Adriana González

El próximo 18 de junio, cuatro años después de su aplaudido debut como Corinna (Il viaggio a Reims, Rossini), la soprano Adriana González regresa al escenario del Gran Teatre del Liceu como la protagonista femenina de La bohéme de Puccini, en una producción que lleva firma escénica de Álex Ollé, dirigida por Giampaolo Bisanti. Además, cantará también las funciones de los días 22 y 27 de junio, y 1 de julio. Licenciada en Música en Guatemala, Adriana González dio sus primeros pasos como cantante en Europa como miembro de l’Atelier Lyrique de l’Opéra national de París, donde por su destacado desarrollo recibió el Prix Lyrique du Cercle Carpeaux, realizando sus primeros debuts en la Opéra Bastille y la Ópera Garnier, antes de incorporarse al International Opera Studio de la Ópera de Zúrich.

Galardonada con numerosos premios internacionales como el Concurso de Canto Otto Edelmann de Viena, el Concurso Internacional de Canto Veronica Dunne de Irlanda, o el Concurso Internacional de Canto “Francisco Viñas”, entre otros muchos, la soprano Adriana González saltó a la fama como ganadora del Primer Premio y Premio Zarzuela del Concurso Operalia 2019.

En 2019, firmó un contrato con el sello discográfico Audax Records, con el que grabó un disco dedicado a las mélodies de Robert Dussaut (1896-1969) y su mujer Hélène Covatti (1910-2005), junto al pianista y director de orquesta Iñaki Encina Oyón, y el próximo mes de octubre saldrá al mercado su segundo trabajo discográfico, con la integral de las canciones de Isaac Albéniz.

Sus próximos compromisos incluyen un concierto en el Festival Radio France Occitanie Montpellier, junto a la Orchestre Philharmonique de Radio France dirigida por Santtu-Matias Rouvali, Mimì (La bohème) en Tokio y Juliette (Roméo et Juliette) en la Houston Grand Opera, bajo la batuta de Speranza Scapucci.

Fotografía (c) Aline Kundig

Adriana González

Billy Bood

LA BOHEME (G. Puccini)

Representada en octubre de 2018

Ainhoa Arteta (Mimí), Rodolfo Teodor Ilincai (Rodolfo), Artur Ruciski (Marcello), Jessica Nuccio (Musetta), David Menéndez (Schaunard), Krzysztof Bączyk (Colline), Fernando Latorre (Benoit y Alcindoro), Director musical: Pedro Halffter, Director de escena: Mario Pontiggia, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Coro Infantil Sdad. Coral de Bilbao, Euskadiko Orkestra Sinfonikoa.

El inconfundible título de Giacomo Puccini, abría la temporada 2018/2019 con una Mimí de rompe y rasga, como es la que siempre ha cantado Ainhoa Arteta. Ella es conocedora sin límites de la personalidad femenina de los personajes del compositor y por eso su temperamento se adapta tan bien a todas sus recreaciones.

Hasta el jueves 30 de abril

 BILLY BUDD (B. Britten)

Representada en octubre de 2009

Nathan Gunn (Billy Budd), Timothy Robinson (Captain Vere), Sir John Tomlinson (John Claggart), Christopher Robertson (Mr. Redburn), Johannes Weisser (Mr. Flint), Fernando Latorre (Lieutenant Ratcliffe), Hans Jürgen Schöpflin (Red Whiskers), Nikolay Borchev (Donald), Markus Hollop (Dansker), Michael Spyres (Maintop), Cosmin Ifrim (A Novice), Andrew Ashwin (Novice’s friend), Manel Esteve (Bosun), Alberto Núñez (First Mate), Fernando Laborda (Second Mate), Pablo López (Arthur Jones), Director musical: Juanjo Mena, Director de escena: Davide Livermore, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

La historia literaria creada por el mago de la palabra Hermann Melville, fue llevada a ópera por Benjamin Britten, uno de los compositores contemporáneos más representados. Esta producción, que supuso un reto escénico para ABAO, constituyó de igual forma un éxito a todos los niveles. Era la segunda vez que se representaba un título de Britten y el público deliró con la maldad que respiraba Sir John Tomlinson en su cruel personaje y la bondad del barítono Nathan Gun como el desdichado Billy Budd. Juanjo Mena supo dotar con su maestría a esta ópera que se mecía a sus órdenes como el propio barco del protagonista en el mar

Hasta el domingo 3 de mayo

FIDELIO (L. van Beethoven)

Representada en noviembre de 2018

Elena Pankratova (Leonore – Fidelio), Peter Wedd (Florestan), Tijl Faveyts (Rocco), Anett Fritsch (Marzelline), Mikeldi Atxalandabaso (Jaquino), Sebastian Holecek (Don Pizarro), Egils Silins (Don Fernando), Manuel Gómez Ruiz (Prisionero 1) Felipe Bou (Prisionero 2), Director musical: Juanjo Mena, Director de escena: José Carlos Plaza, Director de escena de la reposición: Gregor Acuña-Pohl, Director del coro: Boris Dujin Coro de Ópera de Bilbao, Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

Fue de nuevo Juanjo Mena quien de las tormentas oceánicas de Britten nos llevó por las notas de Beethoven a la prisión Sevillana donde Fidelio/Leonora y Florestan viven sus tribulaciones. Impresionante interpretación de la soprano Elena Pankratova, en una producción cuya plástica conmovió a todos los espectadores y con la que celebramos la histórica representación número 1.000 de ABAO.

ABAO TXIKI

Hasta el lunes 27 de abril

TXANOZURITZU (Carlos Imaz)

Representada en marzo de 2016

Marta Ubieta, Mikeldi Atxalandabaso, Itxaro Mentxaka, José Manuel Díaz, Marifé Nogales, Gexan Etxabe, Olatz Saitua, Itziar de Unda, Dirección musical y piano: Rubén Fernández Aguirre, Dirección de escena y dramaturgia: Mitxel Santamarina, Gaudeamus Korala, Orquesta Kissar Ensemble, Producción: ABAO Bilbao Opera.

Hasta el lunes 4 de mayo

 CUENTO DE NAVIDAD (Iñigo Casalí)

Representada en enero de 2018

Alfonso García-Noain, Carlos Crooke, Marta Infante, Enrique Sánchez Ramos, Itxaso Moriones, Noemí Irisarri Idoia Martínez Leyre Medina, Director musical: Jesús María Echeverría, Dirección de escena: Pablo Ramos, Coros adulto e infantil de OCN y Escuela de ópera OCN., Orquesta Ciudad de Pamplona, Coproducción: ABAO Bilbao Opera, Ópera de Cámara de Navarra.

CONFERENCIAS

  • Hasta el 28 de abril. Podcast el ABC de la ópera. Conferencia sobre La Boheme de Puccini a cargo de Eva Sandoval
  • Hasta el 3 de mayo. Podcast el ABC de la ópera. Conferencia sobre Fidelio de Beethoven a cargo de Luis Gago
ABAO Bilbao Opera

ABAO Bilbao Ópera continúa con su programación #ABAOencasa y esto es lo que nos regalan la semana del 19 al 26 de abril:

ESTRENOS:

ÓPERAS PARA EL RECUERDO

 Lunes 20 de abril

LA BOHEME (G. Puccini)

Representada en octubre de 2018

Ainhoa Arteta (Mimí), Rodolfo Teodor Ilincai (Rodolfo), Artur Ruciski (Marcello), Jessica Nuccio (Musetta), David Menéndez (Schaunard), Krzysztof Bączyk (Colline), Fernando Latorre (Benoit y Alcindoro), Director musical: Pedro Halffter, Director de escena: Mario Pontiggia, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Coro Infantil Sdad. Coral de Bilbao, Euskadiko Orkestra Sinfonikoa.

El inconfundible título de Giacomo Puccini, abría la temporada 2018/2019 con una Mimí de rompe y rasga, como es la que siempre ha cantado Ainhoa Arteta. Ella es conocedora sin límites de la personalidad femenina de los personajes del compositor y por eso su temperamento se adapta tan bien a todas sus recreaciones.

Miércoles 22 de abril

 BILLY BUDD (B. Britten)

Representada en octubre de 2009

Nathan Gunn (Billy Budd), Timothy Robinson (Captain Vere), Sir John Tomlinson (John Claggart), Christopher Robertson (Mr. Redburn), Johannes Weisser (Mr. Flint), Fernando Latorre (Lieutenant Ratcliffe), Hans Jürgen Schöpflin (Red Whiskers), Nikolay Borchev (Donald), Markus Hollop (Dansker), Michael Spyres (Maintop), Cosmin Ifrim (A Novice), Andrew Ashwin (Novice’s friend), Manel Esteve (Bosun), Alberto Núñez (First Mate), Fernando Laborda (Second Mate), Pablo López (Arthur Jones), Director musical: Juanjo Mena, Director de escena: Davide Livermore, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

La historia literaria creada por el mago de la palabra Hermann Melville, fue llevada a ópera por Benjamin Britten, uno de los compositores contemporáneos más representados. Esta producción, que supuso un reto escénico para ABAO, constituyó de igual forma un éxito a todos los niveles. Era la segunda vez que se representaba un título de Britten y el público deliró con la maldad que respiraba Sir John Tomlinson en su cruel personaje y la bondad del barítono Nathan Gun como el desdichado Billy Budd. Juanjo Mena supo dotar con su maestría a esta ópera que se mecía a sus órdenes como el propio barco del protagonista en el mar.

Viernes 24 de abril

FIDELIO (L. van Beethoven)

Representada en noviembre de 2018

Elena Pankratova (Leonore – Fidelio), Peter Wedd (Florestan), Tijl Faveyts (Rocco), Anett Fritsch (Marzelline), Mikeldi Atxalandabaso (Jaquino), Sebastian Holecek (Don Pizarro), Egils Silins (Don Fernando), Manuel Gómez Ruiz (Prisionero 1), Felipe Bou (Prisionero 2), Director musical: Juanjo Mena, Director de escena: José Carlos Plaza, Director de escena de la reposición: Gregor Acuña-Pohl, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

Fue de nuevo Juanjo Mena quien de las tormentas oceánicas de Britten nos llevó por las notas de Beethoven a la prisión Sevillana donde Fidelio/Leonora y Florestan viven sus tribulaciones. Impresionante interpretación de la soprano Elena Pankratova, en una producción cuya plástica conmovió a todos los espectadores y con la que celebramos la histórica representación número 1.000 de ABAO.

ABAO TXIKI

Miércoles 22 de abril

CUENTO DE NAVIDAD (Iñigo Casalí)

Representada en enero de 2018

Alfonso García-Noain, Carlos Crooke, Marta Infante, Enrique Sánchez Ramos, Itxaso Moriones, Noemí Irisarri Idoia Martínez Leyre Medina, Director musical: Jesús María Echeverría, Dirección de escena: Pablo Ramos, Coros adulto e infantil de OCN y Escuela de ópera OCN., Orquesta Ciudad de Pamplona, Coproducción: ABAO Bilbao Opera, Ópera de Cámara de Navarra

CONFERENCIAS

  • Lunes 20 de abril. Podcast el ABC de la ópera. Conferencia sobre La Boheme de Puccini a cargo de Eva Sandoval
  • Jueves 23 de abril. Podcast el ABC de la ópera. Conferencia sobre Fidelio de Beethoven a cargo de Luis Gago

EN CARTEL:

CONCIERTO

Hasta el martes 21 de abril 

MESSA DA REQUIEM (G. Verdi)

Representada en ABAO en abril de 2016

Angela Meade (soprano), Dolora Zajick (mezzo), Gregory Kunde (tenor), Ildebrando D’Arcangelo (bajo), Director Musical – Francesco Ivan Ciampa, Director del coro – Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Orquesta Sinfónica Verum.

Es una de las obras más icónicas de la música sacra, sin duda gracias al dramatismo y carácter operístico que Verdi dotó a la monumental partitura de esta Messa da Réquiem, que ABAO Incluyó dentro de su ciclo Tutto Verdi en 2016. 

ÓPERAS PARA EL RECUERDO

Hasta el martes 21 de abril

EUGENE ONEGIN (P. I. Tchaikovski)

Representada en abril de 2011

Scott Hendricks (Eugene Onegin), Ainhoa Arteta (Tatiana), Ismael Jordi (Vladimir Lenski), Irina Zhytynska (Olga), Annie Vavrille (Larina), Stanislav Shvets (Príncipe Germin), Nadine Weissmann (Filippyevna), Mikeldi Atxalandabaso (Triquet), Fernando Latorre (Comandante), Director musical: Miguel Ángel Gómez Martínez, Director de escena: Michal Znaniecki, Director del coro: Boris Dujin, Coreografía: Diana Theocharidis, Coro de Ópera de Bilbao, Orquesta Sinfónica de Szeged Kraków, Opera Ballet.

El primer título en ruso que ABAO representó en el Euskalduna y que además resultó ganador del premio a la mejor producción de ópera en la edición de los Premios Líricos Teatro Campoamor en 2012.  Con un reparto muy interesante y una novedosa producción que aunque contemporánea, se enmarca en el espíritu romántico de Tchaikovski y en el literario de Pushkin.

Hasta el jueves 23 de abril

RIGOLETTO (G. Verdi)

Representada en octubre de 2013

Leo Nucci (Rigoletto), Elena Mosuc (Gilda),Ismael Jordi (Duque de Mantua), Maria José Montiel (Maddalena), Felipe Bou (Sparafucile), Ainhoa Zubillaga (Giovanna), José Antonio García (Conde de Ceprano), Javier Galán (Monterone), César San Martín (Marullo), Eider Torrijos (Condesa de Ceprano), Eduardo Ituarte (Matteo Borsa), Susana Cerro (Un paje), Director musical: Miguel Ángel Gómez Martínez, Director de escena: Emilio Sagi, Dirección del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Bilbao Orkestra Sinfonikoa.

Este conocidísimo título del repertorio verdiano, tiene como protagonista al bufón jorobado de la corte del Ducado de Mantua, alrededor del cual se desencadena un drama de pasión, engaño, amor filial y venganza. Se representó en ABAO en octubre de 2013, propiciando uno de los acontecimientos más singulares de nuestra historia, ya que Leo Nucci y Elena Mosuc hicieron un bis de la celebérrima escena «Si, vendetta» en cada una de las representaciones.

Hasta el domingo 26 de abril

RUSALKA (A. Dvořák)

Representada en octubre de 2005

Sondra Radvanovsky (Rusalka), Michael Myers (Príncipe), Larissa Diadkova (Princesa extranjera), Lauren Flanigan (Ježibaba), Hans Peter König (Vodník), Marta Ubieta (Primera duendecilla), Tatiana Davidova (Segunda duendecilla, Francisca Beaumont (Tercera duendecilla), José Ruiz (Guardabosques), Alexandra Rivas (Duquesa), Director musical: Jiri Kout, Director de escena: Jean Claude Berrutti, Director del coro: Boris Dujin, Coro de Ópera de Bilbao, Euskadiko Orkestra Sinfonikoa.

La triste historia de esta mitológica hada de las aguas se representaba por primera vez en ABAO en octubre del 2005, con una espectacular y clamorosa Sondra Radvanovsky en el rol principal, con un éxito sin precedentes. El escenario se llenó de agua y había magia de bosques y cielos encapotados en nubes que hacían de manta a la Luna, a la que la desdichada Rusalka cantaba.

ABAO TXIKI

Hasta el lunes 20 de abril 

EL GATO CON BOTAS (Xavier Montsalvatge)

Representada en enero de 2005.

Marisa Martins, Mario Villoria, María Luz Martínez, Enric Martínez-Castignani, Alberto Feria, Director musical: Jordi Bernàcer, Dirección de escena: Emilio Sagi, Escenografía Agata Ruiz de la Prada, Diseño de Vestuario Agata Ruiz de la Prada, Diseño de Iluminación José Luis Canales, Euskadiko Orkestra Sinfonikoa, Coproducción: ABAO Bilbao Opera, Gran Teatre del Liceu, Teatro Real de Madrid.

Hasta el lunes 27 de abril 

TXANOZURITZU (Carlos Imaz)

Representada en marzo de 2016

Marta Ubieta, Mikeldi Atxalandabaso, Itxaro Mentxaka, José Manuel Díaz, Marifé Nogales, Gexan Etxabe, Olatz Saitua, Itziar de Unda, Dirección musical y piano: Rubén Fernández Aguirre, Dirección de escena y dramaturgia: Mitxel Santamarina, Gaudeamus Korala, Orquesta Kissar Ensemble, Producción: ABAO Bilbao Opera.

CONFERENCIAS

  • Hasta al jueves 23 de abril. Horizontes de la Excelencia. Encuentro entre Ainhoa Arteta y Pedro Halftter.
  • Hasta el domingo 26 de abril. Opera bihotzetik. Conferencia del barítono francés François Le Roux.

Desde su pñagina web y completamente gratis. El MET ofrecerá cada noche una de sus mejores producciones.“Nos gustaría proporcionar algo de consuelo a los amantes de la ópera en estos tiempos extraordinariamente difíciles”, ha manifestado el gerente general del Met, Peter Gelb, en un comunicado de prensa. “Cada noche ofreceremos una joya operística completa de nuestra colección, correspondiente a funciones que han tenido lugar en los últimos catorce años”.

Las transmisiones comenzarán a las 19:30 hora local (00:30, hora peninsular española; 23:30, en las Islas Canarias) y estarán disponibles durante las siguientes veinte horas. Para la primera semana, el Met ha programado estas transmisiones:

Lunes, 16 de marzo: Carmen, de Bizet. Dirigida por Yannick Nézet-Séguin y protagonizada por Elina Garanca y Roberto Alagna (correspondiente a la función del 16 de enero de 2010).

Martes, 17 de marzo: La Bohème, de Puccini. Dirigida por Nicola Luisotti y protagonizada por Angela Gheorghiu y Ramón Vargas (5 de abril de 2008).

Miércoles, 18 de marzo: Il trovatore, de Verdi. Dirigida por Marco Armiliato y protagonizada por Anna Netrebko, Dolora Zajick, Yonghoon Lee y Dmitri Hvorostovsky (3 de octubre de 2015).

Jueves, 19 de marzo. La traviata, de Verdi. Dirigida por Yannick Nézet-Séguin y protagonizada por Diana Damrau, Juan Diego Flórez y Quinn Kelsey (15 de diciembre de 2018).

Viernes, 20 de marzo: La Fille du Régiment, de Donizetti. Dirigido por Marco Armiliato y protagonizado por Natalie Dessay y Juan Diego Flórez (26 de abril de 2008).

Sábado, 21 de marzo: Lucia di Lammermoor, de Donizetti. Dirigido por Marco Armiliato y protagonizado por Anna Netrebko, Piotr Beczała y Mariusz Kwiecien (7 de febrero de 2009).

Domingo, 22 de marzo: Eugene Onegin, de Chaikovski. Dirigida por Valery Gergiev y protagonizada por Renée Fleming, Ramón Vargas y Dmitri Hvorostovsky (24 de febrero de 2007).

https://www.metopera.org/

Anita Hartig

Entrevista a la soprano Anita Hartig
Violetta Valery, Liú y, sobre todo, Mimí. Anita Hartig es la Mimí del momento. La versatilidad y características de su voz y su sensibilidad y capacidad dramática sobre el escenario, hacen de la soprano rumana una de las voces más demandadas por los pincipales
teatros del mundo.Habla para nosotros antes de sus próximas actuaciones en España, en Granada y Barcelona.
Brío Clásica: Tuvimos la gran fortuna de escuchar su Mimí del Teatro Real, rol del que se puede decir que es experta. ¿cree que Puccini requiere de una técnica especial para su interpretación?Anita Hartig: Eres muy amable diciendo que soy experta. Puccini es el compositor que más he cantado a lo largo de mi carrera y siento que todavía descubro cosas nuevas al respecto, así que la conquista no ha terminado todavía. La técnica es y debe de ser la misma para todo, pero con Puccini se requieren muchas emociones y sentimientos que pueden llegar a lastimarte y tienes que mantener cierta distancia. Me refiero a estar involucrada pero siempre sin olvidar que tienes que cantar bien y no sólo actuar. Muchas veces me he centrado más en la interpretación y me quedaba sin aliento mientras cantaba. La maestría es siempre encontrar el equilibrio.Actualmente es un tema delicado porque ciertos directores de escena quieren que te muevas todo el tiempo en el escenario y que actúes, pero se olvidan que es necesario respirar para cantar las partes difíciles. Ópera no es teatro o teatro de prosa, es teatro cantado y la acción necesita más tiempo porque una palabra puede estar escriba en 4.6 compases y repetirlas en un registro más alto, así que para que sea creíble hay que ser capaz de prestarle toda la atención y mucha concentración. Y por supuesto quieres respetar el legado del compositor. Así que para mí la partitura es una biblia, un manuscrito sagrado que tengo que respetar.
B.C: Mozart es otro de sus compositores fetiche, ¿con cuál de los dos compositores se siente más cómoda vocalmente?

A.H: Mozart es el que requiere un canto más limpio, estrecho, elegante y especialmente curado. Disfruto a ambos compositores por distintas razones. Mozart por su musicalidad tan sencilla, melodías únicas, puras, elegantes y de alguna manera celestiales, meditativas y también porque tengo la sensación que en muchos momentos nos hace un guiño a través de su música. Ahora pensando en La Contessa, que debuté en el Met de Nueva York recientemente, pienso en las frases musicales, no son tan profundas ni viscerales como en la música de Puccini. Puccini de alguna manera necesita un apoyo bajo y un sonido más carnoso. Diría que el primero es más celestial y el otro más terrestre. Pero esto es solo una idea que pensaré más profundamente, mientras espero cantar más de ambos compositores y en diferentes roles en el futuro.

B.C: En escena posee una gran expresividad y dramatismo, ¿cuánto de importante es una buena formación dramática?

A.H: Eso es otro tema muy interesante para mi y se necesita más tiempo para hablar al respecto. Como dije, el equilibrio entre cantar y actuar crean una ópera ideal. Para encontrar ese equilibrio tendríamos que trabajar, desde mi punto de vista, como actores de teatro, pero no igual. Usamos la respiración con el texto un poco como los actores de teatro, pero no igual. Al utilizar nuestra respiración sobre el texto y al cantar frases largas, más altas o más profundas, se necesita más aire que para simplemente declamar. Deberíamos, junto con el director, trabajar sobre el texto de una ópera como actores, pero siendo sensibles a todo lo anterior, actuando en consonancia con las frases cantadas y las declamadas. Respetar también y prestar la debida atención en el respeto de las partes musicales y también darle un sentido al interpretarlo, pero nunca de más, sobreactuando, ya que la frase cantada sufrirá en la falta de aire y de atención.

B.C: Su carrera ha estado ligada durante varios años a la Opera Estatal de Viena, ¿qué le aportó su paso por este teatro?

A.H: Tuve la gran fortuna de estar en la Óper de Viena durante seis años. Cantando desde roles más pequeños a más importantes, reemplazando a cantantes y aprendiendo distinto repertorio en otros idiomas con muy buenos acompañantes, en diferentes repartos. Observando a los mejores cantantes de nuestro tiempo en el escenario, inspirándome en ellos, saliendo a tomar un café o a almorzar y viendo que son personas sencillas, Me gustó eso. Pensaba que los artistas eran pretenciosos y distantes, muchos de ellos lo son pero la mayoría son sensatos y generosos.

B.C: Y ahora está en Madrid y nosotros estamos felices por ello, ¿qué tiene Madrid para que haya decidido vivir aquí?

A.H: Yo también estoy muy feliz de estar aquí, gracias. Madrid tiene mucho más sol y ambiente, especialmente comida increíble!! La gente es cálida y la cantidad de museos es enorme. En verano tuve la oportunidad de visitar algunas ciudades del norte y el próximo he decidido recorrer el sur. Sigo descubriendo el país y lo encuentro muy inspirador.

B.C: ¿Qué le parece el repertorio español, tiene alguna de sus obras en su repertorio?

A.H: Desafortunadamente no he tenido la oportunidad de cantar en español todavía. Como hay muchos cantantes que se especializan en zarzuelas, no creo que pueda hacerlo mejor que ellos, y no soy una cantante que quiera cantar todo. Tengo mi propio repertorio y trato de mejorarlo.
B.C: Javier Camarena dijo hace unos días que piensa en sus nuevos roles a más de cuatro años vista, ¿cómo estructura usted su carrera? Los nuevos roles, ¿los planifica o es la voz la que pide los cambios?

A.H: Es una mezcla de ambas cosas. Dependiendo de la naturaleza, lla voz puede, con el tiempo, volverse más completa,tener más cuerpo, por decirlo de algún modo. A veces las circunstancias te obligan a probar nuevos roles para los que aún no estás preparado, o en ocasiones, es mi caso dejo pasar mucho tiempo antes de abarcar un rol más dramático. Soy perfeccionsita, y antes de avanzar me gusta sacar todo lo que se puede de ese rol. Y como se que estoy en continuo cambio como ser humano, tengo otras experiencias en mi vida personal que me inspiran para los roles que canto, entonces tengo la sensación de añadir capas y caracter al personaje cada vez que lo canto.

B.C: ¿Cuál es su relación con el repertorio barroco?

A.H: En realidad empecé a cantar música de iglesia y piezas de Bach, Philipp Caudella y otros compositores con un grupo al comienzo de mis estudios, pero no puedo decir que lo encuentro muy atractivo para mi mente y mi voz. Tampoco pasé mucho tiempo con la música de barroca, quizás sólo es mi ignorancia hablando. Pero, de nuevo, no quiero cantar todo … sólo lo que encuentro interesante y emocionante.
B.C: Actualmente, ¿cómo definiría las características de su voz? Siendo aficionada a la pintura, ¿un color con el que la defina?

Siempre fui una soprano lírica y siempre lo seré. Muchos de los papeles que me interesan son líricos tanto desde el punto de vista musical como del personaje. Mujeres sensibles, encuentran el amor, se sacrifican por el amor, y en muchos casos mueren al final, eso es un personaje lírico que necesita un enfoque lírico del canto.

Entonces, incluso si algunos de los roles tiene acentos dramáticos o coloraturas, normalmente tienen muchos momentos líricos, con frases largas, respiración larga, arias de reflexión, oraciones y enamoramientos.

Si hay momentos de mayor tensión como un gran arrebato de ira, de desamparo y lucha emocional, como el segundo acto de La traviata, o el final de Marguerite o e terceto de Antonio, algunos momentos de Mimì en el principio del tercer acto, todos son líricos con algunos momentos conmovedores.
B.C: En este mundo de la lírica, tan competido y con tantos buenos profesionales, ¿qué es para usted la originalidad y cómo se consigue?

A.H: La autenticidad trae consigo originalidad. Permitir llevar tu comprensión, experiencias, sensibilidad, creatividad y temperamento al escenario. De hecho, muchas veces se tiene que aplastar el ego y creencias para no tener desacuerdos con los compañeros, directores de orquesta, directores de escena y mantener a todos contentos.

Por otro lado, muchos amantes de la ópera dicen que ya no tenemos personalidades como en “la edad de oro de las ópera”. !Hoy en día no serían toleradas! Creces con una personalidad y principios fuertes al tener espacio para compartir su punto de vista sobre cosas y no ser perseguido por ellas, o porque no compartes un punto de vista común.

Pero para tener un ambiente pacífico en el trabajo todos tenemos que hacer concesiones, no sólo en los teatros.

Creo que al final la música siempre ganará sobre todo lo demás y es lo único que sobrevivirá.
B.C: Próximamente, ¿tiene previsto incorporar nuevos roles?

A.H: Sí, debutaré en el papel de la Condesa en Las bodas de Fígaro, la Sinfonía nº 8 de Mahler y Mariella de la ópera Piccolo Marat, en versión de concierto, serán nuevas para mi.

Y, por supuesto, incluso si no estoy cantando ciertos roles ahora estoy empezando a preparar algunos fragmentos

B.C: ¿Cuándo tendremos la oportunidad de volver a escucharla en Madrid?

A.H: En Madrid en dos temporadas por ahora, pero hasta entonces tendré un Mahler 8 en Granada, bajo el maestro Pons, y en Barcelona, una nueva producción de La Boheme.

Entrevista: Paloma Sanz


Puede ser la más dulce Mimí o la más furiosa Elettra, en una mágica dualidad producto de la seguridad en un instrumento impecable y una técnica consolidada. Reclamada por directores como Riccardo Muti, Eleonora Buratto se ha convertido en una de las intérpretes más sólidas de su cuerda.
Las musas siempre la visitan cuando está trabajando, lo que garantiza el mayor de los estímulos escucharla. Después de su exitosa Elettra en el Idomeneo mozartiano del Teatro Real, podemos volver a disfrutarla en el Liceu barcelonés con Luisa Miller. No se la pierdan.
Durante las últimas temporadas hemos tenido la fortuna de escucharle distintos roles en España, en el Teatro Real y también el El Liceu. ¿Qué le resulta más atractivo a la hora de interpretar, la maldad de Elettra o la candidez de Mimí?
La verdad es que yo creo que Elettra no es tan mala y que Mimí no es tan ingenua. Me explico mejor: ¿una mujer enamorada e ilusionada con poder vivir con el hombre que ama y con regresar a su tierra natal no tiene el derecho de sentir y exteriorizar su rabia? Elettra es una mujer con un carácter muy fuerte, pero como los demás personajes de la obra es esclava del destino, el verdadero deus ex machina de toda la trama. ¡Elettra no urde ninguna trampa sobre su rival para poder vencer en el amor!. En cuanto a Mimí, es una mujer débil de salud, pero yo diría que tiene las ideas muy claras con respecto a lo que quiere: es ella quien espera a que los amigos se vayan y Rodolfo quede solo, antes de llamar a la puerta; es ella quien apaga la vela para tener una excusa para hablar con Rodolfo y, al final, también es ella la que toma las riendas de la situación en el momento de crisis de Rodolfo, en el tercer acto. Bueno, la verdad es que ambas son dos personajes que amo y, ¡no soy capaz de elegir! A Mimí, la amo por esa dulzura de las frases que canta y a Elettra, por la fuerza de no aceptar con la cabeza baja su destino, por su carácter rebelde y porque es el rol que más me ha puesto a prueba sobre el escenario…porque coincidió con la muerte de mi madre. Elettra me ha salvado en el momento más doloroso de mi vida, y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón.El propio Currentzis, un gran enamorado y estudioso de Mozart, la eligió para cantar Elettra el pasado mes de mayo en su Diaghilev Festival de Perm, ¿habían trabajado juntos alguna vez? ¿le sorprendió que la llamara? ¿cómo fue trabajar con el famoso y controvertido director Teodor Currentzis?Nunca antes había trabajado con el maestro Currentzis, aunque había hecho una audición en Madrid para una Traviata en 2013, y lo realmente bonito es que cuando volvimos a vernos se acordaba perfectamente de mí. Me hizo mucha ilusión saber que me había elegido para Elettra… esperaba desde hace tiempo la ocasión de trabajar con él y, ¡ha sido una experiencia que ha superado todas mis expectativas! Me quedé en schock en el primer ensayo con la orquesta (sin ningún ensayo musical antes), escuchando el tempo di mi primera aria… luego, esa misma tarde, el maestro Currentzis invitó a todo el cast al concierto de inauguración del festival y allí quedé enamorada de su dirección y de la maravillosa orquesta que ha formado. Al día siguiente, simplemente me dejé llevar… confié plenamente en sus tempi y en hacer música juntos, y ha sido una de las experiencias profesionales más bonitas de mi vida. ¡Gracias, Maestro!¿Qué es lo que más le atrae de las heroínas verdianas, su vocalidad, su carácter… y qué rol verdiano le gustaría interpretar en un futuro?
Cuando más abordo y estudio roles verdianos, me doy cuenta que es mi propia voz la que los demanda, así que seguramente me gusten por su vocalidad. Pero decir que solo sea por eso, sería demasiado simple … Probablemente, me gusten por el mero hecho de que Verdi sea el compositor. Su enorme capacidad para hacer creíbles a los personajes deriva de su escritura sincera, una escritura que viene del corazón. Me siento yo misma cuando interpreto ese carácter y temperamento que tienen las heroínas verdianas. Respetando siempre mi trayectoria vocal y ampliando el repertorio, espero tener ocasión de poder debutar Otello y Don Carlo, y luego, en un futuro, quizá, podrían llegar también Trovatore y Aida.
Ahora llega al Teatro del Liceu con Luisa Miller, un rol que aquí está muy ligado a Monserrat Caballé. Cuando se aborda un personaje tan ligado a una cantante de referencia, ¿se siente otra responsabilidad?Naturalmente la responsabilidad es grande, pero no creo que nadie espere escuchar otra Caballé, y ni mucho menos yo puedo pensar en serlo. La responsabilidad mayor la tengo conmigo misma, y en interpretar de la mejor manera un personaje maravilloso…Usted es gran aficionada a otras músicas, concretamente al rock. ¿Las sensaciones que tiene ahora al subir al escenario de un teatro son muy distintas a las que tenía cuando cantaba con su banda de rock?
Sí, cantaba en una cover band… ¡Cantaba canciones de rock de Anouk, Alanis Morrissette, Skunk Anansie, Tina Turner y los Toto! La emoción inicial es la misma, pero después la interacción con el público es muy distinta. Cuando se canta rock, el público es parte activa del concierto… puede cantar contigo y el mismo cantante puede involucrar al público en los estribillos y en los coros; además, entre una pieza y otra, se puede interactuar, presentando la pieza, contando una pequeña anécdota o haciendo preguntas. En cambio, durante la ejecución de una ópera, el público escucha atentamente en silencio, es decir, no hay esa interacción con el público sino que es algo distinto, más profundo… la interacción con el público es a través de las propias emociones, desnudando nuestra alma al interpretar un personaje. Y la emoción del público es el reflejo de esas emociones que se han conseguido transmitir.Los directores de escena tienen cada vez más protagonismo en una producción. ¿Se ha visto alguna vez en una situación comprometida por exigencia del director de escena?Digamos que no siempre estoy totalmente de acuerdo con los directores de escena, pero también, tengo que decir, que he sido afortunada en poder encontrar con ellos un término medio sobre la interpretación. Cuando hay movimientos escénicos incómodos, pido una solución que la mayoría de las veces encontramos juntos. Quizás no haya aceptado cosas que pudieran molestar mi canto, pero a veces sí he aceptado interpretaciones lejanas de mi visión.¿Cómo conoció a su maestra, Paola Leolini, y qué supone para su carrera?Me hablaron de Paola en un momento de crisis con el canto en el 2009… quería dejarlo… creía que no era capaz y que el canto lírico era un sueño inalcanzable. En enero de 2010, hice mi primera lección con Paola, e inmediatamente entendí que había encontrado, por fin, la maestra correcta. Los primeros años fueron principalmente de impostación técnica, pero enseguida comencé a preparar los roles con ella. Es una relación que ha evolucionado y crecido con el tiempo; no quiero decir, que ahora ya no estudie técnica, nunca se debe de dejar de estudiar, pero, obviamente, con los años, he consolidado la técnica y he podido dedicarme también al estudio de la técnica en el repertorio. Paola ha sido y es una figura de referencia importantísima… todo cantante tendría que tener una figura de este tipo y yo me siento muy afortunada.Tras su debut como Elettra en el Teatro Real y antes de volver a cantarlo en el Teatro Massimo de Palermo, obtuvo un gran éxito como Amelia (Simón Boccanegra) junto a Plácido Domingo y Francesco Meli en la Wiener Staatsoper, ¿está en un momento dorado de su carrera? ¿qué otros roles tienen en agenda y qué roles le gustaría debutar en un futuro próximo?Sí, la verdad es que estoy viviendo un momento bellísimo de mi carrera, fruto de mucho estudio, paciencia y elecciones correctas. Y espero que dure mucho tiempo, porque yo pondré todo de mi parte para hacer que dure. Los próximos debuts importantes serán Così fan tutte en Tokio, y Rusalka en Ámsterdam, en marzo y en junio de 2020, respectivamente. Pero en la temporada que está por llegar, habrá también otros proyectos muy bonitos: Turandot en el Met en octubre, el Requiem de Verdi con la Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia, dirigida por Mikko Franck, Bohème en Berlín en diciembre/enero, y después en Londres en febrero. También grabaré algunas arias de Beethoven en Klagenfurt y finalmente, en el verano de 2020, voy a debutar en el Rossini Opera Festival cantando un recital y el Stabat Mater. Y, además, hay otros emocionantes debuts, el Met, la Scala…Ahora que menciona su debut en el Rof, acaba de recibir muy buenas críticas con su última grabación dedicada precisamente a Rossini: la Petite Messe Solennelle. Usted que ha cantado también el Stabat Mater, ¿cuáles diría que son las características del lenguaje rossiniano para soprano en estas dos obras sacras? ¿Le gusta el Rossini sacro?Cantar el Rossini sacro es, en mi opinión, un auténtico desafío. Efectivamente, he cantado tanto el Stabat mater como la Petite Messe Solennelle, y aunque no hayan sido muchas veces, sí han sido las suficientes para enamorarme de esa intensidad de la escritura de Rossini , de su capacidad para utilizar un lenguaje que nos exige a los cantantes un verdadero virtuosismo, y que implica sumergirse completamente en el texto, en su significado, y en dialogar noblemente con los otros solistas y los instrumentos. Yo canto Rossini completamente seducida por la música que escucho, que respalda de manera perfecta las partes dedicadas a la soprano. Pienso, por ejemplo, en el “Crucifixus” de la Petite Messe Solennelle, en ese clima musical tan serio y rico de pathos que da sentido al texto y que me seduce y me conmueve. El Rossini sacro, además, encaja muy bien con mi vocalidad y mi idea de belleza musical.Usted es una mujer comprometida, no solo con su profesión, también con causas ajenas que sabemos que existen, pero hacia las que no solemos mirar. Háblenos un poco de estas cuestiones y convénzanos para no ser meros espectadores.Sí, los “niños mariposa”, que al decirlo suena tan dulce, pero cuya enfermedad, la epidermólosis ampollosa, es terrible. Estos niños tienen una piel tan frágil que requieren de dolorosos tratamientos diarios. Están más expuestos que nadie a las infecciones, y para ellos, incluso las caricias de la mamá pueden ser dolorosas y peligrosas. Todo comenzó cuando conocí a “mi primera mariposa”, dulce y fortísima, un ejemplo para todos nosotros. Hoy, la investigación les ofrece alguna oportunidad más, pero todavía estamos lejos de haber encontrado la receta definitiva para combatir la epidermólosis ampollosa. Yo trato de dar a conocer esta horrible enfermedad, involucrándome con la Asociación Debra Sud Tirol – Alto Adige. Me gustaría sensibilizar a todo el mundo para recoger cada vez más fondos que se destinen a la investigación, poniendo a disposición mi voz para esa necesaria recogida de fondos.

¿Qué suele hacer Eleonora Buratto horas antes de subir al escenario? ¿sigue algún ritual? ¿Qué es lo que nunca falta en su maleta?

Antes de subir al escenario, el único ritual que sigo es rezar y repetir los pasajes más difíciles. En mi maleta, algo que no falta nunca es un buen libro y la partitura de la siguiente producción.

La Bohème

El Teatro Real se acerca al final del año con la ilusión de volver a acercar la ópera a todos los públicos gracias a la retransmisión en directo de La bohème, de Giacomo Puccini, el próximo 29 de diciembre, en trenes AVE que circulen esa tarde.

Se trata de una iniciativa pionera que el Teatro Real va a llevar a cabo en colaboración con Renfe y Telefónica a través de la aplicación PlayRenfe, que dará la oportunidad a los viajeros del AVE – en los trayectos Madrid-Sevilla y Madrid Valencia, en ambos sentidos –  de compartir las vivencias de los protagonistas de La bohème, en tiempo real, mientras viajan a 300 km/h. y en el dispositivo que prefieran.

La señal de alta definición en directo viajará desde el Teatro Real hasta los trenes por dos caminos: vía satélite y a través de la red móvil 4G, permitiendo que por primera vez se retransmita una ópera en directo en un tren de alta velocidad.

La conectividad de los viajeros en el interior de los trenes se realiza vía wifi, con un punto de acceso y dos antenas en cada vagón. Dentro de cada tren se ha instalado una red de área local de 1Gbps de velocidad que da acceso al servidor; así los viajeros pueden disfrutar de La bohème en directo a través del canal de televisión Live TV de la aplicación PlayRenfe.

Los espectadores que no viajen, podrán conectarse a la retransmisión en el perfil de Facebook del Teatro Real, en el enlace www.labohemeendirecto.com y podrán compartir sus impresiones y la experiencia en la conversación con el hashtag #LaBohemeEnDirecto.

En la última edición de ópera en directo del Teatro Real, el pasado mes de julio, con Madama Butterfly, también de Giacomo Puccini, el alcance de la retransmisión en el canal Facebook del Teatro Real llegó a más de 900.000 usuarios, superando las cifras de las anteriores retransmisiones de I puritani y El holandés errante, y en Twitter el hashtag #MadamaEnDirecto fue trending topic nacional durante toda la emisión.

Pablo Carignani es el director musical de esta renovada propuesta de la obra de Giacomo Puccini (1858-1924), que cuenta con el prestigioso director de escena británico Richard Jones y el escenógrafo y figurinista Stewart Laing. El montaje plantea la ópera como una sucesión de escenas de la vida bohemia presentadas al espectador sin ocultarle los trabajos de backstage que normalmente desarrollan los técnicos detrás del escenario. Así, el público ve cómo se cambian los decorados, cómo se utilizan diferentes artilugios para lograr efectos teatrales y cómo se amontonan elementos escenográficos en las bambalinas.

El frío diciembre de Madrid nos transportará al invierno parisino, teñido de melancolía, para acompañar el amor truncado del aspirante a poeta Rodolfo, interpretado por el tenor Stephen Costello, y la sastrecilla Mimì, en voz de Anita Hartig. Junto a ellos, la también soprano Joyce El-Khoury y el barítono Etienne Dupuis, darán vida a Musetta y Marcello, respectivamente. La muerte de la protagonista femenina actúa como desencadenante de un camino iniciático que despide los desenfrenos y sueños de juventud para revelar la contundencia y trascendencia de la vida real.

La belleza musical, la eficacia dramática, los motivos orquestales y la narración sentimental propia del melodrama italiano hacen de La bohème una de las óperas más queridas.

La Bohème

Entre los días 11 de diciembre y 8 de enero, el Teatro Real ofrecerá 19 funciones de La bohème, de Giacomo Puccini (1858-1924), en una coproducción con la Lyric Opera de Chicago y la Royal Opera House de Londres, donde se estrenó el pasado mes de septiembre y donde volverá a presentarse el próximo verano.

La génesis de La bohème, y también el desarrollo de todo su proceso creativo hasta el estreno de la ópera en el Teatro Regio de Turín el 1 de febrero de 1896, están minuciosamente documentados gracias a la abundante correspondencia entre Giacomo Puccini, su editor y mentor Giulio Ricordi, y los libretistas Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, que iniciaron su tormentosa y fructífera colaboración en esta ópera, escribiendo posteriormente los libretos Tosca y Madama Butterfly.

Partiendo del libro Escenas de la vida bohemia, de Henri Murger (1882-1861), nacido como una serie de relatos autobiográficos publicados en forma de folletín, los dos libretistas, siempre celosamente dirigidos por Puccini, construyeron un libreto coral, en el que cuatro jóvenes artistas bohemios sortean las dificultades económicas y las inclemencias del tiempo con humor e ilusión, buscando su lugar en un París efervescente, bullicioso e invernal.

La historia de amor trágica entre uno de ellos, Rodolfo, aspirante a poeta, y la sastrecilla Mimì, cuya muerte, inexorable, les sorprende, articula una especie de camino iniciático que despide los desenfrenos y sueños de la juventud y revela la vida real, con toda su contundencia y transcendencia.

Con su genial paleta orquestal, su dominio de la prosodia y su enorme talento dramático, Puccini va construyendo la personalidad de los jóvenes con su característica habilidad para articular los destellos más anecdóticos y divertidos de lo cotidiano con los sentimientos más hondos, pasionales y arrebatadores. Así, entrelaza sus frases cortas “de conversación” con otras de enorme aliento melódico y dramático. Su orquestación sugiere, con enorme eficacia tímbrica, desde detalles tan nimios como el serpenteo de las llamas o el tintineo de las monedas, hasta las ‘ambientaciones’ casi cinematográficas de la desangelada buhardilla, del bullicio del París navideño, o de la soledad y privaciones de la pobreza.

La evocación de momentos pasados como si fueran destellos que la memoria revive y actualiza está magistralmente recreada con la utilización de motivos musicales asociados a emociones, sentimientos, o incluso a objetos a los que Puccini concede un enorme poder simbólico, como la vela de Mimì, la cofia rosa que le compra Rodolfo, el gabán de Colline, o el manguito que calienta las manos frías de la protagonista en su lecho de muerte…

Son estos momentos que vienen y vuelven con la memoria, que están escondidos y asoman con las vivencias que suman y construyen el camino la vida, los que vertebran la nueva producción de La bohème que se podrá ver en el Teatro Real.

En su propuesta dramatúrgica, el prestigioso director de escena británico Richard Jones y el escenógrafo y figurinista Stewart Laing presentan la ópera como una sucesión de Escenas de la vida bohemia presentadas al espectador sin ocultarle los trabajos de backstage que normalmente desarrollan los técnicos detrás del escenario. Así, el público ve como se cambian los decorados, cómo se utilizan diferentes artilugios para lograr efectos teatrales y cómo se amontonan elementos escenográficos en las bambalinas, como si fueran retazos de vida apiñados en la memoria.

Situándose en el lugar privilegiado, el espectador contempla permanentemente el pasado y el presente de los personajes, incapaz de sumergirse en el París frío y efervescente de los jóvenes bohemios porque lo verá siempre representado sobre el escenario. Pero este artificio del ‘teatro dentro del teatro’, en que se confunden el tiempo real y el teatral, el espacio del público y del artista, el drama de la ópera y sus metáforas, llevará al espectador a una interpretación más rica de la obra de Puccini, potenciada por su visión desde distintos ángulos, pero también con sus reflejos.

Dos repartos darán vida a esta popular ópera coral, en la que destacan, en los papeles principales, las sopranos Anita Hartig y Yolanda Auyanet (Mimì), los tenores Stephen Costello y Piero Pretti (Rodolfo) y las sopranos Joyce El-Khoury y Carmen Romeu (Musetta), secundados por los barítonos Joan Martín-Royo y Manel Esteve (Schaunard), Etienne Dupuis y Alessandro Luongo (Marcello); los bajos Mika Kares y Fernando Radó (Colline) y Roberto Accurso (Alcindoro); y el tenor José Manuel Zapata (Benoît).

La dirección musical correrá a cargo de Paolo Carignani, que estará al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y de los Pequeños Cantores de la ORCAM.

Esta nueva producción trae una vez más la popular ópera de Puccini al Teatro Real, que ha ofrecido 60 funciones de La bohème desde su reapertura, en 1997, siempre con la célebre producción dirigida por Giancarlo del Monaco, con escenografía de Michael Scott, estrenada en diciembre de 1998, repuesta en las temporadas 1999-2000 y 2005-2006 y grabada en DVD, con dirección musical de Jesús López Cobos (disponible bajo demanda en Palco Digital).

AGENDA  |  ACTIVIDADES PARALELAS

20 de noviembre a 12 de diciembre | Teatro Real

Curso La ópera al descubierto: cómo montar una gran producción. La bohème

3 de diciembre, a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, sala Gayarre

Taller familiar ¡Todos a la Gayarre!: La buhardilla del poeta, el músico, el pintor, la modista y la cantante.

Dirección y presentación de Fernando Palacios.

4 de diciembre, a las 20.15 horas | Teatro Real, sala Gayarre

Enfoques: el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, modera un encuentro con artistas que participan en la producción de La bohème.

16 de diciembre, a las 11.00 horas | Institut Français

Taller creativo alrededor de la producción. La bohème: imaginar, dibujar crear… como un verdadero artista.

En francés (todos los niveles) para niños de 4 a 8 años

17 de diciembre, a las 12.00 horas | Teatro Real, sala principal

Los domingos de cámara: obras de Eugène Bozza, Giacomo Puccini, Ottorino Respighi y Nino Rota

Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real

7 de enero, a las 12.00 horas | Teatro Real, sala principal

Ópera en cine: proyección de Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, y Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, producción del Teatro Real con dirección musical de Jesús López Cobos y dirección de escena de Giancarlo de Monaco.

Fecha por determinar | Filmoteca Española

Ciclo de cine. Teatro Real: Noche de ópera

Addio Mimì, de Carmine Gallone (1949)

La bohème

La bohème de Giacomo Puccini, una de las óperas más amadas del gran público, pone el broche final al ciclo de ópera del Maestranza en seis funciones entre el 28 de mayo y el 10 de junio.

La producción que ya triunfó en el Palau Les Arts Reina Sofía de Valencia, llega al Teatro de La Maestranza de la mano de su director musical Pedro Halffter, la dirección de escena, escenografía e iluminación de Davide Livermore y como principales intérpretes: Anita Hartig (Mimì), José Bros (Rodolfo), Juan Jesús Rodríguez (Marcello), Mª José Moreno (Musetta), Fernando Radó (Colline), Alberto Arrabal (Benoît / Alcindoro), David Lagares (Schaunard), Francisco Castellano (Parpignol), entre otros. Producción, Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla,  Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza, Escolanía de Los Palacios.

Las representaciones tendrán lugar los días 28, 31 de mayo, 2, 5, 7 y 10 de junio, 2017.

Argumento

Acto Primero

La Nochebuena de 1830 en el barrio latino de París.

El pintor Marcello y el poeta Rodolfo están trabajando en su estudio en una buhardilla. Ambos tienen frío, pero no hay leña, así que Rodolfo decide echar al fuego su manuscrito. A ellos se une el filósofo Colline y disfrutan un momento del calor de la chimenea. Como el fuego se apaga, los compañeros abuchean al autor. De pronto entran dos recaderos con comida, vino y carbón, seguidos del cuarto bohemio, el músico Schaunard. Éste deja sobre la mesa el dinero que le ha quedado tras las compras y explica cómo lo ha ganado. Los compañeros le ignoran y preparan la mesa. Schaunard se da cuenta de lo que están haciendo y propone que, ya que es Nochebuena, lo celebren cenando fuera.

Llaman a la puerta, es Benoit, el casero, que viene a cobrar el alquiler atrasado. Marcello recibe al viejo y le deja ver el dinero que hay encima de la mesa, pero Benoit cae enseguida en la trampa que le tienden: le hacen beber y le animan a que se jacte de su éxito con las mujeres y, cuando dice que está casado, los compañeros fingen escandalizarse y le ponen en la puerta (sin el dinero del alquiler). En el momento de salir, Rodoldo dice que él se queda, pues debe terminar un artículo, de modo que se reunirá con ellos más tarde. Ya a solas, Rodolfo se da cuenta de que no está de humor para escribir. Le interrumpe una llamada en la puerta: es Mimì, la vecina, que pide fuego para su vela. Cuando cruza el umbral, siente un momento de debilidad y deja caer la luz y la llave de su habitación. Rodolfo recoge la vela y la enciende de nuevo pero, cuando va a salir Mimì, se acuerda de su llave y una corriente de aire apaga otra vez la vela. Buscando la llave en la oscuridad, Rodolfo la encuentra enseguida, pero la esconde, y luego consigue tocar la mano de Mimì, lo cual da pie a que cada uno hable de su vida. De la calle llegan los gritos de sus amigos; Rodolfo, desde la ventana, les cita en el Café Momus. Al girarse y ver a Mimì iluminada por la luz de la luna, se dan cuenta de su amor. Juntos, van a reunirse con los amigos.

Acto Segundo

Un poco más tarde, en el Café Momus, la calle está abarrotada de gente y de vendedores ambulantes que pregonan sus mercancías. Mimì y Rodolfo se detienen en la tienda de una modista, donde compran un gorrito rosa. Luego se unen a los demás y Mimì es presentada con graciosa formalidad. La tranquilidad de los amigos se ve trastornada por la llegada de Musetta, un antiguo amor de Marcello, acompañada de su nuevo amante, el viejo y rico Alcindoro. Al ver a Marcello, obliga a su amante a detenerse en el café y trata de atraer su atención. El comportamiento de la mujer se vuelve cada vez más exagerado, haciendo que Alcindoro se sienta incómodo y, al mismo tiempo, consigue que Marcello se rinda nuevamente a ella. Ahora hay que librarse del viejo y, para ello, Musetta finge un dolor en el pie por culpa del zapato. Cuando envía al viejo a comprar otro par, Marcello y ella se abrazan. Llega la cuenta, pero el dinero de Schaunard ya se ha gastado. El paso de una banda militar permite a los cuatro bohemios, junto con las dos muchachas, confundirse entre la multitud dejando que la cuenta la pague Alcindoro.

Acto Tercero

En la Barrière d’Enfer, una de las barreras de peaje de París, una mañana a primeros de febrero.

Marcello y Musetta viven en una posada del puesto, donde Marcello trabaja pintando unos murales en la fachada. Se presenta Mimì, viene a ver a Marcello para pedirle consejo sobre su relación con Rodolfo, que se está volviendo insostenible. Mimì se lamenta de los celos de Rodolfo; Marcello le aconseja que le abandone. Rodolfo, que llegó mucho antes que ella, y se echó a dormir en un banco, cuando se despierta va a hablar con Marcello. Para evitar que la vea, Mimì se esconde y, escuchando lo que dice Rodolfo, descubre la verdadera razón de su comportamiento: la joven está gravemente enferma y, viviendo con él en tan míseras condiciones, acabará muriendo. Mimì tiene un ataque de tos y Rodolfo, al verla, corre a ayudarla. En la posada resuena una carcajada de Musetta, y Marcello, sospechando un coqueteo de su frívola compañera, entra parar reprenderla. Conscientes ahora ambos de la necesidad de separarse, Mimì pasará a recoger sus cosas, salvo el gorrito rosa, que lo deja como recuerdo. Finalmente, prefieren pasar juntos el invierno; se separarán cuando llegue la primavera. Mientras, en la posada, Musetta y Marcello también acuerdan separarse como resultado de la pelea que acaban de tener.

Acto Cuarto

La misma buhardilla del acto primero, donde Marcello y Rodolfo, ya separados de Musetta y Mimì, fingen trabajar, pero no pueden evitar acordarse de sus compañeras, de las que siguen enamorados. Entran Schaunard y Colline trayendo un miserable arenque por toda comida, que los cuatro consumen con cómica solemnidad. Tras la cena, disponen un baile, en el que Colline y Schaunard intercambian insultos en broma y se retan a duelo, atacándose con la paleta y las tenazas de la chimenea. De improviso aparece en la puerta Musetta: Mimì está en la calle, enferma y demasiado débil para subir la escalera. Rodolfo corre a buscarla mientras los demás preparan la cama. Mientras Rodolfo se ocupa de Mimì, Musetta cuenta que, habiendo oído que Mimì estaba moribunda, fue a buscarla, y la desdichada le pidió que la llevara con Rodolfo. La miseria de los bohemios no les permite hacer nada por ella. Musetta entrega a Marcello sus pendientes para que vaya a empeñarlos y traiga alguna medicina y un médico, aunque acaba saliendo con él para comprar un manguito para Mimì, que ha deseado en su última hora para tener las manos calientes. Colline quiere ayudar empeñando su gabán y, al salir, le dice a Schaunard que él ayude dejándoles solos.

Durante la ausencia de los amigos, Mimì y Rodolfo evocan su amor y su primer encuentro. Cuando regresan Marcello y Musetta, Mimì duerme. Musetta se arrodilla y reza. Poco después, cuando vuelve Colline y pregunta por Mimì, Rodolfo advierte el trágico ambiente en la habitación que los demás ya han percibido: Mimì ha muerto.

Temporada 17/18 Teatro Real

En la temporada 2017-2018 el Teatro Real conmemora una doble efeméride: los 20 años de su reinauguración, el 11 de octubre de 2017, y los 200 años de su fundación, el 23 de abril de 2018.

En el ámbito de estas conmemoraciones prosiguen los estrenos de óperas que nunca se interpretaron en el Teatro Real, como la colosal Die Soldaten, de Bern Alois Zimmermann, que se presentará por primera vez en España.

También engrosarán la nómina de las obras inéditas en el Teatro Real Lucio Silla de Wolfgang Amadeus Mozart, Gloriana de Benjamin Britten y Street Scene de Kurt Weill, que se verán por primera vez en Madrid, y Dead Man Walking de Jake Heggie, que se estrenará en España.

Como recuerdo a su historia pasada y reciente, se han programado La favoritetítulo que inauguró el Real─ en versión de concierto, y Aida, con una puesta en escena revisada de la célebre producción dirigida por Hugo de Ana en 1998.

La creación actual estará representada por el estreno mundial de El pintor, de Juan José Colomer, con libreto y dirección de Albert Boadella, en colaboración con los Teatros del Canal.

Con el fin de seducir a nuevos públicos y a una audiencia más amplia y diversificada en su temporada festiva, el Teatro Real ha incrementado notablemente las funciones de sus títulos más populares del repertorio lírico como La bohème, Carmen, Lucia di Lammermoor y Aida.

En el marco del Bicentenario el Real reafirma su ambiciosa apuesta por las nuevas tecnologías audiovisuales para llevar la ópera a todo el mundo con retransmisiones en monumentos, plazas, auditorios y ayuntamientos de toda España, retransmisiones en redes sociales, centros escolares, cines y en su plataforma Palco Digital, destacando, en el ámbito internacional, sus proyectos pioneros en Latinoamérica y China.

Asimismo, proseguirá el diálogo con otros tipos de música, cuya manifestación más destacada es el Universal Music Festival, del que se celebrará la cuarta edición.

La programación de DANZA estará compuesta por cuatro espectáculos: Carmen, por el Víctor Ullate Ballet (Teatros del Canal); Sorolla, por el Ballet Nacional de España; coreografías de Jacopo Godani por la Dresden Frankfurt Dance Company; y una nueva producción de El lago de los cisnes, por The Royal Ballet.

En la programación de EL REAL JUNIOR destaca el estreno de cinco nuevas producciones del Teatro Real para diferentes edades ─Mi madre la oca, Cine antiguo con músicas nuevas, La cara oculta del piano, la ópera El teléfono, o el amor a tres y el ballet Pulcinella─, la reposición de la ópera Dido & Eneas, a Hipster Tale y de El desván de los juguetes.

El Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la tutela de su director musical Ivor Bolton ─con Pablo Heras-Casado como principal director invitado y Nicola Luisotti como director asociado─, ampliarán notablemente su repertorio, afirmando el creciente prestigio de los cuerpos estables de la institución

Se editarán dos libros sobre la historia del Real: Joaquín Turina desvelará al lector los entresijos del Teatro desde 1997 y Rubén Amón recorrerá los 200 años de su historia a través de sus artistas, hechos y anécdotas.

En el ámbito de la celebración de sus efemérides, el Teatro Real ha impulsado la realización, la próxima primavera, de la primera reunión internacional del WORLD OPERA FORUM, que convocará a 150 teatros de ópera de todo el mundo, y de un acto conmemorativo que evocará el hecho histórico de que el Teatro Real fuera sede del Congreso de los Diputados entre 1841 y 1850.

ÓPERA

Siguiendo la estela de su historia, la nueva programación pretende enriquecer el repertorio del Teatro Real con títulos imprescindibles que todavía no figuran en su acervo musical, como Die Soldaten, de Bern Alois Zimmermann, que por su gran complejidad, dimensión y número de intérpretes sigue sin estrenarse en España 52 años después de su creación.

Esta magna obra del siglo XX, que nació marcada por la imposibilidad de ponerse en escena dilatando los límites de la ópera, sobresale en una programación cuyo marco conceptual es, precisamente, la noción de límite, de frontera como lugar de indefinición y tránsito, clave en el devenir y evolución de los estilos, formas, estéticas y lenguajes artísticos.

Pablo Heras-Casado asumirá el gran reto de dirigir este ambicioso estreno, con una aplaudida coproducción de la Ópera Cómica de Berlín y de la Ópera de Zurich, con dirección escénica de Calixto Bieito.

Lucio Silla, escrita en el siglo XVIII, se ubica también en un espacio resbaladizo entre dos estilos: aunque Mozart la compuso con apenas 16 años, su estructura clásica está ya impregnada de licencias formales que marcarán el lenguaje pre-romántico en el que desembocará la genial producción operística del compositor.  Esta ópera, de 1772, nunca se representó en el escenario del Real, por lo que su presentación con el mismo tándem que acaba de triunfar en RodelindaIvor Bolton en la dirección musical y Claus Guth, en la escénica─ reparará una deuda del Teatro con Mozart y con el público de Madrid.

Enlazando el reciente éxito de Billy Budd con el estreno, la próxima temporada, de Gloriana, el Teatro Real prosigue la presentación de la magnífica producción operística de Benjamin Britten iniciada desde su reapertura. En esta ocasión Ivor Bolton estará acompañado del prestigioso director de escena escocés David McVicar, en una nueva coproducción con Londres (ENO), Nápoles, Amberes y Valencia, cuyo estreno será en Madrid.

Gloriana se encuentra también en la frontera incómoda entre el compromiso con la celebración de la coronación de Isabel II de Inglaterra, en 1953, y el personal lenguaje dramatúrgico de Britten, cuya partitura fue incomprendida y marginada, pese a su indudable calidad artística, que el Teatro Real quiere reivindicar.

Otra obra limítrofe de mediados del siglo XX, arrinconada por su mestizaje, es Street Scene de Kurt Weill, que se encuentra entre el musical y la ópera, sin lograr un espacio confortable entre ambos. Denominada por su autor “ópera estadounidense”, se estrenó en Broadway en 1947, pero no volvería a sus salas.

Basada en la obra homónima de Elmer Rice, ganadora de un premio Pulitzer, Street Scene es una lograda síntesis entre la ópera europea y el teatro musical americano, destilando la tradición musical de ambos mundos, entre los que se encontraba su autor, Kurt Weill, judío alemán afincado en Estados Unidos. La obra se estrenará en Madrid en una nueva coproducción con las Óperas de Colonia y Monte-Carlo, con dirección musical de Tim Murray ─que vuelve al Real después de su exitosa lectura de Porgy and Bess─, y puesta en escena de John Fulljames, nuevo director artístico de la Ópera de Dinamarca.

Dead Man Walking, estrenada en San Francisco en el año 2000, es también una obra que reivindica “explorar un medio que no sea ni teatro tradicional ni ópera tradicional, sino una verdadera combinación de ambos: un drama musical, una ópera-musical, teatro-ópera” de acuerdo con sus autores: el compositor Jake Heggie y el dramaturgo Terrence McNally.

Basada en el libro de la hermana Helen Prejean ─que originó también la famosa película de Tim Robbins protagonizada por Susan Sarandon y Sean Penn─ la ópera incide en la entrañable y honda relación confesional que se establece entre la monja y el reo condenado a muerte, relegando a un segundo plano las cuestiones relativas a la pena capital que han dado fama al film homónimo.

Para su estreno en Madrid la ópera contará con la producción de la Lyric Opera de Chicago, con dirección de escena de Leonard Foglia y un reparto de lujo encabezado Joyce DiDonato, Michael Mayes y Measha Brueggergosman,  que actuarán bajo la dirección musical de Mark Wigglesworth.

Como colofón a esta serie de óperas híbridas estará el estreno mundial, en los Teatros del Canal, de El pintor, de Juan José Colomer, prolífico y versátil compositor valenciano afincado en Los Ángeles, que debutará en la ópera con la nueva producción del Teatro Real con dirección musical de Manuel Coves y libreto y dirección de escena de Albert Boadella, que prosigue su acercamiento al repertorio lírico que se va imponiendo en los últimos años de su fructífera carrera.

Alternándose con estas propuestas fronterizas, el Teatro Real ha programado cuatro óperas del repertorio operístico, de las que se ofrecerán un gran número de funciones fuera de abono: Carmen, La bohème, Aida y Lucia di Lammermoor.

Carmen, de Georges Bizet, volverá al Real con 18 funciones y tres repartos, en una producción de la Ópera de París que recupera la puesta en escena “naturalista” y taurina de Calixto Bieito estrenada en el Festival de Peralada, en esta ocasión con dirección musical de Marc Piollet.

Dos repartos se alternarán en las 19 representaciones de La bohème, de Giacomo Puccini, en las que el Teatro Real se ha unido una vez más a la Royal Opera House, coproductora de la nueva producción que se estrenará en Londres poco antes de su desembarco en Madrid. La puesta en escena será del prestigioso director teatral inglés Richard Jones y la musical del milanés y pucciniano Paolo Carigniani. Ambos debutarán en el Real.

Para la reposición de la “super-producción” de Aida, de Giuseppe Verdi, que inauguró la segunda temporada del nuevo Teatro Real en 1998, Hugo de Ana, director de escena, escenógrafo y figurinista de la ópera, presentará una revisión de su creación anterior como un homenaje a la reciente historia del Teatro en el 20 aniversario de su reapertura. Tres repartos participarán en las 17 representaciones de la ópera, que tendrá dirección musical de Nicola Luisotti.

La producción de la English National Opera de Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, traerá nuevamente al Real al director de escena estadounidense David Alden, que dirigió Alcina y el Otello inaugural de la presente temporada. Dos repartos se alternarán en las 15 funciones de la ópera, que estará dirigida musicalmente por el israelí Daniel Oren.

Donizetti ha sido, a lo largo de la discontinua historia del Teatro Real, uno de los compositores más programados y más queridos del público. Su ópera La favorite ─de la que existe la versión italiana La favorita─ fue la primera en subir a escena en el Teatro Real cuando abrió sus puertas en 1850. Para celebrar esta representación inaugural en el año del Bicentenario se han programado dos funciones de la ópera en versión de concierto, con dirección musical de Daniel Oren, con una Gala conmemorativa del 20 aniversario de la Reapertura del Teatro Real el 2 de noviembre.

En versión de concierto se presentarán otras dos óperas con función única: Ariodante, de Georg Friedrich Händel, con Les Arts Florissants dirigidos por William Christie, y Thaïs, de Jules Massenet, bajo la batuta de Patrick Fournillier, con Plácido Domingo en el papel protagonista para barítono.

Las óperas de la temporada ordenadas cronológicamente por las fechas originales de sus estrenos:

1735   Ariodante, de Georg Friedrich Händel 

1772   Lucio Silla, de Wolfgang Amadeus Mozart

1835   Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti 

1840   La favorite, de Gaetano Donizetti 

1871   Aida, de Giuseppe Verdi 

1875   Carmen, de Georges Bizet 

1894   Thaïs, de Jules Massenet 

1896   La bohème, de Giacomo Puccini 

1947   Street Scene, de Kurt Weill 

1953  Gloriana, de Benjamin Britten

1965   Die Soldaten, de Bern Alois Zimmermann 

2000   Dead Man Walking, de Jake Heggie 

2017   El pintor, de Juan José Colomer [sin estrenar]

Junto con la programación operística de la temporada se llevarán a cabo diversas actividades paralelas buscando sus vínculos con la literatura, artes plásticas, cine, fotografía, etc.

Esta interdisciplinaridad, que propicia el diálogo entre la ópera y otras formas de expresión artística, es posible gracias a la imprescindible colaboración, una vez más, de importantes instituciones culturales como: Biblioteca Nacional de España, British Council, Círculo de Bellas Artes, Escuela de Música Reina Sofía, Filmoteca Española, Fundación Juan March, Goethe Institut, Institut Français, Instituto de Historia y Museo Naval, International Institute, Museo Arqueológico, Museo del Romanticismo, Museo Reina Sofía, Real Academia de la Historia, Residencia de Estudiantes y Teatros del Canal.

GRANDES RETRANSMISIONES, SEMANA DE LA ÓPERA Y UNIVERSAL MUSIC FESTIVAL

Una de las iniciativas más importantes que desarrolla el Teatro Real para impulsar su apertura a nuevos públicos y el acercamiento de la ópera a la ciudadanía son las retransmisiones nacionales e internacionales de sus espectáculos, que se incrementarán la próxima temporada, incluyendo proyectos pioneros en China y Iberoamérica.

Así, tras el éxito y enorme repercusión de las retransmisiones realizadas en Facebook de I puritani y El holandés errante, el Teatro Real conmemorará sus aniversarios con la retransmisión en directo de Carmen, en octubre de 2017, y de Lucia di Lammermoor, en julio de 2018, en más de 200 espacios de toda España, con pantallas instaladas en plazas y edificios emblemáticos, además de la retransmisión abierta en redes sociales y plataformas online de todo el mundo.

Sus producciones más populares se proyectarán en cines de todo el país, estando ya programadas La traviata, el 16 de noviembre de 2017, y Madama Butterfly, el 10 de mayo de 2018.

Proseguirán también las retransmisiones de los espectáculos infantiles y juveniles de El Real Junior en centros escolares y cines de todas las comunidades, estando previstas las proyecciones matinales de Sueño de una noche de verano, el 10 de octubre de 2017 ─para celebrar el día internacional de la música─ y El gato con botas, el 6 de mayo de 2018, coincidiendo con los Días Europeos de la Música.

Palco Digital seguirá ofreciendo retransmisiones en directo de gran parte de las producciones del Teatro, ampliando su catálogo de espectáculos online de ópera, ballet y conciertos.

Asimismo, con el impulso del trienio conmemorativo de su Bicentenario, el Teatro Real llevará a cabo nuevas ediciones de dos propuestas artísticas muy diversificadas y ya consolidadas: la Semana de la Ópera, con una creciente participación e implicación del público, y el Universal Music Festival, en verano, que congrega a relevantes músicos de pop, rock, jazz, o flamenco para despedir cada temporada.

DANZA

La programación de danza estará compuesta por espectáculos protagonizados por cuatro compañías.

El Víctor Ullate Ballet interpretará Carmen en los Teatros del Canal, con coreografía de Víctor Ullate y música de Georges Bizet y Pedro Navarrete, anticipando las funciones de la ópera homónima en el Teatro Real.

El Ballet Nacional de España traerá al Real su espectáculo Sorolla, con coreografías de Arantxa Carmona, Miguel Fuente, Manuel Liñán y Antonio Navarro y música de Juan José Colomer, Paco de Lucía, Enrique Bermúdez, además de temas populares, con la participación de la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Manuel Coves.

La Dresden Frankfurt Dance Company interpretará cuatro coreografías de Jacopo Godani: Metamorphers (música de Béla Bartók), Echoes from a Restless Soul (música de Maurice Ravel), Postgenoma y Moto Perpetuo, con música de 48NORD.

The Royal Ballet cerrará la temporada de danza del Teatro Real con su nueva y esperada producción de El lago de los cisnes, con coreografía de Liam Scarlett. La música de Piotr Ilich Chaikovski será interpretada por la Orquesta Titular del Teatro Real en las seis funciones.

EL REAL JUNIOR, EL PROYECTO DE FORMACIÓN Y EL PROYECTO SOCIAL

El Teatro Real reafirma su compromiso con la educación, formación y consolidación del público infantil, juvenil y universitario en colaboración activa con centros educativos y universidades a través de proyectos tan diversificados como El Real Junior, el LOVA (La ópera, un vehículo de aprendizaje), el Club Joven, La Universidad a escena, los talleres La ópera al descubierto, los Cursos monográficos etc., reforzados con una política de incentivos económicos a los menores de 30 y 35 años que les permite acceder a los espectáculos por precios muy asequibles.

En la programación de El Real Junior destaca el estreno de cinco nuevas producciones del Teatro Real para diferentes edades y con distintos formatos: Mi madre la oca, con música de Maurice Ravel, en la Sala principal; Cine antiguo con músicas nuevas, con películas de Charles Chaplin y música en vivo, en la Sala Gayarre; La cara oculta del piano en la Sala de orquesta; la ópera de Gian Carlo Menotti El teléfono, o el amor a tres, en la Sala principal y  Pulcinella, espectáculo de danza con música de Stravinsky en la Sala Gayarre.

 

Latorre

Fernando Latorre es un cantante con una larga trayectoria artística, pero es ahora cuando se va a producir su estreno en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Latorre se siente “muy afortunado de cantar por primera vez en este teatro, uno de los más importantes del mundo y que ha sido testigo durante casi dos siglos de las más importantes voces del mundo de la ópera”.

Esta producción de La Bohème en la que el cantante ya lleva varios días de ensayos y se encuentra “muy a gusto”, “lleva la firma de la English National Opera y de la Concinnati Opera. Estará dirigida en lo musical por Marc Piollet y en los escénico por Jonathan Miller”. Fernando Latorre cantará los dos roles de Bajo Buffo, Benoit y Alcindoro a los que “les tengo mucho cariño, y para mí es un reto abordarlos ya que exigen dos personalidades muy diferentes, distintas edades y una amplia paleta de colores vocales para hacerlos creíbles”, comenta el cantante.

La Bohème en la que Latorre celebrará su estreno en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, tendrá un total de 14 funciones entre el 18 de junio y el 8 de julio próximos, y cuenta, además de con el cantante vizcaíno, con las voces de Tatiana Monogarova y Eleonora Buratto como Mimí, Nathalie Manfrino y Olga Kulchynska como Musetta, Matthew Polenzani y Saimir Pirgu en el papel de Rodolfo, Artur Rucinski y Gabriel Bermúdez como Marcello, David Menéndez e Isaac Galán interpretando a Schaunard o Paul Gay y Anatoli Sivko como Colline. La producción, ambientada en la primera mitad del siglo XX, será emitida en directo el 8 de julio en numerosos municipios catalanes a través de la iniciativa “Liceu a la fresca” del teatro barcelonés.

Una vez concluidas las funciones de La Bohème, Fernando Latorre acudirá al Festival de El Escorial, en el que participará en la ópera de Verdi, Don Carlo, interpretando el papel de Frate. La producción, del dramaturgo Albert Boadella, tendrá dos funciones, los días 28 y 30 de julio en la localidad de la sierra madrileña.

http://www.fernandolatorre.com/

Rancatore

Volvió y arrasó: la soprano italiana Desirée Rancatore volvió a meterse al público de Japón en el bolsillo de la mano de su conmovedora Traviata que paseó por Omiya, Tokyo, Osaka y Nagoya, agotando localidades en pocas horas, el mismo día en que se pusieron a la venta. Y de Verdi a Puccini: la diva de Palermo se meterá por primera vez en la piel de uno de los personajes
creados por Giacomo Puccini, en este caso, en uno de los más carismáticos de La Bohème, Musetta, todo carácter, alegría y humanidad. Lo hará en Italia, a caballo entre diciembre y enero, en el Teatro Carlo Felice de Génova.

Contando con la dirección de escena del legendario Ettore Scola, Rancatore debutará el 17 de diciembre su primer personaje pucciniano en un nuevo paso en su trayectoria artística: «Mi voz se ha ido enriqueciendo en armónicos y en colores más oscuros, ya no es lo propio de una soprano de coloratura», apunta la cantante. «Ello responde a la evolución natural de la voz, a mi propia madurez. Y Musetta, junto con Lauretta de Gianni Schicchi serán mis primeros roles puccinianos. En el futuro, ¿por qué no? También podría ser Mimì».

www.desireerancatore.com

Alfonso Romero

Un jóven Alfonso Romero no imaginaba desde su piano en el conservatorio que se iba a decidir por otra actividad. Aunque relacionado también con su profesión musical, la dirección de escena llegó a su vida casi por casualidad y, tras quedar fascinado por ella, inició una aventura profesional que le está situando como uno de los directores de mayor proyección internacional.

Nacido en Madrid, comenzó sus estudios musicales a temprana edad, obteniendo el título de profesor de piano. Director y fundador de varios coros, con los que trabajó mayormente el repertorio renacentista y barroco. Al mismo tiempo, realizó cursos especializados en música antigua en las disciplinas de órgano barroco, clavecín y dirección coral.

Desde su reapertura en el año 1997 trabaja en el Teatro Real de Madrid colaborando con directores de escena como J.Carlos Plaza, Francisco Nieva, Hugo de Ana, Sergio Renan, Josep Maria Flotats, Giancarlo del Mónaco, Werner Herzog, Nicolas Jöel, Jerome Savary, Eliah Moshinsky, Willy Decker, John Dew, Pier Luigi Pizzi y Herbert Wernicke, así como los coreógrafos Nacho Duato, Victor Ullate y Pina Bausch.

Su primera puesta en escena fue la producción de la Ópera “La voix humaine” de Poulenc en el Festival de Música Are More de Vigo en el 2003.

Desde el año 2004 hasta el 2010 trabaja en el Staatstheater de Darmstadt invitado por su Intendente John Dew donde dirige entre otras las óperas “La Serva Padrona“, “Don Carlos“ y “Maria Stuarda“, así como los estrenos mundiales de “La Cuzzoni“ (Teatro Albéniz, Auditorio de Barcelona) y “Lord Byron“ (Liceu de Barcelona). En España dirige títulos como “I Puritani“ (Festival de Ópera de La Coruña y ABAO en Bilbao) “La Ardilla Astuta“ (Festival Mozart y Teatro Arriaga),“La Flauta Mágica“ (Teatro de El Escorial y Kursaal), “Lucia di Lammermoor“ (Teatro Gayarre Pamplona y Festival de Ópera de La Coruña), “Cavalleria Rusticana” y “Pagliacci” (Festival de Ópera de Titulcia) y “Otello” (Teatro Principal de Palma de Mallorca, elegida mejor producción de la temporada).
Recientemente ha dirigido “L´elisir d´amore” en el Staatstheater Braunschweig, “Andrea Chenier” en el Festival de Perelada y “La Boheme” con la Danish National Opera.

Ganador del tercer premio en el European Competition of Stage Directing “EOP Camerata Nuova” (Wiesbaden 2005) con su proyecto de “La Cenerentola” de G. Rossini.

Finalista en el International Competition of Opera Directing de Praga (2007) con su proyecto de “Alcina” de Händel.

La Boheme

n el arranque de la temporada 2012-2013, el valenciano Palau de Les Arts, sigue apostando por títulos muy conocidos y populares del repertorio. Después del brillante Rigoletto, que inauguró la temporada, se ha escenificado una magnífica producción de La Bohème, con un entusiasmado público que abarrotó la sala y aplaudió reiteradamente tanto al finalizar el Acto II, como al final de la representación.

En primer lugar, destacar la atractiva y muy original escenografía del turinés Davide Libermore, también responsable de la dirección escénica y la iluminación. Nos propone una escenografía de la buhardilla de los bohemios, en los simétricos Actos I y IV, donde el caballete pictórico de Marcello, ya desde el mismo inicio de la ópera, toma vida para recoger una filmación de las aguas del Mar Rojo, coincidiendo con las primeras frases de Marcello “Questo mar rosso…”, que se proyecta en una de la paredes laterales de la estancia. A continuación se proyecta un decorado estático-dinámico, donde puede verse fluir el humo que emanan las chimeneas de los edificios parisinos, con iluminación diurna y nocturna, para mostrarnos el transcurso del tiempo.
Estos aditamentos, confieren un toque complementario y urbano, al habitáculo parisino donde trabajan el poeta Rodolfo y el pintor Marcello, acompañados por sus amigos. Cambiantes pinturas, de carácter impresionista, que van apareciendo en el marco pictórico de Marcello, y que, también al unísono, se van proyectando.
Libermore se ha inspirado en la película Dreams (Sueños) de Akira Kurosowa, para insertar las proyecciones de Paolo Gep Cucco, en su retrato del París de finales del Siglo XIX.
El bullicio y la alegría, queda perfectamente plasmado en el multitudinario Acto II, en la terraza de café Momus, con la presencia al fondo del más genuino símbolo parisino: La Torre Eiffel. Este segundo acto, hablando en términos fílmicos, se convierte en un verdadero plano-secuencia, donde los ojos de los espectadores convertidos en cámara, pueden moverse libremente para focalizar las diferentes acciones que se plantean. En contraposición, aparece ese austero y gélido decorado del Acto III, muy en consonancia con la música y acción teatral que se nos muestra.

La meta ambicionada por Puccini, al componer La Bohème, era lograr un continuum musical y
dramático, en el que las arias, duettos y demás números tradicionales, se insertasen perfectamente en la textura orquestal, que
estructura una música variopinta y siempre de calidad extrema. El gran Riccardo Chailly, con la Orquesta de la Comunidad Valenciana, logró introducirnos en la riquísima paleta orquestal de esta partitura.
Chailly consiguió los mejores resultados musicales –como no- en ese extraordinario Acto III, mostrando la riqueza de los temas, enlazados por una exquisita orquestación, que se convierte en uno de los momentos más perfectos de todo el repertorio.
También en ese Acto IV, donde la música transita de la comedia al más puro drama. En suma, gran trabajo directorial, al frente de la magnífica orquesta valenciana, del gran maestro milanés, quien ya en 1998, para el sello DECCA, con la Orquesta del Teatro alla Scala, nos legó la mejor versión discográfica moderna de esta ópera, con unos excelentes Angela Gheorghiu y Roberto Alagna. Amén, de las históricas y antológicas versiones discográficas de Herbert von Karajan, al frente de la Filarmónica de Berlín, también para DECCA, con Luciano Pavarotti y Mirella Freni, de 1973, y la dirigida por Sir Thomas Beecham, para EMI, al frente de la Orquesta de la RCA, con Jussi Björling y Victoria de los Ángeles, de 1956.
En esta representación, brilló a bastante altura un casi desconocido –por su transformación física- Aquiles Machado, quien me confesó después de la función, haber perdido cincuenta kilos, ¡que se dice muy pronto! El tenor venezolano conserva su bonito timbre y una depurada línea de canto, en un papel como Rodolfo que ha interpretado mucho en teatro en los últimos quince años. Su voz ha ganado en anchura y redondez, a costa de perder su insolente agudo de antaño. Tuve ocasión de escucharle en Santander un Fausto en 2000, donde la voz se expandía brillantemente hacia arriba. Su “Che gelida manina” estuvo muy bien cantada, aunque el agudo resultó algo tirante, rozando el pertinente do4, nota fácil para él hace unos años. De cualquier forma su prestación vocal fue muy notable durante toda la ópera, sobre todo en el Acto III, empastando bien con la soprano israelí Gal James, también una esforzada Mimi, que fue a más –incluso con más volumen vocal- conforme avanzaba la representación, para cantar muy bien el Acto III, sobre todo ese extraordinario cuarteto, que, en realidad, son dos dúos: el de Rodolfo y Mimi, y en otro plano dramático el de Marcello y Musetta. En el Acto IV, la actuación de Gal James, muy metida en la piel de la moribunda Mimi, cala hondo y llega a emocionar.
El barítono Massimo Cavalletti, está en posesión de un considerable volumen vocal, que le permite traspasar sin ningún problema la orquesta, incluso cuando esta emite en forte. No es un intérprete excesivamente refinado, pero complementa su canto con una buena actuación escénica. Sin duda, sus mejores momentos los ofrece en el Acto III, en sus dúos con Mimi, Rodolfo y una Musetta, magníficamente interpretada por la joven soprano valenciana de apenas veintiocho años Carmen Romeu, alumna de la insigne profesora Ana Luisa Chova. Romeu tiene una impactante aparición en el Acto II, dotando a su personaje de verdadero desenfado y fino erotismo. Canta muy bien su famoso vals. Muy bien su prestación en el Acto III peleándose con Marcello. Ya en el Acto IV, su actuación adquiere tintes auténticamente dramáticos. Una cantante, sin duda, con bastante futuro.

Del resto del amplio reparto, cabe destacar el trabajo del bajo Gianluca Buratto, en el rol de Colline, quien canta con buen estilo dramático su famosa aria del Acto IV “Vecchia zimarra”.
También, es preciso señalar la buena actuación del joven barítono Mattia Olivieri como Schaunard. Este cantante está en posesión de una bonita voz y, en la actualidad, está integrado en el Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo, adscrito al Palau de Les Ars.

Como siempre, gran actuación del Coro de la Generalitat Valenciana, dirigido por Francesc Perales, reforzado en ese multitudinario Acto II, por la Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet, dirigida por Jordi Blanch, y por la Escolanía de la Mare de Déu dels Desemparats dirigida por Luís Garrido. Sus actuaciones se producen solamente en el Acto II, saliendo todos a saludar en su conclusión, y siendo recompensados por largos y sonoros aplausos de un público entusiasmado.
En fin, una magnífica Bohème, ópera esencial de todo el repertorio, y siempre de actualidad desde su estreno en el Teatro Regio de Turin el 1 de febrero de 1896, con dirección musical de un jovencísimo Arturo Toscanini.

Críticas