El rapto en el serrallo

ABAO Bilbao Opera, alcanza el ecuador de la Temporada con una obra maestra del género singspiel, que combina humor, drama, aventura y música sublime: El rapto en el serrallo de Wolfgang Amadeus Mozart. ABAO ha programado cuatro funciones para los días 20, 23, 26 y 29 de enero en el Euskalduna Bilbao. La representación del sábado 20 de enero dará comienzo a las 19:00h y el resto de las funciones se iniciarán a las 19:30h.

El rapto en el serrallo es una ópera en tres actos con libreto de Gottlieb Stephanie, basado en una obra anterior de Christoph Friedrich Bretzner. Inspirada en las circunstancias personales, creencias y miedos del compositor, expresa el romanticismo espiritual de Mozart y su concepción elevada del amor cortés y de la mujer amada.

Encargada al compositor por el emperador José II, pertenece al género “turco”, llena de misterio, sensualidad y seducción, y se estrenó en el Burgtheater de Viena el 16 de julio de 1782 con gran éxito tanto de público como de crítica. Al público de la época le fascinaba el exotismo oriental y la ópera narra una historia de enredo con un noble español, Belmonte, que llega a la costa turca para rescatar a su prometida Konstanze, a su criada Blonde y a su amigo Pedrillo que han sido capturados por el Bassa Selim durante un viaje por mar. La ópera también plantea cuestiones éticas y morales como el respeto a la dignidad humana, la tolerancia religiosa y cultural, y el perdón. El final sorprende por la generosidad del Bassa Selim, que decide liberar a los cautivos y renunciar a Konstanze, reconociendo su amor por Belmonte.

La puesta en escena de este título supone un importante acontecimiento en la temporada de ABAO Bilbao Opera ya que sólo se ha programado anteriormente en una ocasión, en 1995.

LA SUBLIMACIÓN DE LA MUJER AMADA

La ópera muestra el talento de Mozart para construir personajes llenos de matices con gran sensibilidad, que se enfrentan a dilemas éticos y emocionales. La obra concentra destacados números vocales, recitativos, dúos y cuartetos, así como variedad de estilos musicales.

El papel de Konstanze, la aristócrata española secuestrada, es uno de los más difíciles del repertorio mozartiano, con arias que requieren una gran agilidad vocal y un amplio rango de expresión, y está interpretado por la soprano Jessica Pratt. Con grandes momentos para el lucimiento vocal, destacan el aria «Ach, ich liebte«, donde expresa su dolor y fidelidad a su amado; la famosa y extenuante “Martern aller Arten«, donde desafía al Bassa Selim y le dice que está dispuesta a sufrir todo tipo de tormentos antes que traicionar a Belmonte; el dúo «Welch ein Geschick!», o el cuarteto «Ach, Belmonte! Ach, mein Leben!«, en el final de la ópera,donde los protagonistas celebran su liberación junto a Blonde y Pedrillo en una escena de acción y suspense. Jessica Pratt volverá a cantar este difícil rol el próximo mes de febrero en la Scala de Milán.

Moisés Marín, un tenor con una línea vocal amplia y majestuosa, encarna al enamorado Belmonte, y tiene momentos con escenas de gran dificultad como el aria «O wie ängstlich, o wie feurig», donde expresa su amor y angustia por su prometida secuestrada en una pieza con agilidades; el dúo «Welch ein Geschick! O Qual der Seele!», un momento de gran emoción y ternura con una melodía tierna y elocuente donde los amados se reencuentran; o el aria «Ich baue ganz auf deine Stärke» donde Belmonte se prepara para afrontar la ira del Bassa.

Blonde, la joven doncella de Konstanze que comparte su destino de cautiverio, está interpretado por la sevillana Leonor Bonilla, una de las sopranos más sólidas del panorama nacional, con una voz llena de expresividad y riqueza. En sus escenas sobresale el aria “Welche Wonne, welche Lust” .

Mikeldi Atxalandabaso regresa a la escena bilbaína como el fiel criado Pedrillo. El tenor tiene momentos de bravura con escenas como “Frisch zum Kampfe” donde reafirma su valentía o “In Mohrenland gefangen war”, preparando la liberación de las cautivas.

Debuta en ABAO Bilbao Opera el bajo Wojtek Gierlach interpretando a Osmin, el guardián del harén de la casa del Bassa. En sus escenas destacan las arias  “Wer ein Liebchen hat gefunden” y «O, wie will ich triumphieren«, que revelan los matices del personaje.

El bajo y actor Wolfgang Vater, que también debuta, representa el papel del Bassa Selim, un personaje hablado, pero que domina toda la intriga y personaliza el mensaje humanista de la magnanimidad y el perdón.

LUCÍA MARÍN DEBUTA EN ABAO BILBAO OPERA AL FRENTE DE LA EUSKADIKO ORKESTRA

En el podio orquestal para dirigir una partitura deslumbrante, colorista, llena de emoción, dinamismo e intensidad poética mozartiana, debuta en ABAO la directora musical Lucía Marín, al frente de la Euskadiko Orkestra. Su estilo de dirección se caracteriza por la elegancia, la expresividad y la pasión que transmite a músicos y público.

La ópera pertenece al género singspiel, una forma de teatro musical germánico con partes habladas y cantadas, que combina elementos de ópera seria y opera buffa y destaca por la riqueza, originalidad y variedad de su partitura. El rapto en el serrallo refleja las influencias orientales y occidentales del gusto de la época con instrumentos como el triángulo, los platillos y el tambor turco, así como los contrastes entre los personajes, la mezcla de momentos cómicos y dramáticos, y las escenas de gran expresividad emocional. Desde la deslumbrante obertura ya se percibe que es una obra profundamente conmovedora, no sólo por ser el primer singspiel completo de Mozart, si no por la alegría, aliento y espíritu que la inspiran desde la primera nota.

El Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, completa el apartado musical, y tiene su momento especial al final de la ópera con el famoso “coro de jenízaros”, “Bassa Selim lebe lange”.

ESTRENO ABSOLUTO DE UNA NUEVA PRODUCCIÓN DE ABAO BILBAO OPERA

Nueva producción de ABAO Bilbao Opera, ideada por Mariano Bauduin que también debuta en la temporada, con una propuesta inspirada en los espacios y atmósferas del Imperio Otomano, ofreciendo una cascada de sensaciones y emociones con un ritmo tratado al detalle.

El proyecto incorpora elementos innovadores que enriquecen el lenguaje visual, y consiguen transmitir al público el mensaje universal de la obra a través de un clima escénico envolvente y cautivador.

Nicola Rubertelli pone todo su imaginario creativo al servicio de una escenografía sensual, entretenida y de sólida belleza plástica, arropada por la iluminación de Luigi della Monica, y un vestuario elegante y lleno de exotismo diseñado por la mítica Odette Nicoletti, que en ABAO repone Marianna Carbone.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES PARALELAS CON ENTRADA LIBRE

El programa de actividades culturales paralelas que desarrolla ABAO Bilbao Opera con carácter abierto y para todos los públicos, ofrece múltiples oportunidades de acercarse a la ópera con conferencias y encuentros en torno al título en cartel, como el pasado 11 de enero en la Biblioteca Bicebarrieta con la grabación en directo y con público del podcast Concierto Desorden del periodista Gonzalo Lahoz, que entrevistó a Leonor Bonilla.

Las próximas citas son:

  • 16 de enero. Conferencia “El montaje de una ópera. Anécdotas entre bambalinas: El rapto en el serrallo”.
    Centro Municipal de Deusto. 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo
  • 17 de enero. Conferencia “El montaje de una ópera. Anécdotas entre bambalinas: El rapto en el serrallo”.
    Centro Municipal de Abando. 19:00h. Entrada libre hasta completar aforo
  • 19 de enero. El ciclo de conferencias “El ABC de la Ópera” en colaboración con DeustoBide, presenta la ópera El rapto en el serrallo y la obra de Mozart de la mano del crítico y editor Luis Gago. La conferencia se retransmite en directo a través del canal de YouTube de ABAO.
    Auditorio Universidad de Deusto. 18:30h. Entrada libre previo registro en la web de ABAO
  •  24 de enero. Santander acogerá una conferencia sobre el título en cartel con una presentación del argumento y los mejores momentos musicales.
    Hora y lugar: consultar en www.abao.org Entrada libre hasta completar aforo.
Jessica Pratt

Para Jessica Pratt, Konstanze es un personaje “puro, de gran nobleza y humanidad, y al mismo tiempo de gran fuerza y con una personalidad inquebrantable”, asegura entusiasmada. La aclamada soprano australiana de origen británico regresa en enero a ABAO Bilbao Opera para interpretar por primera vez el emblemático personaje de Die Entführung aus dem Serail (El rapto en el serrallo), de Mozart, título que llega a la temporada bilbaína tras 29 años de ausencia; lo hace en medio de una intensa temporada repleta de proyectos, que le ha comportado en el último trimestre de 2023 compromisos como un concierto dedicado a Bellini en la Victorian Opera de Melbourne, su debut como la protagonista de Beatrice di Tenda en su regreso al Teatro San Carlo de Nápoles, Les Contes d’Hoffmann (con el reto de interpretar los roles femeninos de Olympia, Antonia, Giulietta y Stella) en la Opéra Royal de Wallonie en Lieja o la presentación de su álbum DELIRIO (Tancredi Records), que incluye una selección de escenas de locura de personajes emblemáticos de Bellini y Donizetti en el que profundiza en el retrato que en este repertorio se realizaba sobre la salud mental.

Ahora empieza el año con Mozart y nada menos que con otro rol de extrema dificultad como es el de Konstanze, “un personaje que hace tiempo que anhelaba debutar y que llega en un momento óptimo desde el punto de vista de maduración interpretativa; es muy demandante, no solo en el aspecto puramente técnico –de tesitura endiablada y exuberante coloratura a la que hay que dotar de sentido dramático–, sino porque requiere de un centro importante y con peso. Es un personaje fascinante que requiere de una gran concentración sin dejar de lado su psicología: es el único modo de hacerlo creíble. Es fundamental en el primer Singspiel completo que compuso Mozart, una partitura que me encanta, llena de colores y de un halo de misterio, sensualidad y exotismo salpicado de alegría y humor. Me hace una especial ilusión debutarlo en Bilbao, donde siempre me he sentido muy arropada y como en casa”, afirma Jessica Pratt, que en los últimos años se ha prodigado por distintos escenarios españoles.

En Bilbao se han programado cuatro funciones  de El rapto los días 20, 23, 26 y 29 de enero, en una nueva producción de Mariano Baudin y con Lucía Marín al mando del Coro de Ópera de Bilbao y de la Euskadiko Orkestra. Jessica Pratt continuará en febrero y marzo con más funciones como Konstanze en su regreso a La Scala de Milán, para después afrontar su primera Norma, de Bellini, en la Palm Beach Opera (5 y 7 de abril), Lucia di Lammermoor en la Opera Queensland (Australia, 20 y 27 de abril) y un concierto Bellini en esa misma compañía (24 de abril), entre otros compromisos.

Jessica Pratt

Acostumbrada a lidiar con tesituras imposibles, la soprano Jessica Pratt asume un nuevo reto en su carrera al presentar su último trabajo discográfico, DELIRIO (Tancredi Records), un CD con un repertorio fascinante que se ha lanzado a nivel global el 20 de octubre. En este nuevo disco, la reina indiscutible del bel canto romántico revisa algunos de los personajes emblemáticos de óperas de Bellini y Donizetti con el objetivo de profundizar en el retrato que en este repertorio se realizaba de las enfermedades mentales. Las escenas de locura brindaban oportunidad de lucimiento virtuosístico a sus intérpretes, pero también ofrecían una mirada íntima a la psicología de los personajes.

En DELIRIO Jessica Pratt, junto a la Orquesta y Coro del Maggio Musicale Fiorentino y bajo la dirección de Riccardo Frizza, se adentra en la piel de las protagonistas de Lucia di Lammermoor (en la tonalidad original en Fa mayor, acompañada de glassarmonica), Emilia di Liverpool y Linda di Chamounix, y en las bellinianas Elvira de I Puritani y Amina de La Sonnambula, “mujeres todas muy diferentes pero que comparten la misma determinación por seguir a sus corazones y tener el control sobre sus vidas”, asegura la cantante. “Son mujeres independientes y fuertes que admiro. Es esencial tomarlas en serio y verlas a través de la lente del feminismo”. Pratt es consciente de que tanto Bellini como Donizetti (que estuvo internado en un manicomio) son compositores que mantuvieron “una estrecha conexión con la salud mental, tanto en sus vidas personales como en las narrativas operísticas que elaboraron”.

A través de este álbum y de los retratos de la locura femenina realizados por ambos compositores, se da un paso más en la sensibilización y en la comprensión de la importancia de la salud mental, “trascendiendo la representación unidimensional de la mujer como histérica y ofreciendo una perspectiva más matizada sobre sus luchas y viajes emocionales”, asegura Jessica Pratt. “Me esfuerzo por expresar los diversos estados emocionales coloreando la voz en consecuencia, yendo desde una cualidad velada y etérea para transmitir la vulnerabilidad y desorientación del personaje hasta asumir pasajes de coloratura extremos y arrebatos que exigen un virtuosismo que acentúe la agitación emocional y el caos interior”.

El disco, presentado en octubre en el Maggio Musicale de Florencia, ya está a la venta en las diferentes plataformas digitales.

Entre otros compromisos, Jessica Pratt volverá a cantar en noviembre los cuatro roles femeninos de Les contes d’Hoffmann de Offenbach –esta vez en la Opéra de Wallonie-Liège (Bélgica)– y debutará en diciembre Konztanze de Die Entfüh­rung aus dem Serail de Mozart en la Wiener Staatsoper antes de interpretar ese mismo papel en enero en la temporada de ABAO Bilbao Opera y en febrero y marzo en La Scala de Milán.

Ramón Tebar

La Ópera de Frankfurt, sede de la compañía Oper Frankfurt y la Frankfurter Museumsorchester, contará con el debut del director español Ramón Tebar dirigiendo Francesca da Rimini, de Saverio Mercadante, en una nueva producción de Hans Walter Richter y un reparto de voces como Jessica Pratt, Kelsey Lauritano, Theo Lebow, Erik van Heyningen, Karolina Bengtsson y Brian Michael Moore.

Un habitual de los teatros y festivales de ópera americanos y, próximamente de la Ópera de San Francisco, la ópera de Frankfurt cuenta con la batuta del maestro español para el estreno de esta opera en Alemania, con 8 funciones desde el próximo 26 de febrero hasta el 8 de abril de 2023.

Francesca da Rimini, Inspirada por el dúo de amor entre Francesca da Polenta y Paolo Malatesta de la Divina Comedia de Dante, fue compuesta por Mercadante en 1830 para representarla en Madrid y Milan, pero nunca vio su estreno por desavenencias con el cast, por lo que la obra quedo en el olvido por dos siglos, hasta su estreno ahora en tiempos modernos.

LaSonnambula
La sonnambula
Vincenzo Bellini (1801-1835)
Libreto de Felice Romani, basado en el ballet-pantomina de La Somnambule, ou l’arrivée d’un nouveau seigneur de Eugène Scribe
Estrenada en el Teatro Cercano de Milán el 6 de marzo de 1831
Estrenada en el Teatro Real el 10 de diciembre de 1850
D. musical: Maurizio Benini
D. escena: Bárbara Lluch
Escenografía: Christof Hetzer
Figurinista: Clara Peluffo
Iluminador: Urs Schönebaum
Coreógrafa: Iratxe Ansa
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Jessica Pratt, Francesco Demuro, Serena Sáenz,
Fernando Radó, Isaac Galán, Gemma Coma-Alabert, Gerardo López
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

 

No son pocas las similitudes que existen entre una y otra cuando se escuchan ambas. Si bien La sonnambula recrea, gracias a los trombones, la atmósfera alpina de Suiza en la que se desarrolla la escena. Pero también hay profundas diferencias, sobre todo en la dramaturgia, mucho más acentuada en Norma. Su libreto tiene también mayor complejidad y ofrece más posibilidades dramáticas que el libreto de Sonnambula, más lineal y frágil.

Esta ópera representa para algunos el máximo exponente del teatro melodramático del romanticismo y para otros una obra que, si bien está notablemente dotada de elementos musicales, decae en calidad por la simplicidad de su libreto. En cualquie caso, es una obra maestra del belcanto con una escritura musical y vocal de una calidad excepcional.

A pesar de ser una ópera de referencia, no es un título que forme parte del repertorio habitual en los teatros. Los directores de escena huyen de esta ópera pensando en las dificultades que tiene un libreto aparentemente simple. Pero la obra presenta otros elementos que, lejos de asustar, deberían resultar atractivos para una escenificación, como profundizar en los aspectos psicológicos que empezaban a generar interés en la sociedad de la época, como posteriormente reflejó Donizetti en su Lucia.

En esta ocasión ha sido Bárbara Lluch la encargada de la escenografía. Su planteamiento ha sido clásico, sin elementos distorsionadores ni excesivos, lo que ha sido un acierto. Nada en el decorado molesta o distrae. La dramaturgia se ve potenciada por la atmósfera misteriosa generada, tanto por la propuesta escénica de Christof Hetzer, como por la iluminación de Urs Schönebaum. Ambas facetas contribuyen a dar protagonismo al tema principal de la historia, el sonambulismo. Otro de los elementos más llamativos e interesantes son los figurines de Clara Peluffo, que pusieron el punto elegante a la escenografía.

La dirección musical ha estado a cargo de todo un especialista del belcanto, el maestro Maurizio Benini. Supo extraer de la orquesta un sonido exquisito y depurado, aunque un poco lento en algunos momentos, pero recreándose con gusto en las melodías. Estuvo siempre atento a los cantantes y a todo lo que se desarrollaba en escena. Se notó mucho su trabajo de coordinación entre orquesta, solistas y coro.

Se ha incluido en esta producción un ballet que, a modo de fantasmas, acompañan a Amina cuando camina dormida. Cada vez son más habituales las danzas contemporáneas en las producciones de ópera que, como es el caso, actualiza la obra y la complementa. En esta ocasión iniciaron, como un preludio silencioso, el I y el II acto.

En la parte vocal, para esta Sonnambula, el Teatro Real cuenta con dos repartos de gran nivel, sobre todo en el rol principal de Amina. En el estreno del segundo reparto del 16 de diciembre, que es el que nos ocupa, la protagonista absoluta ha sido Jessica Pratt. La soprano australiana conoce perfectamente el personaje, que aborda con verdadero estilo belcantista. Posee gran agilidad y soltura en el sobreagudo. Su emisión es natural, facil, limpia, ágil y variada, con gran capacidad para el legato, y una línea de canto delicada y aérea que, desde nuestra privilegiada posición, demostraba un volumen suficiente. No sé si podrán decir lo mismo quienes estaban en paraíso. La Pratt se centra en el canto y sus recursos sonoros, dejando un poco de lado un mayor compromiso con la interpretación.
Especialmente inspirada estuvo en “Ah, non credea mirarti “, cosa nada fácil, si tenemos en cuenta que tuvo que afrontar el aria sobre la estrecha cornisa de la casa, muy efectista para un público que, seguro, no dejó de sufrir por ella hasta el final. Cosas de los directores de escena.

Francesco Demuro se encargó de dar vida a Elvino en sustitución del inicialmente programado Lawrence Brownlee. Tiene un bello timbre tenoril y facilidad para el agudo, pero parecía que hacía un esfuerzo de contención. Deambulaba por el escenario tanto como Amina cuando estaba en trance.

Serena Sáenz estuvo encargada de dar vida a Lisa, que en esta ocasión abordó la segunda aria de este rol, de la que se suele prescindir por su dificultad en la coloratura. El resultado fue muy bueno. Posee un apreciable volumen de voz, gran facilidad para las agilidades y una juventud que le permite tener un amplio margen de mejora.

La mayor cualidad del Conde Rodolfo de Fernando Radó fue su buena presencia escénica, aunque se desenvolvió con cierta torpeza sobre el escenario. En la parte vocal su papel fue discreto.

A buen nivel estuvieron Isaac Galán como Alessio y, sobre todo, Gemma Coma-Alabert en el rol de Teresa.

Otro de los protagonistas importantes en esta obra de Bellini es el pueblo, representado por el Coro. Entra en escena desde el primer momento y se convierte en un intérprete principal. Sonó empastado, delicado, describiendo perfectamente con exquisita musicalidad toda la historia. Un personaje que no pierde protagonismo ni calidad en ningún momento.

Programando La sonnambula en navidad, el Teatro Real hace justicia con una obra que debería formar parte con más frecuencia del repertorio operístico. Una oportunidad para escuchar el mejor belcanto de uno de sus principales representantes, Bellini.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real/Teatro Real

Jessica Pratt

Desde su perspectiva de mujer moderna, para la soprano Jessica Pratt el personaje de Amina, la protagonista de La Sonnambula de Bellini, es un personaje “trágico”, para nada “una chica ingenua o estúpida”. Según la cantante, que ha interpretado el papel en repetidas ocasiones y en algunos de los principales escenarios líricos del mundo –la tiene grabada en DVD en el Teatro La Fenice de Venecia–, Amina, “de repente se despierta en la habitación del Conde y no sabe por qué está allí ni qué ha hecho; ve a todo el pueblo a su alrededor culpándola y no entiende nada. Este es el núcleo de la ópera, cuando ella tiene un verdadero colapso emocional y psicológico; pienso en tantas chicas hoy en día que van a un bar, son drogadas sin saberlo y se despiertan desnudas en una casa que no conocen”. La cantante australiana de origen británico reconoce que se trata de un rol “difícil y exigente” desde el punto de vista vocal. Es más, afirma que “quizá sea la ópera más difícil de mi repertorio a nivel técnico”.

De la mano de este icónico personaje, y entre el 16 de diciembre y el 6 de enero (funciones los días 16, 19, 27, 30 dic; 3, 6 ene), vuelve a colaborar con la compañía del Teatro Real con la que actuó hace algunos años en el Festival de Savonlinna (Finlandia), siendo este su debut en el escenario de la Plaza de Oriente. Afincada en Italia desde que culminó sus estudios, comenta que canta a menudo en España en ciudades como Bilbao, Valencia, Barcelona o Sevilla, donde ha notado que predomina un público belcantista, “al que le gustan los colores, los pianísimos, los sobreagudos. Es un poco como el italiano, por lo que me siento realmente como en casa”, asegura.

Pratt, aclamada como una de las sopranos especializadas en la pirotecnia belcantista más importantes de su generación, actuará en Madrid bajo las órdenes del maestro Maurizio Bennini en una nueva producción de esta obra maestra belliniana que firma la directora de escena Bárbara Lluch.

Tras su compromiso en el Teatro Real volverá a ser Amina en la Opéra Royal de Wallonie-Liège (Bégica) antes de interpretar Francesca da Rimini, de Mercadante, en la Ópera de Frankfurt; la cantata Jauchzet Gott in allen Landen BWV 51, de Bach, dirigida por Daniele Gatti, en el Maggio Musicale Fiorentino; I Puritani, de Bellini, en el Théâtre des Champs-Élysées de París; Lucia di Lammermoor, de Donizetti, en la Ópera Las Palmas; Les contes d’Hoffmann, de Offenbach, y un concierto en la Ópera de Sidney; y debutará la ópera Beatrice di Tenda, también de Bellini, en el Teatro San Carlo de Nápoles.

I Puritani

ABAO Bilbao Opera comienza su 71º Temporada con la última ópera de Vincenzo Bellini. Obra maestra, cumbre del bel canto, narra una historia de amor y locura en el contexto de la revolución puritana del XVII en Inglaterra. Se han programado cuatro funciones los días 15, 18, 21 y 24 de octubre en el Euskalduna Bilbao. Las representaciones darán comienzo a las 19:30h excepto la del sábado 15 que comenzará a las 19:00h.
 
Testamento musical, décima y última ópera de Bellini, que falleció prematuramente a los 34 años cuando había logrado, pese a tener una carrera tan corta, ser considerado un gran compositor, se estrenó en París en 1835 con enorme éxito de público y la alabanza de sus homólogos. Conocida como una de las joyas de Romanticismo, desarrolla una apasionada historia de amor, traición y locura, en el trasfondo de la guerra civil inglesa que enfrentó al poderoso Cromwell y sus puritanos con los eduardianos partidarios de los Estuardo. El libreto de Carlo Pepoli está basado en Têtes rondes et cavaliers, de Jacques-François Ancelot y Joseph Xavier Boniface Saintine.

UNA ÓPERA CON GRAN EXIGENCIA VOCAL Y DESTACADOS INTÉRPRETES

La música compuesta por Bellini requiere en esta ópera la máxima exigencia vocal de los cantantes que interpretan los personajes protagonistas. Tal es el caso de Elvira Valton, un papel extenuante y de gran dificultad que recae en la espléndida Jessica Pratt, una de las sopranos de coloratura más relevantes en la actualidad. “Son vergin vezzosa” del primer acto, una pieza con aires de polonesa donde la soprano tiene que mostrar todo un abanico de tonalidades, requiere una fortaleza vocal extrema. Otros momentos destacados de la protagonista son: “Ah, vieni al tempio”, acompañado del coro femenino, “Quì la voce soave” otra “aria de la locura” arropada por una música melancólica, o la cabaletta “Vien diletto”, todo un alarde para la soprano.
 
El tenor guipuzcoano Xabier Anduaga interpreta a Arturo Talbo, el joven capitán enamorado de Elvira. Una voz noble y potente, llena de apasionada expresividad, para afrontar un personaje con arias de gran dificultad lírica, como la conocida cavatina “A te, o cara” del segundo acto o “Credeasi miseria”, una pieza que impresiona por la sonoridad y los agudos que exige la partitura. Otro momento muy conocido es el dúo de amor con Elvira “Vieni fra queste braccia”.
 
Debuta en ABAO Bilbao Opera con el rol de Riccardo Forth el barítono polaco Andrzej Filończyk, el despechado rival de Arturo. Destaca el joven intérprete por su solvencia escénica y voz fresca y contundente. Sus grandes momentos en la ópera son: el aria “Ah per sempre io ti perdei”, introducido por un solo orquestal; la cabaletta “Bel sogno beato” y los famosos dúos “Se tra il buio un fantasma vedrai” y “Suoni la Tromba” donde se combinan dos voces graves cuya inclusión, nada habitual en la época, fue un consejo de Rossini al compositor.
 
Debuta también en ABAO Manuel Fuentes como Giorgio Valton, el puritano coronel tío de Elvira. El bajo alicantino que conjuga fuerte emisión y notable expresividad dramática tiene momentos de gran solvencia vocal como la cabaletta “A quel suono al mio contento”, un largo dúo con la soprano protagonista con un impresionante solo orquestal al final, y los famosos dúos de voces graves del segundo acto.
 
Completan el reparto el bajo mexicano Alejandro López como Gualtiero Valton, el tenor vizcaíno Josu Cabrero como Bruno Robertson y la mezzosoprano catalana Laura Vila como Enrichetta di Francia, con un importante dúo “Non parlar di lei che adoro” precedido de un interludio orquestal.
 
El Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, completan el apartado artístico.

GIACOMO SAGRIPANTI AL FRENTE DE LA EUSKADIKO ORKESTRA

Principal director invitado para repertorio operístico en la Fondazione Lirico Sinfonica Petruzzelli de Bari y director musical del Tbilisi Opera and Ballet State Theatre, Giacomo Sagripanti dirige a la Euskadiko Orkestra en la obra de Bellini. Considerado como uno de los directores más interesantes del panorama internacional, en 2016 obtuvo el premio como Mejor director joven en los Opera Awards.
 
La partitura de I Puritani recoge un trabajo orquestal y un lenguaje armónico superior a obras anteriores del compositor, con himnos heroicos, arias y dúos de compleja ejecución belcantista. La obra, donde destacan escenas llenas de lirismos vertiginosos, requiere una cuidada dirección que equilibre la efusividad melódica y las necesidades interpretativas y dramáticas, con el reto de darle peso, carácter y emotividad. En ABAO se interpreta la edición crítica de Fabrizio Della Seta de la versión de París.
 
UNA PRODUCCIÓN ELEGANTE, SIMBÓLICA Y LLENA DE CONTRASTES

Espejos, cristal y arena conforman un universo elegante y simbólico retratado en blanco y negro, lleno de elementos abstractos y ensoñaciones que trasmiten los sentimientos más allá del realismo en un espacio escénico minimalista. Las rosas rojas en el blanco suelo arenoso y el vestido dorado de la reina juegan al contraste de colores en la puesta en escena.
 
Sin recurrir a artificios teatrales Emilio Sagi crea imágenes poderosas, cristalinas. “Desde el primer momento en que comencé a trabajar sobre esta genial partitura”, afirma el director, “vi claro que no quería hacer esta función de una manera realista, sino dentro de un mundo abstracto de ensoñación, que reflejara ese cristal melódico que recorre toda la obra”.
 
Para esta coproducción del Teatro Real y el Municipal de Santiago de Chile, Emilio Sagi, recientemente galardonado con la Medalla de Oro de las Bellas Artes, ha contado con algunos de sus colaboradores habituales: Daniel Bianco que se hace cargo de la escenografía, Eduardo Bravo quien dirige la exquisita iluminación y la añorada Pepa Ojanguren que firma un poético vestuario de época.
 
La escenografía de Daniel Bianco cambia a lo largo de la ópera con lámparas de araña que suben y bajan, sillas blancas, transparencias, espejos negros, cortinajes y un juego escénico a dos niveles con acción en primer o segundo plano a modo de encuadres, ayudada por una sofisticada iluminación. Doce metros cúbicos de material arenoso cubren el escenario de una blancura espectral en cada representación.
 
“Pienso que esta ópera”, dice Sagi, “hay que tratarla de una manera muy especial, y nunca de manera realista, pues su verdad dramática radica en esa morbosa nostalgia de la melodía infinita del maestro Bellini”.
 
INTRODUCIÓN A LA OBRA DE BELLINI EN EL CICLO «EL ABC DE LA ÓPERA»

El ciclo “El ABC de la Ópera” tiene como objetivo promover el conocimiento de la ópera en sentido participativo, construyendo a través de conferencias y encuentros con expertos, una red de experiencias culturales innovadoras, en espacios de participación asequibles a toda la sociedad.
El programa descubre los aspectos más relevantes de cada título de la temporada, en una conferencia la víspera del estreno en el Auditorio de la Universidad de Deusto, en colaboración con DeustoBide.
 
El viernes 14 de octubre, Giacomo Sagripanti, el director musical y responsable de la ejecución del título en ABAO, será el encargado de desvelar los entresijos de esta ópera y la obra de su compositor.
 
Para acceder a esta actividad gratuita es necesaria acreditación previa a través de la web de ABAO o llamando al teléfono 944 355 100, desde el lunes 10 de octubre.
Como importante novedad y para que todas aquellas personas interesadas puedan disfrutar de este ciclo desde cualquier lugar, la conferencia será retransmitida en directo a través del canal de ABAO Bilbao Opera en YouTube.
 
25 DE OCTUBRE DÍA MUNDIAL DE LA ÓPERA

El Día Mundial de la Ópera es una jornada de concienciación sobre el impacto positivo y el valor de la ópera para la sociedad. Tanto la cultura como la ópera contribuyen a desarrollar la tolerancia y la comprensión, abrir la mente y poner a las personas en contacto con fuertes emociones universales.
 
El Día Mundial de la Ópera se celebra el 25 de octubre, aniversario de Georges Bizet y Johann Strauss II, y es el día en que todos los relacionados con este arte: teatros, profesionales, aficionados… celebran y comparten con toda la sociedad el valor de la ópera con una campaña mundial a través de redes sociales.
 
Este año, la campaña se centra en los jóvenes y se les invita a que bajo el lema “Unboxing Opera”, compartan con pequeños vídeos en redes sociales su experiencia y entusiasmo al descubrir las emociones y sentimientos que transmite la ópera, etiquetando su testimonio con los hashtags #WorldOperaDay y #UnboxingOpera.
 
Esta efeméride está organizada por Opera America, Ópera Latinoamérica y Opera Europa, a la que pertenece ABAO Bilbao Opera a través de la organización nacional Ópera XXI

La Orquesta Titular del Teatro Real ha ofrecido esta tarde en la Sala Alfried Krupp de la Filarmónica de Essen  un concierto dedicado al compositor italiano Gioacchino Rossini, en el que ha contado con la participación de la soprano australiana Jessica Pratt y el tenor ruso Jessica Pratt, bajo la batuta de Ivor Bolton, director musical del Teatro Real y Artista en Residencia de la Filarmónica de Essen.

Ivor Bolton es uno de los grandes protagonistas de la actual temporada musical de la ciudad alemana con seis conciertos a su cargo, en los que ya ha dirigido a la Orquesta del Festival de Dresde, la Orquesta Sinfónica de Basilea y al Chowerk Ruhr y la orquesta de cámara Concerto  Köln. Tras la actuación de esta noche, junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, regresará a Essen el próximo 29 de mayo con la Mozarteum Orchester Salzburg, de la que también fue director titular.

El público, que llenaba la sala, se ha puesto en pie para premiar a los músicos con una gran ovación, tras disfrutar de un programa en el que se interpretaron arias y duetos de las óperas más conocidas del compositor de Pesaro como Semiramide, Guillermo Tell,  Otello, Le Comte d’Ory, La Cenerentola o El barbero de Sevilla. La primera parte del programa también ha incluido la Simple Symphony, op 4 de Benjamin Britten.

Dos grandes voces han brillado con luz propia en la Gala: Jessica Pratt, reconocida como una de las grandes intérpretes rossinianas del momento, como lo demuestra su presencia habitual en el Festival de Pesaro, con doce papeles de Rossini en su repertorio, y Dmitry Korchak, ganador  del Concurso de Canto Francesc Viñas y del cuarto premio de Operalia, cuya voz ya es demandada por teatros de ópera de todo el mundo. Korchak ha actuado en sustitución de Xabier Anduaga, inicialmente previsto y que ha cancelado por enfermedad.

La pasada temporada, en marzo de 2019, la Orquesta Titular del Teatro Real participó en el Festival Internacional Rostropóvich de Moscú, bajo la dirección de Gustavo Gimeno, con la violinista Leticia Moreno como solista, y la anterior, el Teatro Real fue el principal invitado en el Festival de Savonlinna, en la celebración del centenario de la independencia de Finlandia, con una adaptación del montaje de I puritani, realizado por Emilio Sagi, con el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real, con dirección musical de Evelino Pidó.

Fotografía: © Helena Poveda / Teatro Real

Jessica Pratt

Al igual que en la gira realizada al Festival de Savonlinna (Finlandia) en 2017 con I Puritani de Bellini, el Teatro Real de Madrid vuelve a contar con Jessica Pratt como cabeza de cartel en su visita, este mes, a la Alfried Krupp Saal de la Philharmonie Essen (Alemania), donde se anuncia una gala operística rossiniana el 5 de marzo a cargo de la Orquesta del Teatro Real. Pratt interpretará arias y dúos (acompañada del tenor español Xabier Anduaga) de las óperas SemiramideOtelloMatilde di ShabranL’Italiana in AlgeriIl Barbiere di SivigliaLe Conte Ory y Guillaume Tell. En la breve gira la orquesta titular del Real contará en el podio con el director musical del coliseo madrileño, Ivor Bolton, precisamente, director en residencia del auditorio de la ciudad alemana. La Philharmonie Essen destaca en el comunicado de promoción del concierto la presencia de la soprano australiana, “aclamada desde La Scala hasta el Met en Nueva York. Ya se le compara con Joan Sutherland y es una invitada habitual del Festival Rossini en Pésaro. Tiene 12 óperas del compositor italiano en su repertorio”. Pratt se incorpora a la gira del Real después de haber conseguido un gran éxito con su ya calificada como “modélica” Lucia di Lammermoor tanto en Bilbao como en Oviedo. Con esa misma ópera despidió el curso pasado del Palau de Les Arts de Valencia, antes de su regreso, en el verano de 2019, al Festival de Pésaro para exhumar la hoy olvidada ópera de Rossini Demetrio e Polibio. Jessica Pratt arrancó la temporada 2019-2020 con un verdadero tour de force al interpretar a Olympia, Antonia, Giulietta y Stella en la ópera de Offenbach Les contes d’Hoffmann, todo un hito en su carrera. Además ha cantado I Puritani en la Opéra de Marsella, título que retomará, en el mes de mayo, en el Teatro San Carlo de Nápoles antes de cantar La Traviata (Verdi) en Las Palmas de Gran Canaria y Lucrezia Borgia (Donizetti) en Opera Australia.

Si en septiembre Jessica Pratt, una referencia en la cuerda de soprano de coloratura de la actualidad, comenzaba la temporada 2019-2020 asumiendo el imposible desafío de interpretar todos los roles femeninos de Les Comtes d’Hoffmann –Olympia, Antonia, Giulietta y Stella– en la Opéra National de Bordeux (Francia), en octubre vuelve una vez más al escenario del Euskalduna de la capital bilbaína para meterse en la piel de la protagonista de Lucia di Lammermoor en un montaje coproducido entre ABAO Bilbao Opera, el Teatro Comunale de Bolonia, el Teatro Carlo Felice de Génova y el Teatro Nacional de Eslovaquia. Con funciones los días 19, 21, 25 y 28 de octubre, la ópera de Donizetti regresa al calendario de la destacada intérprete con un sabor especial, “ya que coincidirá con la función número 100 de este emblemático personaje y que tantas alegrías me ha dado”, según afirma la cantante.

Jessica Pratt ha paseado su Lucia por teatros como el Metropolitan de Nueva York, el Théâtre des Champs Elysées de París, La Scala de Milán o la Ópera de Sídney, entre muchos otros. En España lo volverá a interpretar en enero próximo en la Ópera de Oviedo y en julio pasado consiguió un gran éxito defendiéndolo en el Palau de Les Arts de Valencia, a tal punto que ha sido distinguida con el premio a la mejor soprano de la temporada por los Amics de l’Òpera i de Les Arts de la Comunitat Valenciana. Pratt, que está encantada y agradecida con el premio, añade que “en Bilbao cantaré la obra en la tonalidad original y con una nueva cadenza, algo que me apetecía mucho hacer para seguir profundizando en la vertiente musical de la ópera”. Riccardo Frizza, experto en el compositor belcantista y director musical del Festival Donizetti de Bérgamo, la dirigirá desde el podio ante la Euskadiko Orkestra Sinfonikoa y al Coro de Ópera de Bilbao.

Nacida en Inglaterra y criada en Sídney, en la temporada 2019-2020 a Jessica Pratt también le esperan I Puritani en la Opéra de Marseille, su regreso a Oviedo como Lucia, nuevamente I Puritani en el Teatro San Carlo de Nápoles y Lucrezia Borgia en la Ópera de Sídney.

Web Jessica Pratt http://en.jessicapratt.com/

Web Abao Bilbao Opera https://bit.ly/2pitjV3

Fotografía: Alessandro Moggi

Daniella Barcellona y Jessica Pratt en Tancredi

El valenciano Palau de Les Arts, ha cerrado brillantemente la temporada con cinco representaciones del rossiniano Tancredi, que han reunido un magnífico elenco vocal encabezado por Daniela Barcellona como Tancredi y Jessica Pratt en el papel de Amenaide, junto a la excelente prestación de la Orquesta de la Comunitat Valenciana dirigida por Roberto Abbado. También, cabe señalar la interesante propuesta escénica de Emilio Sagi. Curiosamente, y siendo las representaciones de mayor calidad que han podido verse durante toda la temporada, la asistencia del público no ha sido masiva, pudiendo contemplarse bastantes huecos en el aforo del teatro valenciano. Eso sí, el público asistente aplaudió con gran fuerza las magníficas prestaciones de cantantes y orquesta.

Gioachino Antonio Rossini (Pesaro, 1792 – París, 1868) muy pronto se sintió atraído por la ópera. En 1810, con solo dieciocho años, estrenó en el Teatro Samuele de Venecia su primer trabajo importante La cambiale di matrimonio, al que seguirá al año siguiente L’ equivoco stravagante. Obtendrá su primer gran éxito con La pietra del Paragone estrenada en el Teatro alla Scala de Milán, en 1812, convirtiéndose en un compositor tremendamente prolífico, ya que antes de finalizar ese año, había estrenado dos nuevas óperas: La Scala di seta y L’ocasione fa il ladro. Sorprende la capacidad de Rossini para componer paralelamente, en un escaso período de tiempo, una comedia como Il Signor Bruschino, y Tancredi (su primera ópera seria) ambas estrenadas en Venecia respectivamente el 27 de enero y 6 de febrero de 1813. El éxito de las obras cómicas de Rossini, puede ocultar su gran importancia como compositor de óperas serias. Grandes títulos como L’italiana in Algeri (1813), Il turco in Italia (1814), Il Barbieri di Seviglia (1816) o La Cenerentola (1817), sumieron en un flagrante olvido las óperas serias que compuso en su período napolitano, entre 1815 y 1823. En títulos dramáticos como Otello (1816) y La donna del lago (1819), renunció al heroísmo neoclásico, para dejarse ganar por el clima romántico, que estaba comenzando a nacer. Rossini concluyó esa brillante etapa, en 1823, con el estreno de Semiramide, última de sus treinta y cuatro óperas italianas, partiendo ese mismo año hacia Francia, donde seguirá componiendo comedias como Il viaggio a Reims (1825) y Le Comte Ory (1828), títulos dramáticos como Le siege de Corinthe (1826), Moïse et Pharaon (1827); y, sobre todo, su monumental Guillaume Tell (1829), que sienta las bases del melodrama romántico, y con el que concluyó su ciclo operístico cuando solo tenía treinta y siete años.

Tancredi fue compuesta por Rossini en diciembre de 1812 y enero de 1813, con libreto de Gaetano Rossi a partir de la obra teatral Tancrède de Voltaire. El estreno tuvo lugar el 6 de febrero de 1813 en el Teatro la Fenice de Venecia, y la ópera concluía con un final feliz. El 20 de marzo de ese mismo año, Rossini estrenó en Ferrara una versión revisada que incluía diferentes cambios, siendo el más significativo un nuevo final de carácter trágico, cuyo texto fue escrito por el poeta Luigi Lechi. Este final no gustó al público, y Rossini elaboró una nueva versión, estrenada en Milán, en diciembre de 1813, que sintetizaba las ofrecidas en Venecia y Ferrara, con la inclusión del final feliz. Durante veinte años, hasta 1833, la ópera fue representada con cierta asiduidad, cayendo posteriormente en el más absoluto de los olvidos. La partitura y texto del final trágico llegó a desaparecer, siendo descubierto por el musicólogo Philip Gossett, quien elaboró una edición crítica, en 1976, a partir de la versión estrenada en diciembre de 1813, pero concluida con el final trágico de Ferrara. La recuperación definitiva de esta ópera se produjo cuando esa edición crítica se estrenó en La Ópera de Houston (Texas), en 1977, con la participación como Tancredi de la gran mezzo norteamericana Marilyn Horne, quien se convertirá en la gran avalista de esta ópera, que interpretó durante más de una década en diferentes teatros de todo el mundo, habiéndonos legado hasta ocho grabaciones en directo, entre ellas la toma en video realizada en el Teatro del Liceu de Barcelona, en 1989. La mezzo Daniela Barcellona interpretó Tancredi por primera vez en el Festival de Pesaro de 1999, convirtiéndose desde entonces en un Tancredi referencial. Ello se pone de manifiesto en diferentes tomas en audio y video, sobre todo el DVD comercializado por TDK, de unas funciones que tuvieron lugar en el Teatro Comunale de Florencia, en octubre de 2005, junto a uno de los grandes interpretes de Argirio: el tenor argentino Raúl Giménez. En España, Daniela Barcelona ha interpretado Tancredi en bastantes ocasiones: La Coruña (2003), Oviedo (2004), Teatro Real de Madrid (2007), Teatro de La Maestranza de Sevilla (2009), y ahora en las recientes funciones que han tenido lugar en el Palau de Les Arts, donde se ha representado la versión crítica de Philip Gossett con el final trágico de Ferrara.

El Tancredi representado en Valencia es una coproducción de la Ópera de Lausanne y el Teatro Municipal de Santiago de Chile, con dirección escénica de Emilio Sagi, trasladando la acción del Siglo XI, en la época de Las Cruzadas, al siglo XIX, en el período italiano del Risorgimento. La acción comienza en el gran salón de un palacio, con columnas de mármol y grandes ventanales con bellas vidrieras policromadas, donde muchos comensales se reúnen alrededor de una gran mesa, ataviados con vistosos y recargados uniformes diseñados por Pepa Ojanguren, habitual colaboradora de Emilio Sagi. Ese mismo escenario se va transformando, mediante rápidos desplazamientos de sus paredes y una cambiante iluminación, en diferentes espacios escénicos: el reducido e intimista donde se desarrolla el dúo de Tancredi y Amenaide del Acto I, ya en el Acto II, se convierte en el elegante despacho de Argirio o en la cárcel donde recluyen a Amenaide.

En algún momento, a la búsqueda de un esteticista impacto visual, el planteamiento escénico resulta fallido, como en la secuencia de la batalla, en el Acto II, acotada en un espacio cuyo fondo es un panel donde están ensamblados muchos pequeños espejos, la oscuridad escénica solo es alterada por los focos de las linternas que portan figurantes y que se reflejan en los espejos, molestando seriamente a los espectadores. Resulta atractiva la escena final de la ópera donde puede verse un gran monumento funerario que en cuya base se produce la muerte de Tancredi en brazos de Amenaide. Señalar la falta de idoneidad del traje militar que porta Tancredi, encorsetando sus movimientos escénicos. Si exceptuamos la escena de las linternas deslumbradoras, resulta bastante apropiado el diseño de iluminación realizado por Eduardo Bravo, creando adecuados ambientes escénicos siempre en consonancia con el desarrollo de la acción.

Excelente dirección de Roberto Abbado, quien consigue una alta prestación de la Orquesta de la Comunitat Valenciana. El maestro Abbado conoce muy bien esta partitura, habiéndola dirigido en bastantes ocasiones, pudiéndose escuchar una magnífica grabación de estudio realizada por RCA, en 1995, donde dirigía a la Müncher Rundfunk Orchestra, con Vesselina Kasarova como Tancredi, la Amenaide de Eva Mei y el excelente Argirio de Ramon Vargas, exhibiendo una voz de gran belleza. Esta versión discográfica contiene los dos finales y el aria alternativa de Amenaide “Ah, se pur morir degg’io” que Rossini compuso para la versión de Ferrara.

Roberto Abbado se presentó con el brazo derecho inmovilizado por una lesión, lo que aún hizo más meritoria su labor directorial, que ya se puso de manifiesto desde la misma obertura (idéntica a la de otra ópera anterior de Rossini: La pietra del paragone) en cuya primera sección de corte claramente mozartiano, brillaron metales y maderas; y, una segunda sección, dominada por un reiterado crescendo orquestal, típicamente rossiniano, que se va alternando con la interpretación de una graciosa melodía donde destacan las intervenciones del violonchelo en conjunción con la flauta, fagot y toda la cuerda. Magnífico el sonido del preludio orquestal que introduce la gran escena de Tancredi del Acto I, con el continuo sonido de la cuerda grave acompañando a violines y maderas, junto a las lucidas intervenciones del oboe solista. Destacar el acompañamiento en el gran dúo de Amenaide y Tancredi en el Acto I, que finaliza con una brillante coda. También, la actuación orquestal en el final del Acto I: sexteto y concertante conclusivo. Ya, en el Acto II, resultó excelente la prestación del clarinete solista en el transcurso del aria de Isaura, seguida de la brillante ejecución de la música, de fuerte aliento sinfónico, que precede y acompaña el recitativo de Amenaide “Di mia vita infelice”. Muy bella la introducción y acompañamiento orquestal del aria de Roggiero en el Acto II. Resaltar el etéreo y tenue sonido camerístico de la cuerda, que acompaña la escena de la muerte de Tancredi. En los numerosos recitativos que contiene esta ópera, cabe destacar la excelente prestación del bajo continuo compuesto por pianoforte (José Ramón Martín), violonchelo (Rafal Jezierski) y contrabajo (David Molina). Buena labor concertante de Roberto Abbado siempre pendiente de las voces.

La gran mezzo triestina Daniela Barcellona ha hecho de Tancredi su papel más paradigmático, aportando su precisa vocalidad belcantista, gran interpretación dramática y una presencia escénica totalmente identificada con el personaje. Ya, resulta brillante su entrada escénica con la interpretación del recitativo “Oh patria, dolce e ingrata Patria”, que inicia con una mezza di voce, y donde exhibe una depurada línea de canto llena de expresividad, con excelentes regulaciones del sonido. El recitativo enlaza con el arioso “Tu che accendi questo core” para concluir con el famosísimo “Di tanti palpiti”, interpretado en el más puro estilo belcantista, ejecutando con maestría las pertinentes variaciones en la repetición iniciada con la frase “Sarà felice”, donde muestra su dominio de las agilidades, junto a unos agudos muy bien emitidos. Ya, en el Acto II, realiza una gran interpretación de la cavatina “Ah, che scordar non son” con la reiterada frase “L’adoro ancor” cada vez expresada con diferentes matices. Realiza una gran interpretación vocal y dramática del aria-rondó “Perché turbar la calma”, con una primera sección lenta, llena de tristes acentos, que deriva a otra mucho más rápida, iniciada con la agresiva frase “Traditrice! Io t’abbandono”, donde muestra su gran dominio de las agilidades con puntuales y precisas subidas al agudo. Se suceden esos cambios de ritmo lento-rápido, en un continuo crescendo, para concluir el aria con la heroica y reiterada frase “Al campo, al campo a trionfar” insertando poderosos agudos magníficamente emitidos. En un registro totalmente diferente, ya a punto de morir, dota de patéticos acentos el recitativo-aria “Oh Dio, lasciarte io deggio….Amenaide, serbami tua fe” conclusivo de la ópera.

Gran interpretación como Amenaide de la soprano Jessica Pratt, en posesión de una voz de atractivo timbre, bien proyectada, con dominio del canto legato, excelentes regulaciones de sonido y un absoluto dominio de la coloratura: trinos, escalas, notas picadas, junto a agudos y sobreagudos muy bien emitidos. También, cabe destacar su magnífica actuación escénica. Todo ello, ya se pone de manifiesto en su cavatina inicial “Come dolce all’alma mia” . En el Acto II, dota de gran lirismo su recitativo-aria “Di mia vita infelice…..No, che il morir non è”, con melancólicos acentos y excelente capacidad para las medias voces y las regulaciones de sonido, emitiendo bellas notas en pianissimi. Sus momentos más brillantes se producen en el recitativo-aria “Gran Dio!…..Giusto Dio che umile adoro” donde en recitativo y primera parte del aria, muestra una depurada línea de canto llena de expresividad, emitiendo preciosos filados, apianando la voz incluso en las notas agudas. Ya, en la segunda parte del aria, donde la música retoma el crescendo de la obertura, puede constatarse la capacidad de la cantante para la coloratura, emitiendo notas picadas con verdadera precisión, subiendo con facilidad al agudo y sobreagudo y finalizando el aria con un impresionante Mi5.

De calidad extrema resultan los dos dúos interpretados de Pratt y Barcellona, especialmente la sección central del segundo “Ah, come mai quell’anima”, con acompañamiento de la cuerda en pizzicato.

El personaje de Argirio es interpretado por el tenor chino Yijie Shi, magnífico cantante rossiniano, a pesar de su poco atractivo timbre. Durante sus numerosas intervenciones mostró un elegante fraseo y excelente ejecución de las agilidades. Especialmente brillante resultó su interpretación del recitativo-aria “Oddio crudel! Qual nome….Ah! segnar invano io tento”, ofreciendo en el recitativo, un canto lleno de expresividad; y, en el aria, momentos meditativos apianando la voz, junto a otros de auténtico canto de bravura con brillantes subidas al agudo y sobreagudo. Muy bien en su dúo con Tancredi del Acto II.

El bajo Pietro Spagnoli, tiene una voz en exceso lírica para el papel de Orbazzano y su interpretación no pasó de discreta, a pesar de tener verdaderas oportunidades de lucimiento, ya que en esta versión de Tancredi se inserta el aria “Alle voci della gloria” (inmediatamente antes del dúo de Tancredi y Argirio del Acto II) que habitualmente es omitida. En el papel de Isaura, la mezzo Martina Belli mostró una voz grande aunque un tanto gutural, con buen dominio de las agilidades, en la interpretación de su aria “Tu che i miseri conforti” del Acto II. La joven soprano Rita Marqués perteneciente al Centro de perfeccionamiento Plácido Domingo, se lució en su aria “Torni alfin ridente”. Excelentes los números de conjunto que cierran el Acto I, sobre todo el concertante final. Magnífica actuación del Coro de la Generalitat Valenciana (en este caso solo voces masculinas) en sus numerosas intervenciones, destacando su interpretación en el Acto II del Coro di Saraceni: “Regna il terror nella citta”.

Estas funciones de Tancredi estuvieron dedicadas a la memoria del director de orquesta y musicólogo Alberto Zedda, fallecido el pasado mes de marzo, cuya labor ha sido esencial en la recuperación de toda la obra rossiniana.

 

Jessica Pratt

Dicen de ella que es la sucesora natural de Joan Sutherland. No en bano, la soprano australiana está considerada como una de las mejores intérpretes internacionales en su cuerda. Llega ahora a España, al Palau les Arts Reian Sofía de Valencia donde debuta, y lo hace con el papel de Amenaide, de la ópera Tancredi de Rossini. Una gran oportunidad para escuchar las habilidades canoras de esta gran intérprete.

Brío Clásica: Si no me equivoco, usted es hija de tenor y, de alguna manera, siempre ha tenido vinculación con la lírica. ¿En qué momento fue consciente de poder dedicarse al canto y cómo se planifica una carrera en los inicios de ésta?

Jessica Pratt: Mi padre nos enseñó todo sobre música y mi madre todo acerca de las artes visuales; creo que es natural para los padres transmitir a los hijos todo su conocimiento y su pasión por las cosas que aman. En mi caso tanto mi hermana, mi hermano como yo nos hemos beneficiado de una infancia llena de música y arte. Decidí intentar abrirme camino como cantante cuando tenía veinte y pocos años y tomé la decisión de trasladarme a Italia para ampliar mis estudios de canto. En Australia trabajé como payasa, como secretaria, como dependienta y hasta en el McDonalds para poder pagar las clases de canto, viajes y todo lo que significaba empezar una carrera como cantante de ópera; más tarde en Europa gané una beca que me permitió centrarme solamente en el estudio. Aproveché todas las oportunidades que se pusieron en mi camino, sustituyendo a colegas que cancelaban en varias ocasiones; se dijo entonces que esa fue mi gran oportunidad. Creo que vivimos en un mundo en el que esperamos que todo pase muy rápido y en realidad en mi caso creo que tomó bastante tiempo estabilizar mi carrera; es decir, no hubo un momento decisivo que cambió todo, simplemente fueron un cúmulo de pequeñas cosas, oportunidades, que con el tiempo, constancia y perseverancia construyeron mi carrera.

B-C: Sin duda es el bel canto en el que su voz se siente más cómoda. ¿Tiene esta misma sensación desde el punto de vista dramático e interpretativo?

J.P: Afortunadamente adoro el bel canto; lo encuentro súper agradecido tanto desde el punto de vista de espectadora como de intérprete. Así que efectivamente diría que me siento como en casa en ese repertorio desde todo punto de vista. Invertí mucho tiempo leyendo novelas románticas que se desarrollaban en el período de los Tudor, una época que me encanta, y disfruto muchísimo explorar ese tiempo a través de las óperas belcantistas que interpreto.

B.C: ¿En alguna ocasión ha tenido que decir no a un trabajo o proyecto?, ¿por qué razón?

Muchas veces, generalmente porque no estoy libre en las fechas que proponen si estoy trabajando en otra parte y en ocasiones porque el rol no es apropiado para mi voz. Hay cantantes jóvenes que tienen una cierta prisa y aceptan a veces roles inapropiados. Por lo tanto, es muy importante saber cuáles son tus límites y saber luchar por tu futuro, diciendo no cuando sabes que lo que te proponen no es para ti. Al principio de mi carrera tuve que enfrentarme con gente importante de este negocio por este motivo y fue complicado y difícil decir no cuando no tenía dinero. La anécdota más memorable fue durante una pelea con un agente que me preguntaba quién o qué me daba la libertad para rechazar un contrato muy importante que me estaban ofreciendo. Cuando debuté en el Covent Garden con la Reina de la Noche, al principio de mi carrera, tuve tantas ofertas para solo ese personaje que me limitó durante un tiempo a debutar otros roles, así que decidí quitarlo del repertorio. Era muy joven y en ese momento no quería encasillarme, sin embargo volví a interpretar el rol el año pasado en el Metropolitan Opera. Ahora que siento que mi carrera está establecida me encanta volver a cantarlo de vez en cuando, aunque prefiero las heroínas del bel canto.

B.C: En una representación que prefiere, ¿qué el director de escena le de todas las pautas para la interpretación o tener cierto margen de maniobra sobre el escenario?

J.P: No creo que a nadie le guste ser usado como a un títere que lo mueven alrededor del escenario. Nosotros interpretamos la ópera que escribieron conjuntamente el compositor y el libretista en colaboración con el equipo de dirección de escena elegido por el teatro. Es fantástico cuando el director de escena tiene una idea clara y consistente de cómo contar la historia, pero decididamente tiene que ser un trabajo de equipo y de colaboración entre todos.

B.C: ¿Qué supone interpretar un personaje casi fetiche para usted como Lucia?

J.P: Lucia fue el primer personaje que interpreté y sin duda el que más veces he cantado. Cuando lo canto siento como que llego a casa. Lucia es fantástica tanto dramática como musicalmente; exige muchísimo de una a todos los niveles; puede ser interpretada de maneras tan distintas que cada vez que la canto encuentro detalles nuevos, matices que no había visto antes; por todo esto es un rol que me llena de satisfacción. En una ocasión tuve que cantarlo simultáneamente en La Scala y en Amsterdam; las producciones eran tan absolutamente distintas tanto desde el punto de vista escénico como vocal que llegó un momento en el que pensaba que estaba cantando dos óperas diferentes, pero lo cierto es que me gustaban las dos. En Amsterdam Monique Wagemaker había creado una fabulosa versión en la que Lucia tenía una pesadilla horrible; toda la acción transcurría en su habitación llena de muñecas rotas que cobraban vida, todo era oscuro y culminaba en su suicidio, mientras que en Milán Mary Zimmermann había creado una Lucia mucho más tradicional; el personaje vivía en una gran casa solariega medio derruída y sufría una crisis nerviosa; tras haberle inyectado un sedante acaba saliendo del escenario tras la escena de la locura. Ambas producciones eran opuestas pero a la vez fantásticas e interesantes, cada una centrada en su discurso.

B.C: ¿Cómo ve la evolución de su voz con la perspectiva de abordar nuevos repertorios?

J.P: Es cierto que la voz cambia con los años, madura y se puede afrontar un repertorio más pesado. De momento no tengo intención de cambiarlo; he debutado más de 35 roles con los que todavía me siento muy cómoda. Este año finalmente añadiré algún nuevo personaje de ópera cómica y me gusta por divertirme en el escenario en otro registro; incluso me gustaría cantar algo de zarzuela algún día también. Acabo de debutar Le Comte Oryy debutaré Don Pasquale en Bilbao y en Barcelona este año. Próximamente cantaré por primera vez Zerbinetta y un par de roles donizettianos más dramáticos que tengo muchas ganas de cantar.

B.C: ¿Cómo se armoniza la vida de cantante lírica con la vida personal? ¿Qué le gusta hacer cuando su trabajo se lo permite?

J.P: Este año estoy fuera de casa desde el pasado mes de febrero hasta agosto, saltando de una producción a otra. Me siento muy afortunada por tener un compañero que tiene su propio negocio y está feliz con el hecho de tener que viajar a menudo. Cuando tengo tiempo de volver a casa aprovecho para pasar tiempo con nuestros perros y gatos, paseándolos, leyendo, mejorando cosas de la casa y volviendo loco a mi pareja porque dejo las cosas medio hechas porque tengo que viajar durante meses.

B.C: ¿Por qué cree que es tan difícil que los jóvenes se interesen por la ópera?

J.P: No creo que sea para nada difícil; creo que simplemente a la gente joven no se le ofrecen las oportunidades para poder disfrutar de la ópera. Cada vez que acompaño a algún amigo o amiga joven a la ópera acaban por apasionarse por el género. Niños, niñas y adolescentes suelen ser personas con una mente muy abierta, más de lo que creemos, y les encanta hacer cosas de adultos. Solo hay que hacérselo accesible. He visto en muchas partes ofertas para jóvenes que incentivan, como dos tickets por uno hasta ciertas edades, etc… y el teatro se llena. ¡Lo aprovechan siempre! La razón por la que vemos gente mayor en los teatros es porque cuando uno va a la ópera, esta te atrapa y no puedes dejar de ir en toda tu vida, y eso es algo muy positivo.

B.C: ¿Cuándo podremos verla actuar en Madrid?

J.P: Este verano estaré ensayando en Madrid para la producción de I Puritani que el Teatro Real llevará al Festival de Savonlinna en Finlandia y espero poder anunciar pronto mi debut en el Teatro Real!

Jessica Pratt

Es uno de los pocos escenarios españoles en los que todavía no había debutado en ópera escenificada, ya que la soprano australiana Jessica Pratt, sin duda una de las intérpretes más importantes del panorama internacional –aclamada por la crítica como la digna sucesora de la gran Joan Sutherland–, se ha ido presentando paulatinamente, y siempre con éxito en las grandes plazas líricas del país. Lo mismo sucede en París, Nueva York, Londres o Milán, donde también la han aplaudido. Y después del reciente triunfo en Las Palmas como Marie en La fille du régiment, ahora le toca el turno al Palau de Les Arts de Valencia, teatro en el que debutará en una ópera escenificada en el difícil papel de Amenaide de la ópera Tancredi, de Rossini, en una coproducción entre la Opéra de Lausanne y el Teatro Municipal de Santiago de Chile con dirección de escena del español Emilio Sagi y que para la ocasión contará con la batuta de Roberto Abbado (los dias 23, 25, 27, 29 de junio y 1 de julio).

Tras una intensa temporada en la que ha paseado algunos de sus personajes más emblemáticos como Semiramide (Semiramide, Ópera de Florencia), Rosmonda (Rosmonda d’Inghilterra, Florencia y Teatro Donizetti de Bérgamo), Reina de la Noche (La flauta mágica, Metropolitan Opera, Nueva York), o Gilda (Rigoletto, Ópera de Oviedo), Jessica Pratt cantará en mayo La Sonnambula (Victorian Opera, Melbourne), I Puritani (Müpa, Budapest), Le Comte Ory (Klangvokal Musikfestival, Dortmund) antes de viajar en junio a Valencia.

En los próximos meses le esperan los roles protagonistas de I Puritani (Festival de Savonlinna en la visita del Teatro Real de Madrid al certamen finlandés), Lucia di Lammermoor (Théâtre des Champs Elysées, París), su regreso a España con Don Pasquale (ABAO-OLBE, Bilbao) y L’elisir d’amore (Liceu de Barcelona) y su esperada vuelta a Nueva York con Lucia di Lammermoor (Metropolitan Opera).

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