Afanador

El Teatro Real ofrecerá, entre el 9 y el 11 de febrero, cuatro funciones de Afanador, nuevo espectáculo del Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Rubén Olmo, con idea y dirección artística de Marcos Morau inspirada en el trabajo del fotógrafo colombiano Ruven Afanador y en su manera de mirar y retratar el flamenco.

Conocido sobre todo por sus trabajos en el mundo de la moda y como retratista de grandes personalidades, Ruven Afanador ha sentido siempre pasión por España, los toros y el flamenco… Observa, se sumerge y se fascina para ofrecerlo a través de su personalísima mirada, como reflejan sus libros Mil Besos y Ángel Gitano, donde explora la estética y la expresión de los cuerpos femeninos y masculinos, respectivamente. Porque en el flamenco encuentra todas las emociones del ser humano y a través del flamenco refleja sus íntimas pasiones.

Con este punto de partida, Morau regresa a aquellas sesiones fotográficas y desde ellas construye un mundo de ensoñación, reflexiona sobre “el parentesco vital entre composición fotográfica y coreográfica”, como él mismo explica, y reinterpreta la propuesta original sometiendo a los bailarines del Ballet Nacional de España a expresarse con un lenguaje diferente, modelando el futuro desde la tradición, asumiendo el riesgo.

Marcos Morau ha contado en esta propuesta con la colaboración del dramaturgo Roberto Fratini, de los coreógrafos Lorena Nogal, Shay Partush, Jon López -todos ellos miembros de la compañía La Veronal, de la que es fundador y director- y Miguel Ángel Corbacho, asistente de dirección del BNE, además de su equipo habitual en el diseño de escenografía (Max Glaenzel), vestuario (Silvia Delagneu) e iluminación (Bernat Jansà).  El resultado es un espectáculo de una plástica asombrosa, que transporta al espectador al flamenco más ancestral desde un prisma casi surrealista, sostenido por un cuerpo de baile sólido, riguroso en la ejecución y con una energía desbordante.

Cada escena de Afanador parte de una imagen icónica del fotógrafo. El escenario nos transporta al instante que capta el objetivo y la evocación cobra vida. Música electrónica, minera, seguiriya, cantar de trilla o ecos de Semana Santa, mueven el baile, lo acompañan, despiertan la memoria de las instantáneas en blanco y negro.

Como explica Roberto Fratini en las notas al programa de mano, Ruven Afandor se acerca desde el deseo al multiverso del folclore andaluz, Afanador lo obliga a revelarse, y se revela.  Como si soñara con él, deja aflorar los lapsus, los delirios, el subconsciente del flamenco, sus pulsiones de eros y muerte, sus verdades no documentables. Lo devana en mil amplificaciones, como un mundo grotesco y suntuoso, un cuerpo impensable de sombra y de luz”.

El éxito de su estreno en el Teatro Maestranza de Sevilla el pasado mes de noviembre augura un brillante futuro para Afanador en el repertorio del Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Rubén Olmo, protagonista de una de las páginas de Ángel Gitano, a la que da vida, también con su baile, en esta original propuesta.

Fotografía: Merche Burgos

Manuel Busto

Los próximos días 21 y 22 de diciembre, el director de orquesta y compositor andaluz Manuel Busto regresa al Teatro de la Zarzuela como responsable de la dirección musical de la Gala de celebración del 45 Aniversario del Ballet Nacional de España (BNE). El espectáculo, diseñado por Rubén Olmo, Director Artístico del BNE, contará con la participación de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) bajo la batuta de Manuel Busto; se presentarán destacados números de la historia de la danza española y del propio repertorio del Ballet Nacional de España con música de Boccherini, Soler, Antón García Abril, Sarasate o Ruiz de Luna, entre otros.

En el marco de la gala, tendrá lugar también la presentación del documental Todo el pasado por delante de Emilio Belmonte y Luis Delgado sobre la historia de la institución, y cuya banda sonora ha sido compuesta por el propio Manuel Busto. Grabada el pasado mes de noviembre con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, la dirigirá, de nuevo, en directo desde el foso del conocido teatro de la calle Jovellanos durante la proyección. Con este nuevo encargo, el director andaluz vuelve a colaborar con el Ballet Nacional de España en su doble faceta de compositor y director de orquesta, tras el gran éxito de público y crítica cosechado con sus anteriores proyectos La Bella OteroInvocación bolera y Jauleña, que siguen de gira nacional e internacional.

“La creación de la banda sonora para el documental Todo el pasado por delante me ha obligado a adentrarme en universos estéticos cinematográficos en pro de la imagen, componiendo tanto para orquesta sinfónica como para guitarra y percusión flamenca, con una importante presencia de música electrónica o pop-rock, sin dejar de lado mi propio sello personal”, explica Manuel Busto, que también ha firmado la banda sonora de la película Fernanda y Bernarda de Rocío Martín, y cuenta con un extenso catálogo de obras editadas por la prestigiosa editorial vienesa Universal Edition, con quien publica en exclusiva.

Tras haber dirigido recientemente El retablo de Maese Pedro de Falla en la gira española del Taipei Opera Theater, Manuel Busto debutará próximamente con la Orquesta de Córdoba, como responsable musical de La Traviata de Verdi, que se podrá ver en el Teatro Villamarta de Jerez, con un reparto encabezado por la soprano Sabina Puértolas, el tenor Antonio Gandía y el barítono José Antonio López. Activo también en el ámbito literario, Busto acaba de publicar su segundo poemario Sombras en la luz (editorial Pangea).

Ballet Nacional de España

El Ballet Nacional de España (BNE) inaugura mañana jueves, 21 de abril, el ciclo ‘Les Arts és Dansa’ con el espectáculo ‘Invocación’, que se representará hasta el próximo día 24 en la Sala Principal del Palau de les Arts.

La compañía que dirige Rubén Olmo ofrece una visión global de casi todos los estilos de la danza española con este programa cuádruple, estrenado en 2020, que está formado por coreografías de Rubén Olmo y Antonio Najarro, e incluye también un homenaje a Mario Maya, uno de los pioneros del flamenco teatro en Andalucía.

El director de orquesta y compositor Manuel Busto debuta al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, que acompañará musicalmente a los más de 40 bailarines de la formación en sus cuatro representaciones en Les Arts.

Según asegura Rubén Olmo, director del BNE: “Es un programa muy completo en el que se puede disfrutar de un flamenco lleno de vida y de fuerza en el escenario, un ‘ballet’ de la más pura danza estilizada y una de las escasas coreografías recientes de escuela bolera”.

El programa se abre con la coreografía de escuela bolera ‘Invocación bolera’. Este estilo es una de las disciplinas más difíciles de la danza española por la rapidez de sus pasos y saltos, y la utilización de pasos de ‘ballet’ clásico junto a las castañuelas o palillos. Rubén Olmo actualiza en esta obra la esencia de la escuela bolera tradicional, además de rendir un homenaje a los grandes maestros que marcaron la línea a seguir de este estilo.

La música de ‘Invocación bolera’ es una composición contemporánea original encargada por el Ballet Nacional de España al joven compositor y director de orquesta sevillano Manuel Busto, que posteriormente ha participado también en la partitura colectiva de ‘La Bella Otero’. El vestuario fue diseñado por Pedro Moreno para la obra ‘Fandango del Padre Soler’, estrenada por el Ballet Nacional de España en 1988, y ha sido adaptado por el propio diseñador para esta obra.

El mismo dúo creativo de Rubén Olmo y Manuel Busto es el responsable de ‘Jauleña’, un solo que entrelaza varios estilos de danza, con especial protagonismo del zapateado y la granaína. En València se turnarán sobre el escenario como intérpretes Miguel Ángel Corbacho, asistente del director, y José Manuel Benítez, bailarín solista.

‘Eterna Iberia’, de Antonio Najarro, completa la primera parte del espectáculo. Se trata de una coreografía de danza estilizada, estrenada por el BNE en 2019, que utiliza elementos tradicionales de la danza española como la capa y el sombrero cordobés.

La música para esta obra fue compuesta originalmente por Manuel Moreno Buendía para el ‘ballet’ ‘Eterna Castilla’, de Antonio Ruiz Soler, y editada posteriormente en forma de ‘suite’ con el título ‘Celtiberia’. El sofisticado vestuario de Yaiza Pinillos representa la riqueza de nuestro territorio con la utilización de los colores azul, verde y granate para representar tres de nuestras riquezas: el mar, los olivos y el vino.

El flamenco toma el protagonismo en la segunda parte del programa ‘Invocación’ con la inclusión por primera vez en el repertorio del Ballet Nacional de España de una coreografía de Mario Maya, un referente de la danza española por su genialidad y sensibilidad. Fallecido en 2008, fue un pionero del flamenco teatro, autor de montajes arriesgados e innovadores, y uno de los investigadores más incansables de nuestra época.

Rubén Olmo ha seleccionado ‘De lo flamenco’ porque, en su opinión, este montaje de Mario Maya, estrenado por la Compañía Andaluza de Danza en 1994, refrescó por su estilización y movimiento la forma de hacer y de sentir el flamenco en el escenario, sobre todo con una gran compañía de bailarines. “Aún ahora sigue siendo innovador y totalmente diferente al resto”, asegura Rubén Olmo.

El montaje de ‘De lo flamenco’ que presenta el Ballet Nacional de España difiere del original de Mario Maya, Milagros Menjíbar, A. Rueda ‘Toná’ y Manolo Marín en las dos coreografías nuevas firmadas por dos colaboradoras habituales de Mario Maya: ‘Romance del emplazado’, de Rafaela Carrasco, y ‘Taranto’, de Isabel Bayón.

En esta reposición también han colaborado artistas que formaron parte del elenco original, desde el maestro repetidor Manuel Betanzos al músico Diego Carrasco, uno de los autores de las canciones, junto a Jesús Torres, Moraíto Chico y Los del Río. El vestuario es una réplica del original diseñado por Mario Maya y ha sido pintado a mano por Juan Andrés Amaya.

Coincidiendo con la actuación del Ballet Nacional de España en València, un grupo de 25 niños del programa de prevención y fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS asisten el 20 de abril al taller pedagógico en el Aula Magistral del Palau de les Arts y, posteriormente, al ensayo general del espectáculo.

En esta actividad, el primer bailarín Sergio García, la maestra repetidora Maribel Gallardo y la responsable del Departamento de Actividades Pedagógicas, Belén Moreno, descubren a los niños la danza española a través de algunos de sus elementos más característicos, como el mantón, las palmas, el calzado y las castañuelas.

La actividad, que se incluye en ‘Les Arts és Educació’, se apoya también en materiales didácticos interactivos editados por el BNE: un libro ilustrado, tres cuadernillos con realidad aumentada y un videojuego.

Ballet Nacional de España

El Ballet Nacional de España (BNE) es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español, con Antonio Gades como primer director. Forma parte de las unidades de producción del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte. La finalidad del BNE se centra en preservar, difundir y transmitir el rico patrimonio coreográfico español, recogiendo su pluralidad estilística y sus tradiciones, representadas por sus distintas formas: académica, estilizada, folclore, bolera y flamenco. Asimismo, trabaja para facilitar el acercamiento a nuevos públicos e impulsar su proyección nacional e internacional en un marco de plena autonomía artística y de creación.

Rubén Olmo

Rubén Olmo, Premio Nacional de Danza 2015, se incorporó al Ballet Nacional de España en septiembre de 2019 con la intención de trabajar para la preservación, la difusión y la movilidad del repertorio tradicional de la danza española, incorporando además nuevas creaciones y abriendo las puertas a las vanguardias y la experimentación. Esta supone su segunda etapa en el BNE, compañía de la que formó parte como bailarín entre 1998 y 2002.

Desde 2011 ejerció como director del Ballet Flamenco de Andalucía, institución dependiente de la Junta de Andalucía, con la que estrenó montajes propios como ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejías’ o ‘La muerte de un minotauro’. Anteriormente, formó su propia compañía, para la que creó espectáculos como ‘Érase una vez’, ‘Belmonte’, ‘Las tentaciones de Poe’, ‘Horas contigo’, ‘Naturalmente Flamenco’ y ‘Diálogo de Navegante’.

También ha colaborado como coreógrafo o bailarín con figuras destacadas de la danza española como Aída Gómez, Antonio Najarro, Eva Yerbabuena, Víctor Ullate, Antonio Canales, Rafael Amargo, Isabel Bayón, Rafaela Carrasco y Aída Gómez.

Manuel Bustos

El próximo jueves 21, el director de orquesta y compositor Manuel Busto hará su debut en el foso del Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia con el estreno de Invocación, junto al Ballet Nacional de España, título que estará en cartel en el coliseo valenciano hasta el 24 de abril. Además de ejercer como director musical al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), Manuel Busto firma también la partitura de Invocación bolera y Jauleña, dos de las obras que integran este espectáculo diseñado por Rubén Olmo, director artístico del BNE, en el que se ofrece una visión global de la Danza Española (escuela bolera, danza estilizada y flamenco). El programa se completa con Eterna Iberia de Manuel Moreno-Buendía, y De lo flamenco, que rinde homenaje a Mario Maya.

Invocación bolera es una visión contemporánea de la escuela bolera tradicional, que surge en el siglo XVIII en España fruto de la combinación de bailes populares andaluces con danzas académicas. “Se trata de una composición pensada para el cuerpo de baile, que no para solistas, por lo que la dimensión sonora es diferente y ofrece una oportunidad única de ver toda la esencia del Ballet Nacional de España. Además, al talento artístico de los bailarines, se suma la energía de cantar con la música en vivo de los músicos flamencos del BNE y de la Orquesta de la Comunidad de Madrid”, señala Manuel Busto. “Y el encargo de Jauleña por parte del BNE, me hizo especial ilusión, porque creo que es muy novedoso mezclar la granaína, con un solo de violonchelo, y el zapateado”, concluye.

Tras el reciente estreno de su ópera de cámara La mujer tigre el pasado mes de marzo, con gran éxito de crítica y público, Manuel Busto, una de las batutas con mayor proyección internacional de nuestro país, regresará al foso del Teatro de la Maestranza de Sevilla los meses de mayo y julio, para dirigir el ballet dramático La Bella Otero con el Ballet Nacional de España (del que también es compositor), y la ópera La Traviata de Verdi, al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS).

La Bella Otero

El Ballet Nacional de España estrenará La Bella Otero del 7 al 18 de julio en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Este ballet dramático, creado y dirigido por Rubén Olmo, cuenta la intensa vida de una de las más famosas e influyentes bailarinas de finales del siglo XIX, Carolina Otero. Artista española de fama mundial, su nombre es conocido por todo el mundo, pero cuya historia permanece oculta para muchos. Una mujer procedente de una aldea gallega que se inventó a sí misma a partir de un suceso trágico de su infancia. Con la Carmen de Merimée como guía, utilizó a los hombres para ascender en su carrera artística y fue admirada por reyes de toda Europa, aunque el único amor en cuyos brazos cayó fue el del juego. La Bella Otero es una reflexión sobre el maltrato, la ambición, el éxito, la incapacidad de amar y la soledad.

El director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, llevaba muchos años con la idea de crear una coreografía sobre la Bella Otero, atraído por el hecho de que una de las mujeres más famosas de su época fuera de un pueblo de Pontevedra. Pero hasta que no fue nombrado director en 2019 no encontró la oportunidad que esperaba para poder realizarlo como lo imaginaba, como un espectáculo de gran formato, tanto por el número de bailarines como por el despliegue de vestuario.

“El espíritu de los dos últimos programas que hemos estrenado era disfrutar de la danza española en todos sus estilos. En cambio, ahora he puesto la danza al servicio del argumento para conseguir la fusión que me permitiera contar la vida de una mujer sorprendente, utilizando desde el folclore hasta la danza contemporánea, la estilizada y el flamenco”, explica Rubén Olmo. “Es un espectáculo muy emotivo y también dramático, porque cuenta la historia de una mujer que llega a lo más alto y termina sola y olvidada”.

El encargado de la dramaturgia ha sido Gregor Acuña-Pohl, colaborador habitual del coreógrafo Johan Inger. El actor, director y dramaturgo de danza ha intentado destilar al máximo la esencia del personaje histórico sin perder los puntos más destacados de su biografía, dejando fuera lo anecdótico. “Lo más importante para mí era mostrar una persona con mucho magnetismo, carisma y fuerza”, incide. Después de documentarse sobre Carolina Otero en libros, recortes de prensa, material audiovisual y archivos, seleccionó los momentos más representativos de su vida que pudieran expresarse mediante la danza.

“Al escribir un argumento sobre una vida tan compleja, evidentemente tenemos que simplificar. Pero no estamos haciendo un juicio de valor sobre lo que está bien o mal; solo intentamos ser fieles a la realidad, a la vez que lo hacemos atractivo para el espectador. La danza debe emocionar antes que emitir juicios. He intentado ceñirme al personaje histórico y hacer de ello un ballet interesante para el público. Después, que cada uno saque sus conclusiones sobre el personaje”, añade.

Dos artistas para una Bella Otero

El argumento de La Bella Otero transcurre por diferentes épocas de la vida de Carolina Otero, por lo que Rubén Olmo eligió para interpretar al personaje principal en diferentes edades a Patricia Guerrero y Maribel Gallardo. “Invité al Ballet Nacional de España a Patricia Guerrero porque es una bailaora que desprende una gran fuerza en escena. Formó parte de mi compañía y la dirigí en el Ballet Flamenco de Andalucía. Posee el mismo magnetismo que hizo grande a la Bella Otero. Hoy en día es una las figuras más relevantes del flamenco más vanguardista y es un orgullo poder contar con ella”, explica Rubén Olmo. “Así como la ex primera bailarina del Ballet Nacional de España, Maribel Gallardo. Además de bailarina, es una actriz maravillosa, que ha llevado muchísimos personajes a escena, y siempre se compromete al máximo con todos los proyectos que le propongo”.

Según Patricia Guerrero, la Bella Otero es un personaje complejo debido a que vive diversos conflictos que hacen de ella un jeroglífico dramático. “Fue una mujer con mucho carácter, mucha confianza en sí misma y un instinto de supervivencia brutal. Potenció como nadie su carisma y su sensualidad para lograr el éxito”. La artista granadina pretende llevar cada detalle a la danza para lograr que el público entienda a esta mujer a la que admira, sobre todo por su seguridad y su capacidad de embelesar, aspectos en los que se ha aferrado para meterse en su piel. “La Bella Otero es una obra dura en su fondo, pero es dinámica, divertida, fresca, y con un colorido y energía que nos hará disfrutar a todos, dentro y fuera del escenario”.

Maribel Gallardo, que interpreta a la Bella Otero en su madurez, define al personaje como una mujer transgresora ante una sociedad machista, y reconoce que en todas las mujeres hay algo de la Bella Otero. Para la maestra repetidora y coreógrafa, que ha bailado con el Ballet Nacional de España papeles de primera bailarina como Medea o La Celestina, este personaje es una gran motivación y un gran reto por tener que enfrentarse al lenguaje de un coreógrafo con el que no había trabajado como bailarina hasta ahora, Rubén Olmo, y por alcanzar la forma física que todo bailarín se exige para salir a escena de nuevo.

Música y vestuario

De la misma forma que la coreografía fusiona diversos estilos de danza, la música de La Bella Otero integra en la partitura sinfónica composiciones de variadas formas y compositores. El compositor y director de orquesta Manuel Busto ha coordinado la creación de la partitura, en la que han participado Alejandro Cruz Benavides y Agustín Diassera. Además, han colaborado con composiciones flamencas los guitarristas Diego Losada, Víctor Márquez, Enrique Bermúdez y Pau Vallet; y el grupo Rarefolk ha ambientado la escena que transcurre en Galicia con su particular rock celta psicodélico. En la obra se han insertado también fragmentos de la ópera Carmen, de Bizet, y de la zarzuela El año pasado por agua, de Chueca y Valverde.

“Mi principal reto a la hora de desarrollar los arreglos y las orquestaciones fue que no perdieran un ápice de la frescura y personalidad original, pero quedaran insertadas como parte natural de la obra”, explica Manuel Busto. El resultado final “es una música sin prejuicios en su concepción y que no renuncia a nada”.

La Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) interpretará en directo la partitura en el Teatro de la Zarzuela bajo la dirección de Manuel Busto. La música original ha sido grabada asimismo por los alumnos de la Fundación Barenboim-Said para utilizarla en las funciones de otros teatros donde no se disponga de orquesta en directo, así como en ensayos.

La diseñadora Yaiza Pinillos ha dibujado los cerca de 200 diseños que requieren las escenas de La Bella Otero, ambientadas en lugares y situaciones muy diversas. La creadora canaria ha utilizado múltiples fuentes de inspiración e investigación, desde las fotografías de José Ortiz Echagüe a las pinturas de Zuloaga, Manet, Ramón Casas, Boldini o José Cardona. Tampoco faltan reelaboraciones de modelos de Jacques Doucet y Balenciaga, e incluso de modistos contemporáneos como Issey Miyake o Alexander McQueen que, pasados por el filtro de la Belle Époque, ofrecen resultados sorprendentes.

La pieza central del vestuario de la protagonista es el traje de pedrería de estilo bizantino que la Bella Otero viste en uno de sus retratos más icónicos, firmado por Reutlinger. ”Estoy especialmente orgullosa de ese diseño porque es una reelaboración de esa imagen tan conocida de la Otero que creo que hemos sido capaces de enriquecer a través de una mirada que, más que emularla, la evoca, sumando efectos que enriquecen la puesta en escena y que reflejan la esencia de una época”.

Uno de los retos de la diseñadora ha sido conjugar el carácter narrativo del vestuario con la danzabilidad y la facilidad de cambio entre escenas, complicada además por la caracterización de los personajes, que lucen pelucas, barbas, bigotes y sombreros para representar fielmente la época en la que se desarrolla la historia.

Escenografía e iluminación

El reto para el escenógrafo Eduardo Moreno en su primer trabajo para el Ballet Nacional de España ha sido potenciar el ritmo en la sucesión de escenas porque la dramaturgia de la obra exige gran agilidad al atravesar muchos momentos de la vida de la Bella Otero. Su diseño vertebra el espacio a través de un gran elemento arquitectónico, una cúpula, que enmarca toda la función y acoge las distintas escenas, diferenciadas por unos sencillos que identifican la época y el lugar. También cumple el requisito de que la producción pueda girar fácilmente por distintos teatros, para adecuarse a la vocación itinerante del Ballet Nacional de España.

Por su parte, Juan Gómez-Cornejo, Premio Nacional de Teatro, tenía el difícil encargo de envolver a la Bella Otero con luz. “La luz debe acompañar, arropar, ayudar y, si fuera posible, acariciar a esos bailarines y bailarinas para que la historia llegue al patio de butacas con la mayor nitidez y la misma emoción con la que se ha creado”. La iluminación viaja por la historia del personaje para ayudar a recrear los lugares y situaciones que vivió, desde la Galicia rural que recuerda las pinturas negras de Goya hasta la campiña portuguesa iluminada por la luna llena o las brillantes luces de los teatros y casinos.

Después de su estreno en Madrid, el Ballet Nacional de España representará La Bella Otero los días 26 y 27 de mayo de 2022 en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Antes, como cierre de la temporada 2020/2021, participará el 7 de agosto en el Festival Internacional de Santander, con el programa Invocación. Este año, de forma inusual, serán tres las ocasiones en las que el Ballet Nacional de España actuará en Madrid. Tras el estreno absoluto de La Bella Otero, están programados Centenario Antonio Ruiz Soler en el Teatro Real del 13 al 16 de octubre, e Invocación, en el Teatro de la Zarzuela, del 10 al 22 de diciembre.

Acerca del Ballet Nacional de España

El Ballet Nacional de España (BNE) es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español, con Antonio Gades como primer director. Forma parte de las unidades de producción del Instituto Nacional de la Artes Escénicas y de la Música (INAEM), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte. La finalidad del BNE se centra en preservar, difundir y transmitir el rico patrimonio coreográfico español, recogiendo su pluralidad estilística y sus tradiciones, representadas por sus distintas formas: académica, estilizada, folclore, bolera y flamenco. Asimismo, trabaja para facilitar el acercamiento a nuevos públicos e impulsar su proyección nacional e internacional en un marco de plena autonomía artística y de creación.

Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España

Rubén Olmo, Premio Nacional de Danza 2015, se ha incorporado al Ballet Nacional de España en septiembre de 2019 con la intención de trabajar para la preservación, la difusión y la movilidad del repertorio tradicional de la Danza Española, incorporando además nuevas creaciones y abriendo las puertas a las vanguardias y la experimentación. Esta supone su segunda etapa en el BNE, compañía de la formó parte como bailarín entre 1998 y 2002.

Desde 2011 ejerció como director del Ballet Flamenco de Andalucía, institución dependiente de la Junta de Andalucía, con la que estrenó montajes propios como Llanto por Ignacio Sánchez Mejías o La muerte de un minotauro. Anteriormente, formó su propia compañía, para la que creó espectáculos como Érase una vez, Belmonte, Las tentaciones de Poe, Horas contigo, Naturalmente Flamenco y Diálogo de Navegante. También ha colaborado como coreógrafo o bailarín con figuras destacadas de la Danza Española como Aída Gómez, Antonio Najarro, Eva Yerbabuena, Víctor Ullate, Antonio Canales, Rafael Amargo, Isabel Bayón y Rafaela Carrasco.

Electra en el Teatro Real

El Teatro Real despedirá los últimos días del año en compañía del Ballet Nacional de España, que ofrecerá cuatro únicas funciones, los días 28, 29 y 30 de diciembre, de su espectáculo Electra, creado por el coreógrafo Antonio Ruz, con la colaboración de Olga Pericet.

Este espectáculo conmovedor ahonda en diferentes lenguajes de la danza, dando vida a la tragedia clásica con una visión original y contemporánea inspirada en nuestro imaginario popular, que contará con la desgarradora voz de la cantaora Sandra Carrasco, arropada por la Orquesta Titular del Teatro Real dirigida por Manuel Coves.

Se alternarán en el papel protagonista las bailarinas Inmaculada Salomón y Miriam Mendoza, quienes, junto al resto del elenco, compartirán escenario con Antonio Najarro, director de la compañía hasta septiembre del presente año, que dará vida a Egisto en todas las funciones.

Electra, una de las apuestas más ambiciosas del BNE, tanto desde el punto de vista conceptual como artístico, ha contado con la participación de grandes nombres de la escena española como Alberto Conejero, responsable de la dramaturgia; Paco Azorín, en la concepción escénica;  Rosa García Andújar, en el diseño de vestuario, y Olga García, en la iluminación.

Antonio Ruz, uno de los grandes creadores coreográficos de nuestro país, ha profundizado en sus raíces para interpretar el mito griego. Partiendo de la identidad cultural mediterránea aúna disciplinas como el flamenco, la danza española y el baile contemporáneo, en una amalgama de movimientos que viven y conviven con la luz, el lenguaje de las telas que arropan a los bailarines, y el espacio, completando un espectáculo único donde todo es necesario.

En Electra, el cuerpo de baile se convierte en un personaje más, tratando de “devolver a la danza y al coro el lugar que imaginamos ocupaban en las tragedias clásicas”, explica Ruz. Por momentos, el baile y la palabra nos recuerdan el mundo lorquiano,  historias de destino y de venganza, enriquecidas por la música de Pablo Martín Caminero, Moisés P. Sánchez y Diego Losada.

 A lo largo de cuatro funciones, los días 28, 29 (dos funciones, a las 17.00 h y a las 20.30 h) y 30, el Ballet Nacional de España será el gran protagonista en el escenario del Teatro Real y con él despediremos el año y una década en la que hemos bailado juntos.

Ballet Nacional de España

El próximo jueves 9 de noviembre, el escenario del Teatro Real se llenará de los colores y la luz de Joaquín Sorolla a través de la mirada de Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España, quien, basado en la obra del pintor valenciano, ha creado uno de los espectáculos más reconocidos de su repertorio reciente.

Inspirado en la colección «Visión de España», que Joaquín Sorolla realizó para la Hispanic Society de Nueva York en 1911 y con la que quiso reflejar las costumbres de las distintas zonas geográficas de nuestro país, Najarro interpreta las danzas más significativas del folklore español junto a creaciones de la danza estilizada española, la escuela bolera y el flamenco.

Desde su estreno en 2013, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del pintor, Sorolla ha recibido el reconocimiento y elogio de la crítica, en especial por el esfuerzo de recuperación de danzas tradicionales y por el esfuerzo de avanzar hacia la modernidad sin apartar la mirada de la esencia misma del Ballet Nacional de España. La espléndida coreografía de Antonio Najarro, que ha contado con la colaboración de Arantxa CarmonaMiguel FuenteManuel Liñán, crece y deslumbra gracias al grandísimo trabajo realizado por Nicolás Vaudelet en el diseño de vestuario y la puesta en escena de Franco Dragone.

Las cinco funciones que podrán verse en el Teatro Real los días 9, 11 (en sesión doble a las 17.00 y a las 20.30 horas), 12 y 13 de noviembre, contarán con el aliciente de la música en vivo interpretada por la Orquesta Titular del Teatro Real bajo la dirección musical de Manuel Coves, junto a los músicos flamencos del BNE. Para Sorolla, Najarro ha contado con música original de Juan José Colomer, Paco de Lucía (Zapateado), Enrique Bermúdez (La pesca del atún y El baile, bulería) y música popular.

Coincidiendo con este estreno tendrán lugar dos interesantes exposiciones. La primera, titulada Bailando  Sorolla, recoge una selección de imágenes realizadas por el fotógrafo David Palacín en las que, a través de retratos de los bailarines de la compañía y de su director, se da a conocer en detalle los maravillosos trajes  diseñados por Nicolás Vaudelet. La muestra podrá verse en los salones de la segunda planta del Teatro Real mientras tengan lugar las representaciones del Ballet Nacional de España, con acceso libre para el público asistente a las funciones y a las visitas guiadas.

Por otro lado, la Residencia de Estudiantes ha organizado la exposición Poetas del cuerpo. La danza de la Edad de Plata, con el objetivo de dar visibilidad a las redes creativas interdisciplinares que surgieron alrededor de la danza en las primeras décadas del siglo XX, a través de más de 300 piezas que incluyen fotografías, libros, maquetas, vestuario, documentos y una selección de obras plásticas. Entre otras curiosidades se muestra la historia del cuerpo de baile del Teatro Real, sus primeras figuras y las consecuencias de su desaparición, con el cierre del coliseo en 1925, con piezas como un recibo de pago al cuerpo de baile de la temporada 1884-1885, fotografías de primeras bailarinas como María Esparza y Teresina Boronat, o el contrato y el programa de mano del teatro con Anna Pavlova en su gira española de 1919, entre otros.

También, por primera vez, el 7 de noviembre, a las 20.15 horas en la Sala Gayarre, comenzará el ciclo  Enfoques dedicado a la danza, en el que el crítico y escritor Roger Salas presentará y moderará un coloquio previo a los estrenos del Teatro Real. En esta ocasión, bajo el título La pintura y la danza española: De Goya a Picasso, y acompañado por la coreógrafa y bailarina Aída Gómez, se analizará la influencia de los pintores en los compositores y en la redacción coréutica de la danza española del siglo XX.

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