Entre los días 17 y 26 de marzo el Teatro Real ofrecerá 9 funciones de La Calisto, de Francesco Cavalli, una insolente, lasciva e hiperbólica ópera barroca, que se presentará por primera vez en Madrid, en una producción estrenada en la Ópera Estatal de Baviera en 2005, repuesta tres veces más en ese teatro y presentada en la Royal Opera House en 2008, siempre con gran éxito.
Al prolífico compositor y empresario teatral Francesco Cavalli (1602-1676) se le atribuye el nacimiento de la ópera en Venecia y su consolidación como género artístico popular, que llegó a llenar, a mediados del siglo XVII, seis teatros distintos en la ciudad de los canales. Un público ávido de espectáculo, diversión y transgresión acudía a la ópera para disfrutar de las historias truculentas de sus protagonistas, del ingenio de la maquinaria escénica y de la fantasía de los disfraces, en un mundo de ilusión sin censuras.
La Calisto es el epítome de todo esto: una trama llena de humor, maquinaciones, sexo, crítica social y subrepticias resonancias morales; una música inventiva y melodiosa que permite el lucimiento e improvisación de los cantantes; abundantes escenas para estimular el cambio de telones, trampillas, y trucos escénicos; imprescindibles juegos de transformismo ─ Calisto es convertida en oso y luego asciende a los cielos en forma de constelación…─ y un elenco de personajes fantásticos ─dioses, semidioses, ninfas, sátiros…─ para exhibición de disfraces exóticos.
El libretista de la ópera, Giovanni Faustini (1615-1651), fiel y prolífico colaborador de Cavalli, que murió prematuramente después del estreno de la ópera, articula con ingenio dos episodios de la mitología greco-romana extraídos de Las Metamorfosis de Ovidio: la seducción de la joven Calisto por el lujurioso Júpiter y la aventura amorosa prohibida entre la diosa Diana y el bello pastor efebo, Endimione.
La ópera es una parodia en la que se enfrentan dioses y humanos, hombres y mujeres, libertinos y castos, ninfas y sátiros, movidos por el deseo, la pasión, el sexo, los celos y la venganza: pulsiones demasiado humanas que padecen igualmente las divinidades de la Arcadia. Sin embargo, más allá de esta sátira descarada y luminosa, hay críticas a la censura impuesta a Galileo Galilei y a la depravación moral de la sociedad veneciana de entonces, con un mensaje subliminal agridulce: “el imperio de los sentidos, que favorece la libidinosidad de los dioses, lleva a la infelicidad” (Joan Matabosch, artículo del programa de mano).
David Alden ─que dirige su cuarto título en el Teatro Real, después de Alcina (2015), Otello (2016) y Lucia di Lammermoor (2018)─ presenta el mundo delirante de La Calisto, con guiños cómplices al espectador de hoy, en un decorado de evocaciones psicodélicas de Paul Steinberg, con figurines inspirados en el comic diseñados por Buki Shiff e iluminación de Pat Collins.
El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, que ya dirigió esta producción en el Covent Garden de Londres y en la Ópera Estatal de Baviera, volverá a hacerlo en el Teatro Real, en esta ocasión al frente del Monteverdi Continuo Ensemble y de la Orquesta Barroca de Sevilla.
Tal como ha sucedido en la ópera Idomeneo, recientemente presentada en el Real, Ivor Bolton acompañará los recitativos en uno de los tres claves que se utilizarán en la ópera.
Un doble reparto de cantantes muy afines al repertorio barroco dará vida a los personajes de La Calisto: Karina Gauvin y Rachel Kelly (L’Eternità / Giunone), Monica Bacelli y Teresa Iervolino (Il Destino / Diana / Le furie), Luca Tittoto y Wolfgang Schwaiger (Giove), Nikolay Borchev y Borja Quiza (Mercurio), Louise Alder y Anna Devin (Calisto), Tim Mead y Xavier Sabata (Endimione), Guy de Mey y Francisco Vas (Linfea, Dominique Visse (La Natura / Satirino / Le furie), Ed Lyon y Juan Sancho (Pane) y Andrea Mastroni (Silvano).