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El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) en coproducción con el Teatro de la Zarzuela, presentará el próximo lunes 8 de octubre a la mezzosoprano bielorrusa Ekaterina Semenchuk en su primera visita al Ciclo de Lied, que en esta temporada cumple su XXV edición. Semenchuk llega acompañada por Semjon Skigin al piano para ofrecer un programa monográfico de canciones de los grandes compositores rusos del siglo XIX: Rimski-Kórsakov, Chaikovski, Músorgski y Borodin, a los que se añaden Balákirev y Cui. Las entradas, con un precio general de 8 a 35 euros, están a la venta en las taquillas del Teatro de la Zarzuela, teatros del INAEM, www.entradasinaem.es y 902 22 49 49.

La melancolía como esencia de un pueblo

Según la musicóloga Cristina Aguilar: «Nunca la melancolía constituyó una seña de identidad nacional tan clara como en Rusia. Fiódor Dostoievski sostenía: «Los hombres realmente grandes deben experimentar, a mi entender, una gran tristeza». En música se cobijaba bajo el amplio paraguas de la protiazhnaya (протяжная), género popular en el que se inspiraron los compositores rusos en los siglos XVIII al XX. O eso querían hacernos creer, ya que su característico contorno melismático –que hoy se relaciona más con Kirguistán o Kazajistán– tuvo muy poco espacio. Pero lo que ansiaban los autores rusos era alimentar ese sentimiento que creían entrever en el canto popular: una tristeza ancestral se emparentaba con esa «gran alma rusa» de Dostoievski, Tolstói o Gógol, similar a la que destila de los edificios soviéticos».

Excelentes cualidades vocales

Las excelentes cualidades vocales de la mezzosoprano bielorrusa Ekaterina Semenchuk (Minsk, 1976) han reafirmado su reputación como una brillante cantante y su pertenencia a la ópera en su vertiente más dramática junto a su procedencia, le otorgan un bagaje perfecto para ejecutar el programa de esta velada. Semenchuk ha cantado en escenarios como el Metropolitan Opera House de Nueva York, la Opéra National de París, el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el Carnegie Hall de Nueva York, el Suntory Hall de Tokio, la Ópera de Los Ángeles, el Teatro alla Scala de Milán, etc., junto a maestros como Valery Gergiev, James Conlon, Nicola Luisotti, Zubin Mehta y James Levine, entre otros. En el mundo de ámbito concertístico ha James Gaffigan (interpretado el Requiem de Verdi), Valery Gergiev, Gustavo Dudamel, James Levine, Das Klagende de Mahler en el Festival Ravinia, el Requiem de Dvořák con L’Orchestre de Paris y James Conlon, Giovanna d’Arco de Rossini y La mort de Cléopâtre de Berlioz con la Orquesta Sinfónica de Lucerna, bajo la dirección también de Gaffigan. Su repertorio también incluye los Stabat Mater de Pergolesi y Rossini, respectivamente, la Missa Solemnis de Beethoven, las Sinfonías nº 2, 3 y 8 de Mahler, Pulcinella y Oedipus Rex de Stravinski, Hour of Soul (Concierto para percusión, mezzosoprano y orquesta) de Gubaidulina, Cantos y danzas de la muerte de Músorgski, De la Poesía Popular Judía de Shostakóvich, Kindertotenlieder de Mahler, Les nuits d’Été de Berlioz y Shéhérazade de Ravel, entre otras muchas obras. Esta imtérprete colabora de forma habitual con grandes pianistas como Semion Skigin, Dmitry Efimov, Julius Drake y Helmut Deutsch.

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