Celso Albelo

El tenor tinerfeño realizó este viernes la proeza vocal de asumir con éxito memorable el temido rol de Arturo de I Puritani en Mahón, cuatro días después de enamorar al público bilbaíno con su primer Manrico de Il Trovatore, dos papeles muy alejados vocalmente y que el cantante español ha interpretado en una misma semana.

Toda una proeza vocal. El tenor canario Celso Albelo, uno de los más aclamados de la cantera lírica española de los últimos años, ha dejado boquiabiertos a sus seguidores. Si el 30 de mayo cantaba la última función en ABAO Bilbao Opera del emblemático rol de Manrico de Il Trovatore de Verdi con gran éxito y en la línea de ir ampliando su repertorio hacia papeles de mayor peso vocal, el 2 de junio –cuatro días después–asumía el casi imposible papel de Arturo de I Puritani de Bellini: dos de los papeles más difíciles de la cuerda de tenor y de estilos casi contrapuestos. En contadas ocasiones un mismo cantante se ha visto capaz de tener en repertorio ambos personajes, ni mucho menos llegar a interpretarlos con pocos días de diferencia. Celso Albelo lo ha conseguido en una carambola que cuesta creer. La ópera de Bellini la está cantando en su regreso a la temporada de la Asociación Amics de s’Òpera de Maó en el Teatre Principal de la capital de Menorca, donde hoy canta la segunda y última función del ciclo.

Albelo afirmaba esta misma semana en una entrevista ofrecida al Diario de Menorca, que su experiencia con Manrico ha sido “fantástica”, papel que se inserta en la ampliación de su repertorio “de acuerdo con mi propia evolución vocal; los títulos que canto deben ir adaptándose a mi desarrollo físico, ya que el cuerpo cambia. El bel canto, con compositores como Bellini o Donizetti, ha marcado mi trayectoria, pero desde hace un tiempo ha sido hora de ir incorporando otros autores, como Verdi o Puccini, sin dejar de lado ni renunciar a algunas óperas que me han acompañado siempre”, como es el caso de I Puritani, cuyo protagonista, Arturo, es otro gran reto. “Es uno de los personajes que más tiempo llevo cantando, y desde el inicio de mi carrera. Nunca imaginé que, a día de hoy, después de más de veinte años, lo tendría todavía en repertorio, pero aquí sigue. Arturo es un papel mítico para los tenores, por su dificultad y belleza, y para abordarlo hay que mantener una alta concentración porque tiene una tesitura casi imposible”, asegura. Lo cierto es que el tenor canario dejó asombrado al público después de incluir el temido Fa sobreagudo en su temible aria “Credeasi, misera”. El resultado, según medios como Cadena Ser, fue una “noche de ensueño con unos ‘I Puritani’ que quedarán grabados en la retina de los aficionados de la ópera por mucho tiempo”.

Tras culminar la temporada con este doble broche de oro, este verano Celso Albelo ofrecerá un concierto junto a la soprano Ainhoa Arteta en el Festival Noches Mágicas de Alicante (6 de agosto), y en la temporada 2023/24 destacan importantes compromisos como su primer Chevalier des Grieux en Manon de Massenet para inaugurar la temporada del 75° aniversario de la Ópera de Oviedo, su debut en el Teatro Municipal de Santiago de Chile con Don Pasquale o su debut como Hoffmann de Les

Foto © Xavier Marquès Triay_ Fundació Menorquina de l’Òpera

Il trovatore

El director italiano afianza su relación con el coliseo barcelonés, ahora con la popular ópera verdiana, de la que dirigirá diez funciones en una producción con dirección de escena de Àlex Ollé, antes de afrontar compromisos en Bérgamo, Bolonia, Venecia y Nápoles.

Este jueves, 27 de octubre, Riccardo Frizza subirá nuevamente al podio del Liceu de Barcelona esta vez para dirigir Il trovatore, de Giuseppe Verdi. Desde su debut en el teatro catalán en la temporada 2005/06 con Semiramide de Rossini, el maestro italiano, uno de los directores más importantes de su generación, ha consolidado un fuerte vínculo con el escenario de La Rambla y su público con títulos como Capuleti e i Montecchi (2015/16), Rigoletto (2016/17), L’Italiana in Algeri (2018/19), Les contes d’Hoffmann y el concierto Las Tres Reinas junto a la soprano Sondra Radvanovsky (2020/21). Con funciones los días 27, 28, 30, 31 de octubre y 2, 3, 5, 6, 7 y 8 de noviembre, Frizza contará en los roles principales con dos casts alternativos de primeras espadas de la lírica como son Saioa Hernández y Hibla Gerzmava (Leonora), Ksenia Dudnikova y Judit Kutasi (Azuzena), Vittorio Grigolo y Yonghoon Lee (Manrico), Juan Jesús Rodríguez y Àngel Òdena (Conde de Luna) y Gianluca Buratto y Krzysztof Baczyk (Ferrando).

El maestro Frizza se reencuentra con el público liceísta en lo que define como “un período del año muy verdiano, ya que acabo de dirigir Simon Boccanegra –en la primera versión de 1857– en el Festival Verdi de Parma ante de regresar, en diciembre, a La Traviata en el Teatro Comunale de Bolonia (incluyendo en estas semanas, y como exigen las fechas, al Festival de mi querido Donizetti en Bérgamo). Ahora estoy a punto de dirigir diez funciones de Il trovatore en el Gran Teatre del Liceu. El coliseo barcelonés retoma la producción de Àlex Ollé, creada para la Ópera de París e inspirada en la Primera Guerra Mundial, en la que se refleja de forma aún más desgarradora la inserción de un conflicto fratricida movido por el odio y la venganza. Il trovatore es quizá la obra maestra más representativa del arte de Verdi en su fase más romántica, la de su trilogía popular compuesta entre 1851 y 1853. Verdi se inspiró en El trovador de García Gutiérrez, un drama caballeresco representado en Madrid en 1836. España ha sido un escenario que ha fascinado siempre a compositores operísticos, desde Mozart a Bizet, pasando por Verdi y el poder de óperas como Ernani, La forza del destino, Don Carlo y, cómo no, Il trovatore”.

El exotismo que lo español ejercía en esa época y su poder evocador era considerable especialmente en Italia, donde además generó un imaginario alimentado por la presencia histórica de la corona española. Pero en Il trovatore, más que inspiraciones hispánicas como guerras, luchas dinásticas o autos de fe, destaca el decisivo componente gitano. Fue el mismo Verdi quien escogió y propuso a Cammarano ese intrincado tema, así como él mismo trabajó más el nivel de la creatividad, la fantasía y la dimensión psicológica que la propiamente descriptiva. La presencia del pueblo gitano se sumerge con fuerza y consistencia en el relato, contribuyendo a crear el famoso matiz de la obra, su intenso color rojizo del que la famosa cabaletta “Di quella pira” es el ejemplo más popular. Para dar sonido a este fuego tendré a mi disposición a las maravillosas agrupaciones corales (preparadas por Pablo Assante) y orquestales del Liceu y a dos elencos alternativos en los que brillan estrellas con una sólida vocación verdiana”. Además, continúa Riccardo Frizza, “es siempre una enorme satisfacción trabajar en un teatro histórico y de gran tradición operística como el Liceu, donde me siento como en casa y en el que cada año veo crecer el nivel tanto de la orquesta como del coro”, concluye el director de Brescia.

Tras Il Trovatore en Barcelona, a Riccardo Frizza le espera una temporada sin descanso que lo llevará al Festival Donizetti de Bergamo (La Favorite), al Teatro Comunale de Bolonia (La Traviata), al Auditorio Manzoni de Bolonia para un concierto junto a la soprano Maria Agresta, al Teatro La Fenice de Venecia (Ernani) y al Teatro San Carlo de Nápoles (Anna Bolena).


 

Il Trovatore arde en el Teatro Real
IL TROVATORE
Giuseppe Verdi (1813-1901)
Dramma en cuatro partes
Libreto de Salvadore Cammarano, basado en la obra de teatro
El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez
D. musical: Maurizio Benini
D. escena: Francisco Negrín
Escenógrafo y figurinista: Louis Désiré
Iluminación: Bruno Poet
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Hibla Gerzmava, Artur Rucinski, Marie-Nicole Lemieux, Piero Preti,
Roberto Tagliavini, Cassandre Berthon, Fabián Lara, Moisés Marín, Sophie Garagnon
El Teatro Real estrena Il Trovatore, una de las óperas verdianas más populares y emblemáticas desde el momento de su estreno, y lo hace en coproducción con la Opéra de Monte-Carlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.Fue compuesto el mismo año que La traviata y Rigoletto, pero Trovatore contiene ya el dramatismo belcantista que fue evolucionando en óperas posteriores. Los cambios técnicos y vocales, inician este período del belcanto, ese tránsito de la juventud a la madurez del maestro italiano.Otra de las razones por las que Il Trovatore es una ópera fetiche es por el desafío vocal para los cantantes. En parte, por lo que está escrito en la partitura y en parte por lo que no está escrito, y que, por tradición, se canta. Muchas de las dificultades de la obra, en realidad, no están escritas por Verdi, pero son muchos los cantantes que las llevan a cabo. Uno de estos ejemplos está en la segunda cabaletta de Leonora en el cuarto acto. En la versión que se representa en el Teatro Real, se interpreta, lo que hace que este rol sea extremadamente difícil. Según el maestro Benini, antiguamente se omitía este fragmento a petición de la cantante por su dificultad. Benini considera que es necesario mantenerla “porque la propia forma del belcanto exige respetar esta estructura, el arco compuesto por recitativo – aria – cabaletta. Si cortamos la cabaletta, cortamos el arco melódico.”Otro de los elementos que pertenecen a la tradición es el famoso Do de Manrico en el aria de La pira. En realidad, este Do aparece escrito a lápiz en la partitura original, pero no fue escrito por Verdi, se añadido con posterioridad. Y es que el belcanto siempre ha exigido una evolución de la vocalidad. Había que ser fiel a estos principios belcantistas y demostrar el virtuosismo de los cantantes y, tal vez, debía quedar también reflejado por escrito, de ahí su incorporación, en forma de añadido, a las partituras. Pero originalmente no aparece.

La endiablada vocalidad de Trovatore requiere, según el propio Verdi, de la participación de cinco cantantes de primer orden. No solamente el tenor y la soprano, todos deben ser los mejores cantantes en ese momento para estos roles. En el caso de esta producción del Teatro Real, más concretamente, del segundo reparto, este requerimiento no se cumple.

También el libreto ha sido objeto de polémica por su enrevesada trama. Una sucesión de escenas imposibles y de difícil comprensión y seguimiento por parte del público. Todas las pasiones desatadas entre los cuatro personajes principales, una gitana y su maldición, un trovador, falso hijo de la gitana, un malvado conde y una dama, Leonora, a la que pretenden los dos protagonistas. El amor, le venganza y el hechizo, son los argumentos principales del libreto de Salvadore Cammarano que, a su muerte, Verdi quiso respetar sin efectuar en el ningún cambio.

El director de escena Francisco Negrín ha tomado el fuego como elemento conductor y protagonista de la escenografía. Tiene una gran presencia a lo largo de la obra y representa ese pasado que quema la posibilidad de tener presente y futuro. Para Negrín, todos tenemos una carga del pasado que nos afecta y condiciona nuestras vidas.

La atmósfera oscura y asfixiante que se consigue es el elemento perfecto donde se desenvuelven los fantasmas del pasado de los personajes que se mezclan con ellos. Una oscuridad que se mantiene a lo largo de toda la obra y que termina resultando incómoda para el espectador. Sobre todo en la primera parte, que se convirtió en soporífera. Una escenografía con poca o ninguna originalidad y con detalles que poco aportaban a la obra.

El gran acierto de esta producción vino del foso. La experiencia de Maurizio Benini con el repertorio verdiano son de esas que hacen crecer la confianza tanto en la orquesta como en los cantantes. Elemento importante, el coro, fue de menos a más para terminar de forma espectacular.

La Azucena de Marie-Nicole Lemieux estuvo correcta en la interpretación, con unos poderosos graves que acentuaban el carácter oscuro del personaje. Pero resultó por momentos un poco gritona y con una línea d canto algo tosca.

El Manrico de Piero Preti se fue empequeñeciendo según avanzaba la obra. Su timbre es agradable pero la sensación era de debilidad, también en lo interpretativo.

Roberto Tagliavini ofreció una imagen de Ferrando más consistente, al igual que el Conde de Luna de Artur Rucinski, que acompañó sus potentes graves con una buena presencia escénica.

La más aplaudida de la noche fue la Leonora de Hibla Gerzmava, con una línea de canto más que correcta, dotó a su personaje de sensibilidad y elegancia.

Con esta obra el Teatro Real celebra con otro gran éxito su semana de la ópera, acontecimiento que ya se ha convertido en tradicional.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Se ofrecerán 14 funciones de Il trovatore, entre el 3 y el 25 de julio, en una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.

El 6 de julio, sábado, a las 21.00 horas, Il trovatore será retransmitida en Facebook, en la página de vídeo del Teatro Real, en Opera Vision (Opera Europa) y en pantallas instaladas en rincones de toda España, iniciando la programación de la quinta edición de la Semana de la Ópera (6 al 14 de julio).

Inscripciones abiertas hasta el 30 de junio para todos los ayuntamientos e instituciones que quieran retransmitir la ópera con el apoyo técnico y promocional del Teatro Real: como unirse a la retransmisión.

Fuera de España la ópera será retransmitida en China, India y distintos países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

La puesta en escena de Francisco Negrín procura deslindar los hilos dramatúrgicos de la siniestra trama de Il trovatore, con sus constantes flashbacks, basada en el drama del español Antonio García Gutiérrez.

En el foso estará Maurizio Benini, veterano director musical italiano, que volverá al Real después de sus elogiadas interpretaciones de Tosca y L’elisir d’amore.

Tres repartos de grandes voces verdianas darán vida al cuarteto protagonista de Il trovatore, encabezados, en el estreno y en la retransmisión del 6 de julio, por el tenor Francesco Meli, la soprano Maria Agresta, la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk, el barítono Ludovic Tézier y el bajo Roberto Tagliavini.

En torno a Il trovatore se ofrecen múltiples propuestas culturales en el Teatro Real. [Ver agenda al final.]

Las funciones de Il trovatore están patrocinadas por Endesa.

La retransmisión de la ópera, en coproducción con RTVE, integrada en la Semana de la Ópera, está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Entre los días 3 y 25 de julio el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de una nueva producción de Il trovatore, de Giuseppe Verdi, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera, que han estrenado la producción el pasado año.

Diecisiete  años después del gran triunfo de Antonio García Gutiérrez (1813-1884) con su obra El trovador (1836), Giuseppe Verdi encargó al veterano libretista Salvatore Cammarano transformar el imbricado drama del poeta romántico español en un libreto que rehuyera los tradicionales números operísticos cerrados ─arias, cabaletas, cavatinas, dúos, tríos, coros, etc.─ y primara la continuidad y fluidez del discurso dramatúrgico. Cammarano ─que falleció sin llegar a concluir la ópera─ creó, sin embargo, un libreto que incorpora todos los clichés formales de la época, aunque estructuralmente equilibrado: cuatro actos divididos en dos escenas de duración desigual.

En la ópera se entrecruzan dos líneas argumentales: la sed de venganza de la gitana Azucena, cuya madre e hijo han muerto en la hoguera, y el triángulo amoroso en el que Leonora es disputada por dos pretendientes enemigos, que representan a familias, clases e idearios opuestos.

Con esos mimbres, Verdi compuso una ópera llena de nervio dramático, belleza melódica y geniales efectos teatrales, que fluye inagotable y vertiginosa, sorteando las incongruencias y excesos del libreto: música de alto voltaje que brota, arrolladora, arrastrando al público a una catarsis colectiva, impúdica e inevitable.

La producción de Il trovatore que se podrá ver en el Real, concebida por Francisco Negrín, pretende ayudar al espectador a deslindar los tenebrosos meandros del drama, resaltando sus pulsiones ocultas. Partiendo de los elementos metafóricos del libreto ─el tiempo, el fuego y la noche─ Negrín muestra los fantasmas y visiones de los protagonistas, atrapados en la herencia de un pasado truculento, que aflora en los constantes flashbacks de la trama.

La dirección musical de este popular título verdiano será de Maurizio Benini ─que anteriormente ha dirigido Tosca y L’elisir d’amore en el Real─ y la puesta en escena de Francisco Negrín, de quien se pudo ver en 2010  L’arbore di Diana, de Vicent Martín y Soler.

Tres repartos darán vida al popular ‘drama gótico’ de Verdi. Componen el cuarteto protagonista en el estreno y retransmisión mundial de la ópera el tenor Francesco Meli (Manrico, il trovatore), la soprano Maria Agresta (Leonora), la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk (Azucena) y el barítono Ludovic Tézier (Conde de Luna). En los mismos papeles se alternarán con Piero Pretti, Hibla Gerzmava, Marie-Nicole Lemieux y Artur Rucinski (segundo reparto); y Piero Pretti, Lianna Haroutounian, Marina Prudenskaya y Dimitri Platanias (tercer reparto). Con todos ellos actúan el bajo italiano Roberto Tagliavini, la soprano Cassandre Berthon y los tenores Fabián Lara y Moisés Marín.

Será la tercera vez que Il trovatore se presenta en el reinaugurado Teatro Real ─en 2000, con García Navarro y Elijah Moshinsky; y en 2007, con Nicola Luisotti y la misma producción─, después de las más de 300 funciones de la ópera que han tenido lugar entre 1854 (fecha de su estreno en Madrid) y 1925. Entonces, como ahora, este título es uno de los más queridos del público español.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

Hasta el 30 de junio | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: Il trovatore: Un taller para descubrir todos los secretos del montaje de la ópera Il trovatore con las personas que lo hacen posible, mostrando desde el funcionamiento del escenario en sí, hasta la puesta en escena y los ensayos del coro, de la orquesta y de conjunto. El taller culminará con la asistencia al ensayo pregeneral de la ópera el domingo 30 de junio.

6 de julio a las 21.00 horas | Teatro Real, Plaza de Oriente, puntos internacionales y Palco Digital

Gran retransmisión internacional de Il trovatore: el Teatro Real llevará la ópera a la calle a través de tres pantallas gigantes en la Plaza de Oriente que retransmitirán Il Trovatore desde la Sala Principal del Teatro. Más de 150 centros culturales, plazas y teatros de España, del resto de Europa, América y Asia se unirán a dicha retransmisión; y adicionalmente, estará disponible a través de la plataforma online Palco Digital de forma gratuita.

Del 8 al 11 de julio a las 19.00 y 12 de julio las 18.30 horas | Teatro Real, Sala Gayarre y Palco Digital

Un Verdi de cine: con motivo del 155º aniversario del nacimiento de Giuseppe Verdi, se organizará un ciclo de cine en la Sala Gayarre, retransmitiendo cinco óperas del compositor italiano que el Teatro Real realizó en temporadas anteriores, siendo éstas: La traviata, Aida, Falstaff, Un ballo in maschera y Otello.

9 de julio a las 18.00 horas y 11 de julio a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional, Cámara acorazada

Tocando la historia. Las monedas de Il trovatore, las arras soñadas de Manrico y Leonora: El Museo Arqueológico Nacional realizará una visita exclusiva en su cámara acorazada de la mano de las conservadoras del Departamento de Numismática, que mostrarán una serie de monedas del siglo XV que pudieron utilizar los protagonistas de Il Trovatore. Actividad gratuita (aforo de 10 plazas), con reserva previa en visitasgrupos.man@cultura.gob.es

10 de julio a las 19.00 horas | Palacio de la Aljafería, Zaragoza

La Aljafería, de ópera y leyendas: El Palacio de la Aljafería de Zaragoza acogerá una conferencia con el escritor Miguel Ángel Yusta como ponente, seguida de una posterior visita de una hora a la Torre del Trovador, en la que Antonio García Gutiérrez desarrolló parte de la trama de El trovador, obra en la que se basa la ópera de Giuseppe Verdi. Entrada libre hasta completar el aforo.

Hasta el 31 de julio | Museo del Romanticismo, Salas del museo

Una obra, una ópera: Durante todo el mes de julio, y con motivo del estreno de Il trovatore, el Museo del Romanticismo mostrará un abanico de su colección con la imagen de Marietta Gazzaniga, soprano cuya interpretación del personaje de la gitana Azucena la encumbró a la fama al final de su carrera, en el siglo XIX.

Fotografía: Alain Hanel

El Teatro Real y el Gran Teatre del Liceu  participarán juntos de la una de las iniciativas que más éxito ha tenido en sus respectivas programaciones, la retransmisión de la ópera en pantallas instaladas en plazas, parques, museos, teatros, centros culturales, auditorios y ayuntamientos de toda España y en numerosos centros internacionales.

Así, el Teatro Real ofrecerá el viernes 28 de julio, a las 22.00 horas, la retransmisión de la ópera Tosca desde el Liceu, en su Sala Gayarre (acceso por la puerta de público de la calle Felipe V con entrada libre hasta completar aforo), y el Foyer del Liceu acogerá la retransmisión de Il trovatore, desde el Teatro Real, el  sábado 6 de julio a las 21.00 horas.

Una de las óperas italianas más célebres, Tosca, de Giacomo Puccini, será la protagonista del Liceu a la Fresca de este año. Esta producción del Gran Teatre del Liceu y el Teatro de la Maestranza de Sevilla que deleitó al público la temporada 2013/14 tiene una imponente puesta en escena de Paco Azorín, fiel al original. La batuta la llevará el maestro John Fiore y contará con las magníficas voces de la soprano Tatiana Serjan como Tosca, el tenor Roberto Aronica en el rol de Mario Cavaradossi, y el barítono Lucio Gallo como Barón Scarpia.

Il trovatore, ambientada en Aragón a principios del s. XV, es un apasionado melodrama que gira en torno a dos hermanos cuyas vidas siguen trayectorias opuestas y enfrentadas, relatando una historia de enconados odios y venganzas, amores frustrados, crueldades e intrigas, que avanza con intensidad y de forma imparable hacia la catástrofe final.

Los cuatro actos en los que se divide esta ópera romántica –titulados respectivamente El dueloLa gitanaEl hijo de la gitana y La ejecución– recogen las extremadas pasiones y complejidad argumental que planteaba la obra sobre la que se basa el libreto, el drama caballeresco El trovador, del español Antonio García Gutiérrez, al que Verdi, con la colaboración de su libretista Salvatore Cammarano, pone una música de gran inspiración.

El director de escena Francisco Negrín ha diseñado para la ópera un ambiente oscuro y simbólico, en el que los protagonistas transitan, entre el fuego y la muerte, hacia su inexorable final. Junto a él, las funciones contarán con la complicidad del director musical Maurizio Benini, especialista en repertorio italiano, al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de un reparto de grandes voces del panorama lírico internacional.

Darán vida a los protagonistas de este drama verdiano el tenor Francesco Meli, como el al atormentado Manrico, il trovatore; la soprano Maria Agresta será la  voz de Leonora;  el barítono Ludovic Tézier, será el papel del malvado Conde de Luna y la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk encarnará a la apasionada y vengativa gitana Azucena.

Un año más, el cierre de la temporada de ópera del Teatro Real unirá ante el mismo escenario a aficionados de toda España, para disfrutar de una noche de música única y compartir juntos las pasiones de los atormentados personajes.

Fotografía: Camilla Winther

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