James Gaffigan debuta en Les Arts

James Gaffigan debuta este jueves, 19 de diciembre, en el Palau de les Arts con ‘Un réquiem alemán’, de Johannes Brahms, que supone el inicio del ciclo. «Les Arts és simfònic’ El director estadounidense ensaya actualmente en el Auditori con el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana esta partitura para soprano, barítono, coro mixto y orquesta sinfónica, que reflexiona sobre la vida y la muerte a partir de textos bíblicos. Junto a James Gaffigan, como solistas, Les Arts reúne a la soprano rusa Elena Tsallagova y al bajo-barítono estadounidense Brandon Cedel.

‘Ein deutsches Requiem (Un réquiem alemán), opus 45’ es una de las obras más singulares del repertorio sacro, que pondrá en valor la excelencia de los cuerpos estables de Les Arts. Pieza decisiva para el reconocimiento de Johannes Brahms, tuvo su primera interpretación parcial en la catedral de Bremen el Viernes Santo de 1868, para estrenarse en su versión final de siete movimientos en Leipzig, el 18 de febrero de 1869.

Bajo el epígrafe, ‘Les Arts és simfònic’, el centro de artes ofrece esta temporada seis citas imprescindibles en las que la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat Valenciana harán gala de su reconocida solvencia y versatilidad. Los cuerpos estables de Les Arts proponen algunas de las páginas más sugerentes del repertorio sinfónico y lírico-sinfónico, con especial protagonismo de la misa de réquiem y una sesión dedicada a la música creada por Stravinski para los ballets rusos de Diáguilev, con la visita de destacados directores como Michele Mariotti, Gustavo Gimeno, Juanjo Mena, Ivor Bolton y Daniele Gatti.

Les Arts recuerda que la venta de localidades para este ciclo se efectúa tanto en taquillas, como en la línea de venta telefónica 902 202 383, así como en la web www.lesarts.com. Los precios de las localidades oscilan entre 30 y 45 euros. Además, el centro de artes ha puesto a la venta el ‘Passe 6 SIMFÒNIC x 60 €’, una promoción exclusiva con la que se oferta al público estudiante una serie completa de localidades en la zona preferente del
Auditori con un precio de 10 euros para cada concierto.

Elena Tsallagova La soprano lírica de coloratura Elena Tsallagova estudió en el Conservatorio de San Petersburgo y ganó el Concurso de Canto Rajmáninov en el Teatro Mariinski. Continuó sus estudios con Ileana Cotrubas en París, donde debutó como Mélisande en ‘Pelleas et Mélisande’ bajo la batuta de Philippe Jordan (grabada en DVD). Durante la temporada 2019-2020 debutará en la Mozartwoche del Festival de Salzburgo, con
una nueva producción de ‘Der Messias, K 572’ (Händel/Mozart), encarnará a Violetta en ‘La traviata’ en Stuttgart, Berthe en ‘Le Prophète’ en la Deutsche Oper de Berlín y Musetta en ‘La bohème’ en la Ópera de París. Ha debutado en Canadá como Pamina y en Chicago como Despina. Entre sus recientes interpretaciones destacan los roles titulares de ‘Pelleas et Mélisande’, ‘La zorrita astuta’ y ‘La Calisto’. Además, ha cantado en la Bayersiche Staatsoper de Múnich, la Deutsche Oper de Berlín (los papeles de Micaëla, Adina, Gilda, Pamina, Liù, Corinna y Violetta) y en los festivales de Glyndebourne, Bregrenz, Lucerna y Pésaro. Su amplio repertorio de concierto incluye obras de Bach, Mozart, Ravel y Rajmáninov.

Brandon Cedel

El bajo-barítono estadounidense, Brandon Cedel, se graduó en el Programa Lindemann para Jóvenes Artistas del Metropolitan y ha sido miembro de la Ópera de Fráncfort de 2016 a 2019. En la temporada 2019-2020 destacan Masetto (‘Don Giovanni’) en la Lyric Opera de Chicago, Basilio (‘Il barbiere di Siviglia’) en Canadian Opera Company y Garibaldo en una gira europea de ‘Rodelinda’ con The English Concert, bajo la dirección de Harry Bicket. Además, ha cantado Masetto en The Metropolitan Opera; Leporello (‘Don Giovanni’), y Argante (‘Rinaldo’) en el Festival de Glyndebourne; Collatinus (‘The Rape of Lucretia’) en la Boston Lyric Opera; el papel titular de ’Le nozze di Figaro’ en Opera Philadelphia y Colline (‘La bohème’) en Canadian Opera Company. En la Ópera de Fráncfort ha interpretado Masetto, Sprecher (‘Die Zauberflöte), Lieutenant Ratcliffe (‘Billy Budd’), Argante, Ariodate (‘Xerxes’), Cesare Angelotti (‘Tosca’), Brander (‘La damnation de Faust’) y Achior en ʻLa Betulia Liberata’ de Mozart. Compromisos futuros incluyen Claudio (‘Agrippina’), con el que debutará en el Teatro alla Scala de Milán, el papel titular en ‘Hercules’, de Händel, en el Festival de Karlsruhe y su regreso al Metropolitan.

James Gaffigan

James Gaffigan es director titular de la Orquesta Sinfónica de Lucerna y principal director invitado de la Orquesta Filarmónica de la Radio de los Países Bajos, por tercer año consecutivo. Durante la temporada 2019-2020 dirige como invitado las orquestas sinfónicas de Chicago, San Francisco y Detroit, Nacional de Francia y Filarmónica Checa, y debuta al frente de las sinfónicas de Montreal, Melbourne y la Radio Sueca. Asimismo, abordará cuatro producciones de ópera en Estados Unidos: ‘La Cenerentola’ en el Metropolitan, ‘Ernani’ en San Francisco, ‘Don Giovanni’ en Chicago y ‘Tristan und Isolde’ en Santa Fe. Dirige habitualmente en los principales teatros de ópera. Entre sus últimos éxitos destacan ‘La bohème’,
‘Don Giovanni’, ‘La Traviata’ y ‘Le nozze di Figaro’ en la Staatsoper de Viena; ‘Così fan tutte’, ‘La Cenerentola’ y ‘Falstaff’ en el Festival de Glyndebourne; ‘Salome’ en Hamburgo; ‘La bohème’ en Zúrich y ‘Così fan tutte’ en Chicago.

De origen neoyorquino, el maestro Gaffigan es aclamado por su musicalidad y una forma natural de dirigir. Destaca internacionalmente como uno de los directores estadounidenses más relevantes del panorama musical. Desde que es titular de la Sinfónica de Lucerna, ha influido considerablemente en el perfil de la orquesta, incrementando giras y grabaciones, siempre con gran éxito. Colabora con las orquestas más importantes, entre las que destacan Concertgebouw de Ámsterdam, París, Nacional de Francia, Age of Enlightenment, Radiodifusión Bávara, Deutsches Symphonie-orchester de Berlín, Staatskapelle de Dresde, Mozarteum de Salzburgo, Tonhalle de Zúrich, Metropolitana de Tokio, las
sinfónicas BBC, Viena y WDR de Colonia, además de las filarmónicas de Los Ángeles, Londres, Múnich, Róterdam y Seúl. En Estados Unidos ha dirigido la Filarmónica de Nueva York, las orquestas de Cleveland y Philadelphia, así como las sinfónicas de San Francisco, Saint Louis, Baltimore y Toronto, entre otras.

Fotografía: Les Arts

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Un Requiem Alemán

En el marco del convenio de colaboración entre el Teatro Real y el Festival de Música El Greco en Toledo, el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real volverán a la catedral de la capital manchega el próximo sábado, 27 de octubre, a las 20 horas, para interpretar Un réquiem alemán, de Johannes Brahms (1833-1897).

La génesis de esta partitura remonta a los años de juventud de Brahms, cuando el músico tenía ya una estrecha y entrañable relación con el matrimonio Schumann. De hecho, uno de los temas esbozados en su Sonata para dos pianos en Re menor, que compuso impresionado por el intento de suicidio de Robert Schumann en 1854, sería utilizado 15 años más tarde en la marcha fúnebre de su famoso Réquiem, estrenado en la catedral de Bremen el 10 de abril de 1868. El compositor vivía entonces el duelo por el fallecimiento de su madre, acontecimiento que había motivado la consecución de la obra y que impulsaría también la escritura del quinto número de la partitura, un bellísimo solo para soprano añadido posteriormente, que concluye con las palabras de Isaías: “os consolaré como una madre consuela a su hijo.”

La segunda versión de Un réquiem alemán, estrenada en 1869, con dos números más que la primera, concede a la partitura inicial un mayor equilibrio y cohesión: los números 1 y 7 se relacionan por contenidos e, incluso, por sus idénticos finales; los números 2 y 6 realzan la maestría de Brahms en el arte del contrapunto, que nunca abandonaría; los números 3 y 5 evocan la tradición de los oratorios, con los conmovedores solos para barítono y soprano, respectivamente. Finalmente, el número 4 funciona como eje de la obra, que articula con gran fluidez textos del Antiguo y Nuevo Testamentos, utilizados en ámbito del luteranismo que profesaba el compositor. Las frases minuciosamente elegidas por Brahms, más humanista que religioso, despojan la muerte de su aspecto heroico y glorioso, encontrando en ella un lugar de refugio y liberación: la paz eterna.

Dos reconocidos cantantes interpretarán los números 2 y 5 de la partitura: la soprano Elena Copons y el barítono Michael Kupfer-Radecky, junto al Coro Titular del Teatro Real, dirigido por Andrés Máspero, que tiene en esta obra un gran protagonismo.

Actuarán junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección de Ivor Bolton, que volverá a la Catedral de Toledo, donde ya dirigió, con gran éxito, el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, en 2014 y el Stabat Mater de Gioacchino Rossini, el pasado año.

Ballet del Rin

Poco a poco Madrid se va aficionando más al ballet y la danza, y cada vez son más los espectáculos de este tipo que se programan. El Teatro Real, que ha iniciado el pasado día 12 su temporada de ballet, marca la diferencia de calidad. No son muchas, de momento, las producciones que ofrece a lo largo de la temporada, pero si son extraordinariamente sobresalientes. En esta ocasión se ha tratado de una de las mejores compañías de danza, el Ballett am Thein Süsseldorf Duisbrg, con el coreógrafo Martin Schläpfer a la cabeza.

Presentaban “Un réquiem alemán”, de Johannes Brahms, una de las obras más conocidas del compositor y compuesta tras la muerte de su madre en 1865 y de su gran amigo Robert Schumann. Pero, ¿cómo se baila un réquiem?. Sin duda, como lo hace el Ballet del Rin en una de sus coreografías más aclamadas y premiadas.

 

Esta peculiar composición de Brahms profundiza en aspectos más filosóficos que religiosos, reflexiona sobre la vida y la muerte desde un punto de vista más humano que divino. Como dice su director, Marc Piollet, no es un réquiem convencional, es una obra de consuelo, porque no está escrito para los muertos sino para los vivos, para los que se quedan. No se puede esperar menos de un romántico como Brahms.

Tomando esta cercanía con el dolor del ser humano como punto de partida para la creación de esta coreografía, se ha querido reflejar en ella la fragilidad del ser humano presentando a los bailarines descalzos, en contacto permanente con la tierra. También en su creación, Schläpfer ha querido huir de cualquier planteamiento religioso y se ha centrado en las dudas, los miedos y preocupaciones del ser humano, lejos de cualquier dogmatismo y más próximo a la reflexión y la emoción. Con ese hermoso y alegórico final, en el que se representan los lazos que nos unen a los que ya se han ido. Quien haya tenido la oportunidad de asistir a alguna de las cuatro representaciones, habrá podido comprobar que ambos planos, el reflexivo y el emocional, quedan perfectamente estimulados.

Interpretar esta obra tiene su dificultad, para la orquesta, para los solistas y, sobre todo, para el coro. Un coro acostumbrado a la lírica operística, no tiene nada fácil abordar una obra religiosa como este réquiem que desborda de delicadeza y sensibilidad. Pero el coro Intermezzo, titular del Teatro Real, solo sorprendería si fallase, y eso tampoco ocurre en esta ocasión. Cantan con exquisita sutileza e intensidad dramática. Y, además, en alemán. ¡Extraordinario!. Muy bien también los solistas Adela Zaharia y Richard Sveda.

Si no se han acercado aún a esta expresión artística que es la danza, no se pierdan cualquiera de las cuatro propuestas que el Teatro Real ofrece esta temporada. Del 3 al 10 de noviembre, El cascanueces, un clásico. Del 21 al 26 de enero Ballet de l’Opéra national de Paris, con coreografías de Jerome Robbins, Hans van Manen y George Balanchine y músicas de Claude Debussy, Maurice Ravel, Johann Sebastian Bach e Ígor Stravinsky. Del 31 de marzo al 4 de abril, Dido & Aeneas, de Purcell, en un espectáculo de ópera y danza, con coreografía de Sasha Waltz. La temporada de danza concluye el 4 de mayo con el Víctor Ullate Ballet.

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