Aida
AIDA
Música Giuseppe Verdi (1813-1901)
Libreto de Antonio Ghislanzoni, basado en un guion (1869) de Auguste Mariette y Camille du Locle
Estrenada en la Ópera de El Cairo el 24 de diciembre de 1871
Estrenada en el Teatro Real el 12 de diciembre de 1874
Producción del Teatro Real
En coproducción con Abu Dhabi Festival, basada en la original del Teatro Real de 1998
D. musical: Nicola Luisotti
D. de escena, escenógrafo y figurinista: Hugo de Ana
Iluminador: Vinicio Cheli
Coreógrafa: Leda Lojodice
Diseñador de proyecciones: Sergio Metalli
D. del coro: Andrés Máspero
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Reparto 26 de octubre de 2022: Deyan Vatchkov, Sonia Ganassi, Roberta Mantegna, Jorge de León, Simón Orfila, Gevorg Hakobyan, Jacquelina Livieri y Fabián Lara

El Teatro Real celebra siempre por todo lo alto cualquier fecha digna de serlo. Algo que se agradece, siempre,, y más en estos tiempos algo oscuros. En esta ocasión la excusa es que se cumplen 25 años desde su reapertura. Por tal motivo abre la temporada un clásico para este Teatro, la Aida de Hugo de Ana. Una de sus producciones fetiche, que ya se repuso en 2018 y que está basada en la original que el Teatro Real estrenó en 1998.

Aida fue una de las últimas composiciones de Verdi, después de Don Carlo y antes de sus dos últimas obras, Otello y Falstaff. En aquel momento el compositor italiano había reunido ya la fortuna y fama suficiente para poder elegir entre los encargos que le llegaban, rechazando muchos de ellos.

Uno de esos encargos fue el de Ismail Pachá, una especie de gobernador egipcio, amante de la cultura europea, especialmente de la ópera italiana, que tenía el capricho de construir un teatro de ópera en El Cairo. Para la inauguración de la que sería la Ópera Real del Cairo, había encargado que se contratase a uno de los más importantes compositores del momento, ofreciendo para ello la cantidad de 150.000 francos de la época. El motivo de la obra estaba claro, debía tener como protagonista Egipto, pero a Verdi no terminaba de convencerle.

Uno de los colaboradores contratados para el proyecto, el director de la Ópera Cómica de París, Camille Du Lucle, hizo llegar a Verdi parte del argumento de Aida en el que había participado Auguste Mariete, uno de los llamados padres de la egiptología. A Verdi le gustó la historia que le proponía Du Lucle y decidió aceptar el encargo eligiendo para elaborar el libreto definitivo a Antonio Ghislanzoni. Una de las primeras decisiones que tomó el compositor sobre el libreto fue la de sustituir la letra T, de Aita, por la A de Aida, para facilitar la dicción de los cantantes.

El estallido de la guerra Franco-Prusiana impidió que la escenografía y vestuario, fabricado en París, llegase a tiempo para el estreno. En su lugar, la inauguración de la Ópera Real del Cairo se llevó a cabo con una producción de Rigoletto. No fue hasta meses después, concretamente el 24 de diciembre de 1871, cuando se pudo estrenar Aida con algunos de los mejores intérpretes de la época, Antonietta Pozzoni Anastasi, como Aida, Eleonora Grossi, como Amneris, Pietro Mongini, como Radamés, Francesco Steller, como Amonasro y Paolo Medini, como Ramfis. La escenografía resultó fastuosa y estuvo firmada por Philippe Chaperon, Edouard Despléschi, Jean Baptiste Lavastre y Auguste Rubé.

El éxito de este estreno no fue disfrutado por Verdi, que no asistió. No soportaba los viajes en barco. Pero si saboreó el triunfo dos meses después en la Escala de Milán. En el que tuvo que salir a saludar hasta en 32 ocasiones. En su estreno italiano la protagonista fue la soprano Teresa Stolz. Seguro que no influyó en esta decisión que la Stolz fuese la amante de Verdi en aquellos momentos.

Desde entonces son muchas las Aidas que han protagonizado una de las ópera más conocidas y representadas del repertorio. Y muchas las escenografías, a cual más espectacular, que han dirigido los mejores escenógrafos. Precisamente una de las, se puede decir cualidades, de esta ópera es que no puede ser pasto de las versiones de algunos directores de escena. Su localización en un lugar y en una época muy concreta, hacen muy difícil su descontextualización.

La escenografía de Hugo de Ana es de largo recorrido y tiene una gran capacidad para admitir cambios y actualizaciones. Madura con los años y sabe aprovechar los recursos tecnológicos más novedosos. Se han incorporado nuevas proyecciones, a cargo de Sergio Metalli, que realzan la trama y la dramaturgia de los figurantes. Todos los detalles están cuidados al máximo, tanto en los elementos escénicos como en el vestuario y los espectaculares maquillajes. Y todo ello, potenciado por la iluminación de Vinicio Cheli. El resultado final ha ganado en elegancia, prescindiendo de elementos que oscurecían y pesaban en la producción anterior.

A la limpieza sobre el escenario ha contribuido la simultaneidad de los figurines y bailarines en escena con las proyecciones de esos mismos personajes. Creando escenas de gran teatralidad con sus lentos movimientos.
En esta ocasión los entreactos has discurrido de manera fluida, gracias a la rapidez en los cambios y a la entretenida belleza de los telones, por lo que el ritmo de la obra no se ha perdido en ningún momento.

Nicola Luisotti ha vuelto a estar al frente de la orquesta. Profundo conocedor del compositor y del tema de la obra, sabe extraer de la orquesta los sonidos más destacados y voluminosos, que no son pocos en Aida. Pero los mejores momentos llegaron en las narraciones musicales más delicadas. La obertura inicial, los preludios del II y III acto y sobre todo el final, donde la tensión dramática de las cuerdas resume todos los colores que Verdi utiliza en la orquesta para describir los momentos más íntimos. Y son estos momentos los que marcan la diferencia de calidad de la obra, frente al volumen de las marchas.

En la parte vocal el público puede elegir entre tres repartos. El personaje principal de Aida ha sufrido algunos ajustes por la cancelación de María Agresta y será interpretada por Krassimira Stoyanova, Anna Netrebko, Roberta Mantegana y Vittoria Yeo. También cuenta con un magnífico reparto para Radamés, Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León.

La ahora soprano Roberta Mantegana ha sido una Aida de canto fluido pero algo falto de equilibrio. Su zona central es poderosa, pero tiene dificultades cuando llegan los agudos, se nota su paso por la cuerda de mezzo. Ha ido de menos a más y ha compuesto un personaje con carácter en el primer acto, que iba creciendo en delicadeza y romanticismo con la historia.

Como Amneris estaba prevista la actuación de mezzosoprano georgiana Ketevan Kemoklidze, pero por un cambio de última hora fue Sonia Ganassi la encargada de afronta un rol en el que no pareció encontrarse muy cómoda. Buena dramatización, pero no parece que la princesa egipcia forme parte de su repertorio habitual.

El Radamés de Jorge de León fue correcto. Mejoró con el desarrollo de la obra, nunca es fácil abordar una de las arias más complejas del repertorio nada más salir a escena. Tampoco ayudó un vibrato que ensució un poco sus primeras intervenciones. Resolvió bien los momentos de mayor delicadeza como el final de la obra.

El barítono armenio Gevorg Hakobyan estuvo muy acertado en su rol de Amonasro, tanto en lo vocal como en la parte interpretativa.

El Ranfis de Simón Orfila vibró en exceso en algunos momentos, pero su voz tiene gran presencia en cuanto a volumen y timbre y muy buenas cualidades para el personaje. También su presencia escénica, acentuada por el maquillaje, compusieron un Ranfis con mucha personalidad.

El rey de Egipto estuvo interpretado por el bajo búlgaro Deyan Vatchkov. No tuvo una buena actuación, parecía que en cualquier momento se iba a quebrar su voz, que no parecía suficiente para un rey.

El resto de comprimarios estuvo a muy buen nivel, Fabián Lara como Mensajero y la soprano Jacquelina Livieri como Sacerdotisa.

Otro personaje importante siempre en las obras de Verdi es el Coro, que en Aida tiene una presencia muy importante y que tuvo momentos de mucha inspiración y emoción. Y son además buenos actores.
Un buen inicio de temporada para el Teatro Real con una de las grandes obras del repertorio.

Aida

Aida inaugura oficialmente la Temporada lírica 2022-2023, el próximo 24 de octubre a las 19.30 horas, estará precedida por un Preestreno Joven, para menores de 36 años, el 21 de octubre a las 18.00 horas, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

En esta ocasión la producción de Aida, concebida originalmente en 1998, está coproduccida con la Abu Dhabi Music and Arts Foundation.

Nicola Luisotti vuelve al foso del Real con Aida, que ya dirigió con gran éxito en 2018. Será su octava producción verdiana al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

El director de escena, escenógrafo y figurinista Hugo de Ana vuelve a dirigir su histórica producción, con las modificaciones introducidas en 2018 y algunas actualizaciones para la presente reposición.

Coincidiendo con las funciones de Aida se estrenará en la sala principal la nueva producción del espectáculo familiar A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor, dentro del proyecto de Opera Estudio del Teatro Real.

Radio Clásica, de RNE, retransmitirá la ópera en diferido y la ofrecerá a los países de la UER, Unión Europea de Radiodifusión.

Entre los días 24 de octubre y 14 de noviembre se ofrecerán 19 funciones de Aida con la gran producción concebida por Hugo de Ana para la inauguración de la segunda temporada del ‘nuevo’ Teatro Real, en octubre de 1998, que desvelaba al público las enormes dimensiones y las excepcionales capacidades técnicas de su flamante escenario.

Las 8 funciones de entonces, dirigidas por Luis Antonio García Navarro (1941-2001), se unían a las 353 que tuvieron lugar en las temporadas anteriores al cierre del teatro, en 1925. Durante ese periodo el popular título verdiano fue el más representado en el Real, siendo Giuseppe Verdi (1813-1901) el compositor preferido del público madrileño, como lo demuestra su presencia constante en la programación de cada temporada (muchas veces con dos títulos) y el éxito de ocupación en todas sus óperas.

El Teatro Real mira, pues, a su historia pasada y reciente a través de la reposición de Aida como un simbólico auto-homenaje, después del éxito de esta misma producción en las a lo largo de los últimos 25 años del Teatro Real.

Con el estreno de Aida en El Cairo, en 1871, Giuseppe Verdi, sexagenario y con 25 óperas en su haber, culminaba aparentemente una carrera prolífica (que luego duraría hasta los 80 años), con una partitura muy efusiva, pero también honda e intimista, en la que afloran los temas recurrentes en su obra: el triángulo amoroso, el trasfondo político y social, la prepotencia de los dictadores, la humillación de los oprimidos, los sentimientos paterno-filiales, los celos, los amores prohibidos, la traición, la soledad, la muerte…

Desde el punto de vista compositivo, Aida también refleja la veteranía de Verdi: su dominio de la escritura vocal, ─privilegiando los dúos y números de conjunto, en detrimento de las arias─; la genial utilización de la orquestación para obtener efectos dramatúrgicos; la yuxtaposición de momentos de recogimiento y de esplendor; y la pericia en la articulación de grandes números corales y coreográficos con inspiradas melodías solistas, de gran aliento y profundo dramatismo.

Es precisamente esta dualidad entre la espectacularidad de las escenas de masas ─con el imperio egipcio, ejércitos, faraones, esclavos, sacerdotisas, invasores, prisioneros, ritos religiosos, celebraciones, etc.─ y aquellas, recogidas, en las que afloran los conflictos y dramas de los protagonistas, donde radica la dificultad de la puesta en escena de Aida.

Hugo de Ana opta por una producción de fuerte poder simbólico, dominada por una colosal pirámide que sugiere la magnificencia del poder político y religioso ­y también el triángulo amoroso que vertebra el drama­, contrapuesta a paisajes desérticos que enfatizan la profunda soledad de los personajes, que se debaten entre sentimientos, dudas y contradicciones.

Para la actual reposición de Aida, Hugo de Ana ha introducido pequeñas modificaciones en relación con la revisión de 2018, actualizando algunos elementos, como las proyecciones que se han concebido para trascender la evocación de un Oriente idealizado.

Tres repartos se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas de Aida, con las sopranos Krassimira Stoyanova, Maria Agresta, Roberta Mantegna y Anna Netrebko (Aida); las mezzosopranos Jamie Barton, Sonia Ganassi y Ketevan Kemoklidze (Amneris) ; los tenores Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León  (Radamés); los barítonos Carlos Álvarez, Artur Ruciński y Gevorg Hakobyan (Amonasro) y los bajos Alexander Vinogradov; Jongmin Park y Simón Orfila (Ramfis); las sopranos Jaquelina Livieri y Marta Bauzá (La gran sacerdotisa) y el tenor Fabián Lara (Un mensajero).

Con casi 300 artistas ─entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta─ y una escenografía ya histórica, Aida traerá al escenario del Real a grandísimos intérpretes, capaces de dar a la obra de Verdi su verdadera dimensión universal.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

19 de octubre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti (director musical de Aida), Hugo de Ana (director de escena, escenógrafo y figurinista de Aida) y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Participan: la soprano Maribel Ortega, el tenor Eduardo Aladrén y el pianista Riccardo Bini.

20 de octubre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida” y Egipto: mucho más que una ópera.

21 de octubre, a las 18.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Aida. Preestreno Joven para menores de 36 años, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

Hasta el 22 de octubre| Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Taller: La ópera al descubierto: Aida

A lo largo de ocho sesiones los participantes descubren los detalles técnicos y artísticos que hacen posible una producción de ópera, de la mano de sus protagonistas y con la asistencia a algunos ensayos.

24 de octubre a 2 de noviembre | Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Curso: La universidad a escenaAida

Los estudiantes –que perciben créditos universitarios en sus respectivos estudios–, descubren las interioridades de una producción operística a través de análisis, talleres, debates y presentaciones con la complicidad de artistas y expertos.

23 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! Talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Aida se baña en el Nilo. La esclava etíope se enamora de su enemigo, el egipcio Radamés.

Participan: Sonia Suárez (soprano), Daniel González (tenor) y Cristina Sanz (pianista).

24 de octubre | desde el Teatro Real

Retransmisión de la inauguración de la temporada lírica 2022-2023 con Aida en MyOperaPlayer.

3 de noviembre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida”. El contexto histórico y cultural de su composición.

7 de noviembre, a las 19.00 horas | Palacio de las Alajas

Conferencia: ‘Aida’, Egipto en la ópera, a cargo de Víctor Sánchez Sánchez

12 y 13 de noviembre, a las 11.00 y a las 13.00 horas | Teatro Real, Sala principal

A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor

Versión reducida de Aida de Giuseppe Verdi, con libreto de Antonio Ghislanzoni

Nueva producción del Teatro Real | Opera Estudio

Directora musical de Isabel Rubio y dirección de escena de Davide Garattini Raimondi

Adaptación y texto, vestuario y utilería: Davide Garattini Raimondi y Bárbara Palumbo

Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM) con la participación de jóvenes cantantes del Programa Crescendo de la Fundación Amigos del Teatro Real

2 de diciembre, a las 18.00 horas | Museo Nacional del Romanticismo

Cuentacuentos: “Las mil y una noches”: la sensual y exótica fantasía de los cuentos orientales.

Actividad gratuita. Reservas en la página web del Museo: www.museoromanticismo.es

TELEFÓNICA, MECENAS PRINCIPAL TECNOLÓGICO DEL TEATRO REAL

Telefónica, mecenas principal tecnológico del Teatro Real, impulsa su desarrollo digital y la mejor conectividad para optimizar la experiencia de los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro. En estos años Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo, ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio -abarcando diferentes tipos de música- y accesible, con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución. Un paso más dentro de este proyecto global ha sido My Opera Player, plataforma de contenidos audiovisuales que permite a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica disfrutar desde casa, con tan sólo un click, de las mejores producciones de éxito internacional.

My Opera Player cuenta con Telefónica como socio tecnológico del Teatro Real, y con el patrocinio de Endesa, que apoyó esta iniciativa como patrocinador único cuando la plataforma se llamaba Palco Digital.

Fotógrafo: © Javier del Real | Teatro Real

Netrebko

Anna Netrebko interpreta una selección de arias de ópera muy diversas en su última grabación para Deutsche Grammophon. Amata dalle tenebre, cuyo lanzamiento internacional está previsto para el 5 de noviembre de 2021 en todos los formatos, con inclusión del sonido surround 3D de Dolby Atmos, es el primer álbum clásico a solo que graba esta soprano superestrella en los últimos cinco años. Ha interpretado la música que ella misma ha elegido, y que incluye algunas de las arias más dramáticas y apasionadas de todo el repertorio, en la legendaria La Scala de Milán, con la Orquesta del Teatro alla Scala bajo la batuta del director musical de La Scala, Riccardo Chailly. La cineasta italiana Elena Petitti di Roreto ha inmortalizado cuatro de las interpretaciones de Netrebko en vídeos musicales que forman parte de su nueva y original película: Anna – Escenario de emociones, una mezcla radical de la esencia sensual de la ópera y un vocabulario visual contemporáneo.

En Amata dalle tenebre, Anna Netrebko presenta el optimismo injustificado de “Un bel dì vedremo” de Puccini, cantada por Madama Butterfly; la desesperación de “Sola, perduta, abbandonata!” de Manon Lescaut de Puccini; y la resignación y el anhelo intrínsecos a “Tu che le vanità”, un tour-de-force emocional de Don Carlo de Verdi. En los últimos años, la cantante se ha decantado, con notable éxito, por algunos de los papeles más dramáticos de la literatura operística y aquí demuestra también su maestría en este repertorio, aportando unos colores maravillosamente suntuosos y oscuros a Ritorna vincitor!Numi, pietà del mio soffrir!” de Aida de Verdi; a “Poveri fiori” de Adriana Lecouvreur de Cilea; y al Aria de Lisa de La dama de picas de Chaikovski. Netrebko canta también dos piezas en alemán: la trágica y, sin embargo, extática Liebestod de Isolda, de Tristán e Isolda de Wagner, y la descripción que hace Ariadne, con el corazón roto, del país de la muerte, “Es gibt ein Reich”, de Ariadne auf Naxos de Richard Strauss. Finalmente, a modo de inclusión sorpresa, regala a sus oyentes una desgarradora interpretación de “When I am laid in earth”, de Dido y Eneas de Purcell.

Netrebko se ha introducido también en nuevos territorios al colaborar con la famosa cineasta Elena Petitti di Roreto en la grabación de una serie de vídeos musicales para cuatro de las piezas del nuevo álbum. La película de la directora italiana, Anna – Escenario de emociones, es en parte documental, en parte una respuesta abstracta y visualmente deslumbrante a algunos de los poderosos temas que se encuentran presentes en esta música, desde el amor y la esperanza a la muerte y la desesperación. Recoge los retratos que hace Anna Netrebko de cuatro grandes heroínas operísticas –Aida, Lisa, Dido e Isolda–, todas las cuales cobran vida individualmente gracias al lenguaje y el estilo visual único de la directora. Intercalados con los cuatro vídeos musicales puede verse también una entrevista en profundidad con Netrebko, que habla tanto de los distintos papeles como de su propia vida. Rodada en gran medida en el marco majestuoso del famoso auditorio de La Scala, la película establece conexiones con la venerable historia de este teatro de ópera (aquí se celebró el estreno mundial de Madama Butterfly) y su excelencia artística ininterrumpida, en la actualidad bajo la dirección del Maestro Chailly. Anna – Escenario de emociones es el complemento perfecto de Amata dalle tenebre.

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Tosca brilla en el Teatro Real
Tosca
Giacomo Puccini (1858-1924)
Melodramma en tres actos
Libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, basado en la obra La Tosca de Victorien Sardou
8 de julio de 2021 Teatro Real de Madrid
D. musical: Nicola Luisotti
D. escena: Paco Azorín
Figurinista: Isidre Prunés
Vestuario de Floria Tosca: Ulíses Mérida
Iluminador: Pedro Yagüe
Vídeo: Alessandro Arcangeli
Coreógrafo: Carlos Martos de la Veja
D. coro: Andrés Máspero
D. coro Pequeños Cantores: Ana González
Reparto: María Agresta, Michael Fabiano, Gevorg Hakobyam, Gerardo Bullón, Valeriano Lanchas, Mikeldi atxalandabaso, David Lagares e Inés Ballesteros
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y Pequeños Cantores de la JORCAMAbril de 1889, Puccini acaba de tener un sonoro fracaso en La Scala con el estreno de Edgar. Al cabo de unas semanas escribe a su editor Giulio Ricordi, para pedirle que solicite a Victorien Sardou una autorización para poder adaptar su obra La Tosca (1887).La obra de Sardou había recorrido los principales teatros europeos con gran éxito de público, teniendo a Sarah Bernhadt como protagonista. Puccini, que había asistido a una representación, quedó prendado por la fuerza escénica del personaje y de la manera teatral de mezclar la pasión amorosa con la pasión de los poderes políticos y eclesiásticos. Encarga entonces a sus dos libretistas, que acababan de tener un enorme éxito con la Bohéme, que inicien los trabajos de un nuevo libreto que será la envidia, entre otros, del propio Verdi.Tosca se convirtió en un claro ejemplo de verismo. No sin antes ser convenientemente dulcificada para agradar a los paladares más exquisitos, que no dudaban en criticar un libreto y unos personajes no muy refinados. La Tosca de Puccini resultó más sofisticada y femenina que la de Sardou.Pero los cambios no solo se centraron en los personajes. La música de Puccini marcó una gran diferencia y ruptura con los convencionalismos operísticos que se remontaban al barroco. La fluidez de la trama favorecía el conjunto y las, hasta ese momento, todopoderosas arias, quedaban disueltas y entrelazadas dentro de la globalidad de la obra. En Tosca las arias se reducen a tres, eso si, de enorme personalidad y belleza. “Recondita armonia”, que Cavaradossi interpreta en el primer acto, “Vissi d’arte”, aria emblemática de Floria Tosca y “E lucevan le stelle”, también interpretada por Cavaradossi justo antes de morir.El éxito de Tosca, como representante del verismo, está en su capacidad de crear clímax con una insoportable tensión dramática. Otra característica de Tosca es la utilización de los leivmotivs, que sin la sofisticación de los wagnerianos, eran muy efectivos dramáticamente y muy del gusto italiano. El más importante y constante a lo largo de la obra es el que representa al malvado Scarpia, jefe de la policía política y cuyo leivmotiv es una verdadera metáfora musical del terror político de la dictadura que en esos momentos dominaba Roma, como se demuestra en una de las frases que le dirige Tosca después de asesinarle, “E avanti a lui tremava tutta Roma!”.La producción de Tosca que presenta ahora el Teatro Real, es una coproducción del Gran Teatre del Liceu de Barcelona y el Teatro de la Maestranza de Sevilla. La dirección escénica ha estado a cargo de Paco Azorín. Se nota que viene del mundo del teatro. Realiza tres escenas distintas con un único escenario, aprovechando la movilidad y recursos que ofrece el Real y que no tienen otros, como quedó demostrado en el tercer acto, haciendo desaparecer y aparecer simultáneamente dos escenarios de manera espectacular.Azorín se toma demasiadas licencias durante la obra. Aparecen frases proyectadas en escena que nada tienen que ver conel libreto y que repiten como un cansino mantra la palabra revolución, esas a las que algunos han llegado tarde. Tampoco tiene que ver ni se encuentra mcho sentido a una mujer desnuda que aparece en los momentos clave, restando protagonismo a las escenas y personajes y que, según Azorín, es la Libertad guiando al pueblo, de Delacroix. Imaginación no le falta.En conjunto la escenografía tiene elementos interesantes, como los ojos, a modo de gran hermano, que vigilan a Tosca. O la impresionante escena del Te Deum y, sobre todo, la buena disposición de los cantantes sobre el escenario.La dirección musical de Nicola Luisotti favorece enormemente este tipo de obras. Su manera de dirigir, llena de energía y musicalidad, acentuó la espectacularidad de las escenas más brillantes. Creó tensión dramática y permitió momentos de respiro e intimidad de manera acertada. Supo obtener de la orquesta el carácter italiano que respira la obra.Los repartos en esta ocasión son espectaculares. Tres son las Toscas, Anna Netrebko, que estará solo en las funciones del 21 y 24, Sondra Radvanovky, de voz homogénea y sonora cuya capacidad de dramatización hace que este personaje le encaje a la perfección y María Agresta, nuestra protagonista de hoy. Posee también una notable capacidad dramática. Su Tosca es más sutil y sentimental, también en lo vocal. Es un rol el de Tosca que tiene sus dificultades y Agresta las resolvió mejor en el segundo y tercer acto que en el primero. Pero también tuvo momentos de lucimiento, su “Vissì d’arte” estuvo lleno de emotividad. Toda una hazaña teniendo en cuenta que tuvo que interpretarlo tumbada en el suelo.Para el papel de Mario Cavaradossi tenemos cuatro tenores. Joseph Calleja, de hermoso y cálido timbre, Yusif Eyvazov, que casualmente actúa los mismos días que su esposa, Anna Netrebko, el mediático Jonas Kaufmann, solo dos funciones también, y Michael Fabiano, que se mostró más bien estático en escena y falto de naturalidad. Menos mal que estuvo más inspirado en lo vocal. Aceptable su “Recondita armonia”, y bastante bien en “E lucevan le stelle”, apianando con gusto. Fue el más aplaudido de la noche.Al Scarpia de Gevorg Hakobyan le faltó presencia escénica y, en algunos momentos, también vocal. Empezó bien, pero fue perdiendo maldad a medida que se acercaba el momento de su muerte. Tiene unos buenos y baritonales graves, pero a su Scarpia le faltaron quilates. No ayuda en estos casos tener en los otros repartos a Carlos Álvarez, que ha construido un magnífico Scarpia o a Luca Salsi, que acompaña al matrimonio Netrebko.El resto de comprimarios tuvieron una buena actuación. Muy bien Gerardo Bullón en su rol de Cesare Angelotti. Valeriano Lanchas interpretó a un resuelto y desenfadado sacristán. Mikeldi Atxalandabaso, como Spoletta, cumplió con su profesionalidad habitual, al iguañ que David Lagares, con su Sciarrone y la hermosa voz del pastorcillo de Inés Ballesteros.Magnífico el Coro Intermezzo, Titular del Teatro Real, que continúa dando una lección de profesionalidad y esfuerzo enfrentándose y venciendo a los elementos y a las mascarillas. Bien también el Coro de Pequeños Cantores de la JORCAM, bajo la dirección de Ana González.Con Tosca termina la temporada lírica del Teatro Real, una temporada que puede catalogarse de histórica. Donde la calidad artística, que la ha tenido, puede quedar en un segundo plano ante una decisión difícil y extraordinariamente valiente que tomó el Teatro hace ahora un año, permanecer abierto y con su programación, a pesar de la situación pandémica mundial demostrando, que no solo era posible, sino necesario, levantar el telón.Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Anna Netrebko

La llegada al Teatre de Anna Netrebko, la gran estrella de la ópera, es una cita muy esperada por el público liceísta. La cantante canceló su participación en la obra Il trovatore a raíz de su convalecencia por Covid-19.

Considerada una de las grandes divas de nuestros tiempos, Netrebko ofrecerá uno de los pocos recitales a piano que actualmente hace en su carrera. La cantante cuenta con una voz de pureza y precisión inusuales, una gran gama dinámica, imaginación y enorme carisma.

Estará acompañada por el pianista Pavel Nebolsin, la mezzosoprano Elena Maximova y Giovanni Andrea Zanon al violín, con un íntimo programa que mostrará la extensión de la paleta estilística de la soprano rusa.

El horario de la función se avanza a las 19h para permitir a todo el público poder devolver a sus casas antes del toque de queda establecido por las restricciones de la pandemia.

El Gran Teatre del Liceu se prepara para volver a recibir la reina indiscutible de los escenarios de ópera más importantes del mundo. Anna Netrebko deleitará al público barcelonés el próximo 27 de enero con un íntimo recital Jour et nuit acompañada del piano de Pavel Nebolsin, la mezzosoprano Elena Maximova y Giovanni Andrea Zanon al violín. Una nueva oportunidad para reencontrarla al Teatro puesto que el pasado octubre, la soprano rusa tuvo que cancelar su participación a la obra Il trovatore debido a su convalecencia por Covid-19.

El programa de canto y piano permitirá escuchar los colores infinitos de la voz de la cantante, recorriendo piezas de diferentes compositores que nos hacen viajar en la poesía del día y la noche. La audición de esta sesión única contará con algunas de las piezas más célebres de todos los tiempos, que empezará con obras de Rachmàninov, Korsakov, Strauss, Debussy, Bridge, entre otros. La segunda parte se inicia con las sensibles canciones de Txaikovski para dar a las composiciones de Bridge, Fauré, Dvorák, entre otros.

Anna Netrebko, la soprano admirada

La prima donna del siglo XXI, Anna Netrebko, fue descubierta por Valery Guérguiev hace 25 años al Teatro Mariïnsky de San Petersburgo, y desde entonces, ha redefinido el concepto de estrella de la ópera. Desde cantar a la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2004 hasta devenir el primer artista clásico al aparecer a la lista de las 100 personas más influyentes del mundo en la revista TIME, Netrebko se ha convertido en la embajadora mundial de la ópera y es reconocida como una de las artistas escénicas más convincentes y comprometidas de la actualidad. Sus interpretaciones han sido grabadas y galardonadas en numerosas ocasiones, y actualmente se aventura en un repertorio cada vez más audaz y dramático.

La última actuación de la soprano en el Liceu fue en noviembre del 2019, cuando Anna Netrebko cantó Verdi acompañada del tenor Yusif Eyvazov y el barítono Christopher Maltman. Este magnífico trío de voces compartió escenario con la Orquesta Sinfónica del Liceu, bajo las órdenes del maestro Denis Vlasenko.

 Liceu, un espacio seguro

El Gran Teatre del Liceu ha trabajado desde el inicio de la pandemia para poder habilitar una serie de medidas adaptadas para garantizar la seguridad sanitaria dentro del Teatre. Un protocolo que tiene la finalidad de dar cumplimiento a la normativa del departamento de Salud y las condiciones específicas del Procicat en materia de espacios culturales.

Con la intención de asegurar al máximo que el Liceo sea un espacio seguro recordamos que es obligatorio el uso de mascarilla y gel hidroalcohólico dentro del Teatre. Entre otras medidas se encuentran el control de temperatura en los accesos, la desinfección constante de los espacios, la renovación permanente del aire a través de dos nuevos ventiladores que se han instalado el agosto del 2020, la inhabilitación del guardarropa, y el uso del formato digital para los programas de mano.

Para que el público pueda devolver en sus casas antes del toque de queda, el horario de la función será a las 19h

Anna Netrebko

Fresh from making her sensational Wagnerian debut as Elsa in Lohengrin at the Dresden Semperoper – four performances, all of which were met with thunderous ovations – Anna Netrebko, the best-known soprano of our time, travelled to Universal Music’s annual “Club of Classics” sales conference in Berlin to present her upcoming release, VERISMO, and unveil the album’s cover art.

VERISMO, set for international release on 2 September 2016, highlights the latest developments in this classical superstar’s ever-evolving career, as she explores some of the darker reaches of the soprano repertoire. Having successfully broached the weightier Verdian roles of Giovanna d’Arco and Lady Macbeth, she is continuing to expand her vocal and artistic range, as demonstrated on this new album by her portrayals of Puccini’s Manon, Butterfly and Tosca, Cilea’s Adriana Lecouvreur and Giordano’s Maddalena (Andrea Chénier).

Speaking about her choice of repertoire, Netrebko observes, “I believe I have the voice, knowledge and intuition these roles require. And I put all these things together and worked really very, very hard to try to understand verismo and depict it with a real sense of truth.”
Following on from the success of her last album, VERDI, and a series of triumphant debuts in several challenging new roles, Deutsche Grammophon’s star soprano is now setting new benchmarks in the verismo repertoire, all the while emphatically underlining her undisputed status as the world’s most famous opera singer.

“Anna Netrebko has surpassed herself with this latest album. VERISMO reaffirms her position as one of today’s most popular and most expressive classical artists. She is also a wonderful ambassador, attracting ever-increasing numbers to her own artistry, the roles she performs and classical music in general,” comments Frank Briegmann, President & CEO Universal Music Central Europe and Deutsche Grammophon.

At this year’s Salzburg Festival Anna Netrebko will give three concert performances of Manon Lescaut which will no doubt give a fascinating foretaste of the new release. Starring opposite her as Des Grieux will be her husband, tenor Yusif Eyvazov, who also appears as a guest artist on VERISMO. The couple will then appear on stage together again in late summer, giving two gala performances of verismo repertoire – at Hamburg’s Laeiszhalle on 28 August and the Cologne Philharmonie on 1 September – the perfect prelude to the official album launch on 2 September.

The release of VERISMO is unquestionably a highlight of Deutsche Grammophon’s year, as noted by the company’s President, Dr Clemens Trautmann: “VERISMO paints an authentic portrait of Anna Netrebko as the world’s most versatile and accomplished soprano. She brings her own, unique interpretative nuances to this well-known repertoire, demonstrating her command of an enormous vocal and expressive range with a finely judged combination of lyricism and uncompromisingly dramatic intensity. This is an album that will move all who hear it.”

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