Riccardo Frizza photo credit © Simone Falcetta

Riccardo Frizza, uno de los directores más importantes de la actualidad, continúa reforzando el vínculo con el Gran Teatre del Liceu, sus cuerpos estables y su público, esta vez de la mano de Giuseppe Verdi y su ópera Un ballo in maschera, título al que debutó en la Opéra de Montpellier hace dos décadas. El maestro de Brescia, que tiene una sólida y larga relación con los teatros españoles como el Teatro Real, la temporada de Abao Bilbao Opera o el mismo Liceu, se muestra entusiasmado ante esta nueva lectura de la “enigmática obra maestra de Verdi”, afirma; “el teatro musical y yo mismo hemos cambiado mucho en los últimos años, así que siento que esta será algo así como mi primera vez ante Un ballo in maschera, ya que ahora la afronto desde otra perspectiva tras la experiencia y madurez ganada en estos años. Es una ópera bellísima, pero al mismo tiempo muy complicada y dramatúrgicamente se mueve en ese milagroso equilibrio entre la comedia y la tragedia, tejida de conspiraciones, enredos, romances y supersticiones, pero también con aspectos mágicos y atmósferas de cementerio, para rematar todo con los colores brillantes de un baile de máscaras, espléndido pero fatal”. Para el director, “Verdi tenía razón” al oponerse a los vetos de los censores de la época del estreno, “contrarios a la primera versión de la ópera, ambientada en la corte sueca y que debería haberse estrenado en 1857 en el Teatro San Carlo de Nápoles. La obra finalmente se presentó –continúa Frizza– en el Teatro Apollo de Roma en 1859, pero trasladando la historia al Boston colonial y cambiando los nombres de los personajes (el rey Gustavo III pasa a ser el conde Riccardo) para contentar a los censores pontificios. La transposición, en general, no cambió mucho para Verdi, quien logró mantener el título que aclaraba y resumía el argumento y que, más allá del personaje de Gustavo III, era precisamente el que apareció en la fuente original de Scribe, Le Bal masqué.

En el Liceu la obra subirá a escena del 9 al 20 de febrero –tras el preestreno Under 35 para jóvenes del 7 de febrero– en el montaje “visionario” de Graham Vick, “llevado a cabo por Jacopo Spirei sobre las ideas del director de escena en el Regio de Parma en 2021, estrenada tres meses después de la muerte de Vick”, continúa Frizza. “Se trata de un espectáculo en el que nada es lo que parece y que revela nuestras debilidades y fragilidades. La música de Verdi es una inspiración, un pegamento y un bálsamo. Con la Simfònica y el Coro del Liceu y un doble elenco formidable encabezado por Freddie De Tommaso y Anna Pirozzi y Arturo Chacón-Cruz y Saioa Hernández, estamos haciendo un trabajo de exploración apasionante de una partitura que siempre ha encantado en escenarios de todo el mundo”, concluye el maestro.

Tras este compromiso, el director musical del Festival Donizetti de Bérgamo y de la Orquesta y Coro de la Radio Húngara en Budapest, inicia en marzo una gira de conciertos sinfónicos que lo llevarán a Austria (con conciertos junto a la Tonkünstler-Orchester Niederösterreich en el Musikverein vienés y en el Festspielhaus en St. Pölten y un programa que incluye obras de Glinka, Shostakovich y Martucci) al País Vasco (con la Euskadiko Orkestra y obras de Rachmaninov y Strauss) y a Budapest (con la Sinfónica de la Radio de Hungría y la Octava Sinfonía de Mahler) para, más tarde, dirigir Le Villi, de Puccini, en el Teatro Regio de Turín y Maria Stuarda en su regreso al Teatro San Carlo de Nápoles.

Riccardo Frizza photo credit © Simone Falcetta

Javier Camarena

El reconocido tenor mexicano Javier Camarena presenta Signor Gaetano, su álbum debut con el sello discográfico Pentatone. El álbum, grabado junto a Gli Originali y bajo la dirección del especialista en ópera italiana Riccardo Frizza, presenta una cuidada selección de las mejores arias para tenor de Donizetti. Su lanzamiento está previsto para el 11 de noviembre de 2022.

Además de las famosas obras L’elisir d’amore, Don Pasquale y Roberto Devereux, el proyecto incluye joyas musicales poco grabadas hasta ahora, como Betly, Maria de Rudenz o Il giovedì grasso. En todas ellas, la excepcional calidad artística de Camarena y Frizza se ve fortalecida por la música de los instrumentos de época de Gli Originali. La grabación del disco tuvo lugar en el Teatro Donizetti de Bérgamo, ciudad natal del compositor, en el marco del Festival Donizetti que se celebra anualmente, del que Frizza es director musical.

Javier Camarena es uno de los tenores más solicitados de su generación y uno de los principales especialistas en bel canto del mundo, galardonado en 2021 en los Premios Internacionales de Ópera como «Cantante Masculino del Año». Riccardo Frizza frecuenta los principales teatros de ópera, ha sido galardonado con el premio al mejor director de orquesta en los Premios Internacionales Ópera XXI, y vuelve a Pentatone tras haber participado en Las tres reinas (Donizetti) con Sondra Radvanovsky y Lyric Opera Chicago (2022). Gli Originali se fundó en el contexto del Festival Donizetti de Bérgamo con el objetivo de revivir el mundo sonoro del siglo XIX con instrumentos de época y un enfoque histórico.

«Si me preguntaran por el compositor que más ha influido en mi vida y en mi carrera, respondería sin duda: Gaetano Donizetti. El primer papel completo que aprendí fue Nemorino de L’elisir d’amore. En 2004 gané el concurso nacional de canto Carlo Morelli en México con dos de sus arias más emblemáticas: ¡»Come uno spirto angelico» de Roberto Devereaux y «Ah, mes amis! Quel jour de fête!» de La fille du régiment. Ese mismo año, hice mi debut profesional en el Palacio de Bellas Artes con La fille… y al año siguiente, debuté con Don Pasquale.

Este disco pretende rendir un más que merecido homenaje a un compositor que supo llenar sus partituras de emociones. Influido inicialmente por Rossini, como podemos escuchar en Giovedì grasso, supo encontrar su propio camino y estilo e imprimir un sello inconfundible y hermoso en cada una de sus obras; Caterina Cornaro, Marino Faliero y muchas otras lo atestiguan.

La realización de este álbum ha sido una aventura fascinante; todo un desafío. Espero sinceramente que todas estas emociones se hayan plasmado en cada una de las obras interpretadas y que toquen vuestro corazón con la misma fuerza con la que tocaron el mío. Con amor y gratitud».

– Javier Camarena

Il trovatore

El director italiano afianza su relación con el coliseo barcelonés, ahora con la popular ópera verdiana, de la que dirigirá diez funciones en una producción con dirección de escena de Àlex Ollé, antes de afrontar compromisos en Bérgamo, Bolonia, Venecia y Nápoles.

Este jueves, 27 de octubre, Riccardo Frizza subirá nuevamente al podio del Liceu de Barcelona esta vez para dirigir Il trovatore, de Giuseppe Verdi. Desde su debut en el teatro catalán en la temporada 2005/06 con Semiramide de Rossini, el maestro italiano, uno de los directores más importantes de su generación, ha consolidado un fuerte vínculo con el escenario de La Rambla y su público con títulos como Capuleti e i Montecchi (2015/16), Rigoletto (2016/17), L’Italiana in Algeri (2018/19), Les contes d’Hoffmann y el concierto Las Tres Reinas junto a la soprano Sondra Radvanovsky (2020/21). Con funciones los días 27, 28, 30, 31 de octubre y 2, 3, 5, 6, 7 y 8 de noviembre, Frizza contará en los roles principales con dos casts alternativos de primeras espadas de la lírica como son Saioa Hernández y Hibla Gerzmava (Leonora), Ksenia Dudnikova y Judit Kutasi (Azuzena), Vittorio Grigolo y Yonghoon Lee (Manrico), Juan Jesús Rodríguez y Àngel Òdena (Conde de Luna) y Gianluca Buratto y Krzysztof Baczyk (Ferrando).

El maestro Frizza se reencuentra con el público liceísta en lo que define como “un período del año muy verdiano, ya que acabo de dirigir Simon Boccanegra –en la primera versión de 1857– en el Festival Verdi de Parma ante de regresar, en diciembre, a La Traviata en el Teatro Comunale de Bolonia (incluyendo en estas semanas, y como exigen las fechas, al Festival de mi querido Donizetti en Bérgamo). Ahora estoy a punto de dirigir diez funciones de Il trovatore en el Gran Teatre del Liceu. El coliseo barcelonés retoma la producción de Àlex Ollé, creada para la Ópera de París e inspirada en la Primera Guerra Mundial, en la que se refleja de forma aún más desgarradora la inserción de un conflicto fratricida movido por el odio y la venganza. Il trovatore es quizá la obra maestra más representativa del arte de Verdi en su fase más romántica, la de su trilogía popular compuesta entre 1851 y 1853. Verdi se inspiró en El trovador de García Gutiérrez, un drama caballeresco representado en Madrid en 1836. España ha sido un escenario que ha fascinado siempre a compositores operísticos, desde Mozart a Bizet, pasando por Verdi y el poder de óperas como Ernani, La forza del destino, Don Carlo y, cómo no, Il trovatore”.

El exotismo que lo español ejercía en esa época y su poder evocador era considerable especialmente en Italia, donde además generó un imaginario alimentado por la presencia histórica de la corona española. Pero en Il trovatore, más que inspiraciones hispánicas como guerras, luchas dinásticas o autos de fe, destaca el decisivo componente gitano. Fue el mismo Verdi quien escogió y propuso a Cammarano ese intrincado tema, así como él mismo trabajó más el nivel de la creatividad, la fantasía y la dimensión psicológica que la propiamente descriptiva. La presencia del pueblo gitano se sumerge con fuerza y consistencia en el relato, contribuyendo a crear el famoso matiz de la obra, su intenso color rojizo del que la famosa cabaletta “Di quella pira” es el ejemplo más popular. Para dar sonido a este fuego tendré a mi disposición a las maravillosas agrupaciones corales (preparadas por Pablo Assante) y orquestales del Liceu y a dos elencos alternativos en los que brillan estrellas con una sólida vocación verdiana”. Además, continúa Riccardo Frizza, “es siempre una enorme satisfacción trabajar en un teatro histórico y de gran tradición operística como el Liceu, donde me siento como en casa y en el que cada año veo crecer el nivel tanto de la orquesta como del coro”, concluye el director de Brescia.

Tras Il Trovatore en Barcelona, a Riccardo Frizza le espera una temporada sin descanso que lo llevará al Festival Donizetti de Bergamo (La Favorite), al Teatro Comunale de Bolonia (La Traviata), al Auditorio Manzoni de Bolonia para un concierto junto a la soprano Maria Agresta, al Teatro La Fenice de Venecia (Ernani) y al Teatro San Carlo de Nápoles (Anna Bolena).

Riccardo Frizza

Riccardo Frizza, uno de los directores italianos de dilatada presencia en los teatros líricos españoles, ha sido nombrado hoy director titular de la Orquesta Sinfónica y del Coro de la Radio Húngara, puesto que asumirá a partir de la temporada 2022/23. Esta colaboración es fruto de una larga relación que Frizza mantiene con el conjunto húngaro desde que lo dirigió por primera vez en 2010. El nombramiento será celebrado durante un concierto mañana 24 de marzo que tendrá lugar en el Müpa de Budapest, con el director italiano dirigiendo la Segunda Sinfonía de Mahler.

Frizza ha declarado que ser el nuevo director titular de este conjunto con más de 75 años de historia significa “un gran honor”. El maestro italiano afirma que admira mucho “tanto a los músicos como al increíble patrimonio cultural de Hungría, y estar en Budapest siempre me llena de alegría. Desde que trabajé por primera vez con esta orquesta hemos tenido un profundo entendimiento musical. Hoy me siento muy feliz de poder colaborar juntos con regularidad, desarrollando y fortaleciendo aún más nuestro camino artístico. Confío en que juntos estaremos entre las mejores y más prestigiosas orquestas europeas. ¡Este es mi objetivo! O, mejor dicho, ya puedo decir ‘nuestro’ objetivo”.

Mañana, 24 de marzo, el público del Bartók National Concert Hall del Müpa lo espera para escuchar su versión de la Sinfonia Nº. 2 en Do menor de Gustav Mahler, obra coral imponente del post romanticismo, también conocida como “Auferstehung” (“Resurrección”): a la Orquesta y Coro de la Radio Húngara se sumará el Kodály Choir Debrecen, la soprano Kinga Kriszta y la mezzosoprano Erika Gál. “Con este concierto –continúa Riccardo Frizza– sigo mi proyecto interpretativo de las sinfonías de Mahler y del gran repertorio sinfónico alemán. Dirigir la Sinfonía Resurrección en estos días es extraordinariamente delicado desde el punto de vista emocional: esta obra habla a nuestra conciencia como lo hizo a finales del siglo XIX. La extrema belleza de sus melodías nos habla de una humanidad lacerada y asombrada. Mahler, en este tormento, buscó la clave de toda su vida como compositor. Hoy tratamos de adentrarnos en ese mundo de sufrimiento expresado con las alturas vertiginosas de la música, esperando encontrar –como hiciera el compositor– alguna idea de Resurrección”.

Riccardo Frizza, director musical del Festival Donizetti de Bérgamo, es uno de los directores de orquesta más aclamados de su generación, siendo invitado habitual de teatros y festivales internacionales como la Ópera de París, la Ópera Lírica de Chicago, el Metropolitan de Nueva York, la Bayerische Staatsoper, el Teatro alla Scala, Teatro Real de Madrid, Gran Teatre del Liceu de Barcelona, ABAO Bilbao Opera, Rossini Opera Festival, Festival Verdi de Parma, Maggio Musicale Fiorentino, Accademia Nazionale di Santa Cecilia de Roma, Gewandhausorchester de Leipzig y Sächsische Staatskapelle de Dresde. Recientemente ha dirigido L’elisir d’amore en el Festival Donizetti, conciertos con la Orquesta Haydn y un Homenaje a Caruso en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia, La clemenza di Tito en la Ópera de Bilbao, Las tres reinas de Donizetti en el Teatro San Carlo de Nápoles y L’amico Fritz en el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino.

En abril de 2022 regresará a la Metropolitan Opera de Nueva York con una nueva producción de Lucia di Lammermoor. En España, en junio de 2021 ganó el Premio Ópera XXI al mejor director musical de la temporada.

Coro y Orquesta de la Radio Húngara

Fotografía: Simone Falcetta

La clemenza di Tito

El director de orquesta italiano regresa a ABAO Bilbao Opera tras Lucia di Lammermoor, título con el que el pasado año consiguió el Premio Ópera XXI como mejor director musical de la temporada española.

Será con La clemenza di Tito, obra maestra del genio mozartiano nunca antes representada en la programación de ABAO Bilbao Opera, que la institución vasca y el maestro Riccardo Frizza abren su temporada operística 2022. La producción llega desde la Opéra de Lausanne, cuyo estreno en la capital bilbaína está previsto para el día 22 de enero (con reposiciones los días 24, 26, 28 y 31 de enero), con dirección de escena firmada por Fabio Ceresa, escenografía y vestuario de Gary McCann, iluminación de Ben Cracknell y coreografía de Mattia Agatiello, mientras que en los papeles principales figuran Paolo Fanale (Tito), Daniela Mack (Sesto), Vanessa Goikoetxea (Vitellia), Veta Pilipenko (Annio), ltziar de Unda (Servilia) y Josep Miquel Ramón (Publio).

Para Riccardo Frizza, que en esta ocasión dirigirá a la Euskadiko Orkestra Sinfonikoa y al Coro de Ópera de Bilbao preparado por Boris Dujin, La clemenza di Tito, última ópera de Mozart, “recuerda los antiguos rasgos estilísticos del período dorado de la ópera seria, en un mundo en el que con Gluck –el gran reformador del género– había alcanzado su máximo esplendor para después caer en decadencia”. El músico italiano lleva casi veinte años colaborando con el curso abaísta, y esta ópera, compuesta para celebrar la coronación del Gran Duque de Toscana Leopoldo II de Habsburgo como Rey de Bohemia, fue puesta en música por Mozart sobre un libreto de Metastasio “especialmente revisado por Caterino Mazzolà con la reducción de tres a dos actos, el corte de varios recitativos y la transformación de algunas arias en piezas de conjunto. Posee múltiples referentes masónicos en tonalidades, células rítmicas y en el mismo argumento, que ensalza las cualidades de un soberano coronado de todas las virtudes, clemente e ilustrado. En la partitura el genio de Mozart emerge en todo su esplendor dibujando un soberano entregado al bien público, con fluidas estructuras musicales y con una música maravillosa que, en definitiva, anticipa soluciones que posteriormente Beethoven, Weber y Rossini tomarán como modelo para sus obras”, comenta el director nacido en Brescia.

La clemencia di Tito se representa por primera vez en Bilbao, por lo que me siento muy honrado de que hayan confiado en mí para esta tarea. Al fin y al cabo, llego a Bilbao sintiéndome como en casa para dirigir toda una novedad para los socios de ABAO. Desde mi debut en 2005 con La Sonnambula, esta es mi octava producción en tierras vascas y estoy feliz de reencontrarme con los músicos de la Sinfónica de Euskadi, con los que en 2019 dirigí Lucia di Lammermoor, título por el que la asociación Ópera XXI me otorgó el premio al mejor director de la temporada en España«, concluye Riccardo Frizza.

Entre otros compromisos, en 2022 le esperan en el Teatro Malibran de Venecia (concierto sinfónico), en el Teatro San Carlo de Nápoles (Las Tres Reinas de Donizetti con Sondra Radvanovsky e Il barbiere di Siviglia), en el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino (L’amico Fritz) y en el Metropolitan Opera de Nueva York (Lucia di Lammermoor).

Riccardo Frizza © Gianfranco Rota

Abao Bilbao Opera

Riccardo Frizza

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La Cenerentola estrena la temporada en el Teatro Real

La Cenerentola
Gioachino Rossini (1792-1868)
Dramma giocoso en dos actos
Libreto de Jacopo Ferreti, basado en el cuento Cendrillon (1697) de Charles Perrault
D. musical: Riccardo Frizza
D. escena y escenógrafas: Stefan Herheim y Daniel Urgen
Figurinista: Esther Bialas
Iluminador: Andreas Meier-Dörzenbang
Diseñador de vídeo: Torge Moller (fettFilm)
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Michele Angelini, Borja Quiza, Nicola Alaimo, Rocío Pérez, Carol García, Aigul Akhmetshina, Riccardo Fassi, Orquesta y Coro Titulares del Tratro Real

Un 29 de febrero, día de su cumpleaños, Rossini firma el contrato para escribir una nueva ópera que será estrenada en Roma para abrir la temporada. El exceso de encargos y algún que otro problema con los censores, llevan a Rossini y su libretista Jacopo Ferreti, a tener que improvisar un nuevo libreto del gusto de la censura. Nace así, y en menos de 24 días, La Cenerentola.

El virtuosismo de Rossini cabalga ya entre la ilustración y el romanticismo y La Cenerentola es un gran ejemplo de ello. Utiliza escenas estructuradas igual que en la ópera seria, pero con un marcado carácter buffo. En el libreto de Ferreti desaparece el hada que es sustituida por un personaje menos mágico, Alidoro, una especie de filósofo que asesora de alguna manera a la protagonista. Esta es una primera concesión a la ilustración, la sustitución de elementos mágicos por otros racionales.

También utiliza personajes serios, como la propia Cenerentola, Alidoro y el Príncipe Don Ramiro. Hay un rol intermedio, que es el Dandini, su papel es cómico pero se trata de un barítono serio. El resto de protagonistas tienen un marcado carácter buffo, como Don Magnifico y las hermanastras Clorinda y Tisbe.

A pesar de los esfuerzos de Rossini y Ferreti, La Cenerentola no se pudo estrenar a tiempo y lo hizo el 25 de enero de 1817, ya iniciada la temporada. Ferreti cuenta en sus memorias que el estreno de Cenerentola fue turbulento, pero no se entiende muy bien a qué se refiere, pues se ofrecieron 22 representaciones y se programó, ese mismo año, en otros siete teatros italianos. Su éxito pudo deberse, en gran medida, a que el personaje de Cenerentola estuviera interpretado por las más famosas mezzosopranos del momento, Isabella Colbran y Pauline Viardot. Durante todo el siglo XIX los compositores belcantistas fueron muy famosos y gozaron de gran éxito, cayendo después en el olvido y llegando a desaparecer del repertorio, con algunas excepciones, como El Barbero de Sevilla.

En la segunda mistad del siglo XX se recupera La Cenerentola y comienza a representarse, cada vez más a menudo, en los principales teatros de ópera. Esta recuperación del título y su paulatina incorporación al repertorio, tiene dos nombres propios, Conchita Supervía y Teresa Berganza, ambas dieron vida al personaje de Angelina. Por cierto, todas las funciones de esta producción del Teatro Real están dedicadas a Teresa Berganza.

La partitura es una obra maestra. Su escritura es muy sencilla, lo que le aporta agilidad y frescura. En toda la obra hay una clara preferencia de los conjuntos sobre las arias y los construye casi por acumulación. Comienza el aria un personaje y se van incorporando los demás progresivamente, empieza uno y terminan seis. Las melodías están elaboradas como un juego de permutaciones de arpegios con un virtuosismo y una precisión extrema. El resultado es, por ejemplo, el sexteto del segundo acto, Questo è un nodo avviluppato. Para ello se precisan, claro está, voces de gran agilidad.

Tras veinte años de ausencia, vuelve La Cenerentola al Teatro Real en una coproducción de Norske de Oslo y la Opéra National de Lyon. En el foso, uno de los directores que mejor conoce este repertorio, Riccardo Frizza.

En la dirección de escena, el noruego Stefan Herheim, que ha basado su escenografía en el ya tradicional juego del teatro dentro del teatro. Ha presentado una cenicienta clásica a la que ha actualizado vistiéndola de limpiadora del Teatro, con su carrito de materiales incluido. La escenografía es colorista y alegre, sobre todo el magnífico vestuario de Esther Bialas y los vídeos de Torge Moller, que proyecta imágenes del castillo del príncipe, muy evocadores de los castillos Disney, lo que ayuda a crear esa atmósfera de cuento. Aunque la escenografía es más clara y efectiva, en cuanto al desarrollo de la historia, a partir del segundo acto.

Riccardo Frizza domina este repertorio al que imprime su impronta para acentuar el estilo rossiniano. La orquesta sonó muy bien para lo poco que ha tocado Rossini en los últimos años. Los tiempos fueron algo lentos, poco chispeantes, pero el resultado estuvo lleno de matices. El primer acto resultó algo desajustado, tanto en la escenografía como en lo vocal, y de cierta desconexión entre escenario y foso. Frizza ayudó a que la orquesta no engullera alguna de las voces de volumen más bien escaso que se esforzaban sobre el escenario. Y es que la música de Rossini, como dice el propio Frizza, está a la altura de los grandes y no es fácil lidiar con sus partituras. La dirección musical, como la escenografía y las voces, se fueron creciendo a medida que avanzaba la obra, creando en el segundo acto una atmósfera rossiniana absoluta.  En esta ocasión el director musical tuvo una participación activa en la representación, interviniendo en escena y conversando con los cantantes en varias ocasiones. Un detalle simpático que agradó al público.

Este segundo reparto estuvo encabezado por una jovencísima debutante que resultó una gran sorpresa, la rusa Aigul Akhmetshina. Posee una voz caudalosa y, sin embargo, con gran capacidad para las agilidades, que dominó en todo momento. Un buen registro central y potentes graves. Su Angelina fue sin duda quien más brilló esa noche, también en la parte interpretativa.

El príncipe Don Ramiro estuvo representado por el italo-americano Michele Angelini. Su timbre es agradable, pero tuvo problemas con su escaso volumen, sobre todo en las partes más agudas, donde parecía que su voz se estrangulaba. Tampoco tuvo en las agilidades su punto más fuerte.

El Don Magnifico de Nicola Alaimo fue el personaje más rossiniano de cuantos participaron esa noche. Respondió con soltura a sus dos roles, pues era también el Rossini principal en escena y el único, junto a la Angelina de Akhmetshina, que respondió a las exigentes agilidades de su rol.

El Dandini estuvo a cargo del Barítono Borja Quiza, de potente voz y gran capacidad escénica, pero este personaje no encaja bien con una voz tan lírica. Le faltó expresividad y ligereza que suplió, en parte, por su buen hacer sobre el escenario.

Muy bien estuvieron las dos malvadas hermanastras de Cenicienta, las sopranos Rocío Pérez y Carol García, muy bien en los concertantes y en sus roles, en los que se desenvolvieron con gran comicidad.

Mención especial merece el coro, solo hombres en esta ocasión, dirigidos por Andrés Máspero. No solo brillaron en lo vocal, tuvieron también unas inspiradísimas apariciones en escena.

Se entrena así una de las temporadas más especiales del Teatro Real, que continúa recibiendo todo tipo de felicitaciones por su buena gestión en una temporada tan difícil como la pasada. Un Teatro Real que no deja de ser valiente y lo demuestra programando esta Cenerentola, toda una declaración de intenciones.

Entrevista Riccardo Frizza

Comenzó tocando el piano, hasta que a los 14 años, durante unas vacaciones de Pascua en Viena, asistió a un concierto quedando fascinado por la figura del director, nada menos que Karajan. ¿Por qué entonces conformarse con un instrumento, pudiendo hacer que sonaran todos? Así empezó la trayectoria de Riccardo Frizza. Es actualmente director del Festival Donizetti de Bérgamo, ha sido premiado recientemente como mejor director musical por su Lucia de Lammermmor en ABAO y  a partir del 23 de septiembre será el encargado de estrenar una de las temporadas más especiales del Teatro Real. Lo hace con La Cenerentola, de Gioachino Rossini, y con el firme propósito de demostrar que el genio de Pésaro está a la altura de Mozart o Beethoven y que su Cenerentola es una auténtica obra maestra. Riccardo Frizza

 

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El Teatro Real inaugura el próximo 23 de septiembre la Temporada 2021-2022 ─la vigesimoquinta desde la reapertura y centésima desde su inauguración─, con La Cenerentola, de Gioachino Rossini.

Se ofrecerán 15 funciones de la ópera, entre el 20 de septiembre ­Preestreno Joven de la Temporada­ y el 9 de octubre, en una coproducción de la Den Norske Opera de Oslo y la Opéra National de Lyon presentada en ambos teatros en 2017, precisamente dos siglos después de su estreno en el Teatro Valle de Roma, en 1817.

De hecho, La Cenerentola, ossia la bontà in trionfo (La Cenicienta, o sea, El triunfo de la bondad) fue compuesta a contrarreloj, en un tiempo récord de 24 días, con asombrosa rapidez y sincrónica coordinación entre el libretista Jacopo Ferretti y Gioachino Rossini, que a sus 25 años era ya un compositor consagrado, con 19 óperas en su catálogo, incluyendo títulos tan populares como Tancredi, L’italiana in Algeri, Il turco in Italia, Otello o El barbero de Sevilla…

Ante la premura del tiempo, Rossini trabajó a destajo, reutilizando fragmentos de óperas precedentes, como solía hacer, además de contar con la colaboración de Luca Agolini para la escritura de los recitativos.

Debido a las limitadas posibilidades técnicas del escenario del teatro romano y al apremio del estreno, Rossini y Ferretti decidieron utilizar una versión del cuento de La Cenicienta despojado de sus elementos fantásticos: la malvada madrastra fue reemplazada por el mezquino padrastro Don Magnífico; el hada madrina desaparece, dejando a Alidoro como ‘padrino’ de la desdichada criada, y el icónico zapato es sustituido por un simple brazalete.

Tanto el perfil de los personajes como la partitura revelan una perfecta ósmosis entre la tradición del dramma giocoso y de la ópera bufa ­con Don Magnifico y Dandini, herederos de la commedia dell’arte­ y elementos de un ‘realismo’ ya romántico representado por el filósofo Alidoro o la pareja protagonista.

Con su asombrosa riqueza melódica y una paleta orquestal de brillante eficacia, Rossini se regodea con la comicidad de los personajes y las situaciones ­geniales los números de conjunto­, pero también con arias belcantistas de gran ardor sentimental y virtuosismo vocal.

La puesta en escena de Stefan Herheim devuelve al cuento de La Cenicienta sus elementos taumatúrgicos, dando al mismísimo Rossini una ‘batuta mágica’ con la que dar vida a sus irreverentes personajes, en un permanente juego ilusionista más cercano al universo de Lewis Carroll que al de Charles Perrault.

Herheim se recrea con el juego de disfraces de la ópera, travistiendo a Rossini como Don Magnífico, en un claro guiño a la célebre producción de La Cenerentola concebida por Jean Pierre Ponnelle, en la que Rossini se escondía detrás de Alidoro, y que protagonizó genialmente Teresa Berganza.

Un doble reparto dará vida a los personajes de La Cenerentola, encabezados por las mezzosopranos Karine Deshayes y Aigul Akhmetshina. Las acompañarán los tenores Dmitry Korchak y Michele Angelini (Don Ramiro); los barítonos Renato Girolami y Nicola Alaimo (Don Magnífico) y Florian Sempey y Borja Quiza (Dandini); los bajos Roberto Tagliavini y Riccardo Fassi (Alidoro), las sopranos Rocío Pérez y Natalia Labourdette (Clorinda) y la mezzosoprano Carol García (Tisbe).

La dirección musical correrá a cargo de Riccardo Frizza, que ya dirigió en el Teatro Real las dos versiones de Tancredi, también de Rossini, en 2007. Contará con el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, que volverán a interpretar La Cenerentola 20 años después de la última producción de este título presentada en el Real, con dirección musical de Carlo Rizzi y dirección de escena de Jérôme Savary, en 2007.

Fotografía © Erik Berg

Riccardo Frizza_Donizetti Opera © Gianfranco Rota

El próximo 20 de septiembre el Teatro Real de Madrid inaugura la temporada 2021/2022 con La Cenerentola, con dirección de escena de Stefan Herheim y dirección musical de Riccardo Frizza. La ópera rossiniana estará en escena desde el 23 de septiembre al 9 de octubre con un total de 14 funciones, además del preestreno del 20 de septiembre con acceso solo por invitación. “España es el país en el que vivo y que ha significado mucho en mi vida profesional” afirma Riccardo Frizza. “Precisamente desde España llega este año un reconocimiento que me enorgullece: el Premio Ópera XXI, otorgado por la asociación de teatros y festivales de ópera españoles por la funciones de Lucia di Lammermoor que dirigí en 2019 en ABAO Bilbao Opera, y que recibiré el 11 de septiembre en el Teatro de La Zarzuela de Madrid”. La gala de entrega de premios se podrá ver en directo desde la plataforma digital OperaVision.

Respecto de su regreso al podio del Teatro Real, Frizza asegura que, por temas de agenda, hasta el momento solo había dirigido una única vez en el Real, “en 2007, cuando tuve la oportunidad irrepetible de ofrecer dos versiones de Tancredi de Rossini, la de Venecia y la de Ferrara. Fue una experiencia extraordinaria, tanto desde el punto de vista teatral –con una espléndida dirección de escena de Kokkos–, como musical, ya que se creó una muy buena sintonía entre el equipo creativo y los dos elencos, e incluso desde el punto de vista filológico gracias a la asistencia de la Fondazione Rossini de Pésaro con la edición crítica de su partitura. Fue una gran oportunidad para sondear una ópera compuesta por un Rossini de poco más de veinte años, muy lograda en relación a la edad del compositor y sin duda un eslabón importante en una cadena de obras maestras inmortales”.

Después de catorce años el maestro Frizza está muy satisfecho con el “reencuentro con un coro y una orquesta espectaculares, dos repartos solistas muy bien equilibrados y mucho entusiasmo. En estos años el mundo ha cambiado y la pandemia ha causado estragos en el sector, pero la música y la ópera han resistido, sobre todo en España y especialmente en el Teatro Real, ayudándonos a mantener el rumbo. Quizás ahora todos seamos un poco más maduros después de esta experiencia a nivel global”.

Director musical del Festival Donizetti de Bérgamo, Riccardo Frizza es uno de los más aclamados directores de orquesta de su generación, invitado regularmente de teatros y festivales internacionales como la Opéra de París, Lyric Opera de Chicago, Metropolitan Opera de Nueva York, Bayerische Staatsoper, Teatro alla Scala de Milán, Rossini Opera Festival de Pésaro, Festival Verdi de Parma, Maggio Musicale Fiorentino, Accademia Nazionale de Santa Cecilia de Roma, Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Gewandhausorchester de Leipzig y Sachsische Staatskapelle de Dresden.

Riccardo Frizza

Fotografía © Gianfranco Rota

Premios Ópera XXI

Carlos Álvarez, Xabier Anduaga, Robert Carsen, Riccardo Frizza, la producción de Turandot del Liceu y el proyecto artístico y educativo Zarza del Teatro de la Zarzuela serán galardonados el próximo sábado 11 de septiembre en la tercera edición de los Premios Ópera XXI.

El próximo sábado 11 de septiembre, a partir de las 20h., se celebrará la tercera edición de los Premios Ópera XXI, los galardones nacionales de la lírica, que se llevarán a cabo de manera presencial en el madrileño Teatro de la Zarzuela.

Los galardones que se entregarán el próximo sábado, en una ceremonia conducida por el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, y la directora de escena Bárbara Lluch, reconocen lo mejor de los escenarios españoles en las labores de interpretación (mejor cantante y mejor joven cantante), dirección musical (mejor director), la producción operística (mejor director de escena, mejor nueva producción, mejor producción latinoamericana) y la iniciativa más destacada de fomento de la lírica durante la temporada 2019-2020, el ciclo que interrumpió la pandemia y obligó a los espacios escénicos a echar el cierre durante los peores meses de la Covid19.

La gala de los terceros Premios Ópera XXI supone el primer reencuentro de los máximos representantes de los teatros, festivales y temporadas líricas de nuestro país desde marzo de 2019, fecha de la primera edición de estos premios, puesto que la segunda edición tuvo que llevarse a cabo en streaming. En la entrega también estarán presentes un buen número de artistas, personalidades del mundo cultural, social y político y profesionales de los principales teatros, festivales y temporadas líricas de España.

“Nos hace especial ilusión volver a encontrarnos todos de manera presencial, después de tantísimos meses de enorme esfuerzo por parte de todos los teatros, festivales y temporadas; de los artistas y de los magníficos equipos profesionales que tenemos”, señala el presidente de Ópera XXI, Oriol Aguilà. “Fueron unos meses extenuantes para todos y esperamos haber dejado atrás lo peor de esta pandemia. Es un orgullo formar parte de un sector, de una actividad cultural, que ha sido la admiración del mundo por su capacidad para organizarse y salir adelante. Es necesario poner en valor que la ópera y la zarzuela de nuestro país son hoy referentes a nivel internacional”. De hecho, toda la gala será un homenaje al público, a los artistas y a los profesionales del sector lírico, y contará con la actuación de destacados artistas del panorama lírico de nuestro país.

 Para la celebración de la ceremonia se tendrán en cuenta todas las medidas de prevención y control sanitario que el Teatro de la Zarzuela aplica a sus espectáculos, tanto en sala como en backstage, para garantizar así la máxima seguridad y comodidad tanto del público como de los artistas que participarán en el transcurso de la gala. El espectáculo tendrá una duración aproximada de una hora y veinte minutos, y será retransmitido por las plataformas internacionales OperaVision, Canal ARTE, MyOperaPlayer, además de en la web www.operaxxi.com y en el canal youtube del Teatro de la Zarzuela.

La edición de los galardones que simbolizan el parón por la pandemia en las temporadas españolas tiene un carácter absolutamente excepcional e incluye un premio a la Mejor Iniciativa Digital durante el confinamiento, con el propósito de resaltar y poner en valor las actividades, la generosidad y el esfuerzo desarrollado en el ámbito digital y audiovisual por los teatros, temporadas y festivales desde marzo de 2019, en el marco del distanciamiento social y las medidas de seguridad para evitar la propagación de la Covid19 en nuestro país. La gala de entrega se llevará a cabo de manera presencial en el Teatro de la Zarzuela el próximo 11 de septiembre de 2021.

El presidente de Ópera XXI reconoce que: “Es importante, al hacer memoria, recordar aquellos primeros cierres y cancelaciones, la incertidumbre de una situación completamente nueva y desconocida para nosotros y el camino de reinvención contante que hemos recorrido hasta este momento. Se revalidó una vez más el carácter esencial de nuestra actividad y su dimensión social y económica. Por eso queremos que el próximo 11 de septiembre sea una celebración de todo eso, que podamos por fin estar unidos y seguir estrechando lazos y que sea el primer paso para un ciclo de temporadas, el 20/21, completamente distinto y esperanzador”.  

El jurado de esta edición, que se reunió en el Teatro Real de Madrid el pasado 10 de mayo de 2021, está formado por personas de reconocido prestigio y con un profundo conocimiento de la actividad lírica nacional actual. Lo integraron los críticos y periodistas especializados, representantes de los principales medios nacionales e internacionales, Gonzalo Alonso, Maricel Chavarría, José Luis Jiménez, Alejandro Martínez, Jesús Ruiz Mantilla, Richard Martet, Fernando Sans-Rivière, Eva Sandoval, Victoria Stapells, Javier Pérez Senz, Ana Vega Toscano y el gestor Andrés Rodríguez, en representación y vicepresidente de Ópera Latinoamérica (OLA). También estuvieron presentes en las deliberaciones el presidente de Ópera XXI, Oriol Aguilà, el secretario de la asociación, José Monforte, y la coordinadora de los premios, Nieves Pascual.

Además, estos galardones comprenden la concesión de tres premios honoríficos: a la trayectoria personal, a la institución cultural y al impulso de mecenazgo, designados en Asamblea por todos los miembros de Ópera XXI.

Palmarés, III PREMIOS ÓPERA XXI

CARLOS ÁLVAREZ

El Premio Mejor Cantante es para el barítono Carlos Álvarez (Málaga, 1966), por su interpretación del papel de Rodrigo de la ópera ‘Don Carlo’, Verdi, en el Teatro Colón, septiembre de 2019, dentro de la programación lírica organizada por los Amigos de la Ópera de A Coruña.

Carlos Álvarez posee una de las carreras más sólidas de la escena operística de los últimos tiempos. Ha cantado en los más importantes coliseos del mundo, como La Scala de Milán, ROH Covent Garden, Festival de Salzburgo, Staatsoper de Viena o La Arena de Verona, además de ser aclamado año tras año en los principales escenarios de nuestro país. Entre sus numerosos premios destaca un Premio Grammy (2001), el Classical Award de Cannes y la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2003), el prestigioso título de Kammersänger la Opera de Viena (2013) y ostenta el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga. En la temporada 2019/2020 también encarnó al personaje de Alfonso XI en la ópera ‘La favorita’, Donizetti, en el Teatro Cervantes de Málaga.

CARLOS CHAUSSON

El jurado concedió asimismo una Mención Especial dentro de este apartado al bajo-barítono Carlos Chausson (Zaragoza, 1950), por su interpretación del papel protagonista en la ópera ‘Don Pasquale’ en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en octubre de 2019.

Chausson inició su carrera en San Diego, cantando el rol de Masseto ‘Don Giovanni. Desde ese momento empezó a destacar en las principales compañías de los Estados Unidos, y posteriormente en los principales teatros de ópera del mundo y de España, en ciudades como Viena, Zúrich, Milán, Berlín, Barcelona o Madrid, y en festivales importantes, como el de Salzburgo. Su amplio repertorio incluye ‘Il barbiere di Siviglia’, ‘Le nozze di Figaro’, ‘Così fan tutte’, ‘ L’italiana in Algeri’, ‘La fille du régimen’ o ‘La Cenerentola’, entre otros, destacando siempre por la enorme maestría con la que aborda los roles bufos.

XABIER ANDUAGA

El tenor Xabier Anduaga recibirá el Premio Mejor Joven Cantante por su fulgurante camino de éxitos, que, a sus 26 años, ya le ha consagrado como uno de los mejores intérpretes de la actualidad con una destacada trayectoria nacional e internacional.

Voz del Orfeón Donostiarra desde los 7 años, Xabier Anduaga (San Sebastián, 1995) participa desde 2016 en el Festival Rossini de Pésaro, abrió con enorme éxito el Festival Donizetti de Bérgamo en 2018, fue el gran triunfador del concurso Operalia celebrado en Praga en 2019 y, a su edad, y con apenas cinco años de carrera, ya se ha abierto un importante hueco en varios de los más prestigiosos teatros y festivales nacionales e internacionales fruto de un innegable virtuosismo. Debutó el rol de Ferrando en el Teatro de la Maestranza en octubre de 2020; ese mismo mes participó en el concierto ‘Viva el bel canto’ de Amigos de Ópera de A Coruña, participó en la gala ‘Estrellas de Navidad’ en AGAO el pasado diciembre.

RICCARDO FRIZZA

El Premio al Mejor Director Musical es para Riccardo Frizza, por su labor al frente de las funciones de ‘Lucia di Lammermoor’, Donizetti, en ABAO Bilbao Ópera (Palacio Euskalduna) en octubre de 2019.

Director musical del Festival de Ópera Donizetti de Bérgamo desde 2017, Riccardo Frizza dirige habitualmente en los teatros, instituciones musicales y festivales más importantes de la escena internacional y ha estado al frente de varias de las principales orquestas del mundo. Su presencia también es habitual en coliseos y festivales de nuestro país, donde en 2021 ha dirigido en el Gran Teatre del Liceu Les Contes d’Hoffmann y el concierto Las Tres Reinas con las escenas finales de la trilogía Tudor de Donizetti (Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux) junto a la soprano Sondra Radvanovsky. En septiembre regresará al Teatro Real inaugurando su temporada con La Cenerentola. Está especializado en repertorio italiano de compositores como Donizetti, Bellini, Rossini, Verdi y Puccini.

ROBERT CARSEN

El Premio a la Mejor Dirección de Escena es para Robert Carsen, por sus propuestas para la ópera Elektra, Richard Strauss, en el Palau de les Arts de Valencia en enero de 2020, y por su trabajo en el Teatro Real para las funciones de La Valquiria, Wagner, en febrero de 2020.

Nacido en Toronto, Robert Carsen estudió en el Old Vic Theatre y durante cinco años fue asistente en el Festival de Glyndebourne. Ha dirigido con enorme éxito títulos como ‘Die Tote Stadt’ en la Komische Oper de Berlín, ‘Der Rosenkavalier’ en la Royal Opera House de Londres, ‘Don Giovanni y Katia Kabanová’ en el Teatro La Scala de Milán, o ‘Wozzeck’, ‘Agrippina’ y ‘The Turn of the Screw’ en el Theater an der Wien. Si algo define su estilo es la combinación de poesía visual y movimiento, que ha aplicado con brillantez en su estética posapocalíptica para la obra wagneriana en el coliseo madrileño y para alcanzar las entrañas emocionales de la protagonista de Strauss en la Elektra de Valencia.

TURANDOT, GRAN TEATRE DEL LICEU

El premio a la Mejor Nueva Producción es para la Turandot, Puccini, programada por el Gran Teatre del Liceu en octubre de 2019.

Apuesta futurista y poética, este montaje con el que el videoartista barcelonés Franc Aleu se estrenó como director de escena, con la ovetense Susana Gómez en la codirección, llenó el escenario de metáforas visuales, colores y texturas, haciendo uso de las últimas tecnologías. El Teatre del Liceu inauguró la temporada 2019/2020 con este título, que contó con un importante equipo creativo en el que figuran, además de Franc Aleu y Susana Gómez, la escenografía de Carles Berga (y Franc Aleu), el vestuario de Chu Uroz, tecnologías multimedia de José Vaaliña, iluminación de Marco Filibeck, Infografía 3d art de Nil Estany, Martina Ampuero y Romà Hereter; asistencia a la dirección de escena de Salva Bolta, asistencia al vestuario de Joana Poulastrou, asistencia a la iluminación de Oscar Frosio, construcción de la escenografía de Delfini Group S.R.L., confección del vestuario de Pachuco, Txu, S.L.; tecnologías multimedia de Eyesberg Studio, robots para escena de Universal Robots y su integración por parte de Iberfluid Systems y el programador VR App Giuseppe Morittu.

PROYECTO ZARZA, TEATRO DE LA ZARZUELA

El Premio a la Mejor Iniciativa de Fomento de la Lírica es para el Proyecto Zarza, proyecto artístico y de divulgación creado por el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, con el objetivo de que las jóvenes generaciones conozcan el patrimonio lírico español, de acercarse a nuevos públicos y de abrir la puerta a nuevas generaciones de artistas.

El lema del proyecto es “Zarzuela hecha por jóvenes y para jóvenes” y hasta la fecha, en sus cinco ediciones, ha adaptado cuatro clásicos de nuestro género chico: ‘La revoltosa’, ‘El dúo de la africana’, ‘La verbena de la Paloma’, y ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, y ha presentado un título original, la reciente ‘Amores en zarza’, cuya historia se desarrolla al hilo de una selección de números musicales de diferentes zarzuelas. Protagonizadas por artistas de entre 18 y 30 años, las obras de ‘Zarza’ adaptan los textos y la escena a la contemporaneidad del nuevo público.

MY OPERA PLAYER / FESTIVAL PERALADA LIVESTREAM

El jurado de los Premios Ópera XXI concedió ex aequo el Premio Mejor Iniciativa Digital durante el confinamiento a la plataforma My Opera Player, la plataforma videoteca del Teatro Real, y al Festival Peralada Livestream.

Tras el cierre de los teatros en marzo de 2020, a causa de la Covid19, y durante los meses más duros de la pandemia, el Teatro Real consolidó la proyección de su plataforma audiovisual y ofreció al mundo todos sus contenidos, para que miles de personas pudiesen disfrutar de su amplio catálogo de forma abierta y con acceso gratuito a contenidos. Además, amplió su oferta de espectáculos e incorporó nuevos apartados para ofrecer una visión documental y didáctica y enriquecer la experiencia de los usuarios.

Ante la imposibilidad de ofrecer sus espectáculos de forma presencial en julio de 2020, el Festival Internacional de Peralada se reinventó y puso en marcha el Festival Peralada Livestream, una edición excepcional adaptada a la situación y totalmente gratuita que se llevó a cabo en el recinto del Carme del castillo de Peralada y que contó con artistas como la bailaora María Pagés, la soprano Sabina Puértolas, el director musical Josep Pons al frente de la Orquesta Sinfónica del Liceu; o el cantante y compositor Alfonso de Vilallonga. El festival desarrolló paralelamente un campus divulgativo y un espacio expositivo.

PREMIO OLA, en colaboración con Ópera Latinoamérica

El Premio a la Mejor Nueva Producción Latinoamericana recayó en la producción de ‘La italiana en Argel’, de Rossini, que se pudo ver en el Teatro Municipal de Santiago de Chile en octubre de 2019, con dirección de escena de Rodrigo Navarrete y musical de José Miguel Pérez-Sierra.

Navarrete ubica la acción entre fines de los 60 y comienzos de los 70 del siglo XX, en una época que se vincula y así lo entremezcla en su propuesta con la independencia de Argelia (1962), la aparición de la mini falda (Mary Quant) y los primeros liderazgos femeninos importantes.

Tras leer acta jurado y revelar el palmarés de la tercera edición, el secretario de Ópera XXI y director general del Palau de les Arts de Valencia, José Monforte, subrayó que: “Han sido meses complicados para lírica. Por eso, estos premios son especialmente importantes este año. Simbolizan el esfuerzo de muchas personas del sector para sobreponerse a la incertidumbre y las dificultades de una temporada que se vio truncada por la pandemia. La cultura es necesaria y, además, motor económico. Tenemos ilusión y ganas por continuar trabajando y ver de nuevo nuestros teatros llenos con 100% de aforo”.

El director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, remarcó por su parte durante la que este tiempo de pandemia “ha servido para determinar el lugar que nos corresponde, nuestra capacidad de reacción ante los más graves e inesperados problemas”. Quienes formamos parte de Ópera XXI, añadió, “hemos sido durante muchos meses faro de la lírica mundial, espejo donde desde cualquier rincón del mundo han querido mirarse. Ejemplo de que se puede actuar de la forma más responsable sin renunciar a levantar el telón cada noche. Y el público, que al fin y al cabo es quien nos da la vida, así lo ha entendido; así lo ha querido. Hemos aprendido, en definitiva, que la cultura es cada día más necesaria y, por supuesto, segura”.

PREMIOS HONORÍFICOS

EMILIO SAGI

Durante la primera semana de mayo, la Asamblea de Ópera XXI, celebrada en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, estableció los galardones honoríficos de esta tercera edición de los Premios Ópera XXI.

Riccardo Frizza

Después de dirigir en mayo por segunda vez en la temporada del Liceu barcelonés (Les contes d’Hoffmann y el espectáculo Las Tres Reinas de Donizetti junto a la soprano Sondra Radvanovsky), y ser recientemente premiado por Ópera XXI al mejor director musical por su labor al frente de las funciones de Lucia di Lammermoor, de Donizetti, que inauguraron la temporada 2019-2020 de ABAO Bilbao Ópera, el director de orquesta italiano Riccardo Frizza regresa mañana a la cartelera de París, cuyo público le conoce bien al haber dirigido en varias ocasiones en diversos escenarios de la ciudad del Sena. En esta ocasión será para liderar la Orchestre de Chambre de Paris desde el podio del Théâtre des Champs-Élysées uno de los títulos fundamentales del bel canto romántico, La Sonnambula, de Bellini, y que llega al coliseo parisino en un nuevo montaje con dirección de escena firmada por el también tenor, gestor y escritor Rolando Villazón –debutando como director en París– y coproducido entre el Champs-Elysées, la Semperoper Dresden, la Metropolitan Opera de Nueva York y la Opéra de Nice Côte d’Azur. Frizza, director musical del Festival Donizetti de Bérgamo y toda una autoridad en el repertorio belcantista, tendrá sobre el escenario, entre otros, a la soprano surafricana Pretty Yende en el exigente papel de Amina, a Francesco Demuro como Elvino y a Alexander Tsymbalyuk como Rodolfo. La Sonnambula será retransmitida por France Musique y las funciones serán los días 15, 17, 20, 22, 24 y 26 de junio.

Tras su compromiso en la capital francesa, Riccardo Frizza dirigirá un concierto junto al tenor Bryan Hymel en el Teatro Regio de Parma enmarcado en el la edición 0 del Festival Toscanini (21 de junio) y de cara al verano ofrecerá unas clases magistrales organizadas por la Bienal de Venecia entre el 2 y el 11 de julio antes de volver a España para inaugurar en septiembre la temporada del Teatro Real de Madrid con La Cenerentola, de Rossini.

Riccardo Frizza

Théâtre des Champs-Élysées

Riccardo Frizza

Recién presentada la programación del Donizetti Opera Festival, el más importante dedicado al compositor bergamasco, Riccardo Frizza encara con entusiasmo la edición de 2021 dirigiendo L’elisir d’amore con Javier Camarena a la cabeza del reparto, en una temporada en la que también destacan la inauguración de curso del Teatro Real con La Cenerentola y su regreso al Metropolitan de Nueva York con Lucia di Lammermoor.

La pasada edición del Donizetti Opera Festival fue la de la pandemia y fue complicada”, afirma Riccardo Frizza desde París, donde se encuentra en plenos ensayos de la producción de La Sonnambula que se estrena en el Théâtre des Champs-Elysées el 15 de junio. Pese a las restricciones impuestas por la difícil situación que se vivía en Italia, el Festival creó un canal de TV online específico para la programación de 2020 (con lógicos retoques a causa de la pandemia), convirtiéndose en el primero en ofrecer espectáculos desde un teatro cerrado al público. “Es muy emocionante ver que ha valido la pena el durísimo trabajo realizado en todos estos meses tan difíciles para el Festival y para el país, pero, por suerte, este año afrontamos el futuro con luz y esperanza, en una edición en la que nos encontraremos con nuestro público fiel en la sala del recientemente renovado Teatro Donizetti”, comenta Frizza, director musical del festival. El certamen se celebrará entre el 18 de noviembre y el 5 de diciembre, y Frizza se pondrá al mando de la primera ópera, L’elisir d’amore, con un elenco en el que brillará el tenor mexicano Javier Camarena en el rol de Nemorino en una nueva producción firmada por Frederic Wake-Walker (funciones los días 19 y 28 de noviembre y 5 de diciembre).

El Festival se iniciará con un operashow con fragmentos de obras de Donizetti, Offenbach, Rossini o Mozart, con dramaturgia de Alberto Mattioli y Francesco Micheli –director del Festival–, en la que destaca la participación del bajo nacido en Bérgamo Alex Esposito y de artistas de la academia Bottega Donizetti (18 de noviembre). La programación operística se completará con dos títulos más: La fille du régimen, con la Marie de la española Sara Blanch junto a John Osborn como Tonio y Paolo Bordogna como Sulpice, en una  nueva producción dirigida escénicamente por Ernesto Doñas (21 y 26 de noviembre y 3 de diciembre). La tercera ópera del cartel vendrá de la mano de Simon Mayr –maestro de Donizetti– y su Medea in Corinto y un elenco formado por Roberto Lorenzi, Michele Angelini y Carmela Remigio, con dirección de escena de Francesco Micheli y bajo la batuta de Jonathan Brandani (20 y 27 de noviembre y 4 de diciembre).

Todos los títulos de ópera serán, como siempre, interpretados a partir de las nuevas ediciones críticas; completarán la programación un recital a cargo de Sara Blanch y Paolo Bordogna en el Teatro Sociale de la ciudad de Donizetti.

Riccardo Frizza, durante la temporada 2021-2022, además de su participación en el Festival Donizetti inaugurará en septiembre el curso del Teatro Real de Madrid con La Cenerentola de Rossini y volverá al Metropolitan de Nueva York con Lucia di Lammermoor de Donizetti en abril de 2022, entre otros compromisos.

Fotografía: Gianfranco Rota

Riccardo Frizza

Festival Donizetti

Riccardo Frizza_Belcanto Concert © Opéra de Monte-Carlo_Feb 2021

Después de dirigir Rigoletto en el Maggio Musicale Fiorentino el pasado mes de febrero en una producción dirigida escénicamente por Davide Livermore que se grabó a puerta cerrada debido al actual cierre de los teatros en Italia y que se emitirá próximamente en streaming, Riccardo Frizza regresa a Barcelona en mayo para ponerse nuevamente al mando de la sinfónica liceísta los días 6 y 8 de mayo para dirigir a la soprano Sondra Radvanovsky en el concierto The Three Queens, con las escenas finales de la trilogía Tudor de Donizetti (Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux). El espectáculo, estrenado en la Ópera de Chicago en 2019, contará con la dirección escénica de Rafael R. Villalobos, quien ha diseñado una ambientación y un vestuario específico para cada reina. Ante este reencuentro con Sondra Radvanovsky, Frizza asegura que “no se le ocurre” pensar en “una mejor voz que pueda afrontar un reto de estas características” que la de la cantante norteamericana, “ya que sabe sumergirse en el estilo logrando una interpretación, tanto desde el punto de vista vocal como dramático, yo diría que sublime”.

Este concierto escenificado debía haberse estrenado en diciembre pasado, pero las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia obligaron al coliseo barcelonés a posponerlo hasta esta primavera. “Me siento muy feliz de volver al Liceu por segunda vez en esta misma temporada, tras Les contes d’Hoffman del pasado mes de enero, un teatro en el que me siento como en casa y al que regresaré en próximos e interesantes proyectos”, concluye el director italiano.

Tras su compromiso en Barcelona, el responsable musical del Festival Donizetti de Bérgamo volverá a París, esta vez para dirigir en el Théâtre des Champs-Elysées La sonnambula, de Bellini, los días 15, 17, 20, 22, 24 y 26 de junio ante la Orchestre de Chambre de Paris y del Chœur de Radio France en un montaje cuya dirección de escena firma el tenor Rolando Villazón y con un reparto de lujo entre los que destacan la soprano Pretty Yende como Amina y Francesco Demuro en el rol de Elvino.

De cara al verano, Riccardo Frizza ofrecerá unas clases magistrales organizadas por la Bienal de Venecia entre el 2 y el 11 de julio antes de volver al Teatro San Carlo de Nápoles para dirigir cinco funciones de L’elisir d’amore los días 23, 25, 27, 29 y 31 del mismo mes.

Riccardo Frizza_Belcanto Concert © Opéra de Monte-Carlo

Riccardo Frizza

Gran Teatre del Liceu

Théâtre des Champs-Elysées

Frizza

Tras su paso el pasado noviembre por el Festival Donizetti de Bérgamo, del que es director musical desde hace tres años, Riccardo Frizza vuelve a los escenarios españoles, esta vez para ponerse al frente de las diez funciones que el Gran Teatre del Liceu de Barcelona ha programado de la ópera de Jacques Offenbach Les contes d’Hoffmann (18, 19, 20, 21, 25, 26, 28, 30, 31 de enero y 1 de febrero). El maestro italiano se pondrá al mando de la producción que firmara Laurent Pelly en 2013 para el teatro barcelonés, la Opéra National de Lyon y la Ópera de San Francisco, con la que sorprenderá al retratar las vicisitudes del torturado poeta Hoffmann.

Para Frizza, que ya debutó el título en Viena en 2012, “se trata de un título fascinante, en el que sin duda hay que sumergirse de lleno en el libreto y conocer muy bien los textos –y su significado– para poder dirigirla con coherencia; se trata de una obra compleja, con muchos personajes y que el compositor dejó inacabada siendo después terminada por Ernest Giraud. A lo largo de los años ha sufrido diversas modificaciones de las que han surgido distintas versiones; en el Liceu haremos la considerada como definitiva, que el musicólogo Michael Kaye revisó en los años noventa del siglo pasado, a quien conocí en Miami y quien me explicó algunos secretos que me ayudaron a poder debutarla en su momento”, afirma el director.

Bajo las órdenes de Frizza, en el Liceu se alternarán dos repartos en los que destacan, entre otros, John Osborn y Arturo Chacón-Cruz como Hoffmann, Olga Pudova y Rocío Pérez (Olympia), Ermonela Jaho (Antonia), Nino Surguladze y Ginger Costa-Jackson (Giulietta), Marina Viotti y Carol García (Nicklausse) y Alexander Vinogradov y Roberto Tagliavini (Lindorf / Coppélius / Doctor Miracle / Capitán Dapertutto).

Tras este nuevo compromiso en el Liceu, Riccardo Frizza continuará más tarde con su agenda internacional para dirigir conciertos junto a Joyce El-Khoury y Karine Deshayes en la Opéra de Monte-Carlo y en el Théâtre des Champs-Élysées de París, Rigoletto en el Maggio Musicale Fiorentino, La sonnambula de nuevo en el Théâtre des Champs-Elysées y L’elisir d’amore en el San Carlo de Nápoles. En 2022, entre otros compromisos, destaca su regreso al Metropolitan de Nueva York con Lucia di Lammermoor.

Web José Riccardo Frizza

Web Gran Teatre del Liceu

Riccardo Frizza

El maestro italiano regresa a la ciudad de los canales para ponerse al mando de la Orquesta y Coro de La Fenice con un concierto que celebra los 1.600 años de Venecia y con la ópera Roberto Devereux, inicio de una temporada en la que también destacan compromisos en Bérgamo, Barcelona, Montecarlo, Florencia, París y Nápoles.

Después de dirigir el pasado mes de julio en la Arena de Verona un concierto y de ofrecer en agosto clases magistrales en Florencia, el director italiano Riccardo Frizza vuelve a los escenarios este mes de septiembre con dos compromisos en Venecia, una ciudad en la que se ha prodigado con asiduidad durante su trayectoria artística.

El 8 de septiembre dirigirá a los cuerpos estables de La Fenice en la icónica Plaza San Marcos y en un concierto que celebra los 1.600 años de la fundación de la ciudad de los canales. Compartiendo el podio con Daniele Callegari, el evento ofrecerá un repaso a algunas de las páginas operísticas más emblemáticas de autores tan populares como Verdi, Rossini o Puccini, en las que también participarán la soprano Claudia Pabone y el tenor Piero Pretti. “Con este concierto se quiere ofrecer a los venecianos alegría e ilusión después del duro período vivido por la pandemia; además, la orquesta y el coro de La Fenice volverá a tocar en la Plaza San Marcos después de muchos años, por lo que estamos todos especialmente emocionados”, afirma Frizza.

Siempre en Venecia pero en la emblemática sala del Teatro La Fenice, el director italiano dirigirá los días 15, 17 y 19 de septiembre Roberto Devereux, de Donizetti, uno de los títulos de la Trilogía Tudor que reúne algunos de los pasajes más bellos y elaborados de la producción del compositor bergamasco, así como un libreto que ofrece un brillante análisis psicológico de su protagonista, la reina Isabel I de Inglaterra. Serán tres funciones en formato semiescenificado y con dirección de escena de Alfonso Antoniozzi. En los roles principales destacan la Elisabetta de la soprano Roberta Mantegna, la Sara de la mezzo Lilly Jørstad, el Devereux del tenor Enea Scala y el Duque de Nottingham que será interpretado por Alessandro Luongo.

Próximos compromisos llevarán a Riccardo Frizza a escenarios como los del Festival Donizetti de Bergamo, del que es su director musical y en el que en la edición 2020 dirigirá Belisario y Marino Faliero; al Gran Teatre del Liceu de Barcelona donde dirigirá un concierto Donizetti con Sondra Radvsnovsky y Otello; a la Opéra de Monte-Carlo con un concierto de bel canto junto a Olga Peretyatko y Karine Deshayes; al Maggio Musicale de Florencia con Rigoletto; al Théatre des Champs-Élysées con La Sonnambula y al Teatro San Carlo de Nápoles con L’elisir d’amore.

Fotografía: Joan Tomás

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Riccardo Frizza

El director italiano Riccardo Frizza regresa este mes de julio al podio del festival de la Arena de Verona para dirigir en el espectáculo Il Cuore italiano della musica, una gala lírica en la que participarán algunas de las mejores voces de la lírica internacional vinculadas al popular certamen veronés. La gala, que se ofrece en memoria de las víctimas de la pandemia y como homenaje a los profesionales sanitarios italianos, contará con la participación de cantantes de ese país como Francesco Meli, Fabio Sartori, Roberto Aronica, Fabio Armiliato, Annalisa Stroppa, Barbara Frittoli, Eleonora Buratto, Luca Salsi, Leo Nucci, Daniela Barcellona o Ferruccio Furlanetto, a quienes se unen otros tantos como María José Siri o Saimir Pirgu. El maestro Frizza compartirá el podio junto a las batutas de Marco Armiliato, Andrea Battistoni y Francesco Ivan Ciampa.

Este es el segundo homenaje a las víctimas de la Covid-19 en la que participa Riccardo Frizza. El domingo 28 de junio se puso al mando de la Messa da Requiem de Donizetti gracias a una iniciativa del Festival Donizetti Opera de Bérgamo del que es responsable musical, evento realizado a las puertas del Cementerio Monumental de la ciudad lombarda que fue retransmitido por la RAI y que contó con la presencia de las máximas autoridades italianas encabezadas por el presidente de la República, Sergio Mattarella.

Aunque el maestro Frizza tenía que haber inaugurado en septiembre la temporada de la Opéra National de París con L’elisir d’amore, compromiso que se ha cancelado a raíz de la crisis sanitaria, próximamente le esperan compromisos en Bérgamo (Belisario, Marino Faliero), Barcelona (concierto Donizetti junto a Sondra Radvanovsky, Otello de Verdi), Montecarlo (gala bel canto) y París (La Sonnambula), entre otros.

Info:

Web Riccardo Frizza: www.riccardofrizza.com

Riccardo Frizza

Riccardo Frizza, director musical del Festival Donizetti Opera con sede en Bérgamo (Italia), dirigirá el próximo 28 de junio la Messa da Requiem de Gaetano Donizetti a las puertas del Cementerio Monumental de la ciudad de la Lombardía en recuerdo y homenaje a las víctimas de la Covid-19. La pandemia golpeó duramente tanto a la ciudad como a toda esa región del norte de Italia. A la cita se espera contar con la presencia de las máximas autoridades del país encabezadas por el presidente de la República, Sergio Mattarella, velada en la que participarán intérpretes muy ligados al territorio como son la soprano Eleonora Buratto, la mezzosoprano Annalisa Stroppa, el tenor Piero Pretti y el bajo Alex Esposito junto al Coro y Orquesta Donizetti Opera.

Riccardo Frizza, director muy ligado a diferentes coliseos líricos españoles, afirmó que “el poder evocador de la música ayudará a celebrar este rito comunitario” con el que arranca la actividad cultural de la ciudad. “Antes de organizar cualquier iniciativa artística, lo que está muy arraigado en nuestra cultura, consideramos necesario brindar este homenaje a las víctimas y al dolor común que todos hemos sentido por la pérdida de tantos seres queridos. Para un acto de estas características el Requiem de Donizetti es la opción más adecuada, que será interpretado por artistas relacionados con el Festival Donizetti y con las ciudades de Bérgamo y Brescia, a quienes queremos agradecer su predisposición aceptando un caché simbólico”, afirma el maestro italiano.

La Messa da Requiem fue compuesta por Donizetti en 1835 tras la muerte de Vincenzo Bellini, a quien el compositor bergamasco profesaba una profunda admiración, y se interpretó por primera vez en la Basílica de Santa Maria Maggiore de Roma el 28 de abril de 1870, veintidós años después de la muerte del propio Donizetti.

En julio Riccardo Frizza –que la próxima temporada vuelve al Liceu de Barcelona para dirigir un concierto Donizetti junto a la soprano Sondra Radvanovsky y una producción de Otello– participará en el macroconcierto Il cuore italiano della Musica que organiza la Arena di Verona en el que participarán 25 cantantes y otros tres directores.

Web Riccardo Frizza

Web Donizetti Opera Festival

Después de dirigir Anna Bolena en Roma, Falstaff en Dallas y Aida en Venecia, el director italiano Riccardo Frizza regresa a España para ponerse al mando de la nueva producción de La Traviata que estrena en agosto el Festival Castell de Peralada (Girona), el más importante evento lírico del ámbito hispano. Frizza debutó la obra verdiana en 2005, cuando ya tenía en repertorio una docena de títulos del mítico compositor. “Me la habían ofrecido varias veces, pero hasta que no estuve seguro de hacerla en las condiciones óptimas, preferí esperar”. El momento propicio llegó en el Teatro La Fenice de Venecia, donde el propio Verdi estrenó su obra. “Junto con Rigoletto e Il Trovatore, que yo ya había dirigido, La Traviata conforma la trilogía popular verdiana”, recuerda el director. “Las melodías de esta obra maestra ya forman parte de la banda sonora de Occidente. ¿Quién no conoce, por ejemplo, su famoso Brindis? Verdi, con sus melodías, sabe cómo llegar al corazón de la gente y en Peralada podremos revivir esa misma sensación”.

Frizza considera que la obra presenta una trama muy adelantada a su época, “con una protagonista extraordinariamente moderna. Con esta ópera Verdi se atrevió a proponer como personaje principal no a una reina, sino a una prostituta. Cuando la obra se estrenó, en Italia y en toda Europa las familias eran completamente patriarcales, pero Violetta se rebela, lucha por su amor quien podría haber sido su suegro”.

En Peralada Frizza se pondrá al mando de la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu de Barcelona ante los solistas Ekaterina Bakanova, René Barbera y Quinn Kelsey, en un montaje de Paco Azorín. Las funciones están programadas para el 5 y el 7 de agosto.

Al día siguiente Riccardo Frizza se trasladará a Solsona (Lleida) para participar, entre el 8 y el 11 de agosto, en la Academia Internacional de Música de Solsona (AIMS) para ensayar con la Orquesta Sinfónica integrada por los músicos participantes en la Academia y posteriormente dirigir a los intérpretes seleccionados en la Segunda Sinfonía de Beethoven.

Mas tarde, ya en septiembre, Riccardo Frizza comenzará la temporada 2019-20 inaugurando el curso de la Opéra National de París con I Puritani, de Bellini, antes de dirigir el arranque de la temporada de ABAO Bilbao Opera con Lucia di Lammermoor.

Info:

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https://www.festivalperalada.com/es/programacio/163/la-traviata-de-verdi/

Fotografía: Riccardo Frizza © Joan TOMÀS / Fidelio Artist

Riccardo Frizza

Después de dirigir en el Teatro La Fenice de Venecia la ópera Semiramide de Rossini en conmemoración del 150º aniversario de la muerte del compositor y de haber inaugurado el Festival Donizetti de Bergamo en el que debutaba como director musical –con un concierto y exhumando la ópera del bergamasco Il Castello di Kenilworth–, el director italiano Riccardo Frizza regresa en diciembre a la temporada del Gran Teatre del Liceu de Barcelona para ponerse al mando de otra obra belcantista, la genial L’italiana in Algeri de Gioachino Rossini, antes de viajar a Bilbao, en enero, para dirigir I Lombardi alla prima crociata de Giuseppe Verdi.

En Barcelona Frizza demostrará su maestría en el repertorio belcantista, del que es un reconocido experto internacional, contando con dos repartos encabezados por especialistas como son la mezzosopranos Varduhi Abrhamyan y Maite Beaumont, los tenores Maxim Mironov y Edgardo Rocha y los bajo-barítonos Luca Pisaroni y Simón Orfila. Frizza se pondrá al mando de una producción del Teatro Regio de Turín que firma Vittorio Borrelli. Las funciones serán los días 13, 14, 15, 17, 18, 19, 21, 22 y 23 de diciembre.

En su regreso al podio de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO-OLBE) Riccardo Frizza se enfrentará a un ópera verdiana raramente programada como es I Lombardi alla prima crociata, con funciones los días 19, 22, 25 y 28 de enero, obra que casi completa el proyecto Tutto Verdi, una iniciativa abaísta que revisa la totalidad de la obra musical para el teatro del compositor italiano (el repertorio se completará con Alzira y Jérusalem). En esta ocasión el maestro Frizza contará con las voces de José Bros, Ekaterina Metlova y Roberto Tagliavini en los principales papeles, en una producción de Lamberto Puggelli para el Teatro Regio de Parma.

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Fotografía: Joan TOMÀS / Fidelio Artist

Riccardo Frizza

Después de su paso por La Scala de Milán (Il pirata), la Ópera de San Francisco (Roberto Devereux) y La Fenice de Venecia (Semiramide), el director italiano Riccardo Frizza debuta el 22 de noviembre como flamante director musical del Festival Donizetti de Bérgamo (Italia), ciudad natal del célebre compositor belcantista. Lo hará al mando del concierto inaugural del Festival con la Orchestra Sinfonica Nazionale della RAI y contando con algunas de las estrellas más importantes del estilo, como la soprano Jessica Pratt (nombrada este año artista residente del Festival), la mezzosoprano Daniela Barcellona y los tenores Levy Sekgapane y Xabier Anduaga. La cita es en el Teatro Sociale de Bérgamo y en el programa figuran obras de Rossini (conmemorando el 150 aniversario de su fallecimiento) y Donizetti.

Dos días más tarde, Riccardo Frizza estrenará en tiempos modernos la hoy desconocida ópera del compositor bergamasco Il castello di Kenilworth (funciones los días 24 y 30 de noviembre y 2 de diciembre), todo un
acontecimiento lírico a nivel global al tratarse de una obra muy estimada por el propio Donizetti y que brinda parte importante del protagonismo a la reina Isabel I de Inglaterra, figura recurrente en el mundo de la lírica.
Participarán en la exhumación, entre otros intérpretes, Jessica Pratt, Carmela Remigio, Xabier Anduaga, Stefan Pop y Lorenzo Barbieri, en una nueva producción del Festival Donizetti que lleva la firma de la actriz y directora zaragozana María Pilar Pérez Aspa.

Después de sus compromisos en la capital donizettiana mundial, en diciembre el maestro Frizza regresará al podio del Gran Teatre del Liceu de Barcelona para dirigir L’Italiana in Algeri de Rossini (funciones los días 13, 14, 15,
17, 18, 19, 21, 22 y 23 de diciembre), donde se pondrá al mando de un doble reparto de figuras consagradas en el arte rossiniano.

Riccardo Frizza

El maestro italiano Riccardo Frizza, que acaba de ser nombrado director musical del Donizetti Opera Festival de Bérgamo (Italia), no es solo una autoridad en el repertorio belcantista e italiano en general, sino también, y especialmente, del verdiano. Y si el curso pasado se puso al mando de más de medio centenar de funciones de obras de Verdi, Donizetti y Bellini en algunos de los teatros más importantes del mundo, en noviembre regresa a Japón para ponerse al mando de la producción de La Traviata de Verdi en el New National Theatre tokiota. La popular obra maestra verdiana, una de las más queridas del público japonés, contará con un reparto encabezado por la soprano rumana Irina Lungu, toda una estrella del firmamento lírico internacional.

Esta Traviata japonesa llega a la agenda del maestro Frizza después de haber conseguido un nuevo éxito en su carrera con el canto del cisne del genio verdiano, Falstaff, en el Teatro Regio de Parma, cuna del arte de Giuseppe Verdi. Y desde Tokio viajará después a la Opéra National de Paris para dirigir nueve funciones de Il barbiere di Siviglia de otro de los autores belcantistas más relevantes: Gioachino Rossini.

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Ricardo Frizza

El Festival Donizetti de Bérgamo (Italia), referencia internacional en la interpretación donizettiana, enriquece su estructura con una nueva figura: el director de orquesta de fama internacional Riccardo Frizza. El maestro italiano asume como responsable musical de un certamen único en el mundo dedicado a la investigación y divulgación de la amplia obra del compositor bergamasco, piedra angular del estilo belcantista romántico. El fichaje lo ha anunciado la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Bérgamo, Nadia Ghisalberti, conjuntamente con el director de la Fondazione Teatro Donizetti, Massimo Boffelli, al director artístico de la Fondazione Donizetti, Francesco Micheli, y al director de investigación, Paolo Fabbri. La labor del nuevo director musical se concretizará cuando se presente la programación de la edición 2018 del Festival, en la que también subirá al podio.

Riccardo Frizza (Brescia, 1971) es uno de los más importantes directores musicales de su generación. Con un amplio repertorio sinfónico y operístico, está considerado como una autoridad en la obra de Giuseppe Verdi y en el bel canto romántico (Rossini, Bellini y Donizetti). Se forma en el Conservatorio de Música de Milán y en la Accademia Chigiana di Siena. En 1998 vence el Concurso de directores de la República Checa y entre 1994 y 2000 es el director estable de la Orchestra Sinfonica de Brescia (Italia), con la cual dirige la integral de las Sinfonías de Beethoven y una multitud de obras del repertorio sinfónico. Es invitado habitual en La Scala de Milán, Maggio Musicale Fiorentino, Regio de Turín, La Fenice de Venecia, Opéra National de París, Festival d’Aix-en-Provence, Bayerische Staatsoper de Múnich, Semperoper de Dresde, Ópera de Zurich, ABAO-OLBE, Gran Teatre del Liceu de Barcelona, New National Theater de Tokyo, Lyric Opera de Chicago, Washington National Opera y en repetidas ocasiones en la San Francisco Opera o en el Metropolitan Opera de Nueva York, entre otros coliseos, en los que ha dirigido principalmente obras del gran repertorio italiano. Ha subido al podio de agrupaciones como la Orchestra dell’Accademia Nazionale di S. Cecilia, Gewandhaus Orchestre de Leipzig, Sachsische Staatskapelle de Dresde, La VERDI de Milán, Mahler Chamber Orchestra, Filarmónica de San Petersburgo, Philarmonia Orchestra de Londres, Bayerische Staatsorchester, Filarmónica de Montecarlo, Tokyo Simphony Orchestra o la Kyoto Symphony Orchestra.

En la temporada 2017-2018 le esperan compromisos en el Teatro Regio de Parma (Falstaff de Verdi), en el New National Theater de Tokyo (La Traviata de Verdi), en la Opéra National de Paris (Il Barbiere di Siviglia de Rossini), en el Orchard Hall de Bunkamura en Japón (Norma de Bellini), en la Ópera de Zúrich (Luisa Miller de Verdi), en la Fenice de Venecia (L’elisir d’amore de Donizetti, Norma de Bellini y Semiramide de Rossini), en la Bayerische Staatsoper de Múnich (Semiramide de Rossini) o en La Scala de Milán (Il Pirata de Bellini).

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Riccardo Frizza

Riccardo Frizza, uno de los directores musicales más importantes de su generación, continúa este curso concentrado en uno de sus compositores favoritos, Giuseppe Verdi. Como experto en el repertorio italiano que es, el maestro nacido en Brescia dirigió la pasada temporada más de cincuenta funciones de títulos como Otello, Lucia di Lammermoor, Attila, Norma, Rigoletto o I Puritani en teatros como la Opéra National de Paris, La Fenice de Venecia, la Lyric Opera de Chicago, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona o el Müpa de Budapest; este verano ha regresado al emblemático Sferisterio del Festival de Macerata para dirigir cuatro funciones de Aida y en octubre seguirá con más Verdi, en esta ocasión en el Teatro Regio de Parma (Italia) con la última ópera del genio de Busetto, Falstaff; será los días 1, 5, 15 y 22 de octubre en una nueva producción del coliseo parmesano cuya dirección de escena correrá a cargo de Jacopo Spirei. Antes, el 1 de septiembre, el maestro volará a Tenerife (Islas Canarias) para dirigir una gala lírica ante la Orquesta Sinfónica de Tenerife, el tenor tinerfeño Celso Albelo y a la soprano grancanaria Davinia Rodríguez.

Dirigir Falstaff, el canto del cisne de Verdi, es un reto para cualquier músico, según explica Riccardo Frizza. “Esta obra maestra está universalmente considerada como el ejemplo más ilustre de la estatura artística y de la genialidad compositiva de Giuseppe Verdi”, afirma. “Tal y como ha dejado escrito en su correspondencia, Verdi se divirtió escribiéndola y con ella corona un deseo acariciado por muchos años: volver a hacer comedia. Pero no solo eso: con Falstaff el compositor ofrece al mundo una nueva manera de poner en música un libreto cómico, un género que desde los años 40 del siglo XIX estaba en crisis tanto por la forma como por las ideas. Con esta obra de madurez Verdi se inventa un nuevo estilo abandonando las formas del melodramma decimonónico y haciendo desaparecer totalmente las formas cerradas y los recitativos. Es un paso de gigante en la historia de la música y por ello dirigir este título es un verdadero placer y toda una aventura”.

Tras estas funciones de Falstaff en Parma, el maestro Frizza viajará a Japón para dirigir cinco representaciones de La Traviata en el New National Theater de Tokio (noviembre) para después afrontar su esperada vuelta a la Opéra National de Paris, escenario en el que dirigirá nueve funciones de Il barbiere di Siviglia.

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Ricardo Frizza

Aunque el repertorio de Riccardo Frizza es tan amplio como ecléctico, es verdad que a nivel mundial es reconocido sobre todo por su magisterio en el ámbito del bel canto y de toda la producción operística italiana. Y después de revisar Norma, de Bellini, en la Lyric Opera de Chicago, Rigoletto, de Verdi, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, y Lucia di Lammermoor, de Donizetti, el Gran Teatro La Fenice de Venecia, el maestro italiano regresa a Bellini con I puritani, una de las cumbres del estilo belcantista romántico, en esta ocasión en el Bela Bartók National Concert Hall de Budapest, en Hungría.

El maestro Frizza se pondrá al mando del Kolozsvár Opera Choir, de la Pannon Philharmonic y de un reparto encabezado por la consagrada soprano australiana Jessica Pratt, una de las más destacadas defensoras del estilo, y por el ascendente tenor italiano Francesco Demuro, ambos protagonistas de una producción que firma Csaba Némedi. Serán dos funciones los días 18 y 21 de mayo.

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Ricardo Frizza

El director musical Riccardo Frizza regresa en marzo y abril al podio del Gran Teatre del Liceu de Barcelona para dirigir 13 funciones de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi. El laureado maestro es uno de los grandes directores del repertorio operístico italiano (la prensa le ha saludado como “el nuevo director de Verdi de su generación”) y del bel canto romántico.
Esto lo saben muy bien en el coliseo barcelonés, en el cual el maestro Frizza ha dirigido recientemente I Capuleti e i Montecchi, de Bellini, con un gran éxito personal de público y crítica. Otra de las obras más importantes de este compositor, Norma, la dirige durante el mes de febrero en la Lyric Opera de Chicago, justo antes de ponerse a la batuta del Rigoletto liceísta.

Invitado habitual de teatros como el Metropolitan de Nueva York, La Scala de Milán, La Fenice de Venecia, la Opéra National de París, la Bayerische Staatsoper de Múnich o el Rossini Opera Festival, el maestro Frizza también ha desarrollado una amplia carrera sinfónica ante la mayoría de las principales orquestas de Europa y América.

Después de estas funciones de Rigoletto en Barcelona –días 21, 22, 24, 25, 26, 28, 29 y 30 de marzo y 1, 2, 3, 5 y 6 de abril–, el director italiano afrontará un concierto sinfónico en el Teatro Grande de Brescia (Italia) junto a la Filarmónica de La Fenice y regresará a La Fenice de Venecia para dirigir nueve funciones de Lucia di Lammermoor.

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