El Teatro Real finalizará su temporada con tres funciones de Giovanna d’Arco, de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, los días 14, 17 y 20 de julio, con dirección musical de James Conlon, que ya demostró su sensibilidad y hondura en la lectura de páginas verdianas con Las vísperas sicilianas (2014), Luisa Miller (2016) y Macbeth (2017).

Plácido Domingo, que viene interpretando en los últimos años algunos de los más grandes papeles para barítono de Giuseppe Verdi ─los roles titulares de Simon Boccanegra, Nabucco, Rigoletto y Macbeth; Miller, en Luisa Miller; Francesco Foscari, en I due Foscari; Conte di Luna, en Il trovatore; Giorgio Germont, en La traviata; o Rodrigo, en Don Carlo─, encarnará en esta ocasión a un personaje menos conocido por el público: Giacomo, de la ópera  Giovanna d’Arco, que se escuchará por primera vez en el Teatro Real.

Domingo actuará junto con la soprano Carmen Giannattasio (Giovanna), que debutará en el Real, el tenor Michael Fabiano (Carlos VII) -que ya actuó en Cyrano de Bergerac en 2012 e I due Foscari en 2016, también junto a Plácido Domingo-, el tenor Moisés Marín (Delil), el barítono Fernando Radó (Taldot) y el Coro Titular del Teatro Real, preparado, como siempre, por Andrés Máspero. Con excepción de Plácido Domingo, todos los solistas, James Conlon y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real interpretarán la partitura verdiana por primera vez.

LA ÓPERA

Giovanna d’Arco es la séptima ópera del catálogo verdiano y pertenece al corpus de su primera etapa como compositor, en la que afloran ya la fuerza dramática de su música y sus hermosas melodías, pese a las limitaciones del libreto de Temistocle Solera, con el que Verdi había trabajado previamente en Nabucco, I lombardi y Attila. Este poeta, compositor, promotor operístico, viajero y libretista de éxito fue el segundo director del Teatro Real, apenas un año después de su inauguración, en 1851, y uno de los primeros empresarios italianos en montar producciones en el Real. 

Partiendo de una adaptación libre del drama romántico La doncella de Orleans, de Friedrich Von Schiller -autor que ha inspirado también I masnadieri, Luisa Miller y Don Carlo-, la trama de la ópera se vertebra en torno a la indómita personalidad de Giovanna d’Arco, que se debate entre la defensa a ultranza de la patria y sus sentimientos y emociones personales.

En su libreto, Temistocle Solera dignifica la muerte de la heroína, que es asesinada en el campo de batalla, y libera a la iglesia del dedo acusador de la Inquisición, convirtiendo al padre de la protagonista en el gran impulsor de su tragedia.

Esta preponderancia de la figura paterna en la ópera, cuyo personaje, Giacomo, interpretado por Plácido Domingo, experimenta a lo largo del drama una profunda transformación interior, da lugar a algunas de las más bellas páginas de la partitura, que presagian ya los grandes y complejos ‘padres’ creados por Verdi a lo largo de su carrera: Rigoletto, Giorgio Germont, Amonasro, Simon Boccanegra, Felipe II, etc.

Estrenada con éxito en el Teatro alla Scala de Milán en 1845, la ópera está compuesta por un prólogo y tres actos, en los que se articulan los números tradicionales –arias, dúos, tercetos, romanzas, cabalettas- articulados de manera contrastante y con una gran participación del coro, dividido muchas veces en dos y tres grupos que actúan simultáneamente.

Con Giovanna d’Arco Giuseppe Verdi se encuentra todavía en una encrucijada entre la utilización de los convencionalismos estructurales, estilísticos y argumentales que imperaban en la pujante creación operística italiana a mediados del siglo XIX, y la búsqueda y exploración de nuevos caminos que florecerían en obras posteriores.

Con la presentación de esta ópera se incorpora un nuevo título del catálogo verdiano al repertorio del Teatro Real, haciendo justicia a uno de los compositores más queridos por el público de Madrid a lo largo de los 200 años de su historia.

Se presentarán 11 títulos líricos, 7 nuevas producciones, 2 estrenos contemporáneos, 1 reposición de producción propia y 2 recuperaciones de nuestro patrimonio lírico.

El consolidado Proyecto Zarza –zarzuela hecha por jóvenes para jóvenes– volverá a ser una de las joyas de la temporada, y los Proyectos didácticos suponen el 20% de la programación

El ciclo de Conciertos incrementa su oferta con 11 propuestas de algunas de las más destacadas voces de la lírica, el flamenco o el pop

Los recitales del ciclo ‘Notas del ambigú’, que continúa vendiendo todas las entradas, ofrece 11 recitales, más del doble que en su primera edición

Volverá el Teatro Musical de Cámara en coproducción con la Fundación Juan March y el ciclo Lied, coproducido con el CNDM

Plácido Domingo celebrará los 50 años de su debut en Madrid en el Teatro de la Zarzuela cantando ese día (14 de mayo de 2020) una función de ‘Luisa Fernanda’

Los NÚMEROS

  • La media de ocupación del teatro es del 92%
  • En la actualidad se programa un 42% más de funciones que hace cuatro años
  • El 20% de la temporada está dedicada al público joven
  • La edad media de los espectadores del Teatro se ha reducido en las tres últimas temporadas en más de 9 años
  • En la temporada actual más de 19.500 jóvenes han acudido a las funciones del teatro, tanto en el proyecto Zarza como en otros títulos de la temporada. Muy especialmente en ‘La casa de Bernarda Alba’
  • La Tarjeta Joven del Teatro de la Zarzuela supera ya los 1.000 usuarios, que disfrutan de los espectáculos y participan en los encuentros con artistas y otras actividades
  • El público abonado sigue creciendo: Hoy son 068 espectadores los que se han convertido en el público más fiel
  • En la presente temporada se han retransmitido cinco títulos a través de Facebook Live, Youtube y la web del Teatro con un alcance de 554.230 espectadores
  • Se mantienen los precios populares (4 a 50€), e importantes descuentos (entre el 20 y el 60 % del PVP) para jóvenes, mayores, desempleados, familias numerosas, grupos, último minuto y compra de abonos

El Teatro de la Zarzuela presenta la Temporada 2019/2020, como la “continuación ineludible” del proyecto emprendido en 2015 por Daniel Bianco, encaminado a que el coliseo de la madrileña calle de Jovellanos “siga cumpliendo, tras cuatro temporadas, la misión para la que nació: ser el escenario privilegiado del teatro musical español, de la música con Ñ”, afirma el director del Teatro, consciente de la importancia que para ello tiene la “próspera pluralidad de España” y la “fructífera conexión con Hispanoamérica”.

Bianco, aludiendo a las cifras arriba expuestas, señala que “son solo algunos datos que demuestran que la zarzuela, su teatro y el servicio de cultura pública que cumple, están muy vivos y gozan de una salud envidiable”.

Al director del coliseo le gusta destacar que la zarzuela, nuestro extenso patrimonio lírico en general, “pone en relieve todas las españas que conviven en España”, y añade al respecto que “a la zarzuela se la suele vincular con la historia de Madrid y con la vida de sus muchos habitantes, y eso es verdad, pero sólo en parte”. En esta temporada que ahora se presenta, tenemos unas cuantas muestras que hablan en ese sentido de pluralidad al que se refería antes, y que va incluso más allá de nuestras fronteras: “Cuando hablo de nuestro patrimonio lírico eludo las fronteras y abogo por la más extensa amplitud de miras posible. Me refiero al mundo, al universo hispano y la propia España, que gracias a su diversidad ha hecho de la zarzuela un género rico, brillante y diferenciado. Porque la zarzuela es madrileña, pero también gallega, catalana, andaluza y es vasca, y asimismo es cubana, y chilena, y argentina…”

Y esa riqueza casi infinita hace que sean muchas, muchísimas las obras de formidable valor musical que por unas u otras razones cayeron en el olvido y esperan hoy a ser rescatadas, recuperadas para las nuevas generaciones de aficionados. “Siendo fieles a los estatutos del Teatro de la Zarzuela, que dicen que este teatro debe salvaguardar y difundir el género lírico español y a sus artistas, emprendimos un viaje de reparación de nuestro Patrimonio que nos ha traído grandes éxitos, como ‘La Tempestad’, ‘María del Pilar’ o ‘El sueño de una noche de verano’, y que estamos obligados a continuar”, considera Bianco. 

Pero, como alegaba antes, no es una labor que se centre solamente en España: “La zarzuela creció con ímpetu viajero”, explica Daniel Bianco; “cruzó el océano como testigo de su travesía. Las obras que se estrenaban con éxito en el Teatro de la Zarzuela, en el Apolo o en cualquier otro teatro madrileño, tardaban en llegar a América tan sólo unos pocos meses”. Pero la zarzuela no sólo llegó con las compañías de cantantes que recorrían ese continente, “también bajó de los barcos con aquellos que traían desde España el recuerdo de la patria abandonada. El éxodo masivo de españoles hacia tierras fértiles ayudó a la expansión de esta forma de arte y la novedad, con el paso de los años, arraigó fuertemente”.

Por ello, expone el director del Teatro de la Zarzuela, “todos los espectadores en cada rincón de España y en cada teatro de la América Hispana somos herederos a partes iguales de esta misma tradición”. En la nueva temporada tendremos un ejemplo claro de cómo en América nacen zarzuelas propias de esas tierras. “Un fenómeno que se desarrolla muy especialmente en Cuba, con compositores tan exitosos, prolíficos y brillantes como Ernesto Lecuona o Gonzalo Roig”, concluye. 

La Temporada 2019/2020, cuyo primer título lírico se presentará el 3 de octubre y se extenderá hasta el 12 de julio, presenta 11 títulos líricos, 7 nuevas producciones –‘Tres Sombreros de Copa’, ‘Cecilia Valdés’, ‘Policía y ladrones’, ‘Luisa Fernanda’, ‘Agua Azucarillos y Aguardiente’, ‘El Pájaro de dos colores’ y ‘La increíble historia de Juan Latino’– , 2 estrenos contemporáneos –‘Tres sombreros de copa’ y ‘Policías y ladrones’–, 1 reposición de producción propia –‘La tabernera del puerto’–, 2 recuperaciones de nuestro patrimonio lírico –‘Farinelli’ y ‘El pájaro de dos colores’– y 1 ópera española en versión de concierto y en euskera –‘Mirentxu’–.

Asimismo, se inicia un nuevo ciclo de conciertos de cámara, se amplía el ciclo de Conciertos y se afianza el de Notas del Ambigú.

LÍRICA

Comenzará la temporada con 14 funciones de la comedia lírica en tres actos ‘El caserío’ de Jesús Guridi en una producción del Teatro Arriaga de Bilbao y el Campoamor de Oviedo. Firmada por Pablo Viar, con Juanjo Mena en la dirección musical, escenografía de Daniel Bianco, vestuario de Jesús Ruiz y unos elencos encabezados por Raquel Lojendio, Carmen Solís, Ángel Ódena, José Antonio López, Andeka Gorrotxategi o José Luis Sola; en las funciones participa el Ballet Aukeran con coreografía de Eduardo Muruamediaraz, estará en cartel del 3 al 20 de octubre.

Tras este inicio, será el turno para la ópera española y de autor vivo con ‘Tres sombreros de copa’ de Ricardo Llorca. Esta ópera basada en la obra original de Miguel Mihura, con los diálogos del propio escritor y cantables del compositor, se estrenó en Brasil y este será el estreno de la obra en Europa. La escena de esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela estará dirigida por José Luis Arllano, y se han programado siete funciones del 12 al 29 de noviembre; con Dirego Martín-Etxebarría como director musical, el reparto contará, entre otros, con Jorge Rodríguez-Norton, Rocío Pérez, Emilio Sánchez, Gerardo Bullón, Enrique Viana, Irene Palazón y Anna Gomá. La escenografía es de Ricardo Sánchez Cuerda y el vestuario de Jesús Ruiz.

El 22 y 24 de noviembre el público podrá disfrutar de ‘Mirentxu’, “idilio lírico en dos actos” de Jesús Guridi, después de 52 años de ausencia de este Teatro y por primera vez en euskera. Se presentará como ópera (se estrenó como zarzuela) y en versión de concierto. Óliver Díaz, director musical del Teatro, asumirá la dirección musical, y el reparto estará integrado por Ainhoa Arteta, Mitxeldi Atxalandabaso, el británico Christopher Robertson, Marifé Nogales, y José Manuel Díaz, con Asier Etxeandia como narrador y la participación de la Escolanía Sinan Kay. Se ofrecerá en una adaptación del libreto original de Jesús María de Arozamena y Alfredo Echave, realizada por el dramaturgo Borja Ortiz de Gondra, ganador del premio Lope de Vega, quien para la ocasión ha escrito un texto que será narrado.

A continuación se vivirá un acontecimiento único: por primera vez en la historia del Teatro de la Zarzuela en su escenario se presenta una zarzuela cubana. ‘Cecilia Valdés’ de Gonzalo Roig, dirigida musicalmente por Óliver Díaz. Carlos Wagner será quien lleve a cabo la dirección de escena de esta excelente muestra de lo que ha sido y es, con un origen común, este arte lírico teatral en los países del otro lado del Océano. La escenografía es de Rifail Ajdarpasic y el vestuario de Christoph Ouvrard. Elisabeth Caballero, Eliane Álvarez, Martín Nusspaumer, Enrique Ferrer, Homero Pérez, Eleomar Cuello, Linda Mirabal y Cristina Faus integrarán el reparto de este título estrenado en 1932 en el Teatro Martí de La Habana y cuyas 13 funciones irán del 24 de enero al 9 de febrero.

Siguiendo los mandamientos estatutarios que exigen al Teatro de la Zarzuela salvaguardar y difundir el género lírico español, en la Temporada 2019/2020 se recuperará un segundo título. En esta nueva ocasión será ‘Farinelli’ una ópera de gran envergadura de Tomás Bretón, que asimismo llegará al escenario del teatro en versión de concierto. Estará dirigida en lo musical por Guillermo García Calvo, con un reparto integrado por Maite Beaumont, Rodrigo Esteves, Nancy Fabiola Herrera, Rubén Amoretti y Leonardo Sánchez y con la joven dramaturga María Velasco, que ya ha firmado la exitosa adaptación de ‘María Pilar’, adaptando el libreto de Juan Antonio Cavestany en forma de narración. Se ofrecerán dos pases, el 15 y el 17 de febrero.

La nueva temporada será también tiempo para la celebración, ya que finalmente será una realidad el estreno mundial de la zarzuela contemporánea ‘Policías y ladrones’ de Tomás Marco con libreto de Álvaro del Amo. Esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela cuenta con la dirección de escena de Carme Portaceli y la dirección musical de José Ramón Encinar, y conformarán el reparto Manuel Lanza, Ernesto Morillo, Sara Blanch, Pablo García López y María Hinojosa. Serán cinco funciones del 26 de marzo al 5 de abril.

Si hay un título indispensable en la historia del Teatro de la Zarzuela ese es ‘Luisa Fernanda’, de Federico Moreno Torroba con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. El Teatro de la Zarzuela y esta obra han estado estrechamente unidos desde 1934, dos años después de su estreno en el Teatro Calderón de Madrid, y esta nueva producción del teatro de la calle Jovellanos sumará a los innumerables atractivos que ya de por sí tiene la obra, uno más, histórico absolutamente emotivo: el 14 de mayo se cumplirán 50 años del debut de Plácido Domingo en Madrid, en este Teatro de la Zarzuela, y en la función de ese día será él quien interprete el papel de Vidal para celebrarlo. La dirección musical correrá a cargo de Ramón Tebar y de David Gómez-Ramírez, la escena y la escenografía estarán firmadas por Davide Livermore, y los diferentes roles estarán interpretados, además de por Domingo, por Yolanda Auyanet, Maite Alberola, Jorge de León, Alejandro del Cerro, Juan Jesús Rodríguez, Javier Franco, Rocío Ignacio y Leonor Bonilla. Se ofrecerán 14 funciones del 30 de abril al 17 de mayo.

Y para cerrar la temporada de producciones líricas, el público podrá disfrutar de las ocho funciones de ese maravilloso romance marinero en tres actos que es ‘La tabernera del puerto’ que no fueron posibles la pasada temporada. La obra de Pablo Sorozábal con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw es esa misma producción del Teatro de la Zarzuela que en 2018 firmó Mario Gas, con escenografía de Ezio Frigerio y vestuario de Franca Squarciapino. Óliver Díaz será el director musical y participarán en el reparto, entre otros, Sabina Puértolas, María José Moreno, Damián del Castillo, Rodrigo Esteves, Antonio Gandía o Antoni Lliteres. Las funciones irán del 6 al 14 de junio.

Con la presentación de estos 11 títulos el teatro seguirá siendo escaparate único de nuestra lírica, tan prolífera como diversa.

CONCIERTOS: SALA PRINCIPAL, NOTAS DEL AMBIGÚ, Domingos de Cámara con ñ, LIED

Tras el éxito obtenido en sus tres primeras temporadas (esta última aún por concluir), el CICLO DE CONCIERTOS en la sala principal incrementa su oferta, y propone 11 conciertos con algunas de las más destacadas voces de la lírica, la canción popular, el flamenco y el pop: Gala de Lírica Española en Homenaje a Monserrat Caballé, dirigida por Óliver Díaz, en ella participarán un buen número de las voces líricas más importantes de nuestro país (7 de septiembre); Silvia Pérez Cruz & Marco Mezquida, vuelve Silvia Pérez Cruz de nuevo al Teatro de la Zarzuela, tras su exitoso paso por este escenario en 2017. Esta vez de la mano de Marco Mezquida con un concierto íntimo donde la música, la amistad y la complicidad se entremezclan (1 de diciembre); Belén López. Desconcierto, con dirección de escena de Miguel del Arco y música de la propia actriz y cantante y de Añil Fernández (14 de noviembre); Martirio & Chano Domínguez. A Bola de Nieve, Bola de Nieve era vanguardista sin fronteras para su arte expresadio a través de la voz y el piano. Tierno y expresivo, apasionado hasta el límite, esto es lo que quieren recrear Chano y Martirio del admirado artista cubano (23 de noviembre); el tradicional Concierto de Navidad, con el Maestro Óliver Díaz como director musical, a quien acompañarán la soprano Rocío Ignacio y el tenor Jorge de León (28 de diciembre); Carmen Linares. 40 años de flamenco, la cantaora de cantaoras celebra sus cuatro décadas de carrera con un espectáculo único armado con las canciones más importantes de su vida (16 de febrero); la cantante Sole Giménez. Mujeres D’Música, proyecto que reúne grandes canciones compuestas y escrita por mujeres con la única intención de visibilizar el trabajo de la mujer en el mundo de la música (29 de marzo); el tenor Ismael Jordi, uno de nuestros tenores más internacionales, invitado en las casas más importantes de Europa, hará un repaso por alguno de los grandes títulos de nuestro patrimonio lírico acompañado al piano por Rubén Fernández Aguirre (27 de marzo); el bajo-barítono Erwin Schrott, habitual de teatros como La Scala, Covent Garden o Viena, conocido por su Figaro o su Don Giovanni entre muchos otros roles, hace su debut en este Teatro en un recital íntegro de Zarzuela acompañado al piano por Giulio Zappa (3 de abril); María Bayo. Ecos barrocos, la soprano navarra presentará un programa que va desde José de Nebra, Sebastián Durón o Emanuele Ricón de Astorga, hasta Alessandro Scarlatti, Antonio Lotti, Händel o Vivaldi, acompañada por la orquesta barroca Vespres D’Arnadì y con puesta de escena de Miguel Chamizo (5 de mayo); Miquel Fernández, el actor catalán multidisciplinar que se curtió sobre las tablas del teatro hasta que el musical llegó a su vida, gracias a la mezcla portentosa de su carisma en escena y una voz privilegiada, vuelve a la música con otra mirada que nos sorprenderá a todos (19 de junio)

Desde su creación, hace ya tres temporadas, todos los conciertos del CICLO NOTAS DEL AMBIGÚ han colgado el cartel de ‘localidades agotadas’. Esa es una de las razones por las que en la próxima temporada siga ofreciéndose más del doble de conciertos que al inicio del ciclo: en esta ocasión los protagonistas serán la soprano Virginia Tola y el pianista Rubén Fernández Aguirre con ‘Canción argentina’ (8 de octubre), la mezzosoprano de Cristina Faus y el arpista Juan Antonio Domené con ‘María. De García a Malibrán’ (11 de noviembre), la mezzosoprano Paola Leguizamón y Rubén Fernández Aguirre al piano con ‘Canción colombiana’ (9 de diciembre), el barítono Borja Quiza y el pianista Rubén Fernández Aguirre con ‘La emigración gallega. Canciones de ida y vuelta’ (20 de enero), la soprano Sofía Esparza y el pianista Ramón Grau con ‘Canción vasta’ (4 de febrero), el cantante Ángel Ruiz y César Belda al piano con ‘Copla’ (18 de febrero), la soprano Ruth González y Albert Nieto al piano con ‘Tres pasiones de mujer’, con ocasión del Día Internacional de la Mujer (5 de marzo), el conjunto barroco La Ritirata dirigido por el violonchelista Josetxu Obregón con ‘Il Spiritillo Brando’ (23 de marzo), el guitarrista Ricardo Gallén con ‘Guitarra romántica’ (13 de abril), el Trío Arbós con la tercera entrega de ‘Música de cámara’ (27 de abril), y la soprano Berna Perles y Rubén Fernández Aguirre con ‘Joaquín Turina’ (19 de mayo).

Una de las novedades de la próxima temporada será el CICLO DOMINGOS DE CÁMARA CON Ñ que pone en marcha el Teatro de la Zarzuela con solistas de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, su orquesta titular, dedicado exclusivamente a la música española, descubriendo la música más desconocida de algunos de nuestros compositores de Zarzuelas más relevantes, y que da cabida a compositores contemporáneos ya consagrados o emergentes. Las cinco citas serán: ‘Cuartetos vascos’ (20 de octubre), ‘Música española contemporánea’ (24 de noviembre), ‘Concierto de villancicos’ (15 de diciembre), ‘Compositoras españolas’ (5 de abril) y ‘Obra de cámara de Pablo Sorozábal’ (7 de junio).

Por otra parte, el CICLO DE LIED, en coproducción con el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), cumplirá su cuarto de siglo de vida. Esta XXVI edición ofrecerá 10 recitales: El barítono Christian Gerhaher (30 de septiembre), el barítono Matthias Goerne (7 de octubre), la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera (25 de noviembre), el tenor Christophe Prégardien (2 de diciembre), el barítono Christian Gerhaher (13 de enero), el barítono Simon Keenlyside (3 de febrero), el barítono Manuel Walser (30 de marzo), el tenor Ian Bostridge (20 de abril), la soprano Anna Lucia Richter (4 de mayo) y la soprano Marlis Petersen (29 de junio), completarán la propuesta de la nueva temporada.

PROYECTOS DIDÁCTICOS. PROYECTO ZARZA. CLASES MAGISTRALES

El Teatro de la Zarzuela continúa dando una importancia muy especial a la formación y la información para ese amplio público joven al que corresponderá llenar la sala de este teatro en el futuro y que a su vez deberá formar a la generación que le tome el relevo. “Tenemos la obligación de seducirlos y hacerles asequible la zarzuela en este siglo que nos toca”, asevera Daniel Bianco, quien lleva a la práctica su intención como muestra el hecho de que el 20% de la programación del Teatro esté dedicada al público joven, y hasta tal punto la respuesta es positiva que la edad media de los espectadores del Teatro se ha reducido en las tres últimas temporadas en más de nueve años.

El PROYECTO ZARZA, que promueve la zarzuela hecha por jóvenes para jóvenes y que tan importante éxito ha logrado en las tres temporadas predecesoras registrando un total de 26.469 espectadores de espectadores entre ‘La revoltosa’, ‘El dúo de La Africana’ y ‘La verbena de La Paloma’, vuelve con fuerza en la nueva temporada con ‘Agua zucarillos y aguardiente’ de Federico Chueca. Con dirección de escena de Amelia Ochandiano y musical de Óliver Díaz, esta nueva producción del Teatro estará representada, tal como ocurriera con los anteriores títulos del proyecto, por un grupo de jóvenes cantantes y actores de entre 18 y 30 años elegidos tras un proceso de audiciones y acompañados por un conjunto musical de cámara. Las 11 funciones, dos de ellas abiertas al público general, se ofrecerán del 2 al 7 de marzo de 2020.

Además, ‘La verbena de La Paloma’ y ‘Agua, azucarillos y aguardiente’ se presentarán en Palma de Mallorca y Avilés respectivamente.

Los proyectos didácticos también destacan este año porque, gracias a ellos, el Ambigú del Teatro vuelve a tener por tercer año consecutivo la función de espacio de espectáculos. Tras las dos emocionantes entregas de ‘Perdida en el Bosco’, volverá a nuestro Ambigú el teatro de títeres con música en directo. Esta vez será con ‘La increíble historia de Juan Latino’, una nueva producción del Teatro de la Zarzuela en coproducción con la Compañía Claroscvro. Serán 12 funciones (dos de ellas abiertas al público) del 13 al 19 de enero.

También enmarcado en los proyectos didácticos, el director de escena José Carlo Plaza, cuyo nombre, sinónimo de teatro con mayúsculas, es tan importante para este Teatro de la Zarzuela ofrecerá clases magistrales a esa generación de cantantes españoles que necesita un Maestro de la escena para completar su formación. Del 23 al 31 de marzo de 2020. La última sesión se realizará abierta al público en la sala principal del Teatro.

DANZA

En la temporada próxima la danza será protagonista a través de las dos compañías nacionales: La Compañía Nacional de Danza con su nuevo director Joaquín de Luz presentará ‘El cascanueces’ con coreografía y dirección escénica del director saliente, José Carlos Martínez sobre la música de Tchaikovsky, y dirección musical de Manuel Coves. Serán once funciones del 10 al 22 de diciembre. Por su parte el Ballet Nacional de España, con 40 años de vida regalándonos luz, color y alegría, presentará en el Teatro de la Zarzuela un nuevo espectáculo con el que iniciará una nueva etapa con Rubén Olmo, recientemente nombrado director artístico. Serán doce funciones del 27 de junio al 12 de julio.

TEATRO MUSICAL DE CÁMARA

Otro de los ciclos que continúan y permanecen plenos de salud es el de Teatro Musical de Cámara en colaboración con la Fundación Juan March. Del 6 al 13 de enero de 2020 se presentarán las siete funciones de ‘El pájaro de dos colores’ estreno absoluto de Conrado del Campo, figura clave para la historia de nuestra música, al ser heredero del arte de Ruperto Chapi y Emilio Serrano, a la vez que fue maestro de  Jacinto Guerrero, Cristobal Halfter o Bacarisse. Se trata de una nueva coproducción entre ambas instituciones, que vuelve a demostrar que la suma de esfuerzos permite llegar más lejos. La dirección musical de esta ópera de cámara será de Miquel Ortega, la escénica de Rita Cosentino y el privilegiado reparto estará formado por Sonia de Munck, Borja Quiza y Miguel Sola. Como es habitual las representaciones serán en la Fundación Juan March.

Plácido Domingo

El Teatro Real finalizará su temporada con tres funciones de Macbeth, de Giuseppe Verdi, en versión de concierto, los días 11, 14 y 17 de julio, con dirección musical de James Conlon, que ya demostró su sensibilidad y hondura en la lectura de páginas verdianas con Las vísperas sicilianas, en 2014, y Luisa Miller, el pasado año. Será una versión concierto un tanto especial. El propio Plácido Domingo ha explicado en rueda de prensa que los ensayos están orientados para ofrecer una versión no escenificada pero si dramatizada. «Para interpretar a Verdi hay que ser actor», señala Domingo. Quieren con ello evitar que una escenografía que no se entienda distraiga de la verdadera esencia de la obra.

Plácido Domingo, que viene interpretando en los últimos años algunos de los más grandes papeles para barítono de Giuseppe Verdi ─los roles titulares de Simon Boccanegra, Nabucco, Rigoletto y Macbeth; Miller, en Luisa Miller; Francesco Foscari, en I due Foscari; Conte di Luna, en Il trovatore; Giorgio Germont, en La traviata; o Rodrigo, en Don Carlo─ encarnará ahora al atormentado personaje shakespeariano en el Teatro Real, después del éxito, el pasado verano, de su cabal Francesco Foscari. Estará acompañado por Anna Pirozzi, una de las más reconocidas sopranos dramáticas de la actualidad, cuya carrera está muy vinculada a España, aunque no había actuado en el Real. Lo hará ahora con la pérfida Lady Macbeth y volverá la próxima temporada con Aida, dos personajes de gran talla musical y escénica, que demostrarán sus dotes como intérprete verdiana.

Entre los restantes papeles principales cabe destacar al bajo-barítono Ildebrando D’Arcangelo (Banco) ─que interpretó El barbero de Sevilla en el Real en 2004─, al tenor Brian Jagde (Macduff) ─que debuta en Madrid─, y también al Coro Titular del Teatro Real, ya que Verdi consideraba al coro como el tercer protagonista de la ópera, dada su importancia en el desarrollo dramatúrgico de la partitura. Estará preparado, como siempre, por Andrés Máspero, cuya labor perfeccionista es unánimemente aplaudida por público y crítica.

LA ÓPERA

En 1846, Giuseppe Verdi, con apenas 33 años, es obligado, por serios motivos de salud, a hacer una pausa en su frenética carrera creativa. Había compuesto nueve óperas en apenas seis años, arrastrando paralelamente las secuelas de sus sucesivas tragedias familiares: la muerte de sus dos hijos en 1838 y 1839, y de su esposa en 1840.

Después de algunos meses de reposo, el poder arrebatador de Macbeth, de su idolatrado Shakespeare, le impulsa a retomar el trabajo: escribe el esbozo de un libreto, cuya escritura en verso confía a Franceso Maria Piave, con el que había trabajado ya en Ernani e I due Foscari. Las exigencias e intransigencias de Verdi relativas al texto hacen del proceso creativo de la ópera un duro penar para ambos.

La primera versión de la partitura se estrena, con enorme expectación, en el Teatro della Pergola de Florencia, el 14 de marzo de 1847, después de un largo período de ensayos en los que Verdi trabajó obsesivamente, interviniendo en todos los detalles de la dramaturgia y escenificación. El éxito fue tal que el compositor tuvo que salir a saludar al escenario 38 veces.

Sin embargo, para la reposición de la ópera en París, en 1865, Verdi decide escribir una nueva versión de la partitura, en francés, con cambios estructurales y añadidos importantes.

Pese a la indudable mejora de la dramaturgia y de la música en esta segunda versión, el estreno parisino de Macbeth no obtuvo el éxito esperado y la partitura fue perdiendo fuelle poco a poco, pasando a ser la menos glosada de la trilogía shakesperiana, que incluiría años más tarde obras maestras como Otello y Falstaff.

En el Teatro Real Macbeth se presentará por tercera vez desde su reinauguración, siempre con la segunda versión, pero en italiano, como suele ser habitual desde que la ópera se ha instalado en el repertorio de los teatros de ópera. En esta ocasión, sin embargo, se incluirá el aria de la muerte de Macbeth ¨Mal per me”, de la partitura original de 1847.

Con Macbeth Giuseppe Verdi se sitúa en una encrucijada entre la utilización de los convencionalismos estructurales, estilísticos y argumentales que imperaban en la pujante creación operística italiana a mediados del siglo XIX, y la búsqueda y exploración de nuevos caminos que florecerían en obras posteriores.

La fuerza arrebatadora de Shakespeare lleva al compositor a someter su música a la endemoniada tensión dramática de la obra teatral y a la corrosiva tortura interior de los protagonistas. Las líneas de canto pasan a servir la expresión del texto y la instrumentación a enfatizar las diferentes atmósferas que se suceden en el desenlace de la tragedia.

La declamación del canto, las frases entrecortadas, los suspiros a media voz, los silencios y otra serie de efectos vocales confieren a los personajes una veracidad jamás alcanzada en sus obras anteriores y Verdi sube un peldaño más en su camino hacia la quintaesencia del drama musical.

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