Un reparto de lujo, con Joyce DiDonato, Elsa BenoitRenato DolciniXavier SabataFranco Fagioli y Andrea Mastroni, actuará junto con la orquesta Il Pomo d’oro, bajo la dirección del clavecinista Maxim Emelyanychev. [Reparto y biografías en el Programa de mano]

La presentación de Agrippina, de Georg Friedrich Händel (1685-1759), el próximo 16 de mayo, se sumará a los diez títulos de este compositor que se han ofrecido en el Teatro Real desde su reapertura: Giulio Cesare (2002), Ariodante (2007), Tamerlano (2008), Il trionfo del tempo e del disinganno (2008), Tolomeo, Re d’Egitto (2009), Theodora (2009), Agrippina (2009), Alcina (2015), Rodelinda (2017) y Ariodante (2018).

La ópera será interpretada en versión de concierto con un reparto de cantantes muy afines a este tipo de repertorio, como las sopranos Joyce DiDonato (Agrippina) y Elsa Benoit (Poppea), el bajo-barítono Renato Dolcini (Claudio), los contratenores Franco Fagioli (Nerone), Xavier Sabata (Ottone/Giunone) y Carlo Vistoli (Narciso), el bajo Andrea Mastroni (Pallante) y el barítono Biagio Pizzuti (Lesbo). Actuarán junto a la orquesta Il Pomo d’oro, que ha tocado en el Teatro Real dos veces en 2017 en sendos conciertos protagonizados por Joyce DiDonato Franco Fagioli, dirigidos, como en esta ocasión, por Maxim Emelyanychev.

La fecunda estancia del joven Georg Friedrich Händel en Italia durante cerca de 3 años y medio, de 1706 a 1710, sería determinante en el devenir de su carrera creativa y profesional, que culminaría en Londres, donde el compositor ‘reinaría’ durante más de cuatro décadas, con una actividad frenética como compositor y empresario, componiendo ahí sus páginas de más alto vuelo e inspiración, sin abandonar jamás la fuerte influencia de la ópera seria italiana, incluso cuando sus preceptos eran ya anacrónicos.

Agrippina, sexta de las 42 óperas de Händel, fue escrita como colofón a ese fecundo trienio italiano y estrenada con todos los honores en el fastuoso teatro San Giovanni Grisostomo de Venecia, bajo el auspicio de los hermanos Grimani -uno de los cuales, Vincenzo Grimani, está considerado el probable autor del libreto-. El reparto estelar, que reunía a algunos de los mejores cantantes de entonces, contribuyó sin duda al estruendoso éxito del estreno, en el que Händel fue ovacionado con sonoros ¡Viva il caro Sassone!, aludiendo a su origen sajón que dejaba su impronta sobre todo en la riqueza armónica de la partitura.

El libreto de la ópera, cuya trama, basada en personajes históricos, es típica del melodrama veneciano del siglo XVII, ha sido interpretado frecuentemente como una crítica al papa Clemente XI -asociado al personaje de Claudio -y a la depravación de la curia romana; o como una evocación de la Guerra de Sucesión española, con el enfrentamiento entre Felipe de Anjou y Carlos de Austria reflejado en la disputa entre Nerone y Ottone. En ambos casos el libretista, perteneciente a la poderosa familia veneciana de los Grimani, apoyaba abiertamente la causa finalmente perdedora, de los Habsburgo.

Pese a que Agrippina es una obra de juventud, conformada mayoritariamente con páginas musicales retiradas de obras anteriores de Händel-algunas extraídas también de obras de compositores coetáneos-, la partitura ostenta muchas de las cualidades ‘hendelianas’ que crecerán a lo largo de su carrera: articulación de recitativos, arias y números de conjunto con coherencia y continuidad dramatúrgica; personajes con entidad psicológica individualizada; rigor estructural de la partitura, maestría en el uso de la escritura armónica, cromatismo y modulación, etc.

De la valía de esta gran partitura dará cuenta el concierto del próximo 16 de mayo, que traerá al Teatro Real una nueva partitura de Händel, compositor cada vez más asiduo en el repertorio de los teatros líricos.

Andrea Mastroni

A primeros de diciembre se lanzará al mercado internacional Melancholia (Egea Music), un disco de arias del más importante de los compositores del período barroco de la ópera italiana, el alemán asentado en Inglaterra Georg Friedrich Händel, que el connotado bajo italiano Andrea Mastroni acaba de grabar junto a la Orchestra Accademia dell’Annunciata dirigida por Riccardo Doni. Este nuevo trabajo discográfico se centra en composiciones poco difundidas pensadas para la cuerda de «bajo profundo», sobre todo para el cantante Antonio Montagnana –de óperas como Ezio y Orlando–, un extraordinario intérprete que, gracias a su talento y posibilidades, inspiró al compositor personajes especialmente creados para un bajo, cuerda que en la época tenía una presencia residual en el teatro musical ante el absoluto protagonismo de la prima donna o del castrato de turno. «Al buscar material para este disco», relata Andrea Mastroni, «encontré con una personalidad artística al servicio de una ‘palabra escénica’ más que literal en torno a un clima damatúrgico fuertemente expresivo». El cantante italiano ha querido encarnar algunos de los personajes a los que dio vida este extraordinario artista posibilitando al genio händeliano la creación de papeles de fuerte impacto teatral.

El repertorio de Melancholia también incluye arias para otros destacados intérpretes de la época, como Gustavus Waltz o Giuseppe Mari Boschi, quienes dieron vida a obras como Ariodante, Riccardo I Re d’Inghilterra y Aci, Galatea e Polifemo, un tour de force que se presentará oficialmente en Milán el 4 de febrero de 2018 y que devuelve a la vida un repertorio hoy casi olvidado.

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Andrea Mastroni

Es uno de los Lieder más populares de Franz Schubert, casi una pequeña escena operística por su fuerza dramática. El bajo italiano Andrea Mastroni, enamorado de la obra musical de Franz Schubert, grabó en marzo de 2016 un videoclip de Erlkönig para mostrar su particular punto de vista de esta joya del cancionero schubertiano contando con la complicidad del cineasta Nicola Garzetti, del pianista Mattia Ometto y del actor Salvatore Aversano. «La idea era realizar un videoclip como los que se hacen en la música popular; ese concepto es el que trasladamos a la obra de Schubert. Un experimento que nos ha dejado muy felices».

Mastroni confiesa que su carrera en el mundo del canto –después de formarse como filósofo y clarinetista– se la debe al compositor alemán: «He elegido cantar gracias a la música de Schubert. Interpretar sus obras maestras significa enfrentarse a un conflicto que te sigue y persigue después de cada frase musical. Es fascinante», apunta.

Por algo el músico ha creado escuela –por todo el mundo se organizan «schubertíadas» que programan su obra–, con legión de seguidores. Los más de 600 Lieder (canciones) que compuso durante su vida –a lo que habría que sumar sus óperas– reflejan una manera de vivir la vida propia del Romanticismo. «Si se investiga un poco en cualquier etapa de sus Lieder
–continúa Andrea Mastroni– se localiza al menos una de esas canciones en las que los problemas vitales te persiguen. Erlkönig es muy teatral –en su forma más pura– y conlleva algo así como una electricidad narrativa elevada a la enésima potencia, porque es muy moderno». De ahí nació la «tentación» de trasladar este Lied a un lenguaje actual, audiovisual. «Quise sumergirme en las diferentes personajes que dan vida a este cuento de hadas tradicional alemán y la experiencia artística ha sido abrumadora». El trabajo con el cineasta Nicola Garzetti «nos permitió crear una atmósfera indefinida entre
el Barroco y el Gótico. El resultado ha sido una síntesis de lenguajes de diferentes formas de arte que explican esta auténtica cabalgata infernal que sobresale en las páginas de Schubert».

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Andrea Mastroni acaba de conseguir un éxito personal como protagonista de Aquagranda, la ópera de Filippo Perocco que inauguró la temporada del Gran Teatro La Fenice de Venecia (Italia); ahora espera conseguir la misma complicidad con el público de Nueva York, cuando debute en el escenario de la mítica Metropolitan Opera House interpretando a Sparafucile, el temible mercenario que decide el destino de los protagonistas en la ópera de Verdi Rigoletto. Lo hará en la controvertida producción de Michael Mayer que tiene lugar no en la medieval corte del Duque de Mantua, sino en pleno corazón de Estados Unidos: Las Vegas, y en 1960. Andrea Mastroni interpretará la ópera verdiana en el Met los días 20, 26 y 30 de enero y 4 de febrero bajo la dirección del maestro Pier Giorgio Morandi.

En marzo cantará por primera vez el papel de Fiesco del verdiano Simon Boccanegra y lo hará en la Opéra de Monte-Carlo y posteriormente en el Théâtre du Chams Élysées de París. En mayo le espera otro gran debut internacional, cuando cante por primera vez en la Royal Opera House del Covent Garden de Londres: será en Don Carlo, bajo la dirección de Bertrand de Billy y en una producción de Nicholas Hytner.

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Andrea MAstroni

“Se trata de una ópera escrita en recuerdo de la tragedia vivida en Venecia en 1966 por la subida del nivel del mar, ahora hace 50 años. Todo sucedió, precisamente, a comienzos del mes de noviembre de hace medio siglo, dejando miles de damnificados”, explica el bajo italiano Andrea Mastroni, protagonista de Aquagranda, la ópera del compositor Filippo Perocco que inaugura, el 4 de noviembre, la temporada del Gran Teatro La Fenice de Venecia (Italia). Periódicamente la ciudad del norte de Italia recibe el azote de la subida del nivel del mar, fenómeno que se conoce como Acqua alta, pero pocas veces se alcanzan los 2 metros, como sucedió en 1966 con un saldo devastador. Con libreto de Roberto Bianchin y Luigi Cerantola, dirigida musicalmente por Marco Angius y en una producción de Damiano Michieletto, Aquagranda es “una auténtica obra maestra nacida de la pluma de un compositor joven como es Filippo Perocco, a quien admiro mucho”, afirma Andrea Mastroni. “Ya en la primera lectura de mi papel –Fortunato– me quedé estupefacto por la gran adecuación conseguida en la partitura respecto de mi vocalidad: está escrito para un verdadero bajo profundo, con acentos extrovertidos, extraños, juegos onomatopéyicos y gran dramatismo. En resumen: yo. Mis orígenes venecianos me ligan incluso más con esta trama y con lo ocurrido en la ciudad”.

Este estreno mundial, que estará en cartelera hasta el 13 de noviembre, cuenta con una escritura “muy verosímil y con mucha lógica, y se sostiene muy bien desde el punto de vista musical y narrativo. Subyuga el terrible momento cuando Fortunato revela a su hijo Ernesto que no habrá escapatoria para ninguno de ellos porque el agua no para de ‘crecer’. También posee momentos evocativos, como el madrigal ‘Acque, atroci acque’, un momento de gran impacto emotivo”, comenta Andrea Mastroni. El cantante milanés subraya la ilusión que le hace participar en este proyecto, “en el que tendré la suerte de volver a trabajar en una nueva producción con el genio de Damiano Michieletto, hecho que me honra todavía más formar parte de este montaje tan especial”.
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Andrea Mastroni

Esta es una temporada crucial en la ya imparable carrera del cantante italiano Andrea Mastroni. Formado también como clarinetista –y diplomado en Filosofía y Estética–, este intérprete de voz profunda, amplio poder expresivo y sólida técnica vocal ha sido vencedor en varios concursos de canto antes de comenzar con su trayectoria artística profesional. Después de inaugurar el día 23 de este mes de septiembre la temporada de la Staaatsoper Hamburg (Hamburgo, Alemania) con una nueva producción de Die Zauberflöte (La flauta mágica) en su debut germano del personaje de Sarastro –escenario al que regresará a partir del 10 de octubre con su temible Sparafucile de Rigoletto (Verdi)–, el bajo milanés viajará en noviembre a Venecia para inaugurar la temporada del Gran Teatro La Fenice con el estreno absoluto de la ópera Aquagranda del compositor Filippo Perocco (4 de noviembre), contando con la dirección de escena del regista Damiano Michieletto, con quien colabora asiduamente. En esta nueva obra contemporánea, en la que Mastroni asumirá el papel protagonista, estará en cartelera hasta el 13 de noviembre y se anuncia como uno de los grandes acontecimientos culturales del año en Italia.

Ya entrado 2017, Andrea Mastroni debutará en dos de los teatros más importantes del circuito internacional, comenzando por el Metropolitan Opera House de Nueva York, donde en enero interpretará a Sparaficile de Rigoletto. En marzo cantará por primera vez el papel de Fiesco del verdiano Simon Boccanegra y lo hará en la Opéra de Monte-Carlo y posteriormente en el Théâtre du Chams Élysées de París. En mayo le espera otro gran debut internacional, cuando cante por primera vez en la Royal Opera House del Covent Garden de Londres: será en Don Carlo, bajo la dirección de Bertrand de Billy y en una producción de Nicholas Hytner.

En la temporada que acaba de finalizar, Andrea Mastroni ha paseado su talento por escenarios como los del Teatro Real de Madrid (Roberto Devereux y Rigoletto), Massimo de Palermo (Die Zauberflöte), Ópera de Oviedo (La Bohème), Opéra National de París (Rigoletto) y Festival Castell de Peralada (Turandot).

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