La violación de Lucrecia

LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA
o Donde hay violencia, no hay culpa
Zarzuela barroca en dos jornadas
Música de josé de Nebra
Libreto de Nicolás González Martínez, adaptación de Rosa Montero
D. musical y clave: Alberto Miguélez Rouco
D. de escena y vestuario: Rafael R. Villalobos
Escenografía: Emanuele Sinisi
Iluminación: Felipe Ramos
Ensemble Los Elementos
Reparto: María Hinojosa Montenegro, Carol García,
Marina Monzó, Judit Subirana,
Borja Luna y Manuela Velasco.

El Teatro de la Zarzuela, en su vocación por recuperar la obra lírica española, ha estrenado La violación de Lucrecia, basada en la zarzuela original “Donde hay violencia, no hay culpa” del aragonés José de Nebra, basada en un poema narrativo de Shakespeare. Una historia fascinante para muchos autores a lo largo de la historia, por el brutal acontecimiento que narra. Un acontecimiento que ocurrió, como dice la Lucrecia contemporánea que interpreta Manuela Velasco, hace un millón de días, y continúa sucediendo…

En esta producción, como en otras anteriores, se ha encargado un texto alternativo que, a modo de actualización del original de Nicolás González Martínez, asista al espectador en la comprensión y conocimiento de la historia. En esta ocasión la encargada ha sido la escritora Rosa Montero. Pero el relato alternativo ha resultado demasiado extenso y protagonista, y sin ninguna necesidad. Montero ha creado un texto que insiste en explicar obviedades. Aún prescindiendo del libreto original, la obra musical, junto a la escenografía, son suficientemente clarificadoras, por lo que tantas explicaciones se vuelven repetitivas.

Esta obra es una extraordinaria muestra de ese barroco español del que disfrutamos escasamente, a pesar de la indudable calidad musical que atesoran. La partirura de Nebra es brillante, y se ha elegido para esta producción la última versión del compositor, de las tres que realizó. Es, como dice Alberto Miguélez Rouco, la más galante y probablemente la más aproximada al gusto del público en ese momento. En cualquier caso, una joya de nuestro repertorio a la altura, si no más, de las obras italianas que se representaban entonces en Madrid de la mano de los mejores compositores y libretistas.

Si un grupo de jóvenes músicos, la mayoría españoles, se reúnen para formar un ensemble barroco es, sin duda, una decisión arriesgada, casi milagroso. Pero han sido capaces de hacerlo. Con Alberto Miguélez Rouco a la cabeza y con instrumentos de época, que en la sequedad ambiental del Teatro de la Zarzuela requieren de un esfuerzo extra en la interpretación, consiguen un verdadero sonido de carácter barroco. Hacen que suene vivo, ligero, con esa naturalidad perfecta que tienen las cosas imperfectas. Miguélez Rouco estuvo todo el tiempo pendiente de los cantantes, facilitando un trabajo, en el que se notaba una perfecta comunicación.

Y si la música es potente, no se quedaron atrás sus intérpretes. La valenciana Marina Monzó dio vida a Tulia, hermana de Colatino y enamorada de Sexto. No se puede cantar con más delicadeza y gusto… Posee una voz clara y esmaltada que modula a capricho, con una línea de canto fluida en el fraseo. Qué bien aprovechadas esas clases con Isabel Rey, Mariella Devia o Renata Escotto. Supo dotar a Tulia de la fragilidad dramática de quien está enamorada sin perspectivas. Lo mejor de Marina Monzó es que esto apenas acaba de empezar.

Laureta, la sirvienta de Lucrecia, está interpretada magníficamente por Judit Subirana. Representa a la aparentemente única mujer de la obra que vive a su antojo, y lo hace con frescura y soltura en su recorrido por el escenario.

La mezzosoprano Carol García ha interpretado a Colatino, esposo de Lucrecia y hermano de Tulia. En esta ocasión la dramaturgia del personaje no ha hecho justicia con la calidad de su instrumento, que no es poca. Ha defendido su rol con la solvencia que acostumbra.

La protagonista de la obra, Lucrecia, ha estado interpretada por una María Hinojosa que hizo crecer a su personaje a medida que avanzaba la obra. Muy bien en lo vocal y también en esa parte más dramática del personaje.

Es esta una obra en la que las mujeres son las protagonistas, las únicas protagonistas, sobre el escenario solo aparece un hombre y además, no canta. Es el personaje de Sexto, el brutal protagonista, al que da vida el actor Borja Luna.

Magnífica recuperación por parte del Teatro de la Zarzuela de esta joya del barroco español, toda una sorpresa musical, a la que no le hacen falta adornos ni complementos. Una obra como esta se basta y se sobra.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Elena del Real

La violación de Lucrecia

A partir del 25 de marzo y hasta el 1 de abril, el Teatro de la Zarzuela cumplirá de nuevo con una de sus responsabilidades prioritarias. Recuperará 270 años después de su última representación en 1753, y en este caso para la escena, la zarzuela barroca Donde hay violencia, no hay culpa, con música de José de Nebra y libreto de Nicolás González Martínez, y lo hará bajo el título de La violación de Lucrecia, en un guiño al poema épico de Shakespeare The rape of Lucrece, y a la ópera homónima de Britten.

En esta nueva producción del Teatro de la recién inaugurada plazuela de Teresa Berganza, el punto de partida es la versión del libreto escrita por Rosa Montero –recientemente galardonada con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes–, mientras que en las partes cantadas se mantienen los versos originales que González Martínez escribió para Nebra en 1744.

La dirección de escena y el vestuario de esta recuperación son de Rafael R. Villalobos, que se presenta por primera vez en este escenario; y la edición y la dirección musical —desde el clave— son de Alberto Miguélez Rouco, que también dirige su Ensemble Los Elementos y debuta asimismo en el foso de La Zarzuela como director. La producción, que cuenta con la escenografía de Emanuele Sinisi y la iluminación de Felipe Ramos, goza de un reparto especialmente escogido para abordar con absoluta solvencia y brío este tipo de partitura, y para afrontar la sobrecogedora puesta en escena de la leyenda de Lucrecia. Lo componen cuatro cantantes: María Hinojosa Montenegro (Lucrecia), Carol García (Colatino), Marina Monzó (Tulia) y Judit Subirana (Laureta); y dos actores: Manuela Velasco (Espíritu de la leyenda de Lucrecia) y Borja Luna (Sexto).

Estamos ante una curiosa obra con argumento latino, pero creada para el ámbito privado del duque de Medinaceli en Madrid, cuyo palacio, en la Carrera de San Gerónimo con el Paseo del Prado, estaba emplazado a 300 metros escasos del lugar que más tarde, desde 1856, ocuparía (y hoy sigue ocupando) el Teatro de la Zarzuela. A pesar de los casi tres siglos transcurridos, la música y la retórica de los afectos de esta zarzuela de Nebra aún nos deleitan e invitan a descubrir las percepciones de gusto barroco y preclásico. Y como nos dice la estudiosa Nieves Pascual en sus notas para el programa o en el cierre de su conferencia (disponible en YouTube): «En esta zarzuela, obra ejemplar del teatro lírico español, con música y texto que son patrimonio de ayer, descubrimos la expresión de deseos y pasiones de hoy».

Rafael R. Villalobos, por otra parte, nos recuerda que, además de proporcionarnos el placer de descubrir y redescubrir a Nebra, el proyecto tiene otros puntos interesantes y absolutamente actuales, como puede ser el «entender el espíritu revolucionario que los autores de entonces (siglo XVIII) tenían respecto a los derechos de las mujeres». El director de escena y figurinista afirma que La violación de Lucrecia nos permite asimismo «reflexionar acerca de muchos temas, que van desde la violencia machista a la violencia institucional».

El dolor de entonces, el dolor de hoy

Con esta propuesta volveremos a mirar al pasado para colocar el foco de atención en el dolor de una mujer, Lucrecia, «cuya historia desgranaremos a través del filtro de los dos mil quinientos años de historia transcurridos desde entonces». En este sentido, Villalobos dice que La violación de Lucrecia «es una obra maravillosa, tristemente muy actual, y que un teatro nacional que vela por el patrimonio lírico español decida subirla al escenario y abrace otros acercamientos al hecho lírico es motivo de alegría general».

Por su parte, el Maestro Miguélez Rouco, que el pasado mes de octubre presentó la grabación de Donde hay violencia, no hay culpa (Glossa) también al frente de su grupo historicista Los Elementos, recalca que esta zarzuela nos permite «sumergirnos en la fascinante obra de José de Nebra, cuyo hábil uso de la retórica barroca, su conocimiento de los recursos vocales e instrumentales y su intuición dramática convierten cualquiera de sus obras escénicas en las más brillantes joyas del siglo XVIII español».

Estrenada en 1744, la historia narra las circunstancias y consecuencias de la violación de la virtuosa mujer romana Lucrecia, el mito fundacional de la República Romana, tal como lo transmitió Livio. Estos días el público asistirá en el Teatro de la Zarzuela a una relectura de esta leyenda del siglo primero antes de la era cristiana. Ahora, al igual que hace tres siglos en Madrid o hace veinticinco siglos en Roma —dentro de una especie de espiral de la Historia—, los hechos nos obligan a oír y ver estos acontecimientos para reflexionar sobre la libertad, la conciencia de culpa, la degradación, el poder, la destrucción, el honor o la venganza; todo esto ante el hecho de una violación y de sus consecuencias trágicas para el ser humano.

La función de ‘La violación de Lucrecia’ del jueves 30 de marzo se emitirá en directo en streaming a través del canal de YouTube, Facebook y la página web del Teatro y quedará disponible en abierto.

Esa misma función será grabada por Radio Clásica de Radio Nacional de España para su emisión en próximas fechas.

Asimismo ella está disponible en YouTube la conferencia de la musicóloga Nieves Pascual y en estos días, también el nuevo capítulo de la serie ‘Viaje por la Zarzuela’ con la intervención de Alberto Miguélez Rouco, Rafael R. Villalobos y Rosa Montero.

El miércoles 29 de marzo a las 19h00 en el canal de YouTube del Teatro, se emitirá en directo el nuevo encuentro ‘Entre bambalinas’, en esta ocasión con la actriz Manuela Velasco.

José de Nebra, los elementos

El ciclo Universo Barroco Sinfónico del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) abre fuego con la zarzuela Vendado es Amor, no es ciego, una de las obras más importantes del compositor español José de Nebra  (1702-1768). Se trata de una oportunidad única para disfrutar de la mayor obra escénica conservada del compositor más importante del Barroco español. Este título lírico viene de la mano de Los Elementos, orquesta surgida de la reputada Schola Cantorum Basiliensis, dirigida por el contratenor Alberto Miguélez Rouco, y con un elenco vocal nacional e internacional de altísimo nivel, entre el que se encuentra la soprano Giulia Semenzato. El concierto tendrá lugar el domingo 6 de noviembre, a las 19:00h, en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música.

La recuperación de esta obra, estrenada en 1744, supone el compromiso por la puesta en valor del repertorio lírico español a través de una figura fundamental de la música española, José de Nebra, quien, a pesar de ser conocido por su música sacra, también compuso una rica colección de obras dramáticas.

Nebra, que en su día tuvo un estilo marcadamente internacional al estar muy influenciado por la música napolitana, hila en Vendado es Amor, no es ciego una colorida música orquestal con todos los recursos posibles de la época, entre los que se encuentran arias de gran belleza y exigencia, dobles coros o incluso un cuarteto con cuatro voces de soprano entrelazadas, una muestra de su carácter innovador. A ello se suman las partes habladas y la singularidad del folklore español, muy presente en las seguidillas o el famoso fandango que cierra la obra.

Un elenco de primer nivel

El interés de Alberto Miguélez Rouco (A Coruña, 1994), el joven contratenor y director gallego, por la interpretación, recuperación y difusión del patrimonio musical español del siglo XVIII, lo llevó a crear Los Elementos para profundizar en la obra de Nebra. Esta agrupación está integrada por músicos de distintas nacionalidades, con gran presencia española, y formados en la Schola Cantorum Basiliensis, el centro más prestigioso de la música barroca en Europa.

El ensemble recuperó Vendado es Amor, no es ciego en 2018. Dos años después, consiguieron extender el legado del compositor aragonés a través del lanzamiento de la primera grabación mundial de esta obra maestra, bajo el prestigioso sello Glossa, en un proyecto discográfico que consiguió un rotundo éxito de la crítica dentro y fuera de nuestras fronteras. Los Elementos acuden ahora al CNDM para interpretar la obra en directo con un elenco vocal de primerísimo nivel, haciendo espejo con el propio Nebra, quien compuso esta zarzuela para que fuera interpretada por los mejores cantantes del Madrid de la época.

Este espectáculo barroco sitúa la historia en la época de la mitología, con un argumento trepidante de pasiones, peleas y rupturas con libreto de uno de los principales dramaturgos españoles de la primera mitad del siglo XVIII, José de Cañizares. El triángulo amoroso será interpretado por la soprano Giulia Semenzato (Anquises), una de las voces más demandadas del panorama actual y que tiene una gran carrera internacional; la mezzosoprano Natalie Pérez (Venus) y la soprano Alicia Amo (Eumene). A ellas se unirán las sopranos Ana Vieira Leite (Diana) y Aurora Peña (Brújula), y el barítono Yannick Debus (Títiro).

“Contextos Barrocos”: Una hora antes del concierto, a las 18:00h, tendrá lugar el encuentro sobre Los Elementos y la zarzuela de José de Nebra en los “Contextos Barrocos”, sesiones de cuarenta y cinco minutos, de acceso libre, que permiten profundizar en las obras del ciclo, su historia y los intérpretes. 

El Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial de la Comunidad de Madrid acoge una nueva edición del Festival de Semana Santa, que este año presenta tres conciertos cargados de espiritualidad: Madre de Deus. Música y liturgia medieval, de Capella de Ministrers; Murió por el pecado: cantadas sacras españolas, de Concerto 1700; y Música para Cuaresma, de La Grande Chapelle. Las tres actuaciones podrán verse a las 19:30 horas los días 9, 10 y 11 de abril de 2020, respectivamente.

El festival comienza el jueves 9 de abril con Madre de Deus. Música y liturgia medieval, un concierto del grupo Capella de Ministrers en el que el público realizará un viaje musical a la Edad Media española gracias a una recopilación de las obras más significativas de este período: desde el cantoral de las Clarisas de Valencia (Gaude flore virginali) hasta el Canto de la Sibila (drama litúrgico de melodía gregoriana), pasando por las composiciones del Llibre Vermell del Monasterio de Montserrat.

Desde su creación en 1987, el grupo Capella de Ministrers, bajo la dirección de Carles Magraner, ha desarrollado una importante tarea investigadora y musicológica en favor del patrimonio musical español, desde el medioevo hasta el siglo XIX. El resultado conjuga a la perfección el rigor histórico, la sensibilidad musical y, muy especialmente, un incontenible deseo de comunicar y hacer partícipe  de estas experiencias al espectador. La actividad de la formación ha sido muy intensa desde sus inicios; han recorrido las mejores salas y festivales de música tanto dentro como fuera de España. Esta trayectoria de estudio y recuperación de la música antigua ha quedado plasmada en los más de 55 discos que ha grabado para EGT, Blau, Auvidis y CDM (sello discográfico exclusivo de Capella de Ministrers). Han obtenido muy buenas críticas por parte de la prensa especializada, además de numerosos premios y distinciones como el galardón a la Mejor Producción Discográfica del Ministerio de Cultura, Premio Importante de la editorial Prensa Valenciana o el Premio Internacional de Música Clásica 2018 (ICMA) en la categoría de Música Antigua.
El 10 de abril es el turno de Concerto 1700 que interpretará, junto a la soprano Aurora Peña, Murió por el pecado: cantadas sacras españolas. La formación tocará temas de Giovanni Bononcini, José de NebraArcangelo CorelliJosé de Torres y Vicente Basset, entre los que destacan composiciones barrocas como el aria con violines Volad, suspiros de Nebra, la sonata para violín y continúo de Corelli o Murió por el pecado, Cantada al Santísimo –también con violines- de José de Torres. Las cantadas eran un tipo de música religiosa que tenía una parte oral pensada para ser entonada por los feligreses.

Fundado en 2015 por el violinista Daniel Pinteño, Concerto 1700 nace con la intención de interpretar obras que abarcan desde la etapa más temprana del Barroco hasta los primeros destellos del Romanticismo. Pese a su corta edad, el grupo se ha ganado un puesto en los grandes circuitos nacionales gracias a su virtuosismo y fantasía tímbrica que la crítica ha alabado en varias ocasiones. Destaca su labor de recuperación del patrimonio musical olvidado, en especial las compositores y maestros de capilla españoles del siglo XVIII. Han sido galardonados con el Premio Circuitos FestClásica 2017 en la categoría “Música Antigua” y han actuado con éxito en los festivales más importantes del ámbito nacional. En 2020, después de triunfar con su primer disco José de Torres (ca.1670-1738): Amoroso Señor junto a la soprano Aurora Peña, publican su segundo álbum Italy in Spain: Violin Sonatas in late 18th-century Madrid que incluye obras para violín de finales del siglo XVIII conservadas en la Biblioteca Nacional de España.
El Festival de Semana Santa se clausura el 11 de abril con Música para cuaresma de La Grande Chapelle, un concierto de música polifónica sacra en el que se interpretarán obras de Cristóbal de Morales (1500-1553), uno de los principales representantes de la composición polifónica española del Renacimiento. La obra del compositor hispalense –recogida en más de setenta impresos de antes de 1600- no sólo fue parte esencial del repertorio de las iglesias y catedrales más importantes de España y América hasta finales de la Edad Moderna, sino que gozó de un extraordinario prestigio entre teóricos e historiadores. Mientras que en España solo tuvo cortas estancias en catedrales y capillas, su nombre se asocia a la década que permaneció en la capilla pontificia de Pablo III, desde 1535 hasta 1545. En Roma, desempeñó su labor de cantor con colegas de la talla de Costanzo Festa, Jacques Arcadelt o Juan Escribano. Morales se interesó especialmente por los textos de Cuaresma, que incluyen las celebraciones del Miércoles de Ceniza y de los domingos de Septuagésima, Sexagésima y Quincuagésima. En este concierto, La Grande Chapelle le rinde homenaje a partir de su amplia serie de motetes para Semana Santa.

Con vocación europea, La Grande Chapelle es un conjunto vocal e instrumental de música antigua cuyo principal objetivo es realizar una nueva lectura de las grandes obras vocales españolas de los siglos XVI a XVIII, prestando especial atención a la producción policoral del Barroco. Al mismo tiempo, tiene el propósito de contribuir a la acuciante labor de recuperación del repertorio musical hispano. Fundado en 2005, el grupo ha actuado en los principales ciclos de España y en grandes festivales internacionales. También ha creado su propio sello, Lauda, con el que edita cuidadas grabaciones de alto interés musical y musicológico. Por su calidad y su solvencia artística, los discos de La Grande Chapelle / Lauda han obtenido galardones y premios nacionales e internacionales de reconocido prestigio en el mundo de la música antigua, tales como dos Orphées d’Or (Academia del Disco Lírico de París, en 2007 y 2009), Sello del año de los Prelude Classical Music Awards 2007 (Holanda), 4 stars of the BBC Magazine, etc. En 2010 recibió el I Premio FestClásica (Asociación Española de Festivales de Música Clásica) por su contribución a la interpretación y recuperación de música inédita española.

Con motivo del 250º de la muerte de José de Nebra, la mezzosoprano Ann Hallenberg, acompañada por la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca dirigida por Pedro Gandía, se acerca por primera vez a este compositor, pilar fundamental de la música española de mediados del XVIII. A través de su voz, arias de Nebra compartirán escena con otras del genial Haendel, estableciendo un diálogo de afectos que se tejen en torno a los gozos y desdichas del amor. Un programa que sondea los límites de la emoción.

La mezzosoprano sueca Ann Hallenberg aparece con regularidad en teatros de ópera y festivales como el Teatro alla Scalade Milán, el Teatro la Fenice de Venecia, el Teatro Real de Madrid, el Theater an der Wien, el Opernhaus de Zúrich, la Opéra National de París, el Opéra de Lyon, el Théâtre de La Monnaie de Bruselas, el Netherlands Opera de Ámsterdam, el Bayerische Staatsoper de Múnich, el Staatsoper de Berlín, el Semperoper de Dresden, la Royal Swedish Opera, el Festival de Salzburgo, el Festival de Verbier y el Festival de Edinburgo. Su repertorio operístico incluye un gran número de papeles de óperas de Rossini, Mozart,Gluck, Massenet, Haendel, Vivaldi y Monteverdi. En el formato de concierto se encuentra igualmente cómoda, apareciendo en salas de conciertos y festivales a lo largo de Europa y Norteamérica. Su repertorio comprende música desde el temprano siglo XVII (Monteverdi y Cavalli), pasando por Mozart, Haydn, Beethoven, Berlioz, Brahms, Mahler y Chausson, hasta el repertorio contemporáneo de Franz Waxman y Daniel Börtz. Ann Hallenberg trabaja de forma regular con directores como Fabio Biondi, William Christie,Sir John Eliot Gardiner, Emmanuelle Haïm, Philippe Herreweghe, Marc Minkowski, Riccardo Muti, Kent Nagano, Sir Roger Norrington, Sir Antonio Pappano, Christophe Rousset y Alberto Zedda. Ha grabado más de 45discos y DVDs con música de Bach, Haendel, Vivaldi, Mozart, Haydn, Gluck, Rossini, Mendelssohn, Brahms y Bruckner, entre otros. En los ‘International Opera Awards’de Londres de 2016 su disco Agrippinaganó el premio para el “Best Operatic Recital”. Este fue su segundo premio en dicha categoría, habiéndolo obtenido también en 2014.

Dicha y desdicha del amor

Música escénica de Nebra  y Haendel

Domenico Scarlatti (1685-1757)
Sonata en re mayor, K 140 (arr. W. ten Have)
Sonata en re mayor ‘La caza’, K 96 (arr. W. ten Have)
José de Nebra (1702-1768)
Ay, ay amor de Amor aumenta el valor (1728)
Tórtola que carece de Viento es la dicha de amor (1743)
Más fácil será el viento de Amor aumenta el valor (1728)
George Frideric Haendel (1685-1759)
Scherza Infida de Ariodante, HWV 33 (1735)
O take de Alexander Balus, HWV 65 (1747)
Se bramate de Serse, HWV 40 (1738)
Francesco Geminiani (1687-1762)
Concerto en re menor ‘La Follia’, op. 5, nº 12 (1726)

Foto: ANN HALLENBERG © Örjan Jakobsson

De Nebra-Paterson

En el año 2018, el Gobierno de Aragón rinde homenaje a José de Nebra (Calatayud, 1702; Madrid, 1768), en el 250 aniversario de su muerte. Sin ninguna duda, uno de los más relevantes músicos aragoneses y españoles de todos los tiempos: Organista y vicemaestro de la Real Capilla, autor de gran éxito popular en los teatros públicos, gran exportador de música propia a las Américas, maestro de reinas, infantes y de otros ilustres músicos, mecenas de otros artistas, favorecedor de músicos aragoneses en la corte, que propiciaría una poderosa presencia e influencia aragonesa en la política y la cultura española.

En la presente grabación se hace un recorrido, a modo biográfico, de algunos de los episodios musicales más relevantes en la vida de José de Nebra, no solo a través de algunas de sus propias obras para tecla, sino también a través de otras de las principales obras para teclado de algunos insignes compositores de su tiempo, como José Moreno y Polo, José Elías, Sebastián Durón, José Lidón, Joaquín Oxinaga y el Padre Antonio Soler. Todos ellos ejercieron algún tipo de influencia en su vida musical y artística.

Las piezas escogidas para este trabajo son en su mayoría inéditas. Se alternan obras para los tres principales instrumentos de tecla del momento: el órgano, el clave y la novedad que empezó a imponerse por aquel entonces ya en el centro de Europa, el fortepiano. Todos los instrumentos utilizados son históricos, contamos con dos órganos barrocos, uno el de Calatayud (Zaragoza), ciudad natal de José de Nebra, que data del año 1753, y otro el de Villarquemado (Teruel), también de la segunda mitad del siglo XVIII. También contamos con un clave francés grand ravalement, de dos teclados, construido por Reinhard Von Nagel en 1996, basado en un Blanchet, y con un fortepiano, basado en un Walter & Sohn, construido por Paul McNulty en 2008.

CARLOS PATERSON (Órgano, Clave y Fortepiano)

Organista, pianista y compositor aragonés, formado en sus diferentes disciplinas tanto en el Instituto Musical Turolense como en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, y por grandes maestros como Vicent Ros, José Luis González Uriol, Montserrat Torrent, Jan Willem Jansen, Olivier Baumont, Anna Jastrzebska, Nairi Grigorian, Jesús Mª Muneta, Antón García Abril y Eduardo Armenteros. Su actividad concertística se desarrolla fundamentalmente por España, Italia, Francia, Bélgica, Alemania, Austria, Suiza y Reino Unido.

Fundador de la Asociación Cultural de Músicos de Teruel y del curso Brillant Magnus Quintet, miembro del comité organizador y artístico del Concurso Internacional de Piano Antón García Abril, miembro integrante del trío barroco Ars Amandi, fundador de los ensembles Affetti Musicale y Brillant Magnus Quintet, con este último lleva realizados varios centenares de conciertos por toda España y extranjero, y junto con quien es músico abanderado del sello Stomvi. Ha realizado grabaciones para Radio Nacional de España y para los sellos Mary-Water Productions y Warner Classics.

Como director musical ha estado al frente de diversas agrupaciones, como la Banda Municipal de Mallén y la Agrupación Coral del Instituto de Artes Musicales de Valencia. Como compositor, caben destacar temas suyos como If thou wilt, remember, interpretado por Daniel Kavanagh; la Suite-Sonata para Piano Hugo & Daniela, grabada por el pianista internacional Brenno Ambrosini; música de cámara como su In Paradisum, estrenada en el Zomerconcerten 2017 de Leuven, y recientemente llevada a grabación junto con el prestigioso trompetista Pacho Flores (Deutsche Grammophon Artist); y música coral y sinfónica como su Crux Fidelis y Alborada, esta última recientemente estrenada en el Palau de la Música de Valencia.

Es Licenciado en Derecho por la UNED y Máster en investigación musical por la Universidad Internacional de La Rioja. En el último año ha comenzado en Bruselas un programa de conferencias sobre la Música en la Corte de Carlos V para el Instituto Cervantes. Actualmente ejerce como Catedrático de Órgano del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia, como Coordinador del Ciclo de Órgano, Música y Patrimonio del Gobierno de Aragón y como profesor de piano en el Instituto de Artes Musicales de Valencia.

Este domingo 25 de noviembre Carlos Paterson ofrecerá un concierto en el Castillo Alden Bilzen de Bélgica. Concierto dedicado a la escuela de órgano barroco aragonés, con una selección cronológica de obras de los principales compositores aragoneses del barroco que influyeron notablemente en la escena musical española y europea del barroco.

El 14 de diciembre se realizará una rueda de prensa en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza. Esa misma tarde se ofrecerá un concierto presentación en la Catedral de la Seo de Zaragoza. Más información proximamente.

Luis Antonio González

El domingo 18 de noviembre a las 19 horas, el ciclo Universo Barroco del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) presenta en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid el estreno en tiempos modernos de la ópera Venus y Adonis de José de Nebra, concierto que forma parte también de #Nebra2.5.0, serie musical, programada por toda España, que está conmemorando el 250 aniversario del fallecimiento de este campositor español. Los encargados de darle vida serán el conjunto Los Músicos de su Alteza, dirigidos por su fundador, Luis Antonio González, junto a un elenco que reúne a buena parte de las mejores voces femeninas del actual Barroco español: las sopranos Olalla Alemán, María Hinojosa, Eugenia Boix y Aurora Peña, la mezzosoprano Marta Infante y la única voz masculina, la del tenor José Pizarro. Las entradas, con un precio general de 15€ a 40€, y descuentos hasta del 60% para los menores de 26 años y desempleados (entradas de «Último minuto», con compra desde una hora antes del inicio del concierto en las taquillas de la sala) ya están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional y teatros del INAEM, además de venta online en www.entradasinaem.es y por teléfono en el 902 22 49 49.

Nebra: espíritu y escena

Según Luis Antonio González: «El músico aragonés José de Nebra (1702-1768) gozó en vida de una altísima consideración en diversos terrenos de la práctica musical, como organista —cargo que ejerció en las Descalzas y después en la Real Capilla—, clavecinista y maestro de ilustres discípulos como la propia reina María Bárbara de Portugal, compositor de música religiosa litúrgica y paralitúrgica… Pero hay un campo de su actividad, que desde muy joven desarrolló siempre en Madrid, que llama poderosamente la atención en un músico en principio vinculado a ambientes eclesiásticos: su exitoso trabajo para los teatros públicos y su permanente relación con el mundo de la escena. De hecho, Nebra residía en la madrileña Plazuela del Ángel, centro estratégico de la farándula y a dos pasos de los corrales —que Nebra vio remodelar como coliseos a la italiana— de la Cruz —enfrente de su casa— y del Príncipe, junto a la parroquia de San Sebastián, donde sería enterrado y donde radicaba la Cofradía de la Novena, que agrupaba sobre todo a gentes del teatro, de la música y de otras profesiones artísticas. Venus y Adonis, ópera en un acto —u «ópera chiquita», como uno de los personajes la llama en el propio libreto, cuando ya está por acabar—, fue la parte central o segunda jornada de un largo espectáculo teatral que constaba de tres actos completamente independientes: «las tres comedias». El mito de Venus y Adonis, muy frecuente en la iconografía desde el siglo XVI, ya había sido utilizado como argumento operístico en un ilustre precedente, La púrpura de la rosa, ópera en un acto con texto de Calderón y música de Juan Hidalgo representada en 1660 dentro de las celebraciones matrimoniales entre María Teresa de Austria, hija de Felipe IV e Isabel de Borbón, y Luis XIV de Francia, y repuesta en Lima en 1701 con adaptación musical de Tomás Torrejón de Velasco. De la obra calderoniana Cañizares toma prestada la trama y los personajes principales, e incluso el nombre de la graciosa, Celfa. Hay seis papeles protagonistas que en su día, según costumbre del teatro español, fueron todos cantados por mujeres, salvo quizá la parte del gracioso, llamado Clarín como el criado del protagonista en otra ópera calderoniana compuesta para la citada fiesta de 1660, Celos aun del aire matan, con la que comparte, en cierto modo, la temática, pues los celos son el desencadenante de la tragedia en ambos casos.»

Emoción, frescura y rigor histórico componen su divisa. Una justa mezcla de investigación, intuición e imaginación sirve a Los Músicos de Su Alteza para convertir, desde el máximo respeto a la obra de los grandes maestros de siglos pasados, la vieja escritura muerta en música viva. Centenares de actuaciones -conciertos, grabaciones, publicaciones, cursos- en Europa y América avalan a Los Músicos de Su Alteza como grupo de referencia en la recuperación e interpretación de la música barroca. En sus 25 años de vida han rescatado de archivos europeos y americanos importantes obras del rico patrimonio musical hispánico de los siglos XVII y XVIII, partiendo de las investigaciones de su fundador y director, Luis Antonio González. Compositores antes desconocidos o poco frecuentados, como Joseph Ruiz Samaniego o José de Nebra, son hoy acogidos con enorme éxito en medio mundo gracias a la labor de Los Músicos de Su Alteza.

Con la vocación de recuperar la mejor música española de los siglos XVII y XVIII en las mejores condiciones de calidad artística y verosimilitud histórica, contextualizada con la música internacional de aquellos siglos (desde Monteverdi hasta los clásicos vieneses, prestando especial atención a Bach) y con criterios avalados por la investigación musicológica, Los Músicos de Su Alteza han actuado con éxito considerable en numerosos escenarios y en los más importantes festivales en España, Francia, Holanda, Bélgica, Suiza, Italia, Gran Bretaña, México, Rumania, Túnez. Entre 2000 y 2011 coordinaron el Festival Música Antigua en la Real Capilla de Santa Isabel, de Zaragoza. Han realizado grabaciones para diversas discográficas europeas y americanas (Arsis -para la que graban su primer CD en 1996-, Prames, Hortus, Dorian Records y Alpha -Outhere Music) y para radios de diversos países. Entre sus CDs cabe destacar sus producciones en el sello Alpha (Joseph Ruiz Samaniego: La vida es sueño, José de Nebra: Amor aumenta el valor y Rossi, Mazzocchi, Carissimi: Il tormento e l’estasi). Debe señalarse igualmente su vasto “Proyecto Nebra”, desarrollado desde comienzos del siglo XXI, con estrenos en tiempos modernos, conciertos, ediciones y grabaciones de algunas de las más relevantes obras del insigne compositor aragonés: la ópera Amor aumenta el valor, los autos sacramentales El diablo mudo y La divina Filotea, el Oficio y Misa de Difuntos, el Miserere a dúo (grabado para Música Antigua Aranjuez), villancicos, cantadas, etc.

Iphigenia en Tracia en el Teatro de la Zarzuela de Madrid

Se lanzaba el Teatro de la Zarzuela a una aventura valiente y arriesgada: programar una zarzuela barroca. Iphigenia en Tracia, del español José de Nebra con libreto de Nicolás González Martínez.

Al margen de los gustos, cada uno tiene el suyo, puede uno acercarse a esta producción viendo el vaso medio lleno o medio vacío. Y en esta ocasión existen argumentos para los dos puntos de vista. Veremos…

Si dejamos de tener en cuenta que la obra ha sido recortada hasta dejarla en apenas una hora y veinte minutos; que se ha prescindido de los personajes que no cantan, aunque aparezcan en la obra original; que las intérpretes, a excepción de María Bayo, no tienen experiencia en repertorio barroco; lo mismo ocurre con la orquesta, incluso con el director. Si de verdad conseguimos no tener todo esto en cuenta es, exclusivamente, para poder poner en valor la gallardía de atreverse a subir al escenario del Teatro de la Zarzuela una obra como esta.

José de Nebra, uno de los mejores compositores del barroco español es, para nuestra vergüenza, uno de los más desconocidos. Fue el compositor de la música de muchas de las producciones teatrales del Madrid de la época, antes de dedicarse a composiciones religiosas.
Iphigenia en Tracia fue estrenada el 15 de enero de 1747 en el Coliseo de la Cruz con el título Para obsequio a la deidad, nunca es culta la crueldad y Iphigenia en Tracia, con la colaboración del libretista Nicolás González Martínez, cuyas fuentes de inspiración fueron las obras referidas al mismo acontecimiento histórico de Eurípides y Goethe.

Y es de estas fuentes, de donde el director de escena Pablo Viar ha extraído los textos que, a modo de introducción de cada jornada, recita Iphigenia narrando los hechos. Se mantiene la estructura barroca de aria, recitativo, aria. Estas narraciones de Iphigenia, como un diálogo íntimo, potencian la dramaturgia de la obra.

Sobre el escenario, apenas aparece la alegoría de un bosque y las pinceladas, casi a tempo, elaboradas por el maestro Frederic Amat. Un gran rosetón se dibuja como si el pincel fuese un instrumento musical más. La iluminación de Albert Faura, crea un mundo onírico y de sombras que potencian música y texto. El vestuario está a cargo de Gabriela Salaberri que ha creado un elemento protagonista, casi el único atrezzo de la obra, que lo llena todo de color y animación.

El resultado escenográfico es de gran belleza, elegancia y equilibrio. Permite que la música sea la protagonista, acompañándola sin distraer.
Otra cosa es la ejecución musical y las voces. En la presentación de Iphigenia en Tracia, el director Francesc Prat se preguntaba: ¿qué hago yo aquí?. Y es una buena pregunta. Dirige con intención y pulso, pero haber sido ayudante de Ivor Bolton cuando éste preparaba alguna de las obras barrocas que presentó en el Real, no parece bagaje suficiente para abordar la obra de Nebra. Tampoco ayuda el hecho de que la Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela no esté sobrada de experiencia en este repertorio. Sí se notaron, aportando solvencia y rigor barroco, los refuerzos Cecilia Bercovich, concertino, Amat Santacana y Aarón Zapico, bajo continuo.

Las voces están lejos aún, a excepción de María Bayo, de poder interpretar de manera apropbiada un lenguaje musical como el que compone la partitura de Nebra. Estas jóvenes jóvenes intérpretes, entusiasmadas con su participación en la obra, necesitan alta algo más que efervescencia para sacar adelante unos personajes que requiere experiencia en el género.

María Bayo, pese a no estar en su mejor momento vocal, marca la diferencia sobre el escenario. Algo rígida en la interpretación, pero haciendo gala de sus tablas y experiencia. Conserva el hermoso timbre y una voz que se ha vuelto más lírica.

Erika Escribá-Astaburuaga, como Polidoro brilló en su papel y el tempo que marcó en escena. Ruth González, como Dircea, no convenció a nadie. Voz muy pequeña y con un vibrato exagerado.

La Cofieta de Lidia Vinyes-Curtis y Mochila de Mireia Pintó pusieron la nota más frívola y divertida. Sobre todo Vinyes-Curtis, a la que se le notaba una mayor experiencia en este género, sobre todo en la parte actoral.

Esta Iphigenia en Tracia deja mucho que desear. Sobre todo en lo musical. Pero como dijo Ruth González, “algo está pasando en el Teatro de la Zarzuela”. Y eso es evidente. No se lo pierdan.

Iphigenia en Tracia
José de Nebra (1702-1768)
Zarauela en dos jornadas
Libreto: Nicolás González Martínez
Estrenada en Coliseo de la Cruz de Madrid, el 15 de enero de 1747
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela
D. musical: Francesc Prat
D. escena: Pablo Viar
Escenografía: Frederic Amat
Vestuario: Gabriela Salaverri
Iluminación: Albert Faura
Reparto: María Bayo, Auxiliadora Toledano, Ryth González,
Erika Escribá-Astaburuaga, Lidia Vinyes-Curtis, Mireia Pintó
Orquesta de la Comunidad de Madrid

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeo: Teatro de la Zarzuela

Iphigenia en Tracia

Con dirección musical de Francesc Prat, escena de Pablo Viar, escenografía de Frederic Amat y vestuario de Gabriela Salaverri.

El resto del reparto lo integran Auxiliadora Toledano, Ruth González, Erika Escribá-Astaburuaga, Lidia Vinyes-Curtis y Mireia Pintó.m.

Se trata del regreso a escena de María Bayo al Teatro de la plazuela de Jovellanos después de más de una década.

El Teatro de la Zarzuela y el Museo Thyssen-Bornemisza organizan conjuntamente ‘Frederic Amat, la escena pintada’, una retrospectiva de la obra teatral del artista que se expone en la pinacoteca hasta el 27 de noviembre.

María Bayo, que regresa a la Zarzuela después de más de una década sin subir a escena en sus tablas, mantendrá un encuentro con los alumnos de la Escuela Superior de Canto de Madrid e impartirá ‘masterclasses’.

Frederic Amat dará una charla en el Museo Thyssen-Bornemisza el jueves 10 de noviembre, y el lunes 14 se reunirá con alumnos de Escenografía, Bellas Artes y otras disciplinas artísticas y teatrales en una sesión doble que comenzará en el espacio donde se expone su obra en el Museo Thyssen y concluirá en el Teatro de la Zarzuela con un pase técnico de la escenografía de ‘Iphigenia en Tracia’.

Ese mismo día el musicólogo Juan José Carreras ofrecerá una conferencia acerca de la obra organizada por los Amigos de la Ópera en el Ambigú del Teatro.

El 24 de noviembre Francesc Prat y Pablo Viar mantendrán una conversación en el Ambigú del Teatro con estudiantes de Dramaturgia, Dirección de escena, Dirección musical y Musicología.

La función del día 25 será grabada por Radio Clásica para su próxima emisión.

El Teatro de la Zarzuela presentará a partir del martes 15 de noviembre el estreno en España en tiempos modernos de la versión escénica de ‘Iphigenia en Tracia’, zarzuela barroca compuesta por José de Nebra en 1747 con libreto de Nicolás González Martínez. Se trata de una nueva producción del coliseo, en torno a cuyo estreno se han programado numerosas actividades.

En ‘Iphigenia en Tracia’ la soprano María Bayo encabeza un reparto íntegramente femenino que actuará bajo la dirección musical de Francesc Prat, que estará al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro). La dirección de escena correrá a cargo de Pablo Viar y la escenografía está firmada por Frederic Amat, de quien La Zarzuela y el Museo Thyssen-Bornemisza organizan en este último, hasta finales del mes de noviembre, una retrospectiva de su obra teatral. La figurinista Gabriela Salaverri es la responsable de un espléndido y onírico vestuario.

Bayo regresa al Teatro de la plazuela de Jovellanos después de más de una década sin subir a escena en las tablas de este coliseo. Interpretará el papel de Iphigenia, sacerdotisa que por mandato divino a poco está de asesinar a su hermano Orestes sin saber el parentesco que a ambos une. La soprano Auxiliadora Toledano encarnará a Orestes, el príncipe griego que llega para romper el orden establecido y que no imagina hasta qué punto va a lograr su cometido, mientras que la soprano Ruth González, hará las veces de Dircea, princesa cuyo prometido, Polidoro, se enamora de Iphigenia, pero que a su vez cae rendida a los encantos de Orestes. La también soprano Erika Escribá-Astaburuaga, será el príncipe Polidoro, y las mezzosopranos Lidia Vinyes-Curtis y Mireia Pintó darán vida, respectivamente, a Cofieta y Mochila, que son el contrapunto terrenal al resto de personajes, el contraste burlesco a los tejemanejes que se traen los demás.

La escena

El director de escena, Pablo Viar, que ha trabajado, entre otros, junto a Sam Mendes o Kevin Spacey, destaca que la historia es “una aproximación poética hacia el evocador universo de los mitos griegos, de la interpretación de los sueños y de la compleja naturaleza del amor”.

Esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela no busca únicamente mostrar una historia mítica, sino que plantea una novedosa forma escénica para revelar emociones y sentimientos a través de la belleza de la música de Nebra. Su marcado espíritu español, con multitud de posibilidades dramáticas, permite su agrupación y enriquecimiento con el fin de aproximarse al público, que este disfrute de la belleza barroca.

La propuesta escénica busca la modernidad, la claridad, la belleza, la fineza en los acabados de cada personaje para así definir los principios fundamentales de la obra.

Por su parte, la propuesta escenográfica de Frederic Amat hace que la historia de la joven Iphigenia adquiera una clara dimensión actual que evoca, antes de nada, un mundo poético: primero con una coreografía escultórica en movimiento y luego con gigantescos lienzos que se pintan ante nuestros propios ojos.

La zarzuela barroca ‘Iphigenia en Tracia’ de José de Nebra, cuyo libreto está firmado por Nicolás González Martínez, fue estrenada en el Teatro de la Cruz de Madrid el 15 de enero de 1747, precisamente cuando el compositor comenzaba a trabajar para Fernando VI, recién coronado rey y gran aficionado a la música.

La ORCAM (orquesta Titular del Teatro) está reforzada para la ocasión por la concertino Cecilia Bercovich, el clavecinista Aarón Zapico y el violonchelista Amat Santacana. Estos dos últimos se encargarán del bajo continuo.

http://teatrodelazarzuela.mcu.es/es/

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