Carlos Álvarez

El barítono Carlos Álvarez, que junto a la soprano Rocío Ignacio y al maestro Guillermo García Calvo estaba programado para participar el próximo 30 de diciembre en el tradicional Concierto de Navidad del Teatro de la Zarzuela, no podrá tomar parte en el mismo por causas debidamente justificadas. El también barítono de notoriedad internacional Juan Jesús Rodríguez será quien suba al escenario en esta esperada cita.

Aida

Aida inaugura oficialmente la Temporada lírica 2022-2023, el próximo 24 de octubre a las 19.30 horas, estará precedida por un Preestreno Joven, para menores de 36 años, el 21 de octubre a las 18.00 horas, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

En esta ocasión la producción de Aida, concebida originalmente en 1998, está coproduccida con la Abu Dhabi Music and Arts Foundation.

Nicola Luisotti vuelve al foso del Real con Aida, que ya dirigió con gran éxito en 2018. Será su octava producción verdiana al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

El director de escena, escenógrafo y figurinista Hugo de Ana vuelve a dirigir su histórica producción, con las modificaciones introducidas en 2018 y algunas actualizaciones para la presente reposición.

Coincidiendo con las funciones de Aida se estrenará en la sala principal la nueva producción del espectáculo familiar A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor, dentro del proyecto de Opera Estudio del Teatro Real.

Radio Clásica, de RNE, retransmitirá la ópera en diferido y la ofrecerá a los países de la UER, Unión Europea de Radiodifusión.

Entre los días 24 de octubre y 14 de noviembre se ofrecerán 19 funciones de Aida con la gran producción concebida por Hugo de Ana para la inauguración de la segunda temporada del ‘nuevo’ Teatro Real, en octubre de 1998, que desvelaba al público las enormes dimensiones y las excepcionales capacidades técnicas de su flamante escenario.

Las 8 funciones de entonces, dirigidas por Luis Antonio García Navarro (1941-2001), se unían a las 353 que tuvieron lugar en las temporadas anteriores al cierre del teatro, en 1925. Durante ese periodo el popular título verdiano fue el más representado en el Real, siendo Giuseppe Verdi (1813-1901) el compositor preferido del público madrileño, como lo demuestra su presencia constante en la programación de cada temporada (muchas veces con dos títulos) y el éxito de ocupación en todas sus óperas.

El Teatro Real mira, pues, a su historia pasada y reciente a través de la reposición de Aida como un simbólico auto-homenaje, después del éxito de esta misma producción en las a lo largo de los últimos 25 años del Teatro Real.

Con el estreno de Aida en El Cairo, en 1871, Giuseppe Verdi, sexagenario y con 25 óperas en su haber, culminaba aparentemente una carrera prolífica (que luego duraría hasta los 80 años), con una partitura muy efusiva, pero también honda e intimista, en la que afloran los temas recurrentes en su obra: el triángulo amoroso, el trasfondo político y social, la prepotencia de los dictadores, la humillación de los oprimidos, los sentimientos paterno-filiales, los celos, los amores prohibidos, la traición, la soledad, la muerte…

Desde el punto de vista compositivo, Aida también refleja la veteranía de Verdi: su dominio de la escritura vocal, ─privilegiando los dúos y números de conjunto, en detrimento de las arias─; la genial utilización de la orquestación para obtener efectos dramatúrgicos; la yuxtaposición de momentos de recogimiento y de esplendor; y la pericia en la articulación de grandes números corales y coreográficos con inspiradas melodías solistas, de gran aliento y profundo dramatismo.

Es precisamente esta dualidad entre la espectacularidad de las escenas de masas ─con el imperio egipcio, ejércitos, faraones, esclavos, sacerdotisas, invasores, prisioneros, ritos religiosos, celebraciones, etc.─ y aquellas, recogidas, en las que afloran los conflictos y dramas de los protagonistas, donde radica la dificultad de la puesta en escena de Aida.

Hugo de Ana opta por una producción de fuerte poder simbólico, dominada por una colosal pirámide que sugiere la magnificencia del poder político y religioso ­y también el triángulo amoroso que vertebra el drama­, contrapuesta a paisajes desérticos que enfatizan la profunda soledad de los personajes, que se debaten entre sentimientos, dudas y contradicciones.

Para la actual reposición de Aida, Hugo de Ana ha introducido pequeñas modificaciones en relación con la revisión de 2018, actualizando algunos elementos, como las proyecciones que se han concebido para trascender la evocación de un Oriente idealizado.

Tres repartos se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas de Aida, con las sopranos Krassimira Stoyanova, Maria Agresta, Roberta Mantegna y Anna Netrebko (Aida); las mezzosopranos Jamie Barton, Sonia Ganassi y Ketevan Kemoklidze (Amneris) ; los tenores Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León  (Radamés); los barítonos Carlos Álvarez, Artur Ruciński y Gevorg Hakobyan (Amonasro) y los bajos Alexander Vinogradov; Jongmin Park y Simón Orfila (Ramfis); las sopranos Jaquelina Livieri y Marta Bauzá (La gran sacerdotisa) y el tenor Fabián Lara (Un mensajero).

Con casi 300 artistas ─entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta─ y una escenografía ya histórica, Aida traerá al escenario del Real a grandísimos intérpretes, capaces de dar a la obra de Verdi su verdadera dimensión universal.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

19 de octubre, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

Enfoques: encuentro con Nicola Luisotti (director musical de Aida), Hugo de Ana (director de escena, escenógrafo y figurinista de Aida) y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Participan: la soprano Maribel Ortega, el tenor Eduardo Aladrén y el pianista Riccardo Bini.

20 de octubre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida” y Egipto: mucho más que una ópera.

21 de octubre, a las 18.00 horas | Teatro Real, Sala principal

Aida. Preestreno Joven para menores de 36 años, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

Hasta el 22 de octubre| Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Taller: La ópera al descubierto: Aida

A lo largo de ocho sesiones los participantes descubren los detalles técnicos y artísticos que hacen posible una producción de ópera, de la mano de sus protagonistas y con la asistencia a algunos ensayos.

24 de octubre a 2 de noviembre | Teatro Real, talleres, salas de ensayo y sala principal

Curso: La universidad a escenaAida

Los estudiantes –que perciben créditos universitarios en sus respectivos estudios–, descubren las interioridades de una producción operística a través de análisis, talleres, debates y presentaciones con la complicidad de artistas y expertos.

23 de octubre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! Talleres musicales para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios.

Aida se baña en el Nilo. La esclava etíope se enamora de su enemigo, el egipcio Radamés.

Participan: Sonia Suárez (soprano), Daniel González (tenor) y Cristina Sanz (pianista).

24 de octubre | desde el Teatro Real

Retransmisión de la inauguración de la temporada lírica 2022-2023 con Aida en MyOperaPlayer.

3 de noviembre, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional Joaquín Turina

Conferencia: “Aida”. El contexto histórico y cultural de su composición.

7 de noviembre, a las 19.00 horas | Palacio de las Alajas

Conferencia: ‘Aida’, Egipto en la ópera, a cargo de Víctor Sánchez Sánchez

12 y 13 de noviembre, a las 11.00 y a las 13.00 horas | Teatro Real, Sala principal

A.I.D.A – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor

Versión reducida de Aida de Giuseppe Verdi, con libreto de Antonio Ghislanzoni

Nueva producción del Teatro Real | Opera Estudio

Directora musical de Isabel Rubio y dirección de escena de Davide Garattini Raimondi

Adaptación y texto, vestuario y utilería: Davide Garattini Raimondi y Bárbara Palumbo

Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM) con la participación de jóvenes cantantes del Programa Crescendo de la Fundación Amigos del Teatro Real

2 de diciembre, a las 18.00 horas | Museo Nacional del Romanticismo

Cuentacuentos: “Las mil y una noches”: la sensual y exótica fantasía de los cuentos orientales.

Actividad gratuita. Reservas en la página web del Museo: www.museoromanticismo.es

TELEFÓNICA, MECENAS PRINCIPAL TECNOLÓGICO DEL TEATRO REAL

Telefónica, mecenas principal tecnológico del Teatro Real, impulsa su desarrollo digital y la mejor conectividad para optimizar la experiencia de los aficionados a la ópera en todos los canales digitales del Teatro. En estos años Telefónica ha ampliado el número de funcionalidades y servicios de la web, reforzando el carácter interactivo y la comunicación con los usuarios. De este modo, ha permitido crear un catálogo de productos mucho más amplio -abarcando diferentes tipos de música- y accesible, con servicios más ajustados a las preferencias de los seguidores de esta institución. Un paso más dentro de este proyecto global ha sido My Opera Player, plataforma de contenidos audiovisuales que permite a los amantes de la ópera, la danza y la música clásica disfrutar desde casa, con tan sólo un click, de las mejores producciones de éxito internacional.

My Opera Player cuenta con Telefónica como socio tecnológico del Teatro Real, y con el patrocinio de Endesa, que apoyó esta iniciativa como patrocinador único cuando la plataforma se llamaba Palco Digital.

Fotógrafo: © Javier del Real | Teatro Real

Premios Teatro Real

José María Álvarez-PalleteJosé BogasFlorentino PérezNicola LuisottiMarina RebekaChristof LoyMichael Fabiano, Carlos Álvarez y Santiago Moreno, recibieron anoche en el Teatro Real, en una gala dedicada a la mezzo Teresa Berganza y que estuvo presentada por Anne Igartiburu, los primeros premios que concede el Teatro a la actividad institucional y artística desarrollada en el coliseo.

La entrega de los galardones, esculturas donadas por Cristina Iglesias representando la embocadura de un escenario, fue la antesala de un concierto protagonizado por la mezzo Silvia Tro Santafé, excelente intérprete y gran admiradora de Teresa Berganza, fallecida el pasado 13 de mayo.

Los premios Teatro Real, según explicó en su intervención el presidente de la institución, Gregorio Marañón, se otorgan a “personas excepcionales” que han contribuido decisivamente con su apoyo y con su talento a hacer del Teatro Real “uno de los principales teatros de ópera del mundo, recuperando el prestigio que tuvo en el siglo XIX”. Marañón recordó que, aunque Teresa Berganza, patrona de Honor del Teatro, quiso irse en silencio, la emoción de sus interpretaciones acompañará siempre a todos.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró, al recibir su galardón de manos de la vicepresidenta del Patronato del Teatro Real, Helena Revoredo,  que “las puertas del Real, fábrica de recuerdos inolvidables, dan entrada a momentos únicos, momentos que muy pocos teatros del mundo son capaces de producir”.

Para el consejero delegado de Endesa, José Bogas, a quien entregó su escultura el director general del Teatro, Ignacio García-Belenguer, el Real,  se ha convertido “en un referente mundial de gestión en el mundo de la ópera”, un camino en el que su empresa ha acompañado a la institución desde su reapertura, en 1997, y que tiene ahora en la plataforma audiovisual del coliseo, My Opera Plater, y en el proyecto Cerca de Ti, dos experiencias que les “entusiasman” y que definen su apuesta por el patrocinio de la cultura.

El presidente de ACS, Florentino Pérez, señaló, tras recibir su premio de manos del presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón, que “en estos momentos se hace más evidente que nunca” que se debe mantener todo el esfuerzo en potenciar la cultura y el deporte, y subrayó que el Real es, en ese sentido, “una institución clave en la difusión de la cultura española”.

“Este galardón no es solo mi galardón, es el galardón de la gente del Teatro Real porque en este Teatro hay personas: hay orquesta, coro, técnicos, maestros, gente que trabaja todos los días para la música, para el teatro, para la esperanza, para el futuro”, afirmó en su turno el director de orquesta el maestro Nicola Luisotti, a quien entregó su galardón el embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia.

“Solo quiero decir que cuando el resto del mundo esperó para actuar, actuó el Teatro Real, un teatro al que llamo mi hogar, mi casa. Es el líder mundial en mantener la cultura y, por eso, debemos permanecer agradecidos a todo el equipo de esta maravillosa compañía”, resaltó el tenor estadounidense Michael Fabiano, a quien hizo entrega de su premio la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, María José Gualda.

El director artístico del Teatro, Joan Matabosch, fue el encargado de dárselo a la soprano letona Marina Rebeka, que hizo un dúo con Silvia Tro Santafé como colofón del concierto.

“Quería decir que este teatro ha sido siempre muy especial para mí. Esta Traviata –la que cantó en julio de 2020 con Fabiano como compañero en escena y Luisotti en el foso- estará siempre en mi memoria y mi corazón porque estábamos todos en casa, sin nada, sin trabajo… La pandemia se interponía contra la cultura y ahora cuando miro esta sala sin mascarillas pienso que ha sido una victoria”, afirmó Rebeka.

El director de escena alemán Christof Loy, responsable de la producción de Rusalka en 2021, recordó, tras entregarle su escultura la coordinadora general de la Alcaldía de Madrid, Matilde García Duarte, que su primera producción en el Teatro fue Capriccio, en 2019, y “fue amor a primera vista” porque el Real es,  detalló, “una mezcla maravillosa de pasión y disciplina”.

El barítono Carlos Álvarez, a quien le dio su premio la patrona del Real y consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, se confesó “un privilegiado” por tener la suerte de pisar un teatro en el que trabaja “un gran equipo”. Afirmó que los artistas tienen la obligación de “seguir siendo un ejemplo para aquellos que tienen una necesidad de esperanza y de cultura”.

Cerró la ceremonia de entrega de premios el presidente del Comité Médico del Teatro, el jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital madrileño Ramón y Cajal, Dr. Santiago Moreno, quien dedicó su galardón a todos los que trabajan en Sanidad, a quienes “han estado velando para que nuestra salud se mantuviera un poquito mejor”.

El Teatro Real, dijo tras recoger su premio de manos del director general adjunto del Teatro, Borja Ezcurra, ha sido “un ejemplo de lo bien que se pueden y se deben hacer las cosas (…) El Teatro aceptó, voluntariamente, el gran reto de no interrumpir su actividad durante plena pandemia. Era el único ejemplo en el mundo capaz de llevar a cabo semejante hazaña velando a toda costa por la seguridad de sus trabajadores y la del público. La travesía ha sido recorrida con éxito y figurará en los anales de la historia de los teatros de ópera”, añadió.

Fotografía: © Javier del Real | Teatro Real

Premios Teatro Real

El barítono español Carlos Álvarez y el tenor estadounidense Michael Fabiano; el director de orquesta italiano Nicola Luisotti; el director de escena alemán Christof Loy y la soprano letona Marina Rebeka, son los ganadores artísticos de la primera edición de los Premios Teatro Real, que se entregarán el próximo 6 de junio en una Gala protagonizada por la mezzosoprano española Silvia Tro Santafé.

Estos premios se unen a los ya anunciados, en la categoría institucional, a José María Álvarez-PalleteJosé Bogas Florentino Pérez, además de al doctor Santiago Moreno, presidente del Comité Médico del Teatro Real.

Los galardones de la categoría artística se conceden a Christof Loy, Nicola LuisottiMarina RebekaCarlos Álvarez y Michael Fabiano por su gran temporada artística en el Teatro Real. Los artistas, parte de la “Gran Familia” del Teatro Real, han regalado con su talento un viaje a mundos que solo ellos pueden construir.

El próximo 6 de junio, a las 19.30 horas, el Teatro Real entregará, en una Gala especial, los galardones, que tienen como objetivo reconocer el mérito de personalidades y artistas vinculados al Real y que han destacado, de manera especial, por su apoyo a la institución a lo largo de la temporada 2020-2021.

En esta ocasión, la Gala estará dedicada a la fallecida mezzosoprano Teresa Berganza, Patrona de Honor del Teatro, cuya impronta estará presente en algunas de las piezas elegidas para el concierto.

Las distinciones, distribuidas en dos categorías, institucional y artística, nacen con vocación de continuidad. El premio es una magnífica obra de la escultora Cristina Iglesias, realizada generosamente por la gran artista para el Teatro Real.

Sala principal del Palau de Les Arts. Fotografías Miguel Lorenzo / Mikel Ponce

Ha tenido lugar en Madrid la presentación del proyecto cultural del Palau de Les Arts Reina Sofía junto con Turismo de la Comunitat Valenciana en una jornada en la que se ha puesto en valor la oferta musical y cultural del teatro valenciano. El acto ha contado con la presencia de Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo de la Generalitat Valenciana; Pablo Font de Mora, presidente del Patronato de la Fundación Palau de les Arts Reina Sofía y Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts. La presentación ha incluido la degustación de los menús temáticos que al hilo de la programación de Les Arts, propone Pablo Ministro, chef ejecutivo de Contrapunto, restaurante del teatro valenciano.

En su intervención, Francesc Colomer ha reivindicado la proyección de la Comunitat Valenciana como destino cultural, siendo éste uno de los segmentos con mayor proyección y futuro en el territorio en los últimos años según apuntan las estadísticas.

A tal efecto, Colomer ha enmarcado la alianza establecida con Les Arts dentro de la estrategia para impulsar la diferenciación turística de la Comunitat Valenciana mediante la creación de productos experienciales:

“Con una oferta artística diversa y de prestigio internacional, en un marco arquitectónico inigualable, el Palau de les Arts es un icono y embajador cultural indiscutible de las experiencias que esperan al visitante en la Comunitat Valenciana”.

Por su parte, Pablo Font de Mora ha puesto en valor la gran labor realizada desde el teatro para ofrecer desde junio de 2020, tras el confinamiento, una actividad regular e ininterrumpida al público con los máximos estándares artísticos y de seguridad con la que garantizar una oferta cultural a la ciudadanía.

En su tercera temporada bajo la dirección artística de Jesús Iglesias Noriega, Les Arts ahonda en una programación de calidad internacional, ecléctica y diversa en géneros, estilos e intérpretes, para que cada ciudadano encuentre su espacio en el teatro. Con la voz como eje vertebrador, Les Arts propone ópera, música sinfónica, zarzuela, danza, música barroca y antigua, Lied, grandes recitales, flamenco, músicas del mundo, y actividades educativas y familiares con una proyección que alcanza más allá del icónico edificio gracias a apuesta territorial por toda la Comunitat Valenciana.

Por un lado, el proyecto avanza en la actual temporada con un viaje por la historia de la música, desde la Edad Media hasta el siglo XXI, que ofrece al espectador de Les Arts estilos, géneros y artistas inéditos hasta la fecha, gracias a la inclusión de iniciativas como el primer ciclo en la historia del teatro dedicado a la música barroca y antigua, realizado en coproducción con el Centro Nacional de Difusión Musical.

Por otra parte, el curso 2021-2022 supone la estabilización de los cimientos artísticos con la incorporación del norteamericano James Gaffigan como nuevo director musical para los próximos cuatro años. El director fue el encargado de inaugurar exitosamente el capítulo operístico con una cita histórica: el estreno en España de la revolucionaria escenificación de Romeo Castellucci del ‘Requiem’ de Mozart; Gaffigan también cerrará la programación dirigiendo un título vanguardista e inédito en València: ‘Wozzeck’, de Alban Berg.

En 2022, la oferta de Les Arts incluye importantes hitos de la programación: ‘Les contes d’Hoffman’ de Offenbach, bajo la dirección musical de Marc Minkowski; el regreso del Barroco escenificado a la Sala Principal con ‘Ariodante’ de Händel, dirigido por Andrea Marcon; clásicos como ‘Madame Butterfly’ de Puccini -dirigida por el joven y emergente Antonino Fogliani-, o títulos contemporáneos como ‘Trouble in Tahiti’, de Leonard Bernstein.

En el apartado de voces, dentro de la nutrida nómina de primeras figuras sobresale el regreso a Les Arts de Carlos Álvarez, cuya voz resonará en el Macbeth de Verdi, así como los debuts de papeles de dos de las sopranos más cotizadas del momento: Marina Rebeka en su primera Cio-cio-san en ‘Madama Butterfly’, y el reto de Pretty Yende de encarnar las cuatro musas de ‘Les contes dHoffmann’.

Asimismo, durante 2022 será de nuevo el momento de reencontrarse con grandes voces en el ciclo dedicado al ‘Lied’, con recitales de Matthias Goerne, Benjamin Bernheim, Marianne Crebassa o Jakub Józef Orliński, considerado la gran sensación de la escena barroca internacional.

En el capítulo sinfónico, la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), formación titular de Les Arts, mantiene bajo la égida de James Gaffigan, su trabajo con las batutas de referencia, tanto nacionales, como internacionales. Gustavo Gimeno, fiel a su compromiso con la agrupación, se reencontrará con la OCV el 23 de diciembre, a la que seguirán citas con Josep Pons, el propio Gaffigan y Mark Elder, con programas con especial atención al repertorio sinfónico-coral, con la participación del Cor de la Generalitat Valenciana.

La danza crece en su espacio propio en Les Arts, presentando en 2022 tres espectáculos coreográficos de primer nivel que aúnan el talento nacional con las grandes compañías extranjeras. El Ballet Nacional de España (BNE), con el espectáculo ‘Invocación’, Sol Picó y su compañía de danza, que estrenan ‘Titanas’, una nueva producción en colaboración con Les Arts y la presencia del Ballet de la Ópera de Perm, que ofrece ‘La Bayadère’ de Ludwig Minkus.

El Centre de Perfeccionament, tercer pilar artístico de Les Arts con la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat Valenciana, suma también nuevas propuestas para el público de la mano de la nueva promoción de artistas que inició su formación en València el pasado mes de septiembre.

Tras su presentar el estreno absoluto de la primera producción de ‘Un avvertimento ai gelosi’, de Manuel García, la segunda propuesta del Opera Studio de Les Arts se adentra en una de las grandes leyendas del pasado siglo, Leonard Bernstein, con ‘Trouble in Tahiti’.

Dentro de la actividad para los próximos meses, cabe subrayar también la importante labor del programa didáctico, con talleres, cursos y espectáculos para todas las edades y públicos, con iniciativas a partir de los 0 años y que alcanzan hasta los espectadores adultos con el fin de atender tanto la demanda educativa como la del público familiar.

Además, a lo largo de la primera mitad de 2022, según ha apuntado Jesús Iglesias Noriega, continuarán también las restantes líneas de la programación puestas en marcha con el nuevo proyecto artístico, con nuevas citas en ‘Les Arts és Flamenco’ y ‘Les Arts és Altres Músiques’, además del ciclo ‘Les Arts és Per a Tots’, destinado a la apertura de espacio cultural a nuevos públicos.

Fotografía ©Mikel Ponce y Miguel Lorenzo_Les Arts

Premios Ópera XXI

Carlos Álvarez, Xabier Anduaga, Robert Carsen, Riccardo Frizza, la producción de Turandot del Liceu y el proyecto artístico y educativo Zarza del Teatro de la Zarzuela serán galardonados el próximo sábado 11 de septiembre en la tercera edición de los Premios Ópera XXI.

El próximo sábado 11 de septiembre, a partir de las 20h., se celebrará la tercera edición de los Premios Ópera XXI, los galardones nacionales de la lírica, que se llevarán a cabo de manera presencial en el madrileño Teatro de la Zarzuela.

Los galardones que se entregarán el próximo sábado, en una ceremonia conducida por el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, y la directora de escena Bárbara Lluch, reconocen lo mejor de los escenarios españoles en las labores de interpretación (mejor cantante y mejor joven cantante), dirección musical (mejor director), la producción operística (mejor director de escena, mejor nueva producción, mejor producción latinoamericana) y la iniciativa más destacada de fomento de la lírica durante la temporada 2019-2020, el ciclo que interrumpió la pandemia y obligó a los espacios escénicos a echar el cierre durante los peores meses de la Covid19.

La gala de los terceros Premios Ópera XXI supone el primer reencuentro de los máximos representantes de los teatros, festivales y temporadas líricas de nuestro país desde marzo de 2019, fecha de la primera edición de estos premios, puesto que la segunda edición tuvo que llevarse a cabo en streaming. En la entrega también estarán presentes un buen número de artistas, personalidades del mundo cultural, social y político y profesionales de los principales teatros, festivales y temporadas líricas de España.

“Nos hace especial ilusión volver a encontrarnos todos de manera presencial, después de tantísimos meses de enorme esfuerzo por parte de todos los teatros, festivales y temporadas; de los artistas y de los magníficos equipos profesionales que tenemos”, señala el presidente de Ópera XXI, Oriol Aguilà. “Fueron unos meses extenuantes para todos y esperamos haber dejado atrás lo peor de esta pandemia. Es un orgullo formar parte de un sector, de una actividad cultural, que ha sido la admiración del mundo por su capacidad para organizarse y salir adelante. Es necesario poner en valor que la ópera y la zarzuela de nuestro país son hoy referentes a nivel internacional”. De hecho, toda la gala será un homenaje al público, a los artistas y a los profesionales del sector lírico, y contará con la actuación de destacados artistas del panorama lírico de nuestro país.

 Para la celebración de la ceremonia se tendrán en cuenta todas las medidas de prevención y control sanitario que el Teatro de la Zarzuela aplica a sus espectáculos, tanto en sala como en backstage, para garantizar así la máxima seguridad y comodidad tanto del público como de los artistas que participarán en el transcurso de la gala. El espectáculo tendrá una duración aproximada de una hora y veinte minutos, y será retransmitido por las plataformas internacionales OperaVision, Canal ARTE, MyOperaPlayer, además de en la web www.operaxxi.com y en el canal youtube del Teatro de la Zarzuela.

La edición de los galardones que simbolizan el parón por la pandemia en las temporadas españolas tiene un carácter absolutamente excepcional e incluye un premio a la Mejor Iniciativa Digital durante el confinamiento, con el propósito de resaltar y poner en valor las actividades, la generosidad y el esfuerzo desarrollado en el ámbito digital y audiovisual por los teatros, temporadas y festivales desde marzo de 2019, en el marco del distanciamiento social y las medidas de seguridad para evitar la propagación de la Covid19 en nuestro país. La gala de entrega se llevará a cabo de manera presencial en el Teatro de la Zarzuela el próximo 11 de septiembre de 2021.

El presidente de Ópera XXI reconoce que: “Es importante, al hacer memoria, recordar aquellos primeros cierres y cancelaciones, la incertidumbre de una situación completamente nueva y desconocida para nosotros y el camino de reinvención contante que hemos recorrido hasta este momento. Se revalidó una vez más el carácter esencial de nuestra actividad y su dimensión social y económica. Por eso queremos que el próximo 11 de septiembre sea una celebración de todo eso, que podamos por fin estar unidos y seguir estrechando lazos y que sea el primer paso para un ciclo de temporadas, el 20/21, completamente distinto y esperanzador”.  

El jurado de esta edición, que se reunió en el Teatro Real de Madrid el pasado 10 de mayo de 2021, está formado por personas de reconocido prestigio y con un profundo conocimiento de la actividad lírica nacional actual. Lo integraron los críticos y periodistas especializados, representantes de los principales medios nacionales e internacionales, Gonzalo Alonso, Maricel Chavarría, José Luis Jiménez, Alejandro Martínez, Jesús Ruiz Mantilla, Richard Martet, Fernando Sans-Rivière, Eva Sandoval, Victoria Stapells, Javier Pérez Senz, Ana Vega Toscano y el gestor Andrés Rodríguez, en representación y vicepresidente de Ópera Latinoamérica (OLA). También estuvieron presentes en las deliberaciones el presidente de Ópera XXI, Oriol Aguilà, el secretario de la asociación, José Monforte, y la coordinadora de los premios, Nieves Pascual.

Además, estos galardones comprenden la concesión de tres premios honoríficos: a la trayectoria personal, a la institución cultural y al impulso de mecenazgo, designados en Asamblea por todos los miembros de Ópera XXI.

Palmarés, III PREMIOS ÓPERA XXI

CARLOS ÁLVAREZ

El Premio Mejor Cantante es para el barítono Carlos Álvarez (Málaga, 1966), por su interpretación del papel de Rodrigo de la ópera ‘Don Carlo’, Verdi, en el Teatro Colón, septiembre de 2019, dentro de la programación lírica organizada por los Amigos de la Ópera de A Coruña.

Carlos Álvarez posee una de las carreras más sólidas de la escena operística de los últimos tiempos. Ha cantado en los más importantes coliseos del mundo, como La Scala de Milán, ROH Covent Garden, Festival de Salzburgo, Staatsoper de Viena o La Arena de Verona, además de ser aclamado año tras año en los principales escenarios de nuestro país. Entre sus numerosos premios destaca un Premio Grammy (2001), el Classical Award de Cannes y la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2003), el prestigioso título de Kammersänger la Opera de Viena (2013) y ostenta el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga. En la temporada 2019/2020 también encarnó al personaje de Alfonso XI en la ópera ‘La favorita’, Donizetti, en el Teatro Cervantes de Málaga.

CARLOS CHAUSSON

El jurado concedió asimismo una Mención Especial dentro de este apartado al bajo-barítono Carlos Chausson (Zaragoza, 1950), por su interpretación del papel protagonista en la ópera ‘Don Pasquale’ en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en octubre de 2019.

Chausson inició su carrera en San Diego, cantando el rol de Masseto ‘Don Giovanni. Desde ese momento empezó a destacar en las principales compañías de los Estados Unidos, y posteriormente en los principales teatros de ópera del mundo y de España, en ciudades como Viena, Zúrich, Milán, Berlín, Barcelona o Madrid, y en festivales importantes, como el de Salzburgo. Su amplio repertorio incluye ‘Il barbiere di Siviglia’, ‘Le nozze di Figaro’, ‘Così fan tutte’, ‘ L’italiana in Algeri’, ‘La fille du régimen’ o ‘La Cenerentola’, entre otros, destacando siempre por la enorme maestría con la que aborda los roles bufos.

XABIER ANDUAGA

El tenor Xabier Anduaga recibirá el Premio Mejor Joven Cantante por su fulgurante camino de éxitos, que, a sus 26 años, ya le ha consagrado como uno de los mejores intérpretes de la actualidad con una destacada trayectoria nacional e internacional.

Voz del Orfeón Donostiarra desde los 7 años, Xabier Anduaga (San Sebastián, 1995) participa desde 2016 en el Festival Rossini de Pésaro, abrió con enorme éxito el Festival Donizetti de Bérgamo en 2018, fue el gran triunfador del concurso Operalia celebrado en Praga en 2019 y, a su edad, y con apenas cinco años de carrera, ya se ha abierto un importante hueco en varios de los más prestigiosos teatros y festivales nacionales e internacionales fruto de un innegable virtuosismo. Debutó el rol de Ferrando en el Teatro de la Maestranza en octubre de 2020; ese mismo mes participó en el concierto ‘Viva el bel canto’ de Amigos de Ópera de A Coruña, participó en la gala ‘Estrellas de Navidad’ en AGAO el pasado diciembre.

RICCARDO FRIZZA

El Premio al Mejor Director Musical es para Riccardo Frizza, por su labor al frente de las funciones de ‘Lucia di Lammermoor’, Donizetti, en ABAO Bilbao Ópera (Palacio Euskalduna) en octubre de 2019.

Director musical del Festival de Ópera Donizetti de Bérgamo desde 2017, Riccardo Frizza dirige habitualmente en los teatros, instituciones musicales y festivales más importantes de la escena internacional y ha estado al frente de varias de las principales orquestas del mundo. Su presencia también es habitual en coliseos y festivales de nuestro país, donde en 2021 ha dirigido en el Gran Teatre del Liceu Les Contes d’Hoffmann y el concierto Las Tres Reinas con las escenas finales de la trilogía Tudor de Donizetti (Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux) junto a la soprano Sondra Radvanovsky. En septiembre regresará al Teatro Real inaugurando su temporada con La Cenerentola. Está especializado en repertorio italiano de compositores como Donizetti, Bellini, Rossini, Verdi y Puccini.

ROBERT CARSEN

El Premio a la Mejor Dirección de Escena es para Robert Carsen, por sus propuestas para la ópera Elektra, Richard Strauss, en el Palau de les Arts de Valencia en enero de 2020, y por su trabajo en el Teatro Real para las funciones de La Valquiria, Wagner, en febrero de 2020.

Nacido en Toronto, Robert Carsen estudió en el Old Vic Theatre y durante cinco años fue asistente en el Festival de Glyndebourne. Ha dirigido con enorme éxito títulos como ‘Die Tote Stadt’ en la Komische Oper de Berlín, ‘Der Rosenkavalier’ en la Royal Opera House de Londres, ‘Don Giovanni y Katia Kabanová’ en el Teatro La Scala de Milán, o ‘Wozzeck’, ‘Agrippina’ y ‘The Turn of the Screw’ en el Theater an der Wien. Si algo define su estilo es la combinación de poesía visual y movimiento, que ha aplicado con brillantez en su estética posapocalíptica para la obra wagneriana en el coliseo madrileño y para alcanzar las entrañas emocionales de la protagonista de Strauss en la Elektra de Valencia.

TURANDOT, GRAN TEATRE DEL LICEU

El premio a la Mejor Nueva Producción es para la Turandot, Puccini, programada por el Gran Teatre del Liceu en octubre de 2019.

Apuesta futurista y poética, este montaje con el que el videoartista barcelonés Franc Aleu se estrenó como director de escena, con la ovetense Susana Gómez en la codirección, llenó el escenario de metáforas visuales, colores y texturas, haciendo uso de las últimas tecnologías. El Teatre del Liceu inauguró la temporada 2019/2020 con este título, que contó con un importante equipo creativo en el que figuran, además de Franc Aleu y Susana Gómez, la escenografía de Carles Berga (y Franc Aleu), el vestuario de Chu Uroz, tecnologías multimedia de José Vaaliña, iluminación de Marco Filibeck, Infografía 3d art de Nil Estany, Martina Ampuero y Romà Hereter; asistencia a la dirección de escena de Salva Bolta, asistencia al vestuario de Joana Poulastrou, asistencia a la iluminación de Oscar Frosio, construcción de la escenografía de Delfini Group S.R.L., confección del vestuario de Pachuco, Txu, S.L.; tecnologías multimedia de Eyesberg Studio, robots para escena de Universal Robots y su integración por parte de Iberfluid Systems y el programador VR App Giuseppe Morittu.

PROYECTO ZARZA, TEATRO DE LA ZARZUELA

El Premio a la Mejor Iniciativa de Fomento de la Lírica es para el Proyecto Zarza, proyecto artístico y de divulgación creado por el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, con el objetivo de que las jóvenes generaciones conozcan el patrimonio lírico español, de acercarse a nuevos públicos y de abrir la puerta a nuevas generaciones de artistas.

El lema del proyecto es “Zarzuela hecha por jóvenes y para jóvenes” y hasta la fecha, en sus cinco ediciones, ha adaptado cuatro clásicos de nuestro género chico: ‘La revoltosa’, ‘El dúo de la africana’, ‘La verbena de la Paloma’, y ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, y ha presentado un título original, la reciente ‘Amores en zarza’, cuya historia se desarrolla al hilo de una selección de números musicales de diferentes zarzuelas. Protagonizadas por artistas de entre 18 y 30 años, las obras de ‘Zarza’ adaptan los textos y la escena a la contemporaneidad del nuevo público.

MY OPERA PLAYER / FESTIVAL PERALADA LIVESTREAM

El jurado de los Premios Ópera XXI concedió ex aequo el Premio Mejor Iniciativa Digital durante el confinamiento a la plataforma My Opera Player, la plataforma videoteca del Teatro Real, y al Festival Peralada Livestream.

Tras el cierre de los teatros en marzo de 2020, a causa de la Covid19, y durante los meses más duros de la pandemia, el Teatro Real consolidó la proyección de su plataforma audiovisual y ofreció al mundo todos sus contenidos, para que miles de personas pudiesen disfrutar de su amplio catálogo de forma abierta y con acceso gratuito a contenidos. Además, amplió su oferta de espectáculos e incorporó nuevos apartados para ofrecer una visión documental y didáctica y enriquecer la experiencia de los usuarios.

Ante la imposibilidad de ofrecer sus espectáculos de forma presencial en julio de 2020, el Festival Internacional de Peralada se reinventó y puso en marcha el Festival Peralada Livestream, una edición excepcional adaptada a la situación y totalmente gratuita que se llevó a cabo en el recinto del Carme del castillo de Peralada y que contó con artistas como la bailaora María Pagés, la soprano Sabina Puértolas, el director musical Josep Pons al frente de la Orquesta Sinfónica del Liceu; o el cantante y compositor Alfonso de Vilallonga. El festival desarrolló paralelamente un campus divulgativo y un espacio expositivo.

PREMIO OLA, en colaboración con Ópera Latinoamérica

El Premio a la Mejor Nueva Producción Latinoamericana recayó en la producción de ‘La italiana en Argel’, de Rossini, que se pudo ver en el Teatro Municipal de Santiago de Chile en octubre de 2019, con dirección de escena de Rodrigo Navarrete y musical de José Miguel Pérez-Sierra.

Navarrete ubica la acción entre fines de los 60 y comienzos de los 70 del siglo XX, en una época que se vincula y así lo entremezcla en su propuesta con la independencia de Argelia (1962), la aparición de la mini falda (Mary Quant) y los primeros liderazgos femeninos importantes.

Tras leer acta jurado y revelar el palmarés de la tercera edición, el secretario de Ópera XXI y director general del Palau de les Arts de Valencia, José Monforte, subrayó que: “Han sido meses complicados para lírica. Por eso, estos premios son especialmente importantes este año. Simbolizan el esfuerzo de muchas personas del sector para sobreponerse a la incertidumbre y las dificultades de una temporada que se vio truncada por la pandemia. La cultura es necesaria y, además, motor económico. Tenemos ilusión y ganas por continuar trabajando y ver de nuevo nuestros teatros llenos con 100% de aforo”.

El director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, remarcó por su parte durante la que este tiempo de pandemia “ha servido para determinar el lugar que nos corresponde, nuestra capacidad de reacción ante los más graves e inesperados problemas”. Quienes formamos parte de Ópera XXI, añadió, “hemos sido durante muchos meses faro de la lírica mundial, espejo donde desde cualquier rincón del mundo han querido mirarse. Ejemplo de que se puede actuar de la forma más responsable sin renunciar a levantar el telón cada noche. Y el público, que al fin y al cabo es quien nos da la vida, así lo ha entendido; así lo ha querido. Hemos aprendido, en definitiva, que la cultura es cada día más necesaria y, por supuesto, segura”.

PREMIOS HONORÍFICOS

EMILIO SAGI

Durante la primera semana de mayo, la Asamblea de Ópera XXI, celebrada en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, estableció los galardones honoríficos de esta tercera edición de los Premios Ópera XXI.

VivaLaMamma

Entre el 2 y el 13 de junio, el Teatro Real ofrecerá 11 funciones de la ópera Las conveniencias e inconveniencias teatrales (Le convenienze ed inconvenienze teatrali), de Gaetano Donizetti, que se estrenará en el Teatro Real.

La nueva producción del Teatro Real, cuyo título, Viva la Mamma, fue acuñado por el director de cine Helmut Käutner, es una coproducción con las Óperas de Lyon y de Ginebra, donde fue presentada con gran éxito.

Laurent Pelly, que en el Real ha dirigido La fille du régiment (2014), Hänsel und Gretel (2015), El gallo de oro (2017) y Falstaff (2019), vuelve con otro título lleno de humor en el que muestra, una vez más, su genio e ingenio en el tratamiento de la comedia y en la dirección de actores.

También Evelino Pidò estará al frente, nuevamente, del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, que ya dirigió en La Gioconda (2007) e I puritani (2016). Tres de las 11 funciones estarán dirigidas por José Miguel Pérez Sierra, director musical, recientemente, de Don Fernando el Emplazado.Un doble reparto dará vida a los grotescos personajes de Donizetti, en el que destacan Carlos Álvarez y Luis Cansino, Nino Machaidze y Sabina Puértolas, Xabier Anduaga y Alejandro del Cerro, Borja Quiza y Gabriel Bermúdez, Sylvia Schwartz y Francesca Sassu, secundados por Pietro di Bianco, Enric Martínez-Castignani, Piotr Micinski y Luis López Navarro.

En torno a Viva la Mamma se han organizado actividades en el Teatro Real, Sala Berlanga, Museo del Romanticismo y Biblioteca Regional de Madrid.

Las funciones comenzarán a las 19.30 horas (los domingos, a las 18.00 horas), tendrán un aforo máximo del 66% (frente al 75% autorizado por la Comunidad de Madrid) y habrá una butaca vacía interpuesta entre cada grupo de convivientes.

Radio Clásica, de RNE, grabará la ópera Las conveniencias e inconveniencias teatrales –Viva la Mamma para su posterior emisión en España y en los países de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).

Las funciones de Viva la Mamma cuentan con el patrocinio de la Junta de Amigos del Teatro Real.

Entre el 2 y el 13 de junio, el Teatro Real ofrecerá 11 funciones de la ópera Las conveniencias e inconveniencias teatrales (Le convenienze ed inconvenienze teatrali), de Gaetano Donizetti, nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Opéra National de Lyon y el Grand Théâtre de Ginebra, donde ya fue presentada con gran éxito.

Esta ópera estrenada en Nápoles en 1827, perteneciente al primer período de la prolífica carrera de Gaetano Donizetti (1797-1848) y durante mucho tiempo olvidada, fue redescubierta en los años 60, y desde entonces viene cautivando a la audiencia. Su título, tan serio como poco atractivo, en nada sugiere la trama burlesca y crítica del libreto, la ironía del texto y la habilidad de Donizetti para burlarse de los cánones de la ópera seria y de la ópera buffa ­que entrelaza magistralmente­ y para caricaturizar musicalmente los personajes y situaciones, con chispa, agudeza y gran economía de medios.

El título Viva la Mamma, acuñado por el director de cine Helmut Käutner y reutilizado, con éxito, desde entonces, remite inmediatamente al eje de la trama jocosa de la ópera, en la que el personaje más histriónico es una matriarca ­¡interpretada por un barítono!­ que no se conforma con que su hija cantante sea la seconda donna de la ópera. Y mientras lucha, con todas sus malas artes, para otorgarle el protagonismo de una prima donna, aspira ella misma a tenerlo, a cualquier precio, peleándose por la interpretación de un papel a su medida.

Las conveniencias e inconveniencias teatrales es, pues, una crítica a los excesos y tiranía de los divos, sus mezquindades, envidias y luchas de poder; una parodia sobre las jerarquías en el seno de las producciones operísticas, con los creadores -compositor y libretista- subordinados a los caprichos de los cantantes, disposiciones de los empresarios y arbitrariedades del público.

En el género cómico, la ópera que se mira al espejo y se ríe de su propio mundo ha ocupado un importante lugar, como pasaría posteriormente con los musicales y en un ingente número de películas de Hollywood, que han contado los sueños, desengaños, ambiciones y espejismos del mundo del celuloide y del papel cuché.

Es precisamente ese universo centelleante de Broadway y de la fiebre modernizadora de los años 50 que sirve de inspiración a la producción creada por Laurent Pelly ­que también firma el vestuario­, con escenografía de Chantal Thomas, iluminación de Joël Adam.

Concebida como un flash-back, la trama se desarrolla en un parking construido en un espacio ­para siempre mágico­ que antes había ocupado un teatro de provincias, demolido sin contemplaciones. Por ahí desfilan los arrebatadores y excesivos personajes que antes brillaron en su escenario, como espectros henchidos de ternura y poesía con la pátina del tiempo. Un universo con claras reminiscencias del teatro de variedades y del célebre musical Follies, de Stephen Sondheim, que disfraza la autocrítica de diversión, la burla, de reflexión, siempre con una pizca de melancolía en la evocación de un pasado de luces y purpurina, que la epidemia ha alejado todavía más, como recuerda Joan Matabosch en su artículo del programa de mano (incluido en el dossier de prensa).

ACTIVIDADES PARALELAS

28 de mayo, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

ENFOQUES: encuentro con Evelino Pidò y José Miguel Pérez Sierra (directores musicales), Laurent Pelly (director de escena), Stefano Rossomanno (musicólogo) y Joan Matabosch (director artístico del Teatro Real).

8 y 9 de junio | Fundación SGAE, Sala Berlanga

CINE Proyección de Mamá cumple cien años -dirigida por Carlos Saura- y La noche que mi madre mató a mi padre –obra de Inés París-, dos comedias españolas con tintes negros, en torno a dos madres de personalidades altamente adictivas para el espectador.

Información: www.salaberlanga.com

8 de junio, a las 18.30 horas | Biblioteca Regional de Madrid

CONFERENCIA Bajo el título Gargantas de cristal con egos de hormigón, Joaquín Turina, el mejor conocedor de la historia del Teatro Real nos hará un recorrido a través del tiempo para conocer las manías, bulos, exigencias y caprichos de las divas que pasaron por el escenario de la plaza de Oriente.

Actividad gratuita

Información e inscripciones: www.madrid.org/bibliotecaregional

5, 19 y 26 de junio, a las 11.00 horas | Museo del Romanticismo

TALLERES DE IMPROVISACIÓN Como homenaje al teatro del XIX, el Museo propone una divertida actividad para niños entre 8 y 12 años titulada Saliendo del cuadro. Improvisando en el Museo. En ella, los participantes, además de descubrir a algunos autores de la escena española, conocerán técnicas y trucos que se utilizan sobre el escenario.

Actividad gratuita

Información e inscripciones: www.museodelromanticismo.es

Tras la buena acogida de los recitales de Lisette Oropesa y Anita Rachvelishvili en febrero y de Pedro Halffter en marzo, llega una nueva entrega del ciclo ABAO on Stage con el extraordinario dúo formado por el barítono Carlos Álvarez y la soprano Rocío Ignacio, el sábado 17 de abril a las 19:00h en la Sociedad Filarmónica Bilbao, patrocinado por la Fundación BBVA.

Fiel a su compromiso de seguir ofreciendo cultura y espectáculos en directo en cualquier circunstancia, ABAO Bilbao Opera continúa con el programa del ciclo ABAO on Stage que incluye ocho selectos recitales con algunas de las figuras líricas más aclamadas actualmente.

La fusión vocal de DOS GRANDES ARTISTAS

  • Barítono y soprano en perfecta armonía por destacados territorios líricos y artísticos.
  • Dúos y arias de grandes óperas.
  • Al piano el maestro bilbaíno Rubén Fernández Aguirre.

El carismático Carlos Álvarez una de las voces más bellas de barítono lírico verdiano de las últimas décadas, y uno de los cantantes españoles más internacionales, y la versátil Rocío Ignacio una de las sopranos más destacadas de su generación, darán muestra de su desenvoltura escénica y gran personalidad con un programa atractivo y minuciosamente escogido con escenas de grandes óperas.

Con oficio, técnica y generosidad artística, Carlos Álvarez ofrecerá una selección de piezas llenas de matices, carácter y fuerza, en la que su excepcional voz destaca la belleza del repertorio interpretado en solitario: “Qui donc commande…” de Hery VIII de Saint-Säens, “Zazà piccola zíngara…” de Zazà de Leoncavallo y “Eri tu” de Un ballo in maschera de Verdi.

Las grandes virtudes de Rocío Ignacio, el volumen de su voz, sus agilidades, y el buen gusto de su proyección escénica, quedará patente en sus interpretaciones: “Depuis le jour” de Louise de Charpentier, “Signore ascolta” de Turandot de Puccini y en “Come in quest’ora bruna” de Simon Boccanegra, defendiendo a la heroína verdiana.

Con sus actuaciones a dúo, ambos intérpretes regalarán al público una de esas veladas inolvidables llenas de presencia en el escenario, madurez vocal y distinguida plasticidad artística con: “Monseigneur! – Ophélie” de Hamlet (Thomas), “Silvio a quest´ora” de Pagliacci (Leoncavallo) y “Udiste? Come albeggi” de Il Trovatore (Verdi). Todo un alarde de elegancia, sabiduría dramática, fusión vocal y lírica conmovedora.

Al piano, el maestro vasco Rubén Fernández Aguirre que interpretará en solitario la pieza “Preludio” de la ópera L’Arlesiana de Francesco Cilea.

Carlos álvarez, UN INTÉRPRETE ADMIRADO Y RESPETADO EN EL CIRCUITO INTERNACIONAL

En la cumbre de una trayectoria artística modélica, pasará a la historia como uno de los grandes barítonos verdianos que sabe darlo todo en el escenario. Poseedor de una voz regia, admirado y respetado en el circuito internacional, destaca con una impresionante carrera.

Desde que hizo su debut en 1990 ha cantado en los principales teatros de ópera del mundo junto a los artistas más renombrados y los mejores directores musicales. Destacan sus actuaciones en el Festival de Salzburgo donde interpretó Don Carlo dirigido por Lorin Maazel, Otello en el Covent Garden bajo la dirección de Sir Colin Davis, I Pagliacci en Amsterdam dirigido por Riccardo Chailly, Don Giovanni en La Scala con Riccardo Muti, Don Carlo en L’Opera Bastille de París, Rigoletto en la Arena de Verona, en Viena La Forza del Destino dirigida por Zubin Mehta, Otello en Salzburgo bajo la dirección de Riccardo Muti, y sus grandes éxitos en el Metropolitan de Nueva York con Un Ballo in Maschera , Luisa Miller y Rigoletto, entre otros.

Entre sus numerosos premios, mencionar el Premio a la Labor Cultural (2001), Premio Grammy (2001 y 2005), Classical Award de Cannes, Medalla de Oro de Bellas Artes (2003), Medalla de Oro al Mérito Artístico (2003), Premio Nacional de Música (2003), Kammersänger por la Opera de Viena (2007), Medalla de Oro del Gran Teatre del Liceu (2013), Premio Ópera Actual (2015), y más recientemente ha recibido el Premio al Mejor Intérprete de Ópera por los Premios Campoamor de Oviedo y el de la Crítica Catalana.

Ha visitado ABAO Bilbao Opera en dos ocasiones, en 2000 con Il barbiere di Siviglia en el rol de Figaro y la segunda en la impresionante Carmen de Calixto Bieito en 2014, con Escamillo.

ROCÍO IGNACIO, UNA voz reveladora

Desde 2011 la sevillana soprano Rocío Ignacio poseedora de una gran generosidad vocal y un indiscutible componente actoral, desarrolla su carrera fundamentalmente en teatros españoles e italianos y fue la primera soprano española en cantar en la Ópera de Dubai.

Su largo repertorio comprende, entre otros títulos, Rigoletto, Die Zauberflöte, Marina, Carmen, L’elisir d’amore, Il barbiere di Siviglia, La bohème, Il viaggio a Reims, Don Giovanni, Turandot y Falstaff.

En las últimas temporadas su carrera ha tomado impulso con títulos como Katiuska en Madrid, Otello en Málaga, Jerusalem en ABAO y Die Zauberflöte en Jerez. Recientemente ha interpretado también, Simon Boccanegra en el Teatro Cervantes de Málaga y Luisa Fernanda en el Teatro de La Zarzuela

En el escenario de ABAO Bilbao Opera ha actuado en dos ocasiones, la primera como Adina en L’elisir d’amor en 2012 y la pasada temporada como protagonista en el estreno de Jérusalem de Giuseppe Verdi.

Entradas A PRECIOS ASEQUIBLES.

Las localidades para el recital pueden adquirirse con tarifas asequibles para todos los públicos: 15€ los jóvenes Gazteam; 20€ los socios de ABAO hasta 35 años, y 40€ el resto de socios de ABAO; y 30€ el precio de venta al público joven hasta 35 años y 60€ el público adulto.

Se pueden adquirir en las oficinas de ABAO, a través de www.abao.org y en el teléfono: 944 355 100

ABAO Bilbao Opera

Tras el gran éxito de crítica y público recogido por la soprano Lisette Oropesa, que el pasado 6 de febrero puso en pie el auditorio del Euskalduna Bilbao en el primer recital del ciclo ABAO on Stage, ABAO Bilbao Opera presenta ahora los protagonistas de los próximos tres nuevos recitales: el debut en ABAO de la magnética mezzosoprano Anita Rachvelishvili, el indiscutible maestro y compositor Pedro Halffter, y el extraordinario dúo formado por el barítono Carlos Álvarez y la soprano Rocío Ignacio. Todos los recitales están patrocinados por la Fundación BBVA, patrocinador principal de la temporada.

La voluntad y el compromiso de ABAO Bilbao Opera sigue siendo ofrecer espectáculos en vivo y en directo y emocionar al público, tal y como lo ha hecho históricamente.

Respetando todos los protocolos sanitarios y de seguridad, y las medidas adoptadas para frenar el Covid 19, ABAO quiere demostrar su buena salud artística, haciendo gala de su reputación como institución operística de grandes voces, con seis selectos recitales con algunas de las figuras más aclamadas del momento, y representaciones en el Euskalduna Bilbao y en la Sociedad Filarmónica de Bilbao. El programa ABAO on Stage se desarrolla entre los meses de febrero a mayo.

Anita Rachvelishvili, la mejor mezzosoprano verdiana de la actualidad

  • La mezzo más destacada en roles que demandan voz poderosa y timbre seductor.
  • Una ocasión única para disfrutar del magnetismo y la potencia vocal de la artista, en un exclusivo programa para voz y piano.
  • Al piano el reconocido maestro Vincenzo Scalera.

El recital del sábado 27 de febrero a las 19:00h en el Euskalduna Bilbao lo interpretará la poderosa mezzosoprano Anita Rachvelishvili.

La cantante, que debuta en ABAO, está considerada como la reina indiscutible de las mezzos dramáticas. Apadrinada por Daniel Barenboim y bendecida por Riccardo Muti como “la mejor mezzosoprano verdiana de la actualidad”, Anita Rachvelishvili es una intérprete requerida por los mejores teatros del mundo cuya actuación deja sin aliento a quienes tienen la fortuna de verla en vivo y en directo.

Intérprete de raza, galardonada con el Opera Awards 2020 como “Best Singer”, la georgiana posee una impresionante potencia vocal que acapara la actualidad por su fuerte instinto dramático y temperamento arrollador.

La crítica internacional dice de ella que “seduce al público con su voz exuberante y timbrada, amplio registro, intensa expresividad y magnética presencia escénica”.

El programa está marcado por piezas y arias que son significativas para la artista, donde explora la parte más dramática del repertorio de mezzosoprano y estará acompañada al piano por el conocido maestro italiano Vincenzo Scalera.

Comenzará el recital con grandes nombres del repertorio ruso con “Un corazón solitario”, “Noche” y “Reconciliación”, de Chaikovski, tres canciones dedicadas al amor y sus sufrimientos, a las que seguirán tres piezas de delicada melancolía: “Aquí se está bien”, “¡Oh! No te aflijas” y “No cantes más” de Serguéi Rajmáninov. Las piezas eslavas darán paso a “Siete canciones populares españolas” de Manuel de Falla, un alarde lleno de pasión, fuerza y expresividad.

La segunda parte comenzará con el italiano Francesco Tosti con “Non t’amo più” y “Tristezza”, que demuestra la versatilidad de la artista, y continuará con las famosas arias de Il Trovatore, “Stride la vampa” y Don Carlo, “Nel giardin del bello saracin ostello” de Verdi, una pieza de carácter lírico que exige agilidades donde la artista destaca por la explosión brillante de sus medios vocales. Concluye el programa con el aria “Mon coeur s’ouvre à ta voix” de Samson et Dalila, donde Rachvelishvili transmite toda la fuerza, el intimismo y la intensidad de seducción de la ópera de Saint-Saëns.

Pedro Halffter, la ebullición creativa del maestro y compositor

  • Experto en el esplendor del repertorio alemán.
  • Sus actuaciones destacan por su sensibilidad emocionante y compleja.
  • Una sorprendente y personal interpretación a piano de la magnífica producción wagneriana.

El director de orquesta y compositor Pedro Halffter, considerado el director español de referencia en el repertorio wagneriano, y que la temporada pasada dirigió un magnífico Der fliegende Holländer en ABAO, actuará en la Sociedad Filarmónica el 13 de marzo a las 19:00h.

Halffter, celebrado y aplaudido en el mundo de las artes donde destaca por su enorme y compleja sensibilidad, y aclamado como uno de los directores más importantes del repertorio sinfónico de su generación, nos invita a un viaje emocionante por las páginas más famosas del repertorio wagneriano, con un programa para piano que incluye piezas de Parsifal, Der fliegende Holländer, Götterdämmerung, Rienzi y Tristan und Isolde.

El maestro hará una breve introducción comentada a cada pieza, aportando un importante valor añadido al excepcional programa, y transmitiendo de forma completa el impulso creativo y la originalidad de la obra de Richard Wagner.

La fusión vocal de Carlos Álvarez y Rocío Ignacio

  • Barítono y soprano en perfecta simbiosis que revela los territorios artísticos en el que destacan ambos artistas.
  • Un programa extenso con dúos y arias de conocidas óperas.
  • Al piano el maestro bilbaíno Rubén Fernández Aguirre.

El recital del dúo formado por el carismático Carlos Álvarez una de las voces más bellas de barítono lírico verdiano de las últimas décadas, y la versátil Rocío Ignacio una de las sopranos más destacadas de su generación, intérpretes muy queridos por el público bilbaíno, se celebrará el 17 de abril a las 19:00h en la Sociedad Filarmónica.

Álvarez e Ignacio, poseedores de una dilatada y contrastada carrera profesional, darán muestra de su desenvoltura escénica y gran personalidad a través de un programa extenso, con dúos y arias de óperas tan conocidas como: Henry VIII, Louise, Hamlet, Turandot, Zazà. Paggliacci, Un ballo in maschera, Simon Boccanegra e Il Trovatore.

Acompañados al piano por el maestro vasco Rubén Fernández Aguirre, darán muestra de su dominio, elegancia, sabiduría dramática, fusión vocal y lírica conmovedora.

Fundación BBVA: impulso al conocimiento científico y cultura

La Fundación BBVA, cuyo rasgo diferencial es el impulso al conocimiento tanto científico como cultural, articula su programa de Música como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística. Así, promueve la creación de obra nueva con encargos de composición y hace posible su preservación y difusión por medio de grabaciones en colaboración con sellos e intérpretes de primera línea.

Fomenta la música en directo a través de ciclos de conciertos que, de forma gratuita, ponen al alcance del público ensembles y solistas de referencia en el repertorio contemporáneo. Organiza ciclos de conferencias y edita publicaciones para comprender mejor el trabajo de ciertos autores o sumergirse en el estudio de determinados períodos compositivos y lleva a la práctica proyectos de investigación y creación altamente innovadores con las Becas Leonardo en Música y Ópera.

Organiza simposios especializados sobre gestión de orquestas, colabora con formaciones musicales y teatros de todo el país y reconoce la excelencia a través del Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera y el Premio de Composición AEOS-Fundación BBVA, en colaboración con la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas.

Entradas a la venta

Las localidades para el recital pueden adquirirse con tarifas asequibles para todos los públicos: 15€ para los jóvenes Gazteam ABAO, 20€ y 40€ para los socios de ABAO joven y adulto respectivamente, y 30€-60€ precio de venta al público joven hasta 30 años y adulto.

Se pueden adquirir en las oficinas de ABAO, a través de www.abao.org y en el teléfono: 944 355 100

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La del manojo de rosas
Pablo Sorozabal
Libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño
Estrenado en el Teatro Fuencarral de Madrid, el 13 de noviembre de 1934
Producción del Teatro de la Zarzuela
D. musical: Guillermo García Calvo
D. escena: Emilo Sagi
Escenografía: Gerardo Trotti
Vestuario: Pepa Ojanguren
Iluminación: Eduardo Bravo
Coreografía: Goyo Montero
Reposición coreográfica: Nuria Castejón
Orquesta de la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de la Zarzuela
Coro Titular del Teatro de la Zarzuela
Director Antonio Fauró
Reparto: Ruth Iniesta, Carlos Álvarez, Vicenç Esteve, David Pérez Bayona, Sylvia Parejo, Ángel Ruiz, Milagros Martín, Enrique Baquerizo, César Sánchez, Eduardo Carranza, Joseba Pinela, Daniel Huerta, Alberto Ríos, Francisco José Pardo, Rodrigo Álvarez, Alberto Camón, Román Fernández-Cañadas, Francisco José Rivero.
Bailarines-figurantes: Begoña Álvarez, Cristina Arias, Ariel Carmona, Lara Chaves, Emmanuel Chita, Sarah Croft, María Ángeles Fernández, Alberto Ferrero, Antonio Gómiz, Rafael Lobeto, María López, Helena Martín, Xavi Montesinos, Daniel Morillo, Luis Romero, Esther Ruiz, Lara Sagastizabal, Natán Segado, Rosa Zaragoza.Estrenada en el Teatro Fuencarral hace 86 años, La de manojo de rosas refleja el Madrid moderno de los años treinta, con los modos y modas más característicos y novedosos de la época. La presencia e importancia del papel de la mujer, representadas por los personajes de Asunción y Clarita, y una hilarante crítica social que no ha perdido actualidad desde entonces. Esta producción de Emilio Sagi, que se estrenó en este teatro hace ya tres décadas, es además, la más viajada y representada en España. Ha llegado incluso, y con gran éxito, a los escenarios de París y Roma. Pero siempre ha tenido un especial vínculo con el Teatro de la Zarzuela.El director del Teatro, Daniel Bianco, opina que esta producción de Sagi marcó un antes y un después en las escenografías del género. Ciertamente está llena de actualidad, es elegante y funcional y representa ese Madrid castizo y atemporal que refleja cualquier momento y lugar de la ciudad. Una calle cualquiera y real de Madrid, como encargó Sagi a su escenógrafo Gerardo Trotti, representa y acoge a todos sus personajes, perfectamente reflejados y descritos por un ingenioso y brillante Pablo Sorozabal, gran conocedor de la realidad social y de como representarla a través del carácter de sus personajes.

Sobre el escenario todo fluye con gran naturalidad y acierto. Es una obra entretenida y dinámica. Se intercalan los números como en un musical. Bailes, diálogos, dúos y romanzas se suceden con una frescura que hacen que las dos horas sin descanso se hagan cortas.

El director musical Guillermo García Calvo hace milagros con los 23 maestros que pueden estar en el foso. Una lástima no poder disfrutar de toda la orquestación, pero el rigor de García Calvo al frente de la Orquesta sabe generar las atmósferas que contiene la obra, que no son pocas, y llenar de lirismo los momentos más intensos vividos por los protagonistas.

El barítono Carlos Álvarez, que debutó con esta producción en 1990 con este mismo personaje de Joaquín, fue el auténtico dominador de la escena durante toda la noche. Se notaba que para él estaba siendo un momento especial, profundo y evocador, que logró transmitir al público. La nobleza de su canto, su perfecta dicción y fraseo, su hermoso timbre y su dominio del drama le hicieron protagonista de los momentos más brillantes. Su interpretación de la romanza “Madrileña bonita”, llevó al público a pedir insistentemente un bis que se negó, pero que habría sido de justicia. Obtuvo los mayores aplausos de la noche, de manera merecida.

La soprano aragonesa Ruth Iniesta debutaba el rol de Ascensión, después de haber sido Clarita en este mismo teatro. La evolución de su voz es indudable. Ha ganado en volumen y musicalidad y, aunque le falta un poco de naturalidad en la interpretación, su Ascensión estuvo a la altura de las circunstancias.

La Clarita de Sylvia Parejo estuvo llena de frescura y desparpajo. Se nota su paso por el teatro musical por sus buenas dotes interpretativas. Hizo buena pareja con David Pérez Bayona, un correcto Capó, algo menos suelto sobre escena. Ambos vienen del Proyecto Zarza, que tan buenos resultados está dando.

El personaje más entrañable y que, aunque a veces lo parezca, no está sobreactuado, sino ajustado, es el Espasa de Ángel Ruíz. Su extraordinaria dicción, necesaria para entender su retaila de palabros absurdos, y sus tablas en escena, hacen que este personaje sea uno de los más originales queridos.

El resto de comprimarios estuvo a gran altura. Los experimentados y bien conocedores de la obra Enrique Baquerizo, como Don Daniel y Milagros Martín, como Doña Mariana, poseen una profesionalidad y buen hacer que son una garantía para este teatro y para el género. Muy bien también el Ricardo de Vicenç Esteve, el otro pretendiente de Ascensión, que prefirió dedicarse a la aviación.

Una noche especial en el Teatro de la Zarzuela, otra más. Con unos cantantes y un público con los sentimientos a flor de piel, por el momento tan especial que estamos viviendo y por que es Madrid la única ciudad europea donde se pueden tener este tipo de emociones. Afortunados somos.
Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real

La del manojo de rosas

Se adivinaba desde los primeros compases que esta volvería a ser una noche gloriosa en el Teatro de la Zarzuela. Y así fue. Ya en las dos funciones precedentes un duende había visitado el coliseo de la plaza de Jovellanos. Y en esta tercera, el público, extasiado por el prodigio que acababa de suceder en el escenario, premió al barítono Carlos Álvarez con largos aplausos y vítores. La razón: su imponente interpretación de ‘Madrileña bonita’ en la zarzuela ‘La del manojo de rosas’ de Pablo Sorozábal. Y el intérprete, que celebra estos días sus 30 años de carrera como solista, iniciada precisamente con esta histórica producción de Emilio Sagi, cedió finalmente a las peticiones de bis para abordar otra magistral versión de la popular romanza. Y a partir de ese momento, el delirio.

Miles de espectadores pudieron seguir el mágico instante en directo a través del canal de YouTube y la cuenta de Facebook del Teatro, donde ha quedado disponible para todo aquel que quiera volver a emocionarse.

Acompañaban al cantante en el reparto Ruth Iniesta, Vicenç Esteve, Ángel Ruiz, Milagros Martín, David Pérez Bayona, Sylvia Parejo, Enrique Baquerizo y César Sánchez entre otros cantantes y actores entre los que se encuentran siete integrantes del  Coro Titular del Teatro de la Zarzuela.

Esta producción, la más emblemática, viajada y aplaudida del Teatro de la Zarzuela cuenta en su equipo artístico con el escenógrafo Gerardo Trotti, la añorada diseñadora de vestuario Pepa Ojanguren, el iluminador Eduardo Bravo y la coreografía, de cuya reposición se encarga Nuria Castejón, es del también desaparecido y admirado Goyo Montero.

El Maestro Guillermo García Calvo, director musical de la casa, ocupa el podio del foso en estas funciones al frente de la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela -Orquesta de la Comuni­dad de Madrid-.

‘La del manojo de rosas’ estará en cartel hasta el domingo 22 de noviembre. ¡Y cuántas noches especiales por delante!

La del manojo de rosas

El Teatro de la Zarzuela emitirá en directo y en abierto a través de “streaming” la función de ‘La del manojo de rosas’ del jueves 12 de noviembre. La transmisión podrá seguirse a partir de las 20h00 (hora peninsular española) en el canal de YouTube, la cuenta de Facebook y la página web del Teatro.

Esta reposición de la conocida zarzuela de Pablo Sorozábal, obra maestra del género, no solo es la producción más emblemática y aplaudida del coliseo de la madrileña plazuela de Jovellanos, sino que además estos días conmemora los 30 años del montaje de Emilio Sagi, quien a su vez cumple 40 como director de escena.

En el podio del foso estará Guillermo García Calvo, director musical del Teatro, que tendrá a su cargo a la Orquesta de la Comunidad de Madrid -Titular de la casa-, a cantantes del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela y a un reparto de campanillas encabezado por la soprano Ruth Iniesta en el papel de Asunción, el barítono Carlos Álvarez, que también celebra su debut como solista hace tres décadas en el estreno de esta misma producción en el papel de Joaquín que ahora vuelve a asumir, el tenor Vicenç Esteve como Ricardo, o los jóvenes intérpretes Sylvia Parejo y David Pérez Bayona en los roles de Clarita y Capó respectivamente.

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Emilio Sagi

‘La del manojo de rosas’, la producción más emblemática y popular del Teatro de la Zarzuela, cumple 30 años. En su estreno fue muy bien recibida por el público y la crítica, y así ha seguido siendo durante las tres décadas transcurridas desde entonces. No es fácil adivinar la suerte que en el futuro le espera a un montaje teatral. Se puede intuir si funcionará. Si gozará de la aprobación del público. Pero no saber a ciencia cierta si con el paso de los años (de muchos años) seguirá levantando telones y pasiones. Esto último es precisamente lo que le ocurre a la producción que el director de escena Emilio Sagi presentó en septiembre de 1990. La composición de Pablo Sorozábal con libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño es en sí misma irresistible, y la propuesta escénica de Sagi llegó para marcar la diferencia: un antes y un después en los planteamientos teatrales del género. Un regalo para el público que sigue conservando la frescura y la alegría.

El Teatro de la Zarzuela revivirá estos éxitos con doce funciones entre el 10 y el 22 de noviembre, que servirán para celebrar los 30 años de su montaje más aplaudido, de la producción que más ha viajado. Varias generaciones de cantantes, artistas, técnicos y público han participado o disfrutado del que es ahora el título más conocido de Pablo Sorozábal y el que él mismo ha vinculado de forma especial con el recinto de la calle Jovellanos.

El acontecimiento de esta nueva reposición servirá también para evocar los 40 años de carrera que el director de escena cumple también este año.

Y como no hay dos sin tres, con estas presentaciones viviremos otra extraordinaria conmemoración: la de los 30 años de carrera como solista del barítono Carlos Álvarez, uno de nuestros grandes intérpretes líricos de las últimas décadas, que comenzó precisamente con el estreno de esta producción. Y para celebrarlo, qué mejor que volver a meterse en la piel del personaje con el que comenzó todo: Joaquín, ese falso mecánico.

Los ingredientes son muchos para que esta nueva presentación de ‘La del manojo de rosas’ sea una fiesta de las que difícilmente se olvidan. Pero aún hay más: el Maestro Guillermo García Calvo, director musical de la casa, ocupará el podio del foso al frente de la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela -Orquesta de la Comuni­dad de Madrid-, del Coro Titular del Teatro de La Zarzuela y de dos repartos extraordinarios.

La más emotiva y emocionante

Emilio Sagi no es ajeno a la emoción. La siente profundamente y sabe que estos días tienen algo nuevo, distinto: “Para mí cada reposición ha sido como la primera vez. Es tremendamente emocionante ver cómo los personajes van adquiriendo vida. Y ahora —a pesar de los malos tiempos que nos toca vivir— verlos renacer me hace pensar, me lleva a sentir que en esta ocasión no se trata de una reposición más, sino de la más emotiva y emocionante de las reposiciones al cumplirse 30 años de aquella primera vez…”

No en vano, ‘La del manojo de rosas’ tiene, por muchas razones, un significado muy especial para él. Fue su primer trabajo de zarzuela en España —ya había montado ‘La Revoltosa’ y ‘La verbena de La Paloma’, pero curiosamente había sido en La Habana y Buenos Aires—. Aunque fue un encargo del entonces sobreintendente de este teatro, José Antonio Campos, con este montaje se acercaba más, si cabe, a la figura de su tío Luis Sagi Vela, para quien Sorozábal, Ramos de Castro y Cuadrado Carreño, crearon expresamente el personaje de Joaquín.

Y como todo en estas jornadas son emociones a flor de piel, Guillermo García Calvo no le anda a la zaga a Sagi. Para el director de orquesta ‘La del manojo de rosas’ es una obra “llena de poesía. De melodías y armonías sencillas capaces de expresar las más variopintas emociones”. El maestro sostiene que Sorozábal “tiene el raro talento de que cualquier nota que escribe le suena ‘carismática’. La inspiración musical, la chispa del libreto y lo perfectamente retratados que están los personajes… Todo eso se transmite al público desde el primer compás –añade– y hace que la obra sea entrañable y cercana. Después de venir a verla vamos a estar más enamorados de la vida”.

Repartos de fuste

Los dos repartos que intervienen en esta sexta presentación del montaje en el Teatro de la Zarzuela (donde se ha podido disfrutar en 1990, 1991, 1999, 2004, 2013 y ahora en 2020) están cargados de artistas de fuste.

En la piel de Ascensión, florista soñadora y moderna, orgullosa de su origen obrero que no quiere oír hablar de amores más que con un hombre de su clase, se meterán en esta ocasión las sopranos Ruth Iniesta (que en la reposición de 2013 en La Zarzuela asumió el papel de Clarita) y Raquel Lojendio. El personaje de Joaquín, ese joven señorito que simula ser mecánico y que pretende a aquella, será interpretado por Carlos Álvarez (que como se ha visto regresa así al rol que le vio nacer como primer cantante y que le regaló sus primeros éxitos) y por el también barítono Gabriel Bermúdez. Vicenç Esteve encarnará a Ricardo, aviador que también bebe los vientos por la chica de ‘El manojo de rosas’, y que por ello está en constante disputa con Joaquín. En contraste con este conflicto amoroso a tres bandas, surge otro entre Clarita –una coqueta y «superculta» manicura–, Capó –aprendiz de mecánico– y Espasa –camarero del bar de la plaza–. Aunque novia del primero, ella se deja querer por el segundo para así poner a prueba el cariño de Capó. David Pérez Bayona y Joselu López y Sylvia Parejo y Nuria Pérez, darán vida a Capó y a Clarita; se da el caso de que los cuatro intérpretes son asiduos participantes en esa valiosa iniciativa del Teatro que es Proyecto Zarza, y alguno de ellos ya ha hecho sus radiantes pinitos en grandes producciones de pasadas temporadas. Por su parte, del pomposo y divertido Espasa se encargará el polifacético cantante y actor Ángel Ruiz.

Y llegados a este punto, hay que hacer un merecido inciso, ya que la madre de Joaquín, Doña Mariana, estará interpretada por Milagros Martín, una de las artistas que en las últimas tres décadas más ha pisado las tablas del Teatro de la Zarzuela. En la primera reposición del montaje de Sagi, en 1991, ella era Asunción (papel que representó durante años) y Carlos Álvarez su pretendiente. Ahora, en la presentación de 2020, son madre e hijo.

Completan el reparto Enrique Baquerizo y César Sánchez como Don Daniel y Don Pedro, padres de Ascensión y Joaquín respectivamente; los actores Eduardo Carranza y Joseba Pinela, los integrantes del Coro Titular del Teatro, Daniel Huerta, Alberto Ríos, Francisco José Pardo, Rodrigo Álvarez, Alberto Camón, Román Fernández-Cañadas y Francisco José Rivero; además de 19 bailarines-figurantes.

En cuanto al equipo artístico, lo rematan el escenógrafo Gerardo Trotti, la añorada diseñadora de vestuario Pepa Ojanguren, el iluminador Eduardo Bravo y la coreografía, de cuya reposición se encarga Nuria Castejón, es del también desaparecido y admirado Goyo Montero.

Larga vida viajera

A nadie se le escapa que con ‘La del manojo de rosas’ Emilio Sagi, realizó uno de los mejores trabajos de su larga y muy productiva carrera. En todos estos años ha llevado la producción a otros doce escenarios del país —Valencia, Málaga, Oviedo, Bilbao, Santander, Barcelona, Sevilla, Jerez de la Frontera, San Sebastián, Valladolid, Santiago de Compostela, Pamplona—, así como a otras dos capitales europeas —Roma y París—, y siempre ha cosechado éxitos de público y crítica por igual. Porque, como los autores explicaron en su estreno en 1934, “el sainete debe ser como un reflejo sentimental y gracioso de la vida popular”, aclarando que cambia lo externo: atuendo, diálogo, lugar de acción, “aunque los sentimientos del pueblo no varían”.

‘La del Manojo de Rosas’, que ya cuenta con más de 85 años (se estrenó en el Teatro Fuencarral de Madrid el 13 de noviembre de 1934), es el título que mejor refleja el Madrid moderno de aquellos años. Después de todo, esa fue la intención de Sorozábal, «hacer una música, sencilla, espontánea, garbosa, que tuviera salero y sentimiento, con sabor popular». Es el momento en el que las mujeres tuvieron la libertad de aprender y de decidir, así lo muestran en escena Ascensión y Clarita, dos chicas sacadas de uno de esos ateneos femeninos del momento, ya sea el Lyceum Club o La Cívica, porque hablan de sus sueños y deseos sin sentimentalismos, y dicen con claridad lo que saben y lo que piensan.

La Zarzuela es, en definitiva, como todas las artes, algo vivo que evoluciona con los autores que viven en la Sociedad; eso se refleja en la adaptación de sus obras a cada época y lugar. En ese sentido, ‘La del Manojo de Rosas’ sirve de modelo de una época, la República, en la que se fusionan géneros musicales e ideologías en un Madrid cambiante y moderno. Y esta producción de hace “solo 30 años” ya se ha convertido en el mejor legado del escenario del Teatro de la Zarzuela al Madrid de entonces y de ahora.

Y todo con las más extremas medidas de seguridad.

Carlos Álvarez

Si por algo destaca el barítono Carlos Álvarez, además de por su hechizante cercanía, es por tener una de las grandes carreras internacionales de la lírica de los últimos tiempos. Por poner ejemplos, se recuerdan como memorables sus actuaciones en Don Carlo con Lorin Maazel en el Festival de Salzburgo; ‘Otellocon Sir Colin Davis en el Barbican Center de Londres, ‘I Pagliacci’ con Riccardo Chailly en el Concertgebouw de Ámsterdam o en ‘Don Giovanni’ con Riccardo Muti en La Scala de Milán. Sus interminables compromisos por todo el mundo –Milán, Salzburgo, Viena, Turín, Génova, Verona, Tokio, Nueva York o Londres– pasan el lunes 17 de diciembre (20h00) por uno de sus teatros predilectos, el Teatro de la Zarzuela que le vio nacer como artista, y donde abrió la presente temporada como protagonista de la celebrada producción de ‘Katiuska’.

El barítono malagueño estará acompañado al piano por Rubén Fernández Aguirre, maestro entre maestros de los pianistas de repertorio, y músico de cabecera en los recitales de buena parte  de los grandes cantantes españoles. Y si no fueran pocos los alicientes, el concierto contará con la participación especial de la soprano Leonor Bonilla, conocida por el público de La Zarzuela por su intervención en ‘La Gran Duquesa de Gerolstein’ o por su brillante participación en la ópera ‘Marina’ que cerró temporada en 16/17, y pese a su juventud, deslumbrando ya en los grandes coliseos nacionales e internacionales.

El programa del recital, tercera propuesta de la presente temporada de Conciertos del Teatro de la Zarzuela tras The Paco de Lucía Project y Concha Buika, está cimentado en dos ejes que sirven como pilares de una realidad: el amor del cantante por la música española en cualquiera de sus manifestaciones. La primera parte Álvarez la dedica a canciones de Joaquín Rodrigo (‘Cuatro madrigales amatorios’) y de Miquel Ortega, unánimemente ensalzado por crítica y público por su sorprendente ópera ‘La casa de Bernarda Alba’ estrenada el pasado mes en este mismo teatro. De Ortega, precisamente, se incluye un estreno absoluto compuesto expresamente para este concierto: el dúo ‘Despertar con los vencejos’ sobre versos de Andrés Martorell, asimismo escritos para la ocasión.

La segunda parte la componen íntegramente romanzas de zarzuela. Obras de Moreno Torroba, Alonso, Nieto, Giménez, Luna o Guridi, servirán de muestra para volver a poner de manifiesto la contundente luminosidad de nuestro patrimonio.

Katiuska

Después de una temporada, la 17/18 complicada, el Teatro de la Zarzuela inauguraba la 18/19 con una expectación y glamour más propia de la Escala de Milán, pero en castizo.

Nadie quiso perderse el acontecimiento que empezaba con un cartel de relumbrón. Katiuska, de Pablo Sorozábal. Tras 37 años de ausencia en el teatro de la calle Jovellanos, llegaba con un reparto a la altura de cualquier teatro de ópera de primera fila: Ainhoa Arteta, que actúa solo dos días, Carlos Álvarez, cuya ausencia estas temporadas del Teatro Real nos está permitiendo verle a menudo en su faceta más zarzuelera, y Jorge de León.

Katiuska se estrenó en Barcelona en 1931 y pocas son las ocasiones en las que se volvió a representar. Esta vez se recupera el “canto de la tierra”, que desapareció en la grabación del 58 con Pilar Lorengar y Alfredo Kraus. El maestro Sorozabal, antes de morir, revisó la obra y mostró su deseo de que este fragmento volviese a interpretarse.

Y es en esta ocasión, y de la mano del maestro Guillermo García Calvo, cuando se representa casi en su totalidad, puesto que han sido eliminados para esta versión algunos de sus diálogos. El resultado es una obra breve, pero ágil y con ritmo.

Dice García Calvo que encuentra en las obras de Sorozábal una cercanía, poesía, franqueza y cariño que no aparecen en ningún otro repertorio. Algo que nos tendría que hacer sentir muy orgullosos. Se ambienta en la Revolución Rusa de 1917 y está llena de números cómicos, casi surrealistas, perfectamente alternados con músicas románticas de gran lirismo que describen el triángulo amoroso entre los tres protagonistas. Perfectamente instrumentada, cuenta con gran variedad de colores e instrumentos que describen lugares y situaciones, como las mandolinas que aportan el color ruso.

La escenografía de Daniel Bianco y dirigida por Emilio Sagi, evoca un montaje cinematográfico inspirado en los años 30 en los que se estrenó Katiuska y en las divas de la época, más princesas que actrices, cuando el cine presentaba a sus protagonistas con vidas ideales que ayudaban a salir de la rutina a un público entregado a sus ídolos. Se trataba de un gran marco lleno de escombros, los del régimen zarista. Una escenografía vistosa pero un poco austera para o que Sagi acostumbra. No faltó, claro está, uno de sus elementos fetiche, la luna.

Ainhoa Arteta, con una impresionante presencia escénica, interpreta una princesa Katiuska elegante y glamurosa. Destacó por sus pianos.

Carlos Álvarez está en un momento vocal extraordinario. Empezó algo destemplado pero fue el gran triunfador de la noche con ese timbre baritonal tan atractivo que dotó de gran personalidad a su personaje de Pedro Stakof.

Jorge de León lució su poderosa voz en un papel difícil, aunque breve, como príncipe Sergio.

Los comprimarios estuvieron a gran altura dando una clase magistral de interpretación y saber estar en un escenario, y sin perder un ápice de calidad cuando les tocaba cantar o bailar. Antonio Torres como Bruno Brunovich, Milagros Martín como Olga, la joven novia de Boni, el asistente del coronel interpretado por Emilio Sánchez. Enrique Baquerizo dio vida a un hilarante Amadeo Pich, el viajante catalán vendedor de medias. Y  Amelia Font como Tatiana, tía de Boni y dueña de la posada. Espléndido también el Coro del Teatro,

En definitiva, una noche de música y teatro para disfrutar que nadie se debe perder.

La tempestad

El Teatro de la Zarzuela continua con su labor de rescate de ese patrimonio musical español tan poco valorado. En esta ocasión, y tras Maruxa, llega «La tempestad». Obra del maestro Ruperto Chapí que fue estrenada en la Zarzuela el 11 de marzo de 1882. Durante veinte años se programó con regularidad antes de desaparecer, hasta el día de hoy. Una de las principales razones de esta ausencia sobre los escenarios puede estar en la necesidad que tiene esta obra, debido a sus exigencias vocales, de seis grandes intérpretes. Y aquí está el primer esfuerzo y acierto del Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela. Ha reunido para esta tempestad nada menos que a Carlos Álvarez, José Bros, Mariola Cantarero, Ketevan Kemoklidze, Carlos Cosías y Alejandro López.

El siguiente desafío ha venido de la necesidad de ofrecer La tempestad en versión concierto pues, como el propio Bianco afirma “no siempre disponemos del presupuesto o el tiempo suficiente para programar lo que queremos”. Pero, ¿cómo se hace una zarzuela en versión concierto? Los diálogos en escena que caracterizan este género, en el que no solo se canta, carecen de sentido en una versión de concierto. Y este punto también ha sido bien resuelto por Bianco. Se encargó al reconocido dramaturgo Alberto Conejero una versión del texto de Miguel Ramos Carrión. El resultado no ha podido ser más eficaz. Conejero ha trasladado el peso explicativo de los diálogos a un narrador, al mejor posible. Juan Echanove cuenta la historia desde el interior de uno de los personajes, Mateo. Y lo hace creando una atmósfera dramatúrgica en la que la escenografía aparece ante el espectador sin necesidad de más elementos que su voz y su forma de narrar, “No es recitar, no es interpretar, no se de que manera pero tengo que cantarlo”. Y su voz suena a música al lado del resto del reparto.

Para completar los aciertos de esta tempestad se ha contado con el mayor experto chapiniano en la actualidad, el director Guillermo García Calvo. Una partitura como esta, que tiene ya las influencias musicales de la época y que se detectan claramente en alguno de sus pasajes, requiere de un exacto conocimiento y lectura. El inicio de la obra presenta efectos instrumentales inspirados en Wagner, concretamente en el Holandés errante, con sus trémolos de cuerda y sus relámpagos. El saxofón, una novedad en ese momento, es claramente de influencia francesa. Como las arias de inspiración verdiana del barítono o del sexteto final. Todo ello sin que deje de reconocerse una partitura musical muy española. Este, junto con la capacidad teatral de Chapí, son los valores que García Calvo ha sabido leer en esta partitura y ha conseguido de la Orquesta un sonido homogéneo, lleno de detalles y de fluidez entre orquesta, narrador y cantantes.

Carlos Álvarez interpreta al malvado Simón en esta misteriosa zarzuela. Sus generosos y profundos graves crearon el Simón que evoluciona hacia el tormento que el autor describe. El barítono se encuentra en un momento vocal extraordinario. Su timbre verdiano es como un guante de seda en esta obra. El público vibró con su interpretación.

El tenor José Bros, como Beltrán, demostró la calidad de su instrumento desde su primera aria, “Salve costa de Bretaña”. La extraordinaria agilidad de su voz, aunque dice estar más cerca ya del tenor lírico que del lírico ligero, sigue intacta. Sedujo con su timbre pulido y un fraseo y línea de canto excepcional.

Teníamos ganas de volver a escuchar en la Zarzuela a Mariola Cantarero. Su personaje de Ángela, hijastra del malvado Simón, estuvo cargado de intención y delicadeza. Su timbre cálido y la elasticidad de su voz para filar y crecer hicieron las delicias del público.

La mezzosoprano Ketevan Kemoklidze es la primera georgiana que canta en el Teatro de la Zarzuela. Cada vez es más habitual que cantantes extranjeros se interesen por nuestro repertorio. Interpreta el personaje de Roberto y lo llena de nobleza y fuerza interpretativa.

El tenor Carlos Cosías es Mateo. Un joven vivaz que Cosías interpreta con decisión, gracia y buen gusto, y una dicción envidiable.

El bajo mexicano Alejandro López da vida al juez que, con toda solemnidad, se encarga de desvelar los misterios de la obra.

Otro personaje principal de esta tempestad es el coro. Chapí maneja muy bien en todas sus partituras la parte coral. En esta obra describe todo el ambiente dramático y adquiere un papel protagonista interactuando con los cantantes, sobre todo acompañando los concertantes que fueron ovacionados por un público a esas alturas entregado. Siempre empastado y mostrando en el coro de mujeres el optimismo que reina después de la tempestad.

La tempestad

El Teatro de la Zarzuela cumple una labor fundamental en la preservación, estudio y recuperación de nuestro patrimonio lírico. Y es por esta razón básica e imprescindible, entre otras de idéntica valía, que la programación de ‘La tempestad’ (melodrama fantástico en tres actos) se convierte en uno de los acontecimientos felices de la presente temporada. La obra de Ruperto Chapí, con libreto de Miguel Ramos Carrión, fue un clásico entre los clásicos, cumbre indiscutible de la creación del músico de Villena, que permaneció en cartel durante décadas, y que encumbró al compositor a la categoría de líder musical de su época. Y después, la repetida historia de siempre: sorprendentemente cayó en el olvido. Nació en el Teatro de la Zarzuela el 11 de marzo de 1882, y ‘murió’ en este mismo escenario un mes de noviembre de 1927, hace ahora algo más de 90 años. Por esta razón, el viernes 16 de febrero (20h00), y el domingo 18 (18h00) serán dos días claves para nuestra lírica, ya que la obra volverá a subir al escenario en que se estrenó hace 136 años, esta vez en versión de concierto y con adaptación libre del laureado dramaturgo Alberto Conejero.

Dirigida por el maestro Guillermo García Calvo, sin ninguna duda uno de los directores españoles más sobresalientes y requeridos en la actualidad, una de las razones que seguro abocaron a esta obra al olvido, además de la necesidad de una gran orquesta, es la dificultad extrema que supone para los cantantes abordar una partitura repleta de desafíos para sus cuerdas vocales. Para ello, para llegar a buen puerto (y nunca mejor dicho), es indispensable contar con un sexteto especialmente cualificado, y el Teatro de la Zarzuela ha reunido a un reparto de primer nivel internacional para la ocasión.

Así, la mezzosoprano georgiana de Tiflis, Ketevan Kemoklidze interpretará el papel de Roberto el pescador, enamorado de Ángela, huérfana tras la confusa muerte de su padre cuando aún era una niña, cuyo crimen no resuelto, como se verá, golpea la cabeza del misterioso asesino en una espiral de remordimiento. La huérfana amada, interpretada por la soprano Mariola Cantarero, corresponde a las mil maravillas el cariño llano y sincero de Roberto. El barítono Carlos Álvarez da vida a Simón, ese viejo avaro que tras aquel asesinato, cuyo mayor sospechoso fue un joven que se embarcó el mismo día con destino a las Indias, se erige como tutor de Ángela creando todo tipo de recelos, y que entra en rivalidad con Beltrán, encarnado por el tenor José Bros, un hombre que, precisamente, llega de las Indias como traído por los fantasmas, y que, en contra de aquel, ampara la relación y el desposo de los dos jóvenes. El juez que recuerda el crimen e impone la ley estará cantado por el bajo mexicano Alejandro López, y el de Mateo el pescador, pieza clave para la resolución de la trama, por el tenor Carlos Cosías.

Otro de los alicientes de esta Tempestad es la participación del actor Juan Echanove, que en la recreación de Conejero también se mete bajo la piel de Mateo, que precisamente es quien, pasados los años, va rememorando todos los acontecimientos que se le clavaron en la memoria como una estaca espinada. La Orquesta de la Comunidad de Madrid, Titular del Teatro, y el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, completan el cuadro artístico de esta histórica y doble recuperación.

La importancia de ‘La tempestad’
‘La tempestad’ supuso en su día una auténtica revolución conceptual en cuanto a lo que entonces se suponía que debía ser una zarzuela. Como en su día recordaba el musicólogo Luis Iberni: “Chapí adaptaba la zarzuela a las nuevas realidades musicales europeas que él conocía bien”. Hasta entonces, “nunca se había visto una zarzuela con tales exigencias canoras dado que demandaba un potente quinteto de voces como cualquier título de ópera”. El profesor Emilio Casares señala al respecto que ’La tempestad’ “pasó a ser un clásico y se mantuvo en cartelera durante decenios. En efecto, se oyó por décadas en toda la hispanidad, interpretada por las mejores voces de nuestra lírica”.

Casares afirma, complementando aquella fundada reflexión de Iberni, que Chapí, en 1882, “estaba preparado para dar a España una obra de tanta transcendencia, con la que muestra lo aprendido en Europa, y, sobre todo, propone un camino alternativo a la ópera y a la zarzuela tradicional en el propio escenario del Teatro de la Zarzuela: una ópera vestida con forma de zarzuela, por tener extensos “hablados”.

En cuanto a la valía de ‘La tempestad’ el musicólogo es categórico: “Hoy, después de tanto camino recorrido por la musicología, tenemos pocas dudas de que ‘La tempestad’ es uno de los más grandes monumentos de nuestra historia lírica. Por ello resulta tan difícil entender el olvido que se ha cernido sobre ella”. Y ahora, después de 90 años de silencio, el público tiene la oportunidad de volver a disfrutarla en el mismo escenario que la vio nacer y ‘desaparecer’.

Mademe Butterfly en el Festival de Peralada

Al igual que el pasado año con Turandot, el Festival de Peralada ha optado por otro título pucciniano, Madama Butterfly, con un gran triunfo para su protagonista la soprano albanesa Ermonela Jaho, en la interesante propuesta escénica de Joan Antonio Rechi, situada en un devastado Nagasaki por la explosión de la bomba atómica. Programada para los días 7 y 9 de Agosto. La segunda representación tuvo que ser suspendida al final del Acto I, debido a una intensa y persistente lluvia.

A comienzos del Siglo XX, Giacomo Puccini (Lucca, 1858-Bruselas, 1924) era ya un compositor de gran prestigio a nivel internacional. Sus óperas Manon Lescaut (1893), La Bohème (1896) y Tosca (1900) habían conseguido grandes éxitos. Sin embargo, el estreno de su siguiente ópera Madama Butterfly, en el Teatro alla Scala de Milán, el 17 de febrero de 1904, fue un rotundo fracaso, a pesar de la presencia de magníficos cantantes: Rosina Storchio como Butterfly, junto al Pinkerton de Giovanni Zenatello y el Scharpless de Giuseppe De Luca. Posiblemente, ese gran fiasco fue debido al poco tiempo de ensayos (la composición no estuvo concluida hasta fines de diciembre de 1903), y a la excesiva longitud del Acto II, que duraba alrededor de noventa minutos. Puccini realizó una revisión de la obra eliminando algunos pasajes del Acto I, dividiendo el Acto II en dos partes separadas por un amplio interludio orquestal, incluyendo una nueva aria para Pinkerton “Addio Fiorito asil” y también acortando la parte final de la ópera. La nueva versión fue estrenada con gran éxito en el Teatro Grande de Brescia el 28 de mayo de 1904.

Una tercera versión traducida al francés, fue estrenada en París, el 28 de diciembre de 1906, con nuevos recortes que afectaban fundamentalmente a la parte final de la ópera, realizados por Albert Carré, director de la Opera Comique, con el consentimiento de Puccini. Para el estreno en el Metropolitan de Nueva York, el 11 de febrero de 1907, Puccini volvió a utilizar la versión de Brescia, con pequeñas variaciones y contando con un imponente reparto que incluía la Butterfly de Geraldine Farrar, Enrico Caruso como Pinkerton y el Scharpless de Antonio Scotti. Giulio Ricordi realizó una edición, en 1907, en base a la versión parisina, que puede considerarse como la definitiva, con unos veinte minutos menos de música con respecto a la primera versión scalígera. Geraldine Farrar se convirtió en una Butterfly referencial, habiéndola interpretado en todas las temporadas del Metropolitan entre 1907 y 1922, compartiendo repartos, primero con Caruso y posteriormente con otros grandes tenores como Giovanni Zenatello (el primer Pinkerton), John McCormack, Hipolito Lazaro, Giovanni Martinelli y Beniamino Gigli. Otras famosas Butterfly de la época fueron Elisabeth Rethberg, Claudia Muzio y Lucrecia Bori.

Los años cincuenta y sesenta del pasado siglo constituyeron una época dorada para esta ópera, por la presencia de grandes Butterfly como Eleanor Steber, Renata Tebaldi, Victoria de los Angeles, Clara Petrella, María Callas, Renata Scotto, Leontine Price, Antonietta Stella, Pilar Lorengar y Monserrat Caballé. Victoria de los Angeles interpretó Butterfly muchas veces en teatro, desde que la debutase en el Metropolitan de Nueva York, en 1951, habiendo legado dos excelentes grabaciones discográficas para EMI: en 1954 con Giuseppe Di Stefano y en 1959 junto a Jussi Björling, en ambos casos con la Orquesta de la Ópera de Roma, respectivamente dirigidas por Gianandrea Gavazzeni y Gabrielle Santini.

Renata Tebaldi también fue una magnífica Butterfly, que interpretó por primera vez en teatro, en el Liceu de Barcelona, en 1958, realizando ese mismo año una grabación para DECCA, junto al Pinkerton de Carlo Bergonzi, dirigidos por Tullio Serafin al frente de Orquesta de la Academia de Santa Cecilia. Renata Tebaldi interpretó Butterfly sobre todo en Metropolitan neoyorkino, manteniéndola en su repertorio hasta 1961. María Callas fue una ocasional Butterfly aportando su vocalidad y extraordinario talento dramático, debutando el papel en una grabación para EMI, en 1955, junto a Nicolaï Gedda y la gran dirección orquestal de Herbert von Karajan al frente de la Orquesta del Teatro alla Scala, y ese mismo año interpretando en la Ópera de Chicago sus tres únicas representaciones en teatro junto al Pinkerton de Giuseppe Di Stefano.

En los años sesenta, irrumpió con gran fuerza la Butterfly de Renata Scotto, que reunía belleza vocal junto a una gran creación escénica, y que interpretó por primera vez en el Teatro Colón de Buenos Aires, en 1964, manteniéndolo en su repertorio durante más de veinte años con unas últimas representaciones en el Metropolitan, en 1987. Su grabación para EMI de 1966, resulta verdaderamente referencial, con el excelente Pinkerton de Carlo Bergonzi (mucho mejor que en su grabación con Tebaldi), junto al magnífico Sharpless de Rolando Panerai, y la extraordinaria dirección de Sir John Barbirolli al frente de la Orquesta de la Ópera de Roma. En 1974, y en una grabación para DECCA, Herbert von Karajan volvió a retomar esta partitura, al frente de la Filarmónica de Viena, en una suntuosa versión con la gran Butterfly de Mirella Freni (no la cantó nunca en teatro), junto al deslumbrante Pinkerton de Luciano Pavarotti y la magnífica Suzuki de Christa Ludwig.

El pasado diciembre pudo verse en la inauguración de la temporada en el Teatro alla Scala, la primera versión de Butterfly, con dirección orquestal de Riccardo Chailly, y cuya disponibilidad en internet permite establecer las diferencias con la versión más reducida que habitualmente suele escucharse. En el reparto intervenía la soprano uruguaya María José Siri como Butterfly, junto a dos de los interpretes que hemos podido escuchar en Peralada: el Pinkerton del tenor norteamericano Bryan Hymel y nuestro Carlos Álvarez como Scharpless.

La Madama Butterfly representada en Peralada es una coproducción de este festival y la Deutsche Oper am Rhein, que fue estrenada hace unos meses en la ciudad alemana de Duisburg (Renania del Norte-Westfalia), con la dirección escénica del andorrano Joan Anton Rechi. La escenografía de Alfons Flores sitúa la acción en el consulado estadounidense de Nagasaki, en un suntuoso salón con altas columnas clásicas en cuya pared de fondo puede verse una gran bandera de EEUU. Una plataforma giratoria permite el desplazamiento, por momentos, de elementos escénicos como el elegante despacho del cónsul Scharpless, o de los numerosos personajes que aparecen en escena durante la ceremonia de la boda entre Butterfly y Pinkerton, e incluso, la aparición del lecho nupcial donde ambos interpretan el precioso dúo final del Acto I. Seguidamente, puede escucharse el ruido del motor de un avión y un estruendoso sonido que reproduce el estallido de la bomba atómica sobre Nagasaki, pudiéndose ver la destrucción del consulado cuyas columnas se van desplomando a base de magníficos efectos visuales preparados por el diseñador de iluminación Alberto Rodriguez.

También, puede verse a modo de observatorio, una tosca plataforma que jugará un papel importante en todo el final de la ópera. Sin duda, esta escenografía puede resultar interesante desde el punto de vista dramático para resaltar la tragedia física y moral en la que está sumida Batterfly, desde la partida-abandono de Pinkerton, después de la boda. Cabe señalar flagrantes incongruencias entre texto cantado y espacio escénico, cuando Butterfly manda a Suzuki a buscar flores en ese árido lugar, o cuando Pinkerton comenta que después de tres años el paisaje no ha cambiado. Resultan bien resueltos los movimientos escénicos de los numerosos personajes en el transcurso del Acto I, produciéndose momentos de gran belleza cuando la figura de Butterfly aparece totalmente rodeada de blancas sombrillas.

Resaltar el diseño de vestuario a cargo de Mercé Paloma, donde se mezcla el mundo occidental y oriental: los elegantes y adecuados trajes de Pinkerton y Scharpless o el tradicional kimono que porta Butterfly, en comparación con la vestimenta occidental de sus parientes y amigos, que en el caso de los figurantes masculinos se combina con esos típicos moños que lucen en sus peinados. Buena dirección escénica de Joan Antón Rechi, quien consigue extraer el máximo de teatralidad a las actuaciones de cada uno de los personajes y en especial de la protagonista.

Madama Butterfly presenta claras influencias wagnerianas, con la inclusión de cantidad de motivos recurrentes dentro de un brillantísimo entramado orquestal en el que las voces se insertan como un instrumento más. También contiene muchos pasajes de una evanescente y colorista música impresionista. Por tanto, se trata de una ópera que requiere una buena orquesta, cuyo director sepa plasmar los múltiples detalles de esta riquísima partitura. En este caso, la prestación de la Orquesta Sinfónica de Bilbao no pasó de discreta, con una dirección a cargo del maestro israelí Dan Ettinger poco refinada, con tendencia a un excesivo volumen sonoro y sin conseguir dar realce a los muchos momentos donde la partitura adquiere unas dimensiones de intenso lirismo, como la entrada en escena de Butterfly o el gran dúo conclusivo del Acto I. Aceptable el sonido de maderas, metales y percusión, junto a una irregular prestación de la cuerda. Resultó incomprensible la interrupción del sonido, cuando se estaba ejecutando el preludio del Acto III, que así quedó dividido en dos partes.

Ermonela Jaho ha hecho de Butterfly su papel más paradigmático desde que lo interpretase por primera vez en Filadelfia, en 2009. Ya pudo escucharse su magnífica interpretación en El Liceu, en 2013, y muy recientemente, los pasados meses de junio y julio en el Teatro Real de Madrid. Sin poseer la contundencia vocal, que el personaje requiere en el Acto II, y sobre todo en todo el final de la ópera, ofrece una muy matizada interpretación, sacándole el máximo partido expresivo a cada palabra y a cada frase cantada. Durante el Acto I, mostró esa claridad tímbrica que requiere la ingenua y frágil Butterfly, de solo quince años, realizando una gran interpretación de “Ancora un passo” en un crescendo concluido con la frase “son venuta al richiamo d’amor, d’amor” rematado con un imponente Re5.

Ofrece toda una lección interpretativa en el precioso dúo con Pinkerton al final del Acto I. Ya, en el Acto II, realizó una extraordinaria y matizada interpretación de la famosísima aria “Un bel di vedremo”, emitiendo bellos filados; y, mostró gran capacidad para el canto de conversación en su largo dúo con Sharpless, dotando de un tremendo contenido dramático a frases como “Due cose potrei far: tornar a divertir la gente col cantar…oppur, meglio, moriré”, cuando Scharpless le plantea la posibilidad de que Pinkerton no regrese. Su interpretación en todo el final de la ópera, resultó impresionante, con esa demoledora frase recitada “Con onor muore chi non può serbar vita con onore” para continuar con el aria “Tu, tu, Piccolo iddio”, a la que dotó de patéticos acentos, mostrando de nuevo su magnífico registro agudo. Situada en toda esa escena final sobre esa plataforma antes mencionada; en el momento del suicidio se le cayó al suelo la daga, teniendo los suficientes recursos para resolver la situación. Ermonela Jaho se implicó de tal manera en su personaje, que incluso saludó al público sollozando.

El tenor norteamericano Bryan Hymel, mostró una voz de gran poderío y atractivo tímbrico en la franja aguda, que pierde brillantez en los registros central y grave. Su presencia escénica muestra la faceta más arrogante y canallesca del seductor Pinkerton. Todo ello se pone de manifiesto en su dúo inicial con Sharpless, y cuando canta de manera desenfadada el aria “Amore o grillo, dir non saprei”. Sin embargo, su prestación decae en el gran dúo final del Acto I, con un canto escaso de matices en comparación con la exquisita interpretación de Ermonela Jaho. Ya, al final del dúo, ambos juntas las voces emitiendo un Do4, bien proyectado hacia delante por la soprano y que al tenor se le queda más atrás. Su mejor intervención se produjo en el aria “Addio Fiorito axil”.

Magnífico el Sharpless de Carlos Álvarez, elegante y lleno de nobleza, mostrando su bella vocalidad y gran interpretación escénica, que va matizando, primeramente, en su dúo inicial con Pinkerton al que acompaña en su malévolo juego. Ya, en el Acto II, en ese gran dúo con Butterfly, donde muestra su gran dominio del canto de conversación con un incisivo y contrastado fraseo. Brillantísima resulta su intervención en el precioso trío “Io so che alle sue pene” junto a Suzuki y Pinkerton, donde la voz del barítono malagueño se impone a las otras dos. En el dúo que sigue con Pinkerton “Non ve l’avevo detto?” vuelve a ofrecer su excelente línea de canto finalizando su intervención con la solemne y matizada frase “Andate, il triste vero da sola apprenderà” . En suma, una gran interpretación de Carlos Álvarez.

La mezzo Gemma Coma-Alabert perfiló una Suzuki de gran lirismo y fuerza expresiva, que se da cuenta desde el principio de la mala conciencia de Pinkerton. Muy bien en el Acto II, en sus puntuales intervenciones bien conjuntada con Ermonela Jaho, y que tiene su culminación en el conmovedor dúo de las flores. Viçens Esteve realizó una buena interpretación del interesado e histriónico casamentero Goro. Excelente el joven barítono Carles Pachón en su breve intervención como el príncipe Yamadori.

La actuación del Coro del Liceu, fue mejorando en el transcurso de la representación, resultando discreta en la entrada escénica de Butterfly, mejorando en el precioso “O Kami! O Kami!, y consiguiendo su mejor prestación en el famoso “Coro a boca cerrada”, que cierra el Acto II.

Texto: Diego Manuel García Pérez
Fotografías: Toti Ferrer

Castell de Peralada

Ha sido un espectáculo muy emotivo con cinco grandes voces de la lírica internacional compartiendo el escenario del Auditori del Parc del Castell: Sondra Radvanovsky, Eva-Maria Westbroek, Marcelo Álvarez, Carlos Álvarez y Ambrogio Maestri. Los cinco son amigos y compañeros de profesión y menos Ambrogio Maestri, que ha debutado en Peralada, el resto son amigos del festival en el que han actuado en varias ediciones. Han mostrado una gran compenetración en sus actuaciones a dúo y sobre todo en el último bis La traviata, de Verdi, en la que han intervenido los cinco. Durante la Gala lírica se han escuchado piezas como la apertura Sois Immobile, de Rossini, Signore, v’assista il cielo!, de Verdi, Vissi d’arte, de Puccini o una pieza de autor que nunca se ha interpretado al festival: Ah! Tout est bien fini … Ô Souverian … de Massenet.

Los bises, que han tenido una duración de 30 minutos han sido: Falstaff / “El onore” «de Verdi, interpretada por Ambrogio Maestri. Carlos Álvarez ha cantado «La del soto del Parral / Romanza de Germán (Los cantos alegre… Ya mis horas felices») de Soutullo y Vert. En su turno, Marcelo Álvarez, ha cantado La taberna del puerto / Romanza de Leandro (No puede ser) de Sorozábal. I could have danced all night de My Fair Lady fue el bis de Sondra Radvanovsky y Eva Maria Westbroek ha cantado «Ebben, ne andro lontana» de La Wally, de Catalani.

Con la Traviatta, de Verdi y los cinco artistas ante el público, el escenario se ha iluminado de fiesta y ha bajado el confeti por todo el auditorio mientras se escuchaban bravos y repiques de pies desde las gradas dando una gran aprobación a la Gala.

Acompañados por una gran amiga del festival: la orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), dirigida por Daniele Rustioni, la gala ha estado conducida por Ángel Llàcer. El director escénico ha sido, Albert Estany.

 

Otello

Memorable la representación de Otello que tuvo lugar el día 1 de agosto, en la presente edición del Festival Castell Peralada. Una incierta metereología, propiciaba mirar de continuo el cielo ante la presencia de nubarrones -de hecho, la noche anterior había descargado una fuerte tormenta- que podían presagiar lluvias con la consiguiente suspensión de la representación. Afortunadamente, pudo contemplarse este Otello verdaderamente magnífico a nivel musical y escenográfico. En esta nueva coproducción, encargo de los Festivales de Peralada y Macerata, el murciano Paco Azorín, como director escénico, hace girar toda la acción alrededor del perverso y manipulador Yago, magistralmente interpretado por Carlos Alvarez, cuyo absoluto dominio escénico ya se pone de manifiesto en los prolegómenos de la representación, moviéndose como un auténtico “maestro de ceremonias”, atento a todos los detalles, incluso, instando al responsable de la luminoctécnia a cambiar el gran rótulo del espectáculo “Otello de Giuseppe Verdi”, por “Yago de William Schakespeare”.

Azorín muestra su predilección por el dramaturgo inglés, al insertar, de manera muy acertada en el contexto de la acción, sus bellísimos sonetos 43 y 138, cuyos textos proyectados sobre la cortina del escenario introducen los Actos II y IV. La escenografía diseñada por Paco Azorin, resulta de absoluta sencillez consistente en dos grandes bloques macizos, que van tomando diferentes posiciones y, por momentos, encajan una empinada escalera central. Los bloques tienen rampas que permiten a los personajes situarse en diferentes planos dramáticos. Los efectos escénicos se complementan con diversas proyecciones diseñadas por Pablo Chamizo: un mar embravecido por la tormenta en el arranque de la ópera, y en cuyo final ese bello mar se muestra en total calma, como fondo de los inertes y entrelazados cuerpos de Otello y Desdemona ya unidos por toda la eternidad.

También, ese sauce que ambienta la canción de Desdemona, que va perdiendo sus hojas, convirtiéndose en un siniestro bosque, conforme la escena va derivando hacia su trágico final, o ese infernal fondo rojizo en el desarrollo del intenso y dramático dúo de Otello y Yago, al final del Acto II. Y, cuando Yago va introduciendo en Otello el demonio de los celos, puede verse proyectada en sombras las siluetas de Desdemona y Cassio conversando, imagen que manipulada por Yago hace creer a Otello en la relación amorosa de ambos. El atractivo diseño de iluminación a cargo de Albert Faura, completa esta acertada puesta en escena. El vestuario diseñado por Ana Garay resulta intemporal y de color negro en las vestimentas de todos los personajes, en contraposición con el blanco inmaculado que siempre luce la ingenua e inocente Desdemona.

En el caso de Yago, y para plasmar su doble juego a lo largo de la obra, podemos verle con una chupa de cuero, típica de un motero macarra, que cambia por su uniforme oficialista cuando está en presencia de Otello.

Notable prestación de la Orquesta del Liceu, con una detallada dirección de Riccardo Frizza, diferenciando planos sonoros, buscando establecer tensiones y conjugando los momentos de mayor impacto sonoro al comienzo de la ópera, con otros de intenso lirismo, como la música que introduce y acompaña el dúo de Otello y Desdemona al final del Acto I, o el bellísimo tema musical sobre las palabras de Desdemona “Dammi la dolce, lieta parola del perdono”, que va reapareciendo en el transcurso del cuarteto Otello-Desdemona y Yago-Emilia (ambas parejas situadas en diferentes planos dramáticos) del Acto II. Resultó bien ejecutada la introducción orquestal de fuerte aliento sinfónico del Acto III. Buena prestación de las diferentes secciones orquestales, aunque con unos metales, por momentos, un tanto desajustados.

Gregory Kunde se ha convertido en los últimos años en un Otello de referencia, siguiendo la estela de otros grandes interpretes de este personaje: Francesco Merli, Ramón Vinay, Mario del Monaco, el recientemente desaparecido John Vickers y Plácido Domingo. Por su cuidado fraseo y total respeto a todas las notas escritas por Verdi, el Otello interpretado por Kunde tiene semejanzas con el de Vickers, aunque sin poseer el registro grave que exhibía el gran tenor canadiense.

Por otra parte, resulta verdaderamente insólito que Gregory Kunde sea capaz de cantar con diferencia de pocos días el Otello rossiniano en el Teatro alla Scala, cuya última representación tuvo lugar 24 de julio, y el Otello verdiano en Peralada, el 1 de agosto. Ya resulta imponente su heroico “Esultate” al comienzo de la ópera, en contraposición con el lirismo que ofrece en su interpretación del intenso dúo con Desdemona “Già nella notte densa”con el que finaliza el Acto I. Ya, en el Acto II, su gran interpretación de “Tu? Indietro! Fuggi….Ora e per sempre addio”, junto al dramático dúo con Yago “Oh! Mostruosa colpa…… Sì, pel ciel marmoreo giuro” lleno de heroicos acentos. Su extraordinaria y matizada interpretación de “Dio! Mi potevi scagliar”, en el Acto III, donde luce un impecable fraseo, su capacidad para el canto legato, las medias voces y unos fáciles y rotundos agudos. Dosifica su caudal sonoro para llegar en óptimas condiciones al final de la ópera y cantar con patéticos y estremecedores acentos “Niun mi tema”. Junto a su excelente vocalidad, Gregory Kunde ofrece una gran actuación teatral.

Carlos Alvarez compone un excepcional Yago, conjugando su magnífica vocalidad con una extraordinaria actuación teatral. Se trata de un personaje que el gran barítono malagueño domina a la perfección, y que tuve la fortuna de escucharle cuando lo cantó por primera vez, con gran éxito, en el ya lejano otoño de 2002, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, con dirección musical de Jesus Lopez Cobos.

En esta representación de Peralada, Carlos Alvarez domina la escena desde los mismos prolegómenos de la representación, urdiendo su maléfica trama, que concluye al final del Acto III, poniendo su pie encima de un desvanecido Otello, con la despectiva frase “Ecco il leone”. Ya, durante el desarrollo del Acto I, eminentemente coral, Alvarez brilla teatralmente en sus duettos con Roderigo y Casio. En el Acto II, interpreta de manera espléndida el recitativo-aria “Vanne! La tua meta……Credo en un Dio crudel” donde muestra todo su nihilismo y maldad, con un fraseo lleno de intencionalidad y énfasis, sobre todo al final del aria “E poi? La morte è il nulla. È vecchia fola il ciel”. Destacar de sobremanera su sibilina interpretación de “Era la notte, Cassio dormia” intercalado en su largo dúo con Otello, concluido magistralmente cuando Alvarez y Kunde juntan sus voces “Si, pel ciel marmoero giuro”. En el Acto III su manipulador dúo con Cassio “Vieni, l’aula è deserta”, con la presencia en diferente plano dramático de un enloquecido Otello. Las incursiones de Eva-María Westbroek en variopintos repertorios: wagneriano, verista, pucciniano, verdiano, de Janacek, o Lady Macbeth de Shostakovich, empiezan a pasarle factura; y, sus poderosos medios vocales se ven afectados por un ostensible vibrato junto a cierta perdida de homogeneidad en la emisión. Ello se pone de manifiesto en su interpretación de Desdemona, sobre todo en los momentos de más delicado lirismo, como el gran dúo con Otello del Acto I, o en sus intervenciones durante el Acto II: dúo con Otello “D’un uom che geme” seguido del cuarteto “Se inconscia contro te, sposo, ho peccato”.

La soprano holandesa consigue sus mejor prestación en el Acto III, en los momentos de mayor empuje dramático: dúo con Otello “Dio ti giocondi, o sposo…..Esterrefatta fisso” y, sobre todo, en “A terra! Si, nel livido fango” marcado con patéticos acentos ante el desprecio y humillación a que es sometida por Otello. Ya en el Acto IV, controla mejor la emisión realizando una buena interpretación en “Piangea cantando nell’erma landa” (Canción del sauce), seguida del “Ave Maria”, piena di grazia”. Parece ser, que Eva-Maria Westbroek, no se encontraba en plenitud vocal y ello ya se puso de manifiesto en el ensayo general de Otello. Recuerdo su esplendida Sieglinde (una de sus grandes creaciones) de La Walkiria, en 2009, junto al Siegmund de Plácido Domingo, en el valenciano Palau de les Arts, que supuso su debut en España. Y, sobre todo, su extraordinaria creación de Lady Macbeth de Shostakovich en el Teatro Real de Madrid, en 2011, donde tuve ocasión de entrevistarla, en una muy agradable y distendida conversación realizada en español, donde mostraba su gran admiración por Renata Tebaldi. Escuchando una grabación en video de La forza del destino, en 2008, desde el Teatro de la Moneda de Bruselas, se puede constatar su magnífica creación de Leonora siguiendo el modelo de Tebaldi, y con bastante adecuación al llamado “canto verdiano”. Sin embargo, los siete años transcurridos no han pasado en balde.

Señalar también, en este Otello, la notable actuación como Cassio del tenor Francisco Vas, así como de Mireia Pinto en el papel de Emilia y Vicenç Esteve como Roderigo. Buena actuación del Coro del Liceu, bien dirigido por Conxita Garcia, con su gran protagonismo en el Acto I, o el magnífico concertante del Acto III. Finalmente, señalar la buena actuación -simplemente como actores- de los seis esbirros de Yago.

Texto: Diego Manuel García Pérez-Espejo
Fotografías: Miquel González / Shooting

Otello

Mucha era la expectación que había generado el estreno del Otello de Zubin Mehta y Davide Livermore en el Palau de Les Arts. Y oportuno y merecido el éxito que ha cosechado.
Mientras otros miran hacia dentro, sin encontrar nada, Les Arts pone fin a su magnífica temporada con una demostración de fuerza. Ni las amenazas de la crisis, ni las dificultades para conseguir recursos han sido un obstáculo para que Valencia haya ofrecido una importante temporada de ópera, que culmina con la brillantez de esta obra de producción propia.
Otello, la perfecta tragedia tramada por Giuseppe Verdi y Arrigo Boito, es una obra heroica e intensa con la que Verdi logra continuidad musical y dramática a través de sus intensos monólogos y dúos, más declamados que cantados, y con una orquestación que acentúa el dramatismo y la sutileza a lo largo de toda la obra.
La ópera da comienzo y transcurre con un gran despliegue de efectos visuales. El director de escena y de iluminación, Davide Livermore, sorprendió con su planteamiento escénico formado por una plataforma en espiral, con un núcleo móvil.
Sobre el mismo escenario se suceden todas las escenas, cada una definida por unas efectistas proyecciones, desde un mar embravecido a las íntimas estancias donde se desarrolla la tragedia y muerte de Desdémona. Aunque fueron precisamente las imágenes que ilustraron el crimen las menos afortunadas por quedar fuera de contexto.
Una escenografía cargada de simbolismo. Los celos, el resentimiento, la traición… representados por un gran agujero negro que los actores recorrían acercándose o alejándose del núcleo.
Y como maestro de ceremonias, un Zubin Mehta que, a pesar de llevar la obra en un tempo tal vez demasiado lento, desplegó gran variedad de matices en una pulcrísima dirección, más brillante en los momentos explosivos que en los delicados.
La Orquesta de la Comunidad Valenciana, merecidamente ovacionada, respondió con flexibilidad y soltura a las órdenes de la batuta, consiguiendo momentos de gran belleza, sobre todo por parte de las cuerdas, y alcanzando los efectos sonoros tan determinantes en Otello.
El tenor estadounidense Gregory Kunde, que llegó al Palau sustituyendo a Aleksandrs Antonenko, fue otra agradable sorpresa de la noche. Aunque para la voz de Otello me gusta un timbre más oscuro y menos rossiniano, el de Kunde fue un Otello sobresaliente. Sin pretender buscar sonoridades graves, que definen mejor al personaje, pero que él no posee, lo mejor fue la variedad de armónicos, sobre todo en las notas altas que atacó sin miedo. Lástima que al apianar su voz pierda consistencia. Pero dotó a su personaje de un emocionante dramatismo, sobre todo en el último acto y en la escena, cargada de simbolismo, en la que Yago repite como una sombra todos sus movimientos.
María Agresta, como Desdemona, fue de menos a más. Posee un hermoso timbre y una hábil capacidad de regulación de su voz. Construyó una Desdemona delicada, inocente y de gran sentimiento, aunque debe trabajar más la dramatización.
Otro de los atractivos de la noche era poder escuchar de nuevo, esta vez como el maquiavélico y traidor Yago, al barítono Carlos Álvarez. Su regreso a los escenarios está siendo cuidadosamente pausado.
Su voz no es la de antes. El volumen ha disminuido y evidenció dificultades en los ascensos. Pero su fraseo, su nobleza sobre el escenario, su canto elegante y un primer y segundo actos en los que su instrumento sonó firme y lleno de musicalidad, dejan la puerta abierta a una evolución vocal innegable. Visiblemente emocionado recibió una gran ovación.
Marcelo Puente, como Cassio, y sobre todo Cristina Faus como Emilia, resolvieron con mucha dignidad sus papeles.
Muy bien el Coro de la Comunidad Valenciana. Potente y bien desenvuelto por el escenario. Más discreta fue la actuación del coro infantil, Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats, manifiestamente mejorable.
Escelente la dirección de actores. Verdi tiene la dificultad de sus grandes cuadros escénicos, con multitudes sobre el escenario que no siempre son fáciles de gestionar. En esta ocasión Davide Livermore realiza una excelente dirección actoral. El equilibrio sobre el escenario es permanente, también cuando éste se llena de coro, soldados, cantantes, niños… No es fácil mover tanta gente en una superficie tan irregular, pero Livermore lo consigue.
El vestuario, del propio Livermore, redondea el empaque de los personajes, sobre todo de Otello y Yago. Aunque confieso que no entendí bien el peinado del coro de mujeres.
En definitiva, un Otello que, con toda su carga dramática, está lleno de frescura, de luz y de talento sobre y tras es escenario.

OTELLO
Giuseppe Verdi (1813-1901)
1 de junio de 2013
Ópera en cuatro actos
Libreto de Arrigo Boito. Basado en el drama homónimo de W. Shakespeare
D. musical: Zubin Mehta
D. escena iluminación: Davide Livermore
Videocreación: D-WOK
Nueva producción del Palau de Les Arts Reina Sofía.
Gregory Kunde, Carlos Álvarez, María Agresta, Marcelo Puente, Cristina Faus, Mario Cerdá

Críticas