Franco Fagioli, la voz elástica

Franco Fagioli

A pesar de vivir en Madrid y de ser una de las voces de contratenor más reclamadas en la actualidad, el argentino Franco Fagioli no había debutado aún en esta ciudad. Esa puede ser una de las razones por las que había tantos asientos libres. Y es que Fagioli era, al menos hasta el miércoles, un desconocido para el gran público. Quien no asistió el 22 de marzo al recital de Fagioli en el Teatro Real simplemente se perdió una de las sorpresas de la temporada.

Se presentaba en Madrid con un programa cargado de dificultades, pues las arias escritas para Caffarelli por el poeta italiano Metastasio son extraordinariamente complicadas. Interpretó Obras de Domenico Sarro, Nicola Antonio Porpora, Johann Adolph Hasse, Leonardo Leo, Leonardo Vinci, Giovanni Battista Pergolesi, Angelo Ragazzi, Pasquale Cafaro Gennaro Manna.

La voz de Fagioli es diferente a la de cualquier otro cantante de su cuerda. Más cerca de una contraalto que de un contratenor. Capaz de alcanzar tres octavas, ofreció un recital que fue de menos a más, alcanzando la apoteosis del virtuosismo en la segunda parte, donde llegó al sobreagudo. Su técnica es precisa, de vertiginosa coloratura. Su voz posee una elasticidad que le permite transitar de graves formidables a sobreagudos con gran facilidad, y generar siempre un sonido resplandeciente, gracias a un hermoso timbre. Carismático sobre el escenario, fue sintiéndose cómodo a medida que avanzaba en el programa y ofreció varias propinas que concluyeron con ‘Ombra mai fu’, de Händel, que provocaron el delirio del público. Tiene un grave problema con la dicción que debería solucionar. Pero su pésimo fraseo no estropearon en ningún momento sus dos horas y media de concierto en el que estuvo acompañado por Dimitry Sinkovsky, al frente de Il Pomo d´Oro, que fueron la compañía perfecta para la pirotecnia vocal de Fagioli.