la orquestación centroeuropea, el embrujo de las comedias musicales de Broadway y la riqueza de la música afroamericana, el compositor Kurt Weill (1900-1950), judío alemán asentado en Nueva York, seguía la estela de Porgy and Bess, de George Gershwin ( intentando consolidar la raigambre de una ‘ópera estadounidense’, con su singularidad y lenguaje propios.

Para ello se asoció con dos escritores de distinto perfil: Elmer Rice (1892-1967), autor de Street Scene ─premio Pulitzer en 1929 y adaptada al cine por King Vidor, en 1931─, y Langston Hughes (1902-1967), poeta, novelista y activista afroamericano adscrito al movimiento Harlem Renaissance, que reivindicaba el arte negro vinculado a sus raíces, tradiciones e idiosincrasia.

Del primero, el dramaturgo Elmer Rice, recibe Weill el gran mosaico de vidas atrapadas en una ‘calle sin salida’, donde fluyen historias de amor y desamor, maledicencias y penurias, desahucios y maltrato, pero también de sueños e ilusiones, amistad y compasión, a semejanza de nuestra Historia de una escalera, de Buero Vallejo, pero ubicada en los suburbios de Nueva York en los años de postguerra.

Del segundo, Langston Hughes, recibió el compositor un libreto con una genial prosodia multirracial, textos al ritmo de jazz, con inflexiones, acentos y jerga que definen cada uno de los casi cuarenta personajes que pueblan la bulliciosa calle neoyorquina.

Con este material dramatúrgico tan rico, Kurt Weill, ya nacionalizado estadounidense y con amplia experiencia en la composición de repertorio lírico ─musicales, óperas, canciones y música de escena─ decide ir más allá, creando una ópera en que partes habladas, arias, dúos, números de conjunto, de baile y canciones fluyeran entrelazados, articulando las varias historias superpuestas con una escritura orquestal refinada, eficaz y concisa, heredera de la tradición europea, pero contaminada por todas las influencias musicales de su época a ambos lados del Atlántico.

La ópera se estrenó en Broadway, en el Teatro Adelphi, en 1947, conquistando el Premio Tony a la mejor partitura original en la primera edición de estos galardones, que desde entonces han crecido en prestigio y popularidad.

Sin embargo, el carácter mestizo de esta ‘ópera de Broadway’, que exige un inmenso reparto de gran diversidad, coros y orquesta, ha alejado la obra tanto de los teatros de musicales como de los templos de la ópera, colocando a Street Scene en un limbo del que comienza a liberarse.

El Teatro Real, que estrenó esta ópera en Madrid en febrero, volverá  a presentar su producción con dirección de escena de John Fulljames y escenografía y figurines de Dick Bird.

Tim Murray, que también retorna al Teatro Real, estará al frente de más de un centenar de intérpretes de gran versatilidad vocal y teatral, encabezados por la gran estrella norteamericana Patricia Racette,  el barítono brasileño Paulo Szot ─asiduo en los carteles de Broadway-,  el tenor Joel Prieto y la soprano británica Mary Bevan.

El Teatro Real se llenará de ritmos de jazz, de swing y de blues, llevando su nueva producción a todo el mundo a través de la edición de un DVD y de la grabación audiovisual que se distribuirá internacionalmente.