María José Montiel

María José Montiel lleva más de dos décadas de trayectoria prodigándose tanto en el repertorio operístico como en el sinfónico y en el de recital. En la pasada temporada destacó, entre otras, con sus interpretaciones de las sinfonías de Mahler -autor que le apasiona- con la Sinfònica de Baleares, la Bilbao Orkestra Sinfonikoa o la Filarmónica de Málaga; de las Cinco canciones negras de Montsalvatge junto a la Orquesta de la Comunidad de Madrid; o su debut en el Poème de l’amour et de la mer de Chausson con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, que suma a éxitos indiscutibles como los de su emblemática protagonista de Carmen, de Bizet, en la Florida Grand Opera (Miami, Estados Unidos), en el Kursaal de San Sebastián y en el Gran Teatro de Córdoba; su magistral versión de María Moliner, de Antoni Parera, en el Teatro Principal de Mallorca -premio al mejor espectáculo lírico del año-; o los recitales que ofreció en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid acompañada al piano por Miquel Estelrich y en el Teatro de La Maestranza sevillano con el piano de Rubén Fernández Aguirre.

Tras unas merecidas semanas de descanso, la ganadora del Premio Nacional de Música 2015 se pondrá manos a la obra del nuevo curso el 10 de septiembre para interpretar las Cinco canciones negras, de Montsalvatge, con la Joven Orquesta Sinfónica de Soria dirigida por Borja Quintas en el Festival Otoño Musical Soriano; el 14 de septiembre ofrecerá una gala lírica con la Sinfónica de la Región de Murcia con su titular, Virginia Martínez, en el podio; el 7 de octubre participa en el V Ciclo de Grandes Conciertos de Torrelodones con un recital junto a Miquel Estelrich al piano; y, ya en noviembre, regresará a México esta vez para cantar el rol de Charlotte en Werther, de Massenet, (días 10 y 12) en la Ópera de Nuevo León en Monterrey, cuyo público fue testigo hace dos temporadas de su aclamado debut como Dalila en Samson et Dalila, de Saint-Säens.

María José Montiel

Después de triunfar con Carmen en el Gran Teatro de Córdoba, la mezzosoprano madrileña María José Montiel cantará dos de sus papeles favoritos: María Moliner en la ópera del mismo nombre en el Teatre Principal de Palma de Mallorca y Charlotte de Werther en el Teatro Massimo de Palermo.

La diva española, una de las más importantes representantes de la lírica hispana de la actualidad, retomará en la capital mallorquina el rol de María Moliner, un papel escrito especialmente para ella y cuyo estreno absoluto tuvo lugar en el Teatro de La Zarzuela en abril del año pasado. Se trata del personaje central de la ópera María Moliner, del compositor mallorquín Antoni Parera, un proyecto del director teatral y cotizado escenógrafo Paco Azorín que contó con Montiel como protagonista de su estreno absoluto y que ahora retoma en el Principal. Para la cantante madrileña, se trata de un «personaje riquísimo cuya obra debe divulgarse más. Ella fue una mujer fuerte que luchó en una etapa muy compleja de la historia de España y que a pesar de la situación de represión política que se vivía consiguió una de sus grandes metas, como es la de publicar un diccionario». Según Montiel, esta propuesta de ópera contemporánea ha permitido que la vida y obra «de esta mujer tan especial reviva en la actualidad; espero que más teatros de la geografía española y también del ámbito internacional se interesen en programarla». La cita es los días 5, 7 y 9 de mayo contando con el mismo espectacular y aplaudido montaje de Paco Azorín adaptado especialmente al escenario del Teatre Principal de Palma.

Más tarde María José Montiel se trasladará a Sicilia (Italia) para interpretar a Charlotte, de Werther, una de las obras maestras del compositor francés Jules Massenet. La intérprete confiesa que siente debilidad por este personaje, el cual, debido a las circunstancias que Goethe concibiera para él en la novela que inspira la ópera, «vive una vida muy triste y atormentada, con dolor y melancolía. Tiene una pasión totalmente reprimida dentro de ella misma. En cualquier caso, cuando canto Charlotte, la siento con una enorme emotividad y pasión. El texto y la maravillosa música de Massenet están perfectamente amalgamados, algo que me ayuda muchísimo a meterme en los sentimientos del personaje». Serán dos funciones, los días 27 y 31 de mayo.
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María José Montiel interpreta a María Moliner en el Teatro de la Zarzuela

No es habitual estrenar una ópera en España. Menos aún lo es hacerlo en el Teatro de la Zarzuela. Y si además la ópera es española, más que de acontecimiento musical, hablamos casi de milagro.

María Moliner es un personaje con empaque suficiente para protagonizar una historia. Empaque y heroicidad de quien realiza una labor formidable desde el más puro ostracismo. Escribir un diccionario de uso del castellano en la soledad del salón de su casa, aislada y cercada por la censura de la época, hacerlo en tan solo quince años, y discutir incluso al propio diccionario de la RAE y a los miembros de su academia,  no es un acontecimiento menor.

Sobre una idea de Paco Azorín se ha construido una obra rigurosa y cuidada. Dividida en dos actos y diez escenas, es el resultado de la complicidad entre el propio Paco Azorín, el compositor Antoni Parera Fons y la libretista Lucía Vilanova. Es en la música donde reside gran parte del acierto de esta ópera. Gran conocedor de las dinámicas bocales y capaz de escribir específicamente para la voz, Parera Fons ha compuesto una partitura perfectamente reconocible y de gran coherencia de principio a fin. Ha sido capaz de utilizar distintas técnicas musicales en perfecto equilibrio y ponerlas al servicio de la obra.

En este punto, la labor del director musical Víctor Pablo Pérez es impecable. Sensible y atento a todo lo que ocurría a su alrededor, sacó de su Orquesta todos los matices de la partitura, enriqueciéndola.

El libreto de Lucía Vilanova se ha nutrido principalmente de dos fuentes, la biografía sobre María Moliner de Inmaculada de la Fuente, y del propio Diccionario. El texto trata de reflejar la cotidianeidad de un proceso tan complejo como es la elaboración de un diccionario, pero sobre todo trata de desentrañar su vida interior, sus sueños y la evolución de un proyecto de esa envergadura. Tal vez le falte al libreto el lirismo propio de una obra operística. Describe con demasiado realismo unos acontecimientos difíciles de encajar en una adecuada línea de canto. El libreto tiene el añadido de un sueño, el que imagina el momento de escribir la solicitud de entrada en la Academia. Moliner se hace acompañar entonces de otras escritoras que, como ella, debían haber formado parte de la RAE. Le ayudan a redactar la carta Emilia Pardo Bazán, Isidra de Guzmán y de la Cerda y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Otro de los pilares de esta obra es su protagonista. El papel de María Moliner fue escrito expresamente para María José Montiel. Su entrega al personaje es absoluta. Su presencia en escena es casi permanente y ambas, Moliner y Montiel, poseen la misma carga de temperamento que de ternura. Su voz homogénea, extensa y de generosa tersura, mece con su hermoso timbre cada nota que emite.

El resto del reparto está encabezado por José Julián Frontal, como Fernando, su marido. El personaje no es extenso vocalmente pero queda muy bien posicionado gracias a su gran interpretación.

Emilia Pardo Bazán ha sido interpretada por la soprano vizcaína Celia Alcedo, de voz vigorosa y bien armada, dotó a su personaje de la entidad que se le supone.

A un nivel muy alto estuvieron, a pesar de sus breves intervenciones, María José Suárez y Lola Casariego, que interpretaron a Isidra de Guzmán y de la Cerda y Gertrudis Gómez de Avellaneda, respectivamente. Al igual que una malvada Sandra Fernández, ejerciendo de inspectora del CEU y posteriormente de Carmen Conde.

Goyanes, el linotipista de María Moliner, personaje que existió en la realidad y que se incorporó al libreto. Es interpretado con gracia por el barítono valenciano Sebastiá Peris.

Destacar el papel de los tres almanaques que introducían de manera muy dinámica los distintos momentos importantes en la vida de la protagonista. El tenor Gerardo López y los barítonos David Oller y Toni Marsol.

Mención a parte merece la participación, como sillón B de la RAE, del barítono Joan Pons. Siempre es un lujo escuchar su robusta y caudalosa voz.

La labor del Coro del Teatro de la Zarzuela estuvo a gran nivel en sus numerosas intervenciones.

La escenografía de Paco Azorín tiene como elementos principales dos grandes estructuras metálicas que se desplazan y cuya escalera interminable recorren los protagonistas creando escenas de gran dinamismo y atractivo visual. Tras ellas se trasponen imágenes de los distintos protagonistas y momentos históricos. El resultado no puede ser más acertado. Po el escenario se desenvuelven los personajes y los acontecimientos bajo una buena dirección de actores.

María Moliner nunca está sola en el escenario. Se hace acompañar de un pequeño ejército de mujeres que recitan el significado de sus palabras a la vez que van creciendo en número a lo largo de la representación. Esta hermosa alegoría surge de uno de los referentes que tuvo Paco Azorín para crear su escenografía, Marguerite Yourdenar, con la que nuestra protagonista guarda algunas similitudes. Yourdenar pasó a formar parte de la Academia de la Lengua Francesa en 1981. En su discurso de ingreso dijo: “Vengo aquí acompañada de un ejército de mujeres invisibles que deberían haber entrado en esta academia antes que yo. Me siento tentada a dar un paso atrás para que pasen ellas”.

Este ejército de mujeres aparentemente invisibles acaban inundándolo todo, primero el escenario y después la sala. Haciendo así presentes a todas esas mujeres que fueron antes.

MARÍA MOLINER
Antoni Parera Fons
Ópera documental en dos actos y diez escenas
Libreto de Lucía Vilanova
D. musical: Víctor Pablo Pérez
D. escena y escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Pedro Yagüe
Diesño de vídeo: Pedro Chamizo
Movimiento escénico: Carlos Martos de la Vega
Orquesta de la Comunidad de Madrid
Coro del Teatro de la Zarzuela
D. coro: ALberto Trijueque
Reparto: María José Montiel, José Luis Frontal, Sandra Fernández, Sebastián Peris, Juan Pons, Celia Alcedo, María José Suárez, Lola
Casariego, Gerardo López, David Oller, Toni Marsol, Sara Rosique, Ana María Ramos,
Daniel Huerta y Mario Villoria.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Fernando Marcos

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