La tabernera del puerto

La zarzuela vuelve este año a la Quincena Musical de  San Sebastián con uno de los títulos más emblemáticos del género: La Tabernera del Puerto, que el 7 de agosto a las 20:00h tomará el escenario principal del Kursaal para ofrecer una única función de la obra cumbre de Pablo Sorozabal.

Con motivo del 125 aniversario del nacimiento del compositor donostiarra Pablo Sorozabal, Quincena Musical apuesta por una producción en versión concierto de La Tabernera del Puerto, capitaneada por Unai Urrecho. Con la Bilbao Orkestra Sinfonikoa
como eje vertebrador de la partitura, el plantel de solistas estará conformado por intérpretes nacionales de primer nivel: la soprano Miren Urbieta-Vega como Marola, el tenor Andeka Gorrotxategi como Leandro, Damián del Castillo como Juan de Eguía, Rubén Amoretti como Simpson, Ruth Gonzalez como Abel, Marifé Nogales como Antigua, José Manuel Díaz como Chinchorro y Verdier, y Alberto Núñez como Ripalda.

La música de Sorozabal, evocará el puerto de Cantabreda, ciudad imaginaria en la que, Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, libretistas de la zarzuela, ambientaron el libreto. Las capacidades descriptivas y metafóricas de la partitura del genio donostiarra hacen que esta obra en concreto tenga un desarrollo imaginativo que permite a cada oyente disfrutar de su propio puerto de Cantabreda, de su propia taberna de Marola… Toda una trama de enredos amorosos y secretos familiares que han convertido a La Tabernera del Puerto no solo en una obra canora del repertorio de zarzuela, sino, posiblemente, en una de las zarzuelas más interpretadas a ambos lados de Atlántico.

Elīna Garanča

¡Público! ¡público! ¡público!, era el grito del Teatro de la Zarzuela puesto en pie el domingo 11 durante el emotivo comunicado que leyó el director Karel Mark Chichon en su nombre y en el de Elīna Garanča: «Amado público, tanto Elina como yo estamos aquí porque amamos la música española, especialmente la zarzuela, y es por eso que la llevamos a todas partes del mundo. Y es nuestro deseo que este gran teatro siga defendiendo este género tan español y tan único que es la zarzuela. Todo  nuestro apoyo a este teatro y a su equipo humano que nos han tratado como familia durante toda esta semana. Que este teatro siga siendo un teatro público…».

Fue la culminación a un concierto de música española, de la que ambos, director e intérprete, son buenos conocedores y embajadores. La primera parte estuvo dedicada íntegramente a “Carmen”, que no es española, pero se le parece bastante y es éste un personaje que la Garanča tiene bien interiorizado y de la que es en estos momentos una de las mejores intérpretes. La segunda parte, con la participación del Coro, se dedicó por completo a la Zarzuela, género al que se acercan con el respeto de quien lo conoce y valora y no con el floclorismo del que otros hacen gala.

Elīna Garanča posee un magnetismo especial sobre el escenario. Exhibe una gran expresividad sin necesidad de ostentación alguna. Su técnica vocal es, sencillamente, perfecta. Posee todas las cualidades que un cantante pueda tener y las tiene todas a la vez. Canta con la misma facilidad que otros hablan. Su voz es soberanamente poderosa y con sobrada agilidad. Agudos brillantes y esmaltados y tonos oscuros robustos y limpios. Controla las regulaciones con maestría, apiana y crece con la misma facilidad y expresa con picardía e intención lo que dice la partitura. Una lección de canto. La Garanča juega en otra división.

La réplica se la dio un esforzadísimo Andeka Gorrotxategi, que tuvo que poner mucho empeño para estar a la altura de semejante compañera de escena. Mejor en los dúos apianados que intentando igualar el volumen vocal de una Garanča que, a diferencia de Gorrotxategi, no mostraba la menor dificultad.

 Ante las noticias sobre la inminente “fusión” entre el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela, y la incertidumbre que se ha creado en el mundo de la lírica y aficionados, solo queda esperar el desenlace en próxima fechas. Las sensaciones entre el público y la crítica son de inquietud y cierto desasosiego. Esperemos que no se ponga en peligro el buen trabajo que la actual dirección del Teatro de la Zarzuela, con Daniel Bianco a la cabeza, está llevando a cabo desde su nombramiento en 2015, poniendo en valor nuestro género lírico y situándolo en el siglo XXI.

Críticas