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La Cenerentola estrena la temporada en el Teatro Real

La Cenerentola
Gioachino Rossini (1792-1868)
Dramma giocoso en dos actos
Libreto de Jacopo Ferreti, basado en el cuento Cendrillon (1697) de Charles Perrault
D. musical: Riccardo Frizza
D. escena y escenógrafas: Stefan Herheim y Daniel Urgen
Figurinista: Esther Bialas
Iluminador: Andreas Meier-Dörzenbang
Diseñador de vídeo: Torge Moller (fettFilm)
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Michele Angelini, Borja Quiza, Nicola Alaimo, Rocío Pérez, Carol García, Aigul Akhmetshina, Riccardo Fassi, Orquesta y Coro Titulares del Tratro Real

Un 29 de febrero, día de su cumpleaños, Rossini firma el contrato para escribir una nueva ópera que será estrenada en Roma para abrir la temporada. El exceso de encargos y algún que otro problema con los censores, llevan a Rossini y su libretista Jacopo Ferreti, a tener que improvisar un nuevo libreto del gusto de la censura. Nace así, y en menos de 24 días, La Cenerentola.

El virtuosismo de Rossini cabalga ya entre la ilustración y el romanticismo y La Cenerentola es un gran ejemplo de ello. Utiliza escenas estructuradas igual que en la ópera seria, pero con un marcado carácter buffo. En el libreto de Ferreti desaparece el hada que es sustituida por un personaje menos mágico, Alidoro, una especie de filósofo que asesora de alguna manera a la protagonista. Esta es una primera concesión a la ilustración, la sustitución de elementos mágicos por otros racionales.

También utiliza personajes serios, como la propia Cenerentola, Alidoro y el Príncipe Don Ramiro. Hay un rol intermedio, que es el Dandini, su papel es cómico pero se trata de un barítono serio. El resto de protagonistas tienen un marcado carácter buffo, como Don Magnifico y las hermanastras Clorinda y Tisbe.

A pesar de los esfuerzos de Rossini y Ferreti, La Cenerentola no se pudo estrenar a tiempo y lo hizo el 25 de enero de 1817, ya iniciada la temporada. Ferreti cuenta en sus memorias que el estreno de Cenerentola fue turbulento, pero no se entiende muy bien a qué se refiere, pues se ofrecieron 22 representaciones y se programó, ese mismo año, en otros siete teatros italianos. Su éxito pudo deberse, en gran medida, a que el personaje de Cenerentola estuviera interpretado por las más famosas mezzosopranos del momento, Isabella Colbran y Pauline Viardot. Durante todo el siglo XIX los compositores belcantistas fueron muy famosos y gozaron de gran éxito, cayendo después en el olvido y llegando a desaparecer del repertorio, con algunas excepciones, como El Barbero de Sevilla.

En la segunda mistad del siglo XX se recupera La Cenerentola y comienza a representarse, cada vez más a menudo, en los principales teatros de ópera. Esta recuperación del título y su paulatina incorporación al repertorio, tiene dos nombres propios, Conchita Supervía y Teresa Berganza, ambas dieron vida al personaje de Angelina. Por cierto, todas las funciones de esta producción del Teatro Real están dedicadas a Teresa Berganza.

La partitura es una obra maestra. Su escritura es muy sencilla, lo que le aporta agilidad y frescura. En toda la obra hay una clara preferencia de los conjuntos sobre las arias y los construye casi por acumulación. Comienza el aria un personaje y se van incorporando los demás progresivamente, empieza uno y terminan seis. Las melodías están elaboradas como un juego de permutaciones de arpegios con un virtuosismo y una precisión extrema. El resultado es, por ejemplo, el sexteto del segundo acto, Questo è un nodo avviluppato. Para ello se precisan, claro está, voces de gran agilidad.

Tras veinte años de ausencia, vuelve La Cenerentola al Teatro Real en una coproducción de Norske de Oslo y la Opéra National de Lyon. En el foso, uno de los directores que mejor conoce este repertorio, Riccardo Frizza.

En la dirección de escena, el noruego Stefan Herheim, que ha basado su escenografía en el ya tradicional juego del teatro dentro del teatro. Ha presentado una cenicienta clásica a la que ha actualizado vistiéndola de limpiadora del Teatro, con su carrito de materiales incluido. La escenografía es colorista y alegre, sobre todo el magnífico vestuario de Esther Bialas y los vídeos de Torge Moller, que proyecta imágenes del castillo del príncipe, muy evocadores de los castillos Disney, lo que ayuda a crear esa atmósfera de cuento. Aunque la escenografía es más clara y efectiva, en cuanto al desarrollo de la historia, a partir del segundo acto.

Riccardo Frizza domina este repertorio al que imprime su impronta para acentuar el estilo rossiniano. La orquesta sonó muy bien para lo poco que ha tocado Rossini en los últimos años. Los tiempos fueron algo lentos, poco chispeantes, pero el resultado estuvo lleno de matices. El primer acto resultó algo desajustado, tanto en la escenografía como en lo vocal, y de cierta desconexión entre escenario y foso. Frizza ayudó a que la orquesta no engullera alguna de las voces de volumen más bien escaso que se esforzaban sobre el escenario. Y es que la música de Rossini, como dice el propio Frizza, está a la altura de los grandes y no es fácil lidiar con sus partituras. La dirección musical, como la escenografía y las voces, se fueron creciendo a medida que avanzaba la obra, creando en el segundo acto una atmósfera rossiniana absoluta.  En esta ocasión el director musical tuvo una participación activa en la representación, interviniendo en escena y conversando con los cantantes en varias ocasiones. Un detalle simpático que agradó al público.

Este segundo reparto estuvo encabezado por una jovencísima debutante que resultó una gran sorpresa, la rusa Aigul Akhmetshina. Posee una voz caudalosa y, sin embargo, con gran capacidad para las agilidades, que dominó en todo momento. Un buen registro central y potentes graves. Su Angelina fue sin duda quien más brilló esa noche, también en la parte interpretativa.

El príncipe Don Ramiro estuvo representado por el italo-americano Michele Angelini. Su timbre es agradable, pero tuvo problemas con su escaso volumen, sobre todo en las partes más agudas, donde parecía que su voz se estrangulaba. Tampoco tuvo en las agilidades su punto más fuerte.

El Don Magnifico de Nicola Alaimo fue el personaje más rossiniano de cuantos participaron esa noche. Respondió con soltura a sus dos roles, pues era también el Rossini principal en escena y el único, junto a la Angelina de Akhmetshina, que respondió a las exigentes agilidades de su rol.

El Dandini estuvo a cargo del Barítono Borja Quiza, de potente voz y gran capacidad escénica, pero este personaje no encaja bien con una voz tan lírica. Le faltó expresividad y ligereza que suplió, en parte, por su buen hacer sobre el escenario.

Muy bien estuvieron las dos malvadas hermanastras de Cenicienta, las sopranos Rocío Pérez y Carol García, muy bien en los concertantes y en sus roles, en los que se desenvolvieron con gran comicidad.

Mención especial merece el coro, solo hombres en esta ocasión, dirigidos por Andrés Máspero. No solo brillaron en lo vocal, tuvieron también unas inspiradísimas apariciones en escena.

Se entrena así una de las temporadas más especiales del Teatro Real, que continúa recibiendo todo tipo de felicitaciones por su buena gestión en una temporada tan difícil como la pasada. Un Teatro Real que no deja de ser valiente y lo demuestra programando esta Cenerentola, toda una declaración de intenciones.

Entrevista Riccardo Frizza

Comenzó tocando el piano, hasta que a los 14 años, durante unas vacaciones de Pascua en Viena, asistió a un concierto quedando fascinado por la figura del director, nada menos que Karajan. ¿Por qué entonces conformarse con un instrumento, pudiendo hacer que sonaran todos? Así empezó la trayectoria de Riccardo Frizza. Es actualmente director del Festival Donizetti de Bérgamo, ha sido premiado recientemente como mejor director musical por su Lucia de Lammermmor en ABAO y  a partir del 23 de septiembre será el encargado de estrenar una de las temporadas más especiales del Teatro Real. Lo hace con La Cenerentola, de Gioachino Rossini, y con el firme propósito de demostrar que el genio de Pésaro está a la altura de Mozart o Beethoven y que su Cenerentola es una auténtica obra maestra. Riccardo Frizza

 

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El Teatro Real inaugura el próximo 23 de septiembre la Temporada 2021-2022 ─la vigesimoquinta desde la reapertura y centésima desde su inauguración─, con La Cenerentola, de Gioachino Rossini.

Se ofrecerán 15 funciones de la ópera, entre el 20 de septiembre ­Preestreno Joven de la Temporada­ y el 9 de octubre, en una coproducción de la Den Norske Opera de Oslo y la Opéra National de Lyon presentada en ambos teatros en 2017, precisamente dos siglos después de su estreno en el Teatro Valle de Roma, en 1817.

De hecho, La Cenerentola, ossia la bontà in trionfo (La Cenicienta, o sea, El triunfo de la bondad) fue compuesta a contrarreloj, en un tiempo récord de 24 días, con asombrosa rapidez y sincrónica coordinación entre el libretista Jacopo Ferretti y Gioachino Rossini, que a sus 25 años era ya un compositor consagrado, con 19 óperas en su catálogo, incluyendo títulos tan populares como Tancredi, L’italiana in Algeri, Il turco in Italia, Otello o El barbero de Sevilla…

Ante la premura del tiempo, Rossini trabajó a destajo, reutilizando fragmentos de óperas precedentes, como solía hacer, además de contar con la colaboración de Luca Agolini para la escritura de los recitativos.

Debido a las limitadas posibilidades técnicas del escenario del teatro romano y al apremio del estreno, Rossini y Ferretti decidieron utilizar una versión del cuento de La Cenicienta despojado de sus elementos fantásticos: la malvada madrastra fue reemplazada por el mezquino padrastro Don Magnífico; el hada madrina desaparece, dejando a Alidoro como ‘padrino’ de la desdichada criada, y el icónico zapato es sustituido por un simple brazalete.

Tanto el perfil de los personajes como la partitura revelan una perfecta ósmosis entre la tradición del dramma giocoso y de la ópera bufa ­con Don Magnifico y Dandini, herederos de la commedia dell’arte­ y elementos de un ‘realismo’ ya romántico representado por el filósofo Alidoro o la pareja protagonista.

Con su asombrosa riqueza melódica y una paleta orquestal de brillante eficacia, Rossini se regodea con la comicidad de los personajes y las situaciones ­geniales los números de conjunto­, pero también con arias belcantistas de gran ardor sentimental y virtuosismo vocal.

La puesta en escena de Stefan Herheim devuelve al cuento de La Cenicienta sus elementos taumatúrgicos, dando al mismísimo Rossini una ‘batuta mágica’ con la que dar vida a sus irreverentes personajes, en un permanente juego ilusionista más cercano al universo de Lewis Carroll que al de Charles Perrault.

Herheim se recrea con el juego de disfraces de la ópera, travistiendo a Rossini como Don Magnífico, en un claro guiño a la célebre producción de La Cenerentola concebida por Jean Pierre Ponnelle, en la que Rossini se escondía detrás de Alidoro, y que protagonizó genialmente Teresa Berganza.

Un doble reparto dará vida a los personajes de La Cenerentola, encabezados por las mezzosopranos Karine Deshayes y Aigul Akhmetshina. Las acompañarán los tenores Dmitry Korchak y Michele Angelini (Don Ramiro); los barítonos Renato Girolami y Nicola Alaimo (Don Magnífico) y Florian Sempey y Borja Quiza (Dandini); los bajos Roberto Tagliavini y Riccardo Fassi (Alidoro), las sopranos Rocío Pérez y Natalia Labourdette (Clorinda) y la mezzosoprano Carol García (Tisbe).

La dirección musical correrá a cargo de Riccardo Frizza, que ya dirigió en el Teatro Real las dos versiones de Tancredi, también de Rossini, en 2007. Contará con el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, que volverán a interpretar La Cenerentola 20 años después de la última producción de este título presentada en el Real, con dirección musical de Carlo Rizzi y dirección de escena de Jérôme Savary, en 2007.

Fotografía © Erik Berg

La Cenerentola

El Palau de les Arts reúne a Carlo Rizzi, en la dirección musical, y a Laurent Pelly, en la dirección escénica, para ‘La Cenerentola’, de Rossini, que se estrenará este próximo 10 de diciembre en la Sala Principal.

Les Arts recupera el repertorio cómico de Rossini en su programación con este nuevo montaje, coproducido con la Dutch National Opera y el Grand Théâtre de Genève, en el que se citan algunos de los más destacados expertos en la obra del compositor de Pésaro, según ha explicado Jesús Iglesias Noriega hoy en su presentación.

En el podio regresa a Les Arts Carlo Rizzi, uno de los directores de ópera más destacados de los últimos años. Invitado por los principales teatros y festivales, Rizzi debutó con el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) en 2013 con el ‘Réquiem’ de Verdi.

Carlo Rizzi ha recordado, en este sentido, la ductilidad y la capacidad de la OCV para abordar esta obra de Rossini, que está considerada como su título más apreciado, y representado, después de ‘Il barbiere di Siviglia’. El maestro milanés, asimismo, ha subrayado la necesidad de un gran reparto en una ópera en la que cobran especial protagonismo los números conjuntos.

Emergentes y consolidados intérpretes rossinianos conforman el reparto que interpretará ‘La Cenerentola’ del 10 al 23 de diciembre en Les Arts, según ha apuntado Iglesias Noriega. La ascendente mezzosoprano Anna Goryachova (Angelina) encabeza el elenco de la producción en su debut en València. Lawrence Brownlee, convertido en uno de los principales tenores del ‘bel canto’, interpreta el rol de Don Ramiro.

Para el papel de Don Magnifico cantará, por primera vez en la Sala Principal, el veterano bajo-barítono zaragozano Carlos Chausson, considerado como uno de los grandes especialistas en Rossini del panorama internacional. A su lado, dos emergentes intérpretes, el barítono catalán Carles Pachón (Dandini) y el bajo italiano Riccardo Fassi (Alidoro) cierran el reparto, en el que también participan las intérpretes del Centre de Perfeccionament Larisa Stefan (Clorinda) y Evgeniya Khomutova (Tisbe).

El cotizado director de ópera y teatro francés, Laurent Pelly, realiza su primer trabajo para Les Arts con este título, que, según ha matizado Iglesias Noriega, se enmarca en la apuesta por introducir nuevas estéticas en la programación de la mano de los principales nombres de la escena actual.

Pelly, reconocido por la cuidada dramaturgia de sus trabajos, es también el diseñador del vestuario de esta producción, con escenografía de Chantal Thomas, que cuenta con Jean-Jacques Delmotte como diseñador de vestuario asociado y con Duane Schuler en el diseño de la iluminación. Según explica él mismo, en su ‘Cenerentola’ propone una narración desde un punto de vista onírico, donde todo es producto de la mente de la protagonista. “Poco a poco el sueño de Angelina se convierte en realidad para llegar al final del espectáculo, en el que volvemos al punto de partida”.

En las representaciones del montaje en Ámsterdam y Ginebra, público y crítica han elogiado tanto el dinamismo como el fino sentido del humor de la puesta en escena de Pelly, sin olvidar la elegancia del planteamiento estético, con un predominante rosa fosforescente para encarnar la magia del sueño de ‘La

Cenerentola’.
Actividades paralelas
Con el propósito de ofrecer nuevos espacios de encuentro para la música y demás disciplinas artísticas, este viernes 4 de diciembre, a las 19.00h en el Aula Magistral, ‘Berklee a les Arts0 presenta Mediterráneas’, una propuesta gratuita y abierta al público general, con reserva previa. En esta ocasión, los estudiantes de Berklee nos invitan a reflexionar sobre distintos temas inspirados en ‘La Cenerentola’.

Por otra parte, el próximo lunes, la Sala Principal de Les Arts acogerá la primera ‘Preestrena fins a 28’ de la temporada, una actividad para la que, por primera vez, se han agotado las localidades de venta anticipada. Un dato que, como ha destacado Jesús Iglesias Noriega, pone de manifiesto tanto el interés del público joven por la lírica como la imagen de Les Arts “como un espacio para todos los públicos”.

Entre las actividades alrededor de ‘La Cenerentola’, el miércoles, 9 de diciembre, el Aula Magistral acogerá un coloquio gratuito del ciclo ‘Perspectives’, realizado en colaboración con Amics de l’Òpera i de les Arts de la Comunitat Valenciana, en el que Carlo Rizzi, Carlos Chausson y Carles Pachón hablarán sobre esta producción.

‘La Cenerentola’
Gioachino Rossini necesitó tan solo tres semanas para escribir la música de ‘La Cenerentola’. La pieza nació como un encargo al joven compositor por parte del Teatro Valle de Roma tras el éxito de ‘Il barbiere di Siviglia’. Jacopo Ferretti es el autor del texto, basado en el cuento de hadas ‘La Cenicienta’, de Charles Perrault y en los libretos de Charles-Guillaume Étienne y Francesco Fiorini.

Fue el propio Rossini quien dirigió el estreno de la obra el 25 de enero de 1817. Pese a la fría acogida de las primeras funciones, la obra alcanzó rápidamente gran popularidad tanto en Italia como fuera del país. En esta variación de la historia tradicional de Perrault, la malvada madrastra se sustituye por un padrastro, Don Magnífico, y en lugar del Hada madrina aparece Alidoro, filósofo y tutor del príncipe. Es un
brazalete y no el popular zapato de cristal el que revela la auténtica identidad de Angelina, Cenicienta.

Fotografía: Miguel Lorenzo

La cenerentola

ABAO-OLBE (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) recupera por cuarta vez en su historia La Cenerentola de Rossini. Esta ópera buffa que ofrece una visión realista del cuento de Perrault, sube a escena, con el patrocinio del Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco, los días 19, 22, 25, 26 –Opera Berri- y 28 de noviembre, dos meses antes del bicentenario de su estreno.

Este drama jocoso, una de las obras rossinianas de mayor éxito, aúna todo el juego del compositor, la coloratura, sus moralejas y alegría de vivir. Para dar vida a los protagonistas de esta ópera cuya dinámica partitura posee una brillante vocalidad, ABAO-OLBE ha reunido un elenco encabezado por José Mª lo Mónaco, una de las mezzosopranos más relevantes de su generación, quien debuta en ABAO para interpretar a ‘Angelina’, a su lado el tenor uruguayo Edgardo Rocha dará vida al príncipe ‘Don Ramiro’ en la que es su presentación en Bilbao. Junto a ellos dos grandes conocidos del público bilbaíno como el bajo-barítono Paolo Bordogna en el rol de ‘Dandini’ y el barítono Bruno de Simone como ‘Don Magnífico’, el debut del bajo Petros Magoulas como ‘Alidoro’ y los regresos de la soprano Marta Ubieta como ‘Clorinda’ y la mezzosoprano María José Suárez como ‘Tisbe’ completan el cartel.

La parte musical está a cargo de una leyenda, Antonello Allemandi quien ha dirigido veintisiete títulos en las temporadas de ABAO y en 2003 recibió la Medalla de Oro y Brillantes de la Asociación. Allemandi se pone al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa para dirigir la versión del maestro Alberto Zedda, uno de los mayores expertos mundiales en la obra de Rossini quien ha definido La Cenerentola como “el retrato de más doliente humanidad, verdadero y conmovedor, junto con la Ninetta de La Gazza Iadra, que ha salido de su pluma”. La parte coral es una vez más tarea del Coro de Ópera de Bilbao, con Boris Dujin al frente.

En el escenario una producción de la Opéra de Toulon fresca, dinámica, llena de color y diversión ideada por dos jóvenes franceses debutantes en ABAO, Jean Phillipe Clarac y Oliver Deloeuil, quienes se encargan también de la escenografía y el vestuario. Completa el apartado creativo la iluminación llena de gamas cromáticas del también debutante Rick Martin.

Opera Berri y Fair Saturday

La representación de La Cenerentola del 26 de noviembre, conforma la undécima edición de Opera Berri, iniciativa que ABAO-OLBE desarrolla para acercar la ópera a nuevos públicos con títulos muy conocidos y entradas que rondan el 50% de su precio habitual. En esta función el dúo protagonista lo forman la mezzosoprano Carol García y el tenor Xabier Anduaga en la que es su presentación en Bilbao. El resto del cartel (dirección musical, orquesta, coro y dirección escénica) se mantiene. La función de Opera Berri comienza a las 19:00 h.

El 26 de noviembre se celebra además la segunda edición del movimiento Fair Saturday, un día para cambiar el mundo a través de la cultura. ABAO-OLBE, como entidad impulsora de este movimiento, colabora en esta ocasión cediendo un porcentaje de la recaudación de la taquilla de la función de Opera Berri a la organización RAISFundación.

RAISFundación

Entidad de iniciativa social de ámbito estatal creada en 1998 que trabaja de forma activa en varias comunidades autónomas y en el País Vasco a través de la Asociación RAIS Euskadi. Su principal objetivo es luchar contra la exclusión social y dar respuesta a las necesidades de las personas más desfavorecidas, especialmente de las personas sin hogar.
ABAO-OLBE comparte con RAISFundación el objetivo de trabajar por una sociedad más justa y participativa y contribuye con esta acción a favorecer la inclusión social a través de la cultura y la ópera.

Conferencia sobre “La Cenerentola” y homenaje a Teresa Berganza

ABAO-OLBE organizará el viernes 18 de noviembre a las 19:15 en el Auditorio del Museo Guggenheim, su tradicional conferencia de introducción a la ópera que en esta especial ocasión se transformará en una Conferencia-Homenaje a Teresa Berganza.

El crítico musical Fernando Fraga, será el encargado de desvelar los detalles de La Cenerentola y de conducir un merecido homenaje a la gran mezzosoprano madrileña para por una parte, reconocer la trayectoria profesional de una de las voces más importantes de la lírica, y por otra, sus extraordinarias interpretaciones del rol de “Angelina” en esta ópera, que constituyen toda una referencia en la historia de la lírica.

Este acto se desarrolla en el marco de colaboración de ABAO-OLBE en el programa TopARTE que conmemora el XX Aniversario del Museo Guggenheim Bilbao. La entrada será libre hasta completar el aforo pero con inscripción previa.
Recomendamos retirar la invitación cuanto antes en las taquillas del Guggenheim o en la web del museo.

Edgardo Rocha

El tenor uruguayo Edgardo Rocha será Don Ramiro en la ópera La Cenerentola de Gioacchino Rossini que subirá a escena el próximo 19 de noviembre, en la 65 temporada de ópera de ABAO-OLBE en Bilbao. Rocha sustituirá al inicialmente previsto Javier Camarena, quien por indisposición médica se ha visto obligado a cancelar este compromiso. Rocha, que debuta en ABAO-OLBE, ha cantado en las temporadas de los teatros más prestigiosos del mundo. Entre sus principales roles destacan: Gianni di Parigi en Wexford Opera Festival; La Cenerentola en Cagliari, Lombardia, Seattle, Stuttgart, Sevilla, Lausanne; Don Pasquale en Florencia y Verona; Cosi fan tutte en Nápoles y Turín; L’Italiana in Algeri en Bari y Viena; La scala di seta y Otello en Zürich; Il barbiere di Siviglia en Viena, Valencia, Madrid, Lausanne, Munich, Dresden, Paris, Tel-Aviv, Hamburgo, Verona, Roma; La Gazzetta en Liège; Il turco in Italia en Turín; Otello en París, Salzburgo y Milán; Il viaggio a Reims en Zürich; Les pêcheurs de perles en Nancy; I Puritani en Stuttgart; La Juive en Munich.

Destaca también su interpretación de Don Ramiro en la película “La Cenerentola, una favola in diretta” de Anderman con la puesta en escena de Verdone y bajo la dirección de Gelmetti. Sus próximos compromisos incluyen: La Cenerentola en gira por Europa, La Donna del lago en Salzburgo, La gazza ladra y Don Pasquale en Milán, Il turco in Italia en Zürich, Il barbiere di Siviglia en Munich y Anna Bolena en Lausanne.

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