ABAO Bilbao Opera

Tras el gran éxito de crítica y público recogido por la soprano Lisette Oropesa, que el pasado 6 de febrero puso en pie el auditorio del Euskalduna Bilbao en el primer recital del ciclo ABAO on Stage, ABAO Bilbao Opera presenta ahora los protagonistas de los próximos tres nuevos recitales: el debut en ABAO de la magnética mezzosoprano Anita Rachvelishvili, el indiscutible maestro y compositor Pedro Halffter, y el extraordinario dúo formado por el barítono Carlos Álvarez y la soprano Rocío Ignacio. Todos los recitales están patrocinados por la Fundación BBVA, patrocinador principal de la temporada.

La voluntad y el compromiso de ABAO Bilbao Opera sigue siendo ofrecer espectáculos en vivo y en directo y emocionar al público, tal y como lo ha hecho históricamente.

Respetando todos los protocolos sanitarios y de seguridad, y las medidas adoptadas para frenar el Covid 19, ABAO quiere demostrar su buena salud artística, haciendo gala de su reputación como institución operística de grandes voces, con seis selectos recitales con algunas de las figuras más aclamadas del momento, y representaciones en el Euskalduna Bilbao y en la Sociedad Filarmónica de Bilbao. El programa ABAO on Stage se desarrolla entre los meses de febrero a mayo.

Anita Rachvelishvili, la mejor mezzosoprano verdiana de la actualidad

  • La mezzo más destacada en roles que demandan voz poderosa y timbre seductor.
  • Una ocasión única para disfrutar del magnetismo y la potencia vocal de la artista, en un exclusivo programa para voz y piano.
  • Al piano el reconocido maestro Vincenzo Scalera.

El recital del sábado 27 de febrero a las 19:00h en el Euskalduna Bilbao lo interpretará la poderosa mezzosoprano Anita Rachvelishvili.

La cantante, que debuta en ABAO, está considerada como la reina indiscutible de las mezzos dramáticas. Apadrinada por Daniel Barenboim y bendecida por Riccardo Muti como “la mejor mezzosoprano verdiana de la actualidad”, Anita Rachvelishvili es una intérprete requerida por los mejores teatros del mundo cuya actuación deja sin aliento a quienes tienen la fortuna de verla en vivo y en directo.

Intérprete de raza, galardonada con el Opera Awards 2020 como “Best Singer”, la georgiana posee una impresionante potencia vocal que acapara la actualidad por su fuerte instinto dramático y temperamento arrollador.

La crítica internacional dice de ella que “seduce al público con su voz exuberante y timbrada, amplio registro, intensa expresividad y magnética presencia escénica”.

El programa está marcado por piezas y arias que son significativas para la artista, donde explora la parte más dramática del repertorio de mezzosoprano y estará acompañada al piano por el conocido maestro italiano Vincenzo Scalera.

Comenzará el recital con grandes nombres del repertorio ruso con “Un corazón solitario”, “Noche” y “Reconciliación”, de Chaikovski, tres canciones dedicadas al amor y sus sufrimientos, a las que seguirán tres piezas de delicada melancolía: “Aquí se está bien”, “¡Oh! No te aflijas” y “No cantes más” de Serguéi Rajmáninov. Las piezas eslavas darán paso a “Siete canciones populares españolas” de Manuel de Falla, un alarde lleno de pasión, fuerza y expresividad.

La segunda parte comenzará con el italiano Francesco Tosti con “Non t’amo più” y “Tristezza”, que demuestra la versatilidad de la artista, y continuará con las famosas arias de Il Trovatore, “Stride la vampa” y Don Carlo, “Nel giardin del bello saracin ostello” de Verdi, una pieza de carácter lírico que exige agilidades donde la artista destaca por la explosión brillante de sus medios vocales. Concluye el programa con el aria “Mon coeur s’ouvre à ta voix” de Samson et Dalila, donde Rachvelishvili transmite toda la fuerza, el intimismo y la intensidad de seducción de la ópera de Saint-Saëns.

Pedro Halffter, la ebullición creativa del maestro y compositor

  • Experto en el esplendor del repertorio alemán.
  • Sus actuaciones destacan por su sensibilidad emocionante y compleja.
  • Una sorprendente y personal interpretación a piano de la magnífica producción wagneriana.

El director de orquesta y compositor Pedro Halffter, considerado el director español de referencia en el repertorio wagneriano, y que la temporada pasada dirigió un magnífico Der fliegende Holländer en ABAO, actuará en la Sociedad Filarmónica el 13 de marzo a las 19:00h.

Halffter, celebrado y aplaudido en el mundo de las artes donde destaca por su enorme y compleja sensibilidad, y aclamado como uno de los directores más importantes del repertorio sinfónico de su generación, nos invita a un viaje emocionante por las páginas más famosas del repertorio wagneriano, con un programa para piano que incluye piezas de Parsifal, Der fliegende Holländer, Götterdämmerung, Rienzi y Tristan und Isolde.

El maestro hará una breve introducción comentada a cada pieza, aportando un importante valor añadido al excepcional programa, y transmitiendo de forma completa el impulso creativo y la originalidad de la obra de Richard Wagner.

La fusión vocal de Carlos Álvarez y Rocío Ignacio

  • Barítono y soprano en perfecta simbiosis que revela los territorios artísticos en el que destacan ambos artistas.
  • Un programa extenso con dúos y arias de conocidas óperas.
  • Al piano el maestro bilbaíno Rubén Fernández Aguirre.

El recital del dúo formado por el carismático Carlos Álvarez una de las voces más bellas de barítono lírico verdiano de las últimas décadas, y la versátil Rocío Ignacio una de las sopranos más destacadas de su generación, intérpretes muy queridos por el público bilbaíno, se celebrará el 17 de abril a las 19:00h en la Sociedad Filarmónica.

Álvarez e Ignacio, poseedores de una dilatada y contrastada carrera profesional, darán muestra de su desenvoltura escénica y gran personalidad a través de un programa extenso, con dúos y arias de óperas tan conocidas como: Henry VIII, Louise, Hamlet, Turandot, Zazà. Paggliacci, Un ballo in maschera, Simon Boccanegra e Il Trovatore.

Acompañados al piano por el maestro vasco Rubén Fernández Aguirre, darán muestra de su dominio, elegancia, sabiduría dramática, fusión vocal y lírica conmovedora.

Fundación BBVA: impulso al conocimiento científico y cultura

La Fundación BBVA, cuyo rasgo diferencial es el impulso al conocimiento tanto científico como cultural, articula su programa de Música como un recorrido completo por las distintas formas en que la sociedad puede beneficiarse y disfrutar de esta manifestación artística. Así, promueve la creación de obra nueva con encargos de composición y hace posible su preservación y difusión por medio de grabaciones en colaboración con sellos e intérpretes de primera línea.

Fomenta la música en directo a través de ciclos de conciertos que, de forma gratuita, ponen al alcance del público ensembles y solistas de referencia en el repertorio contemporáneo. Organiza ciclos de conferencias y edita publicaciones para comprender mejor el trabajo de ciertos autores o sumergirse en el estudio de determinados períodos compositivos y lleva a la práctica proyectos de investigación y creación altamente innovadores con las Becas Leonardo en Música y Ópera.

Organiza simposios especializados sobre gestión de orquestas, colabora con formaciones musicales y teatros de todo el país y reconoce la excelencia a través del Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera y el Premio de Composición AEOS-Fundación BBVA, en colaboración con la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas.

Entradas a la venta

Las localidades para el recital pueden adquirirse con tarifas asequibles para todos los públicos: 15€ para los jóvenes Gazteam ABAO, 20€ y 40€ para los socios de ABAO joven y adulto respectivamente, y 30€-60€ precio de venta al público joven hasta 30 años y adulto.

Se pueden adquirir en las oficinas de ABAO, a través de www.abao.org y en el teléfono: 944 355 100

La muerte en la ópera El emperador de la Atlántida

Si todas las obras  necesitan de su contexto, la obra de Viktor Ullmann, Der Kaiser von Atlantis oder Der Tod dankt ab (El Emperador de la Atlántida o la abdicación de la muerte), tiene en el contexto su principal protagonista. Un protagonista que no se ve, que no canta ni actúa, pero que en esta producción se hace evidente en numerosas ocasiones.

Ullmann compuso esta obra durante su estancia en el campo de Terezin. Una especie de ciudad propaganda donde el Tercer Reich había recluido, previa selección, a judíos con “cualidades especiales”. Entre ellos varios compositores como el propio Ullmann.

Discípulo de Schömbery y asistente de Zemlinsky, tomó como libreto para su composición el texto de otro preso, el poeta Peter Kien. Juntos crearon una sátira en la que un emperador declara la guerra a toda la humanidad y al que incluso la muerte, una de las protagonistas de la obra, planta cara. Tal vez la evidente crítica a Hitler y Goebbels fueron las razones por las que la obra nunca llegó a representarse.

La partitura original, escrita para 13 instrumentos, ofrece una versión más íntima y camerística que la que hemos podido escuchar en el Teatro Real. La orquestación, creada por Pedro Halffter por encargo de Joan Mataboch, resulta excesiva y un tanto superficial. Una música quizá exuberante en sonidos metálicos y fríos, que rompe con la atmósfera más personal y sencilla con la que el compositor refleja las circunstancias de su composición.

Como prólogo a El Emperador de la Atlántida, se ofreció El canto de amor y muerte del corneta Christoph Rilke, para narrador y orquesta con música del propio Ullmann. La actriz Blanca Portillo es la encargada de la narración, y lo hace con tal brillantez que casi logra que pase desapercibido el torpe trabajo escenográfico de Gustavo Tambascio y Ricardo Sánchez Cuerda. La potente proyección de voz de Blanca Portillo, cualidad fundamental y escasa entre los actores españoles, hace innecesario el exceso de amplificación.

A este primer prólogo le sigue el Adagio in memoriam de Ana Frank y la Pequeña obertura para “El emperador de la Atlántida”. Ambos basados en movimientos de la Sonata para piano núm.7 de Viktor Ullmann, con música del compositor y orquestación de Pedro Halffter. Estas obras se acompañaron de proyecciones innecesariamente aclaratorias sobre la temática de la noche.

La escenografía de Gustavo Tambascio es un tanto confusa. Los personajes se encuentra a veces fuera de un contexto que les defina y ayude a situar la escena. Se notó sobre todo con la aparición sobre el escenario, no sin dificultades, de Sonia de Munck como Bubikopf. El peso de su gran tocado dificultaba su deambular.  A veces los cantantes, no solo tienen que cantar bien, también deben sortear las dificultades de los directores de escena. Lo que repercute a veces en la calidad de la emisión.

Alejandro Marco-Buhrmester, como Emperador Overall, brilló en la parte interpretativa. Su voz es suficiente para el personaje aunque sobrada de gola.

El tambor  Mayor estuvo interpretado en esta ocasión por la soprano zaragozana Ruth Iniesta. Su volumen de voz es indudable y resolvió con soltura ser llamada en el último momento para este papel.

Torben Jürgens daba miedo con su extraordinaria caracterización de la muerte, a la que ayudaba su inquietante presencia escénica y su profunda voz de bajo. Su personaje pasó de malvado a bueno cuando negó su colaboración al Emperador para iniciar la masacre.

El mejor y más aplaudido de la noche fue Martin Winkler como Altoparlante. Con un sobresaliente fraseo y una interpretación radiante y cargada de intención y energía, puso la ironía y mordacidad que se oculta en esta obra.

El final, con la imagen de al fondo de los judíos entrando en la cámara de gas para ser exterminados, refleja por si sola toda la carga de profundidad que contiene la obra y todo este ciclo dedicado, de manera tan acertada, a este período de la historia de Europa.

Viktor Ullmann (1898 – 1944)
Der Kaiser von Atlantis oder Der Todt dankt ab
Ópera en un acto con libreto de Peter Kien
Estrenada en el Theater Bellevue de Ámsterdam el 16 de diciembre de 1975, según la versión de Kerry Woodward.
Estreno absoluto de la revisión ampliada para gran orquesta por Pedro Halffter (2015)
Nueva coproducción del Teatro Real, el Teatro de la Maestranza de Sevilla y Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia.

Prólogo: El canto de amor y muerte del corneta Christoph Rilke,  para narrador y orquesta (1944). Música de Viktor Ullmann, texto de Rainer Maria Rilke, versión española de Jesús Munárriz, reconstrucción de Henning Brauel, narración de Blanca Portillo.

Adagio in memoriam Ana Frank
Basado en movimientos de la Sonata para piano núm. 7 de Viktor Ullmann (1944 / 2015), Música de Viktor Ullmann y Pedro Halffter, orquestación de Pedro Halffter

Pequeña obertura para “El emperador de la Atlántida”
Basada en movimientos de la Sonata para piano núm. 7 de Viktor Ullmann (1944 / 2015), Música de Viktor Ullmann y Pedro Halffter, Orquestación de Pedro Halffter

El emperador de la Atlántida, OP. 49
Música de Viktor Ullmann
D. musical: Pedro Halffter
D. escena: Gustavo Tambascio
Escenógrafo: Ricardo Sánchez Cuerda
Figurinista: Jesús Ruiz
Iluminador: Felipe Ramos
Reparto: Alejandro Marco-Buhrmester, Martin Winkler, Torben Jürgens, Roger Padullés, Albert Casals, Sonia de Munck, Ana Ibarra.
Orquesta Titular del Teatro Real
Actores: Helena Dueñas, Javier Ibarz, Rodrigo Poisón, Lander Otaola, Elena González, Ainara Arístegui, Resu Morales, David Tenreiro, Fernando Ustarroz.
Bailarinas: Cristina Arias, Carmen Angulo

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Javier del Real
Vídeos: Teatro Real

Cyrano de Bergerac

Este Cyrano que llega al Teatro Real parece ser la concesión o “detalle” que Gerard Mortier tiene con el público de Madrid. Debe pensar que un Plácido al año, no hace daño, pero solo uno y sin adornos. Sin “Enfoques”, solo cinco funciones, sin publicidad inicial en la web, etc, etc.. Pero Domingo, como institución que es, por encima de otras consideraciones, ha colgado el cartel de no hay billetes con esta comedia heroica de Alfano, una composición italiana con evidentes evocaciones francesas.

Plácido Domingo es un Maestro, entre otras cosas, por saber descubrir y desempolvar partituras que se amoldan perfectamente a sus características, vocales primero, y escénicas después. El Cyrano de Bergerac de Franco Alfano (conocido sobre todo por concluir el Turandot de Puccini) es un personaje con una vocalidad centrada y sin grandes exigencias en los extremos. Propicio para un tenor lírico spinto y amplio. Esto permite a Domingo tener algunos momentos de calidad, donde es posible reconocer ese color de voz suyo tan hermoso y característico, a pesar de que nunca fue dueño de metal en el agudo. Se aprecia también la necesidad de hacer pausas más a menudo ante la escasez de fiato y la dificultad en algunos apoyos que resultaban insuficientes en el recorrido por los graves. Se percibe también la falta de ensayos, que se evidenciaba en la asincronía con el resto de intervinientes, y las dificultades para recordar el texto.
A los elementos canoros, propiamente dichos, hay que sumar las ya evidentes dificultades para moverse en escena. Continúa Domingo haciendo gala de una excelente forma física dada su edad, pero desde Su Simon Boccanegra de hace dos temporadas, se ha notado un cierto declive físico que hace que la soltura de sus movimientos no sea la misma.

Junto a Plácido Domingo, y al menos durante las dos primeras representaciones, sustituyendo por enfermedad a Sondra Radvanovsky, hacía su presentación operística oficial en el Real, la soprano Ainhoa Arteta. Conocedora del personaje de Roxane, solventó la noche con gran dignidad y así fue recompensada por el público, que le brindó una cálida ovación de bienvenida. Su voz se ha ensanchado un poco y al hacer la transición al agudo se estrecha y resulta un poco tirante, pero es robusta y voluminosa y sus mezza voce estuvieron llenos de belleza. Continúa teniendo problemas de expresión y teatralidad, parece tensa y poco natural, esperemos que se relaje para la Doña Elvira de Don Giovanni, que la vuelve a traer al Real la próxima temporada.

Del resto de cantantes no hay mucho que decir, Decepcionante Michael Fabiano, como Christian y muy solvente Ángel Ódena como De Guiche.

EL coro estuvo brillante, como nos tiene acostumbrados. Tal vez un escalón por debajo pero no por demérito suyo, sino porque la obra en sí se sitúa en ese segundo escalafón.

Después de haber comprobado a lo largo de la temporada, todo de lo que es capaz la Orquesta Sinfónica de Madrid cuando es dirigida por batutas brillantes y exigentes, la de hoy ha sido una interpretación pobre en matices y expresividad. A favor de Pedro Halffter, decir que la partitura no es precisamente lucida.

La escenografía, demasiado espectacular y excesiva. En ocasiones había mucha gente sobre el escenario que hacía, además, demasiado ruido y daba sensación de cierto caos. Un poco insoportable resultó el inicio de la obra con actores por el escenario mientras sonaba las desagradables afinaciones de la Orquesta. Mala e infantil iluminación que debió dejar ciego a más de un espectador en el Patio de butacas por los reflejos.

En resumen, una ópera aburrida cuyo único objetivo es recibir en su casa, una temporada más, a un Plácido Domingo que cuenta siempre con el cariño de su público satisfecho solo con su presencia. Pero hay algo que continua haciendo como nadie, morirse en escena. Especialidad ésta que proporcionó un final conmovedor, como solo él es capaz de hacer.

Cyrano de Bergerac
Franco Alfano (1875-1954)
Ópera en cuatro actos y cinco cuadros
Libreto de Henri Cain, basado en el drama heroico homónimo de Edmond Rostand
Nueva producción del Teatro Real procedente del Théâtre du Châtelet de París
D. musical: Pedro Halffter
D. escena e iluminación: Petrika Ionesco
D. coro: Andrés Máspero
Coro y Orquesta titulares del Teatro Real
Arteta, Lamprecht, Toledo, Domingo, Ódena, Pomponi, Fabiano, Alvaro, Helmer

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