Con motivo del 250º de la muerte de José de Nebra, la mezzosoprano Ann Hallenberg, acompañada por la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca dirigida por Pedro Gandía, se acerca por primera vez a este compositor, pilar fundamental de la música española de mediados del XVIII. A través de su voz, arias de Nebra compartirán escena con otras del genial Haendel, estableciendo un diálogo de afectos que se tejen en torno a los gozos y desdichas del amor. Un programa que sondea los límites de la emoción.

La mezzosoprano sueca Ann Hallenberg aparece con regularidad en teatros de ópera y festivales como el Teatro alla Scalade Milán, el Teatro la Fenice de Venecia, el Teatro Real de Madrid, el Theater an der Wien, el Opernhaus de Zúrich, la Opéra National de París, el Opéra de Lyon, el Théâtre de La Monnaie de Bruselas, el Netherlands Opera de Ámsterdam, el Bayerische Staatsoper de Múnich, el Staatsoper de Berlín, el Semperoper de Dresden, la Royal Swedish Opera, el Festival de Salzburgo, el Festival de Verbier y el Festival de Edinburgo. Su repertorio operístico incluye un gran número de papeles de óperas de Rossini, Mozart,Gluck, Massenet, Haendel, Vivaldi y Monteverdi. En el formato de concierto se encuentra igualmente cómoda, apareciendo en salas de conciertos y festivales a lo largo de Europa y Norteamérica. Su repertorio comprende música desde el temprano siglo XVII (Monteverdi y Cavalli), pasando por Mozart, Haydn, Beethoven, Berlioz, Brahms, Mahler y Chausson, hasta el repertorio contemporáneo de Franz Waxman y Daniel Börtz. Ann Hallenberg trabaja de forma regular con directores como Fabio Biondi, William Christie,Sir John Eliot Gardiner, Emmanuelle Haïm, Philippe Herreweghe, Marc Minkowski, Riccardo Muti, Kent Nagano, Sir Roger Norrington, Sir Antonio Pappano, Christophe Rousset y Alberto Zedda. Ha grabado más de 45discos y DVDs con música de Bach, Haendel, Vivaldi, Mozart, Haydn, Gluck, Rossini, Mendelssohn, Brahms y Bruckner, entre otros. En los ‘International Opera Awards’de Londres de 2016 su disco Agrippinaganó el premio para el “Best Operatic Recital”. Este fue su segundo premio en dicha categoría, habiéndolo obtenido también en 2014.

Dicha y desdicha del amor

Música escénica de Nebra  y Haendel

Domenico Scarlatti (1685-1757)
Sonata en re mayor, K 140 (arr. W. ten Have)
Sonata en re mayor ‘La caza’, K 96 (arr. W. ten Have)
José de Nebra (1702-1768)
Ay, ay amor de Amor aumenta el valor (1728)
Tórtola que carece de Viento es la dicha de amor (1743)
Más fácil será el viento de Amor aumenta el valor (1728)
George Frideric Haendel (1685-1759)
Scherza Infida de Ariodante, HWV 33 (1735)
O take de Alexander Balus, HWV 65 (1747)
Se bramate de Serse, HWV 40 (1738)
Francesco Geminiani (1687-1762)
Concerto en re menor ‘La Follia’, op. 5, nº 12 (1726)

Foto: ANN HALLENBERG © Örjan Jakobsson

Orquesta Barroca de Sevilla

La Orquesta Barroca de Sevilla junto a las divas Ann Hallenberg y Viviva Genaux presentan en Madrid un duelo barroco entre Vivaldi y Haendel.

El próximo domingo 21 de enero a las 19 horas, el ciclo Universo Barroco del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) presenta en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid un duelo musical entre Vivaldi y Haendel. Los protagonistas de esta cita serán la Orquesta Barroca de Sevilla, dirigida por Diego Fasolis y las mezzosopranos Ann Hallenberg y Vvivica Genaux, dos grandes divas para un programa que un día antes se presentará en el Teatro de La Maestranza de Sevilla. Las entradas para Madrid, con un precio general de 15€ a 40€, y descuentos hasta del 60% para los menores de 26 años y desempleados (entradas de «Último minuto», con compra desde una hora antes del inicio del concierto en las taquillas de la sala) ya están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional y teatros del INAEM, además de venta online enwww.entradasinaem.es y por teléfono en el 902 22 49 49.

Divas y rivales
Según Pablo Vayón: «Para la década de 1720 los cantantes eran los divos, los auténticos dueños de las escenas de media Europa. Desde hacía ochenta años, los nuevos empresarios de la ópera habían tratado de reducir los costes de producción de las obras suprimiendo el coro y rebajando los efectivos instrumentales y el número de papeles solistas, pero a la vez pretendieron realzar los efectos espectaculares de su oferta para atraer a un público amplio potenciando decorados y vestuarios suntuosos, una maquinaria escénica en constante expansión y una música volcada esencialmente en la melodía y el virtuosismo. Castrati y sopranos competían sobre las tablas, generando en ocasiones cohortes de seguidores fanáticos, que podían llegar a enfrentarse a gritos durante el transcurso de las funciones. La más sonada de estas disputas tuvo lugar en Haymarket en junio de 1727 cuando Cuzzoni y Bordoni compartían escenario en una representación de una ópera de Bononcini (Astianatte) a la que había asistido la princesa Carolina. El clima de rivalidad se hizo tan enconado entre sus respectivos seguidores que acabó trasladándose a la escena, donde las dos divas se enfrentaron físicamente. El nuevo estilo belcantista no sólo encumbró a los grandes atletas de la voz, sino que a nivel compositivo generó una auténtica carrera armamentista (en términos de biología evolutiva): a medida que los cantantes trataban de deslumbrar a sus fans con mayores dosis de virtuosismo ornamental, los compositores competían entre sí por ofrecerles páginas de cada vez más delirante dificultad con el sólo afán de mantener su estatus y sus posibilidades profesionales. El juego fue llevado a su extremo por la escuela napolitana, cuyo estilo exuberante y efectista se había convertido ya en los años 30 del siglo XVIII en una moda en la misma Venecia. Vivaldi no tuvo más remedio que adaptarse a esas nuevas formas. Si hasta mediados de los años 20 sus arias operísticas incluyen ricas texturas orquestales y un apreciable tratamiento contrapuntístico, a medida que el gusto cambiaba el compositor adaptó las nuevas convenciones napolitanas, poniendo el foco esencial en la melodía destinada a las voces, a menudo simplemente dobladas por los violines. Esta tendencia del arte operístico de Vivaldi, que incluyó también el recurso (obligado) a los castrati, a quienes en sus primeras obras para el género no concedió gran protagonismo, ha llevado a resaltar el carácter notablemente instrumental de su música vocal, convertida en un auténtico desafío para muchas intérpretes. En cambio, en Haendel, aunque sometido a parecidas presiones de públicos y cantantes, el belcantismo nunca superó la barrera del buen gusto, del lirismo más depurado. El virtuosismo está por supuesto presente en su obra, pero hay en el tratamiento vocal de Haendel un respeto casi reverencial por las posibilidades del instrumento humano, teniendo en cuenta su flexibilidad, pero también sus límites.»

La Orquesta Barroca de Sevilla se sitúa incuestionablemente en el primer nivel de las agrupaciones españolas que se dedican a la interpretación de la música antigua con criterios historicistas. Creada en 1995 por Barry Sargent y Ventura Rico, desde 2001, su director artístico es Pedro Gandía Martín. Entre las figuras internacionales que se han puesto a su frente, algunas de talla mítica, destacan Gustav Leonhardt, Christophe Coin, Sigiswald Kuijken, Jordi Savall, Christophe Rousset, Rinaldo Alessandrini, Monica Huggett, Harry Christophers, Andreas Spering, Diego Fasolis, Juanjo Mena, Eduardo López Banzo, Pablo Valetti y Enrico Onofri. Además de la intensa actividad que desarrolla en Sevilla y el resto de Andalucía, se presenta en los más importantes escenarios españoles y europeos (Alemania, Francia, Italia, Suiza…). Tras haber grabado para los sellos discográficos Harmonia Mundi, Lindoro y Almaviva, la Orquesta Barroca de Sevilla ha creado el suyo propio: OBS-Prometeo. Ha recibido distinciones como el «Editor´s Choice» de la revista Gramophone, «Excepcional» de Scherzo, «Ritmo Parade», «Recomendable» de Cd Compact y Audio Clásica y «5 estrellas Goldberg». Los últimos discos de este sello son: La música en la catedral de Sevilla, bajo la dirección de Enrico Onofri, y Adonde infiel dragón, con Vanni Moretto y María Hinojosa. Recientemente han realizado la primera grabación íntegra en DVD de los conciertos para violonchelo y orquesta de C. Ph. E. Bach, con Christophe Coin. En el año 2011 le fue concedido el Premio Nacional de Música, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España. Asimismo, han obtenido el «Premio Manuel de Falla 2010», el «Premio FestClásica 2011» y una Distinción Honorífica del Ayuntamiento de Sevilla.

La mezzosoprano sueca Ann Hallenberg es asidua en los escenarios de Teatro alla Scala de Milán, eatro La Fenice de Venecia, Teatro Real de Madrid, Theater an der Wien de Viena, Opernhaus de Zúrich, Opéra National de París, Opéra de Lyon, Théâtre de La Monnaie de Bruselass, Netherlands Opera de Ámsterdam, Bayerische Staatsoper de Múnich, Staatsoper de Berlín, Semperoper de Dresde, Royal Swedish Opera, Festival de Salzburgo, Verbier Festival y Festival de Edimburgo. Su repertorio operístico incluye un amplio número de papeles de Rossini, Mozart, Glück, Massenet, Haendel, Vivaldi y Monteverdi. En concierto se encuentra igualmente cómoda, con recitales a lo largo de Europa y Norteamérica. Su repertorio comprende música desde el siglo XVII (Monteverdi y Cavalli), pasando por Mozart, Haydn, Beethoven, Berlioz, Brahms, Mahler y Chausson, hasta el repertorio contemporáneo de Franz Waxman y Daniel Börtz. Hallenberg trabaja regularmente con directores como Fabio Biondi, William Christie, Sir John Eliot Gardiner, Emmanuelle Haïm, Philippe Herreweghe, Marc Minkowski, Riccardo Muti, Kent Nagano, Sir Roger Norrington, Sir Antonio Pappano, Christophe Rousset y Alberto Zedda. Ha grabado más de 40 CDs y DVDs con música de Bach, Haendel, Vivaldi, Mozart, Haydn, Glück, Rossini, Mendelssohn, Brahms y Bruckner, entre otros. Su disco Agrippina obtuvo el premio «Best Operatic Recital» en los International Opera Awards de Londres en 2016, segundo galardón en dicha categoría, tras su victoria en 2014.

Con una carrera que abarca ya dos décadas, la mezzosoprano norteamericana Vivica Genaux encandila al público y la crítica con su carisma, compromiso y asombrosa técnica vocal. Desde sus comienzos, diversos roles de Rossini la han llevado a teatros de ópera y salas de concierto de todo el mundo. De forma paralela a sus credenciales belcantistas, Vivica ha sido elogiada por sus interpretaciones de música de Georg Friedrich Haendel, Antonio Vivaldi y sus contemporáneos, destacando su versión de Píramo en Piramo e Tisbe de Johann Adolf Hasse, y su Eternità y Diana en La Calisto de Francesco Cavalli. En el formato de concierto, uno de los momentos culminantes de la temporada 2016/2017 ha sido su debut con un programa de música compuesta para el personaje mitológico Orfeo por compositores como GlÚck, Haendel, Hasse, Porpora, Ristori y Wagenseil, continuando la tradición de Rival Queens, una exploración acometida por Vivica junto a la soprano Simone Kermes de arias y dúos compuestos para las divas del siglo XVIII Faustina Bordoni y Francesca Cuzzoni. Ganadora de diversos premios que incluyen el «1997 ARIA Award», el «New York City Opera’s 2007 Christopher Keene Award» y el «Pittsburgh Opera’s 2008 Maecenas Award», Vivica disfruta de compartir sus experiencias con nuevas generaciones de cantantes a través de clases magistrales y cursos. Su extensa discografía abarca la totalidad de su carrera hasta el momento actual, y continúa explorando programas y roles operísticos, que hasta la fecha incluyen más de sesenta.

Ann Hallenberg

La XXIV temporada del Ciclo de Lied dará inicio mañana martes, 10 de octubre (20h00), en el Teatro de la Zarzuela, con el esperado recital de Ann Hallenberg. Mezzosoprano conocida ante todo por su habilidad para delinear complejas vocalizaciones de la más acrisolada ópera seria, se nos muestra asimismo como una sólida cantante de lied. La intérprete sueca estará acompañada al piano por Mats Widlund.

Las entradas para este recital, con un precio general de 8 a 35 euros, están a la venta en las taquillas del Teatro de la Zarzuela, teatros del INAEM, www.entradasinaem.es y a través del número telefónico 902 22 49 49.

Hallenberg es una  liederista capaz de penetrar, con su timbre oscuro y sugerente, en los vericuetos de los Zigeunerlieder de Brahms, de tan peculiar rítmica; en las lúcidas estructuras de las canciones de Clara Schumann; en las sorprendentes sinuosidades de la Suite op. 41 de Medtner; en los sombríos paisajes naturales de los Rückert-Lieder de Mahler y, como gran hallazgo, en las Canciones del corazón, de aromas tan brahmsianos, de su compatriota De Frumerie.

Ann Hallenberg actúa con regularidad en teatros de ópera y festivales como Teatro alla Scala Milan, Teatro La Fenice Venice, Teatro Real Madrid, Theater an der Wien, Opernhaus Zürich, Opéra National Paris, Opéra de Lyon, Théâtre de La Monnaie Brussels, Netherlands Opera Amsterdam, Bayerische Staatsoper München, Staatsoper Berlin, Semperoper Dresden, Royal Swedish Opera, Salzburg Festival, Verbier Festival y Edinburgh Festival.

Su repertorio operístico incluye un gran número de roles de Rossini, Mozart, Gluck, Massenet, Haendel, Vivaldi y Monteverdi.

En el formato de concierto se encuentra igualmente cómoda, apareciendo en salas de conciertos y festivales a lo largo de Europa y Norteamérica. Su repertorio comprende música desde el temprano siglo XVII (Monteverdi y Cavalli), pasando por Mozart, Haydn, Beethoven, Berlioz, Brahms, Mahler y Chausson, hasta el repertorio contemporáneo de Franz Waxman y Daniel Börtz.

Ann Hallenberg trabaja regularmente con directores como Fabio Biondi, William Christie, Sir John Eliot Gardiner, Emmanuelle Haïm, Philippe Herreweghe, Marc Minkowski, Riccardo Muti, Kent Nagano, Sir Roger Norrington, Sir Antonio Pappano, Christophe Rousset y Alberto Zedda.

Ha grabado más de 40 CDs y DVDs con música de Bach, Haendel, Vivaldi, Mozart, Haydn, Gluck, Rossini, Mendelssohn, Brahms y Bruckner, entre otros. En los International Opera Awards de Londres de mayo de 2016 su CD Agrippina ganó el premio para Best Operatic Recital. Este fue su segundo premio en dicha categoría, habiéndolo ganado también en 2014.

Marcello di isa

El pasado domingo 23 de marzo, a las 18h, el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) cerraba la actual edición de su ciclo UNIVERSO BARROCO en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música con un programa inédito en España: la versión escrita en Roma en 1720 de la ópera Tito Manlio de Vivaldi. Para este cierre, se ha contado con algunas de las principales voces del panorama barroco nacional e internacional, el Concerto  de´Cabalieri,  dirigidos por Marcelo di  Lisa y con las voces de María Espada, Ann Hallenberg, Vivica Genaux, Magnus Staveland y Nerea Berraondo.
 La recuperación de una ópera perdida Tito Manlio (Versión de Roma, 1720)
Como  muy bien dice Frédéric  Delaméa , “Durante el carnaval de 1719, siendo  maestro di cappella del príncipe austríaco Philipp von Hess-Darmstadt, gobernador de Mantua, Vivaldi compuso la música de una ópera para ser representada en el Teatro de la Villa de Mantua. La ópera fue titulada Tito Manlio y fue compuesta sobre un libreto del poeta Matteo Noris. Este libreto, al cual se puso música por primera vez en 1696 en la Villa de Pratolino de Florencia, había obtenido ya un enorme éxito por los teatros de Venecia, Ferrara, Livorno, Nápoles, Génova, Verona, Reggio o Turín.
El éxito de la obra se debió tanto a la música como al libreto, el cual arrojó una luz completamente nueva sobre la trágica oposición entre el cónsul romano Tito y su hijo Manlio, según lo narrado por Tito Livio, a través de una trama inteligentemente construida alrededor de las sombras y las luces de las Vertus romaines, valores fundacionales y unificadores de la joven República. Por lo tanto, fue casi natural que al año siguiente, 1720, el Teatro della Pace de Roma hiciera a Vivaldi, el Prete rosso, su primer encargo romano, para que compusiera una nueva ópera sobre Tito Manlio, basada en el mismo libreto de Matteo Noris pero con música totalmente nueva y distinta de la compuesta para Mantua.
La invitación recibida por Vivaldi tenía, de todas formas, condiciones particulares: Vivaldi aceptó, pero según práctica común de la época la ópera fue escrita en colaboración con dos brillantes compositores romanos, Gaetano Boni y Giovanni Giorgi, quienes hicieron importantes contribuciones a la ópera. Vivaldi fue el encargado de escribir la música del tercer Acto de este nuevo Tito Manlio, pero sin duda supervisó los otros dos actos, respectivamente confiados a Boni y Giorgi.
A diferencia de la partitura de Mantua, la música de Tito Manlio de Roma desgraciadamente se perdió, pero su estela musical nos ha llegado a través de un reciente descubrimiento de tres colecciones de arias en Roma copiadas y guardadas en varias bibliotecas de Europa que hicieron posible resucitar la ópera. A día de hoy es posible identificar más de veinte arias, dos dúos y un coro, que ofrecen una imagen viva y entusiasta de esta obra y permiten su reconstrucción bajo la forma de un recital de arias y conjuntos, respetando la cronología dramática del libreto.
La representación de esta magnífica obra perdida y recuperada es la ocasión de revelar el último dramma per musica todavía inédito de Vivaldi. Ello permite igualmente, gracias a la reputación y a la fama del famoso veneciano, rescatar de la sombra a dos brillantes músicos romanos olvidados pero de los cuales, gracias a esta colaboración, podemos demostrar su enorme talento.”
Aunque la obra en su conjunto es extraordinaria, sin duda el genio era Vivlaldi, y así queda de manifiesto en las apreciables diferencias entre los dos primeros actos, de Boni y Giorgi, y el tercero, compuesto por Vivladi.  Las arias, de una extraordinaria belleza y complejidad en este tercer acto, suponen todo un desafío para los intérpretes.
María Espada, que interpretó a Vitellia, posee una voz técnicamente uniforme, de gran solidez y expresividad. La extremeña emocionó con algunas de las más hermosas arias de la obra. Una voz nítida, tersa y llena de matices.
La mezzosoprano nacida en Alaska  Vivica Genaux interpretó a Manlio. Es una de las voces más sólidas en el universo barroco. Su primer aria tuvo un exceso de reverberación, pero fue de menos a más y regaló unas arias dramáticas en el tercer acto de gran emotividad. Domina su instrumento con gran soltura.
Ann Hallenberg, como Servilia, demostró gran dominio de los registros agudos que también exigía el personaje. Como el resto del reparto, se lució más en las arias del tercer acto, más complejas y elaboradas.
El tenor  noruego Magnus Staveland, recreó un Tito algo destemplado al principio. Sus problemas de afinación fueron resolviéndose a lo largo de la obra hasta llegar a un aria final de gran emotividad.
Nerea Berraondo interpretó a Lucio. Fue la sorpresa de la noche. Posee un amplio registro, agudos luminosos y graves cavernosos. Lástima su escaso volumen de voz, sobre todo en las agilidades, como en la segunda de sus dos arias donde apenas se escuchó.  Es este un aspecto, el volumen de voz, que puede afectar la carrera de un cantante. Esperemos que no sea el caso de Nerea Berraondo ya que  posee un bellísimo instrumento.

Críticas