«La casa de Bernarda Alba», una impresionante ópera en el Teatro de la Zarzuela

«La casa de Bernarda Alba», una impresionante ópera en el Teatro de la Zarzuela

La casa de Bernarda Alba 2

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Siendo Miquel Ortega pianista acompañante en el Teatro de la Zarzuela, allá por 1991, empezó a componer una ópera a partir de la obra de su admirado Federico García Lorca. Se trataba nada menos que de “la casa de Bernarda Alba”. En pocos meses estaba terminado el primer acto. A partir de aquí, y debido a los numerosos compromisos que iba adquiriendo el compositor, su trabajo se prolongó durante 8 años más. En su composición inicial se trataba de una ópera de cámara con 14 músicos, al modo de las óperas de cámara de Britten. Pero en 2007 llegó la oportunidad de estrenarla con la condición de hacerlo en versión para orquesta sinfónica en el teatro de la ciudad rumana de Brasov. Después llegarían los Festivales de Santander y Peralada.Llega ahora al Teatro de la Zarzuela en una nueva producción en versión para orquesta de cámara, como fue concebida en sus inicios por Miquel Ortega. Y por primera vez en una versión en idioma español. El libreto de Julio Ramos es absolutamente respetuoso con la obra teatral. Casi exclusivamente para que no se vaya de tiempo, se eliminaron algunas escenas y el personaje de Prudencia.

Ortega crea una partitura a la altura de la obra de teatro. Algo nada fácil de realizar con un texto tan complejo y lleno del dramatismo del Lorca más desgarrador. La música de Ortega, no hace sino potenciar el drama, creando una atmósfera angustiosa y opresiva. Dando vida a ese otro personaje principal que es la casa y que el gran Ezio Frigerio, con Riccardo Massironi, han sabido plasmar en un escenario que se llevó los aplausos del público nada más alzarse el telón, como reconocimiento a la fidelidad de ese espacio asfixiante donde se desarrollará la tragedia. Frigerio lo describe así: “Tiene algo de convento, algo de cárcel, algo que no se ve y que se tiene que sentir.”

La escenografía se ve potenciada por el vestuario de Franca Squarciapino que viste a todas esas mujeres atormentadas describiéndolas a la perfección a través de su atuendo. No falta ni sobra nada en una lectura exacta que aporta credibilidad a la representación. Lo mismo ocurre con la iluminación de Vinicio Cheli y la gran dirección de escena de Bárbara Lluch. Entre los cuatro componen la escenografía perfecta de manera natural, sin estridencias ni adornos, como solo hacen los grandes.

Nancy Fabiola Herrera es la Bernarda Alba de esta producción, se entrega al personaje de manera rigurosa, tanto en la parte vocal como en la interpretativa. Es una Bernarda implacable y despiadada. Impresionan sus frases al final de la obra ¡Ella ha muerto virgen!, en referencia a su hija Adela, que sobrecogen al escucharlas.

En esta versión, Daniel Bianco se tomó la libertad de ofrecer al maestro la posibilidad de hacer un cambio en uno de los personajes fundamentales de la obra. Poncia, la criada de la casa que mantiene una curiosa relación con Bernarda. Según las propias anotaciones de Lorca en la obra, Poncia es amiga de Bernarda y la única capaz de hablarle de tú a tú. Por esta razón Bianco pensó que este personaje necesitaba de un registro potente, un barítono.

El elegido ha sido Luis Cansino, que aceptó honrado su personaje, “Los artistas tenemos que tener un momento en la vida en el que seamos capaces de salir de nuestra zona de confort”. Cansino es un barítono con una desconocida capacidad dramática en nuestro país, donde es más requerido para papeles bufos, y que construye una Poncia impecable y llena de teatralidad, cuidando al máximo los detalles en la interpretación. Magnífico el dúo con Adela en el acto segundo.

Destacar la actuación de la única voz aguda, la de Carmen Romeu, que interpreta a la más joven de las hermanas, Adela, en una rotunda actuación.

Impresionante ver a la gran Dama de la escena española Julieta Serrano, que da vida a María Josefa, madre de Bernarda Alba y único papel declamado. La obra comienza con su desgarrador: ¡Bernarda!, que es capaz de colocar a cada uno en su sitio en escena, incluido el público.

A gran altura estuvo el resto del reparto formado por Carol García, como Martirio, Marifé Nogales como Amelia, Belén Elvia, como Magdalena, Berna Perles, como Angustias y Milagros Martín como criada.

Una magnífica producción del Teatro de la Zarzuela que está poniendo el listón muy alto. Nadie debe perderse nada de lo que aquí está ocurriendo. Y el que se lo pierda, peor para él…

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real