Por obviedades de nuestra propia naturaleza, pocas son las ocasiones en que un artista tiene la oportunidad de celebrar 75 años de carrera, y menos aún de hacerlo en activo y pleno de luz. Este es el caso, sin embargo, de uno de los más flamantes intérpretes que ha dado nuestra música y más allá: la música universal. El pianista Joaquín Achúcarro, que cumple sus bodas de brillantes con el escenario, lo conmemorará por todo lo alto el próximo sábado 8 de mayo (20h00) con un recital en el ciclo de Conciertos del Teatro de la Zarzuela.
Desde su debut como concertista siendo tan solo un niño de 13 años, la andadura de Achúcarro se ha caracterizado siempre por grandes y continuos éxitos, así como por los altos reconocimientos recibidos junto a las primeras figuras de cada momento, pero sobre todo por su especial e íntima manera de entender la música y el instrumento. El artista, con la curiosidad de aquel niño de precocidad extraordinaria, plantea numerosas preguntas al propio piano, conversa con él y traslada también a las obras todas las cuestiones que estas le suscitan a través de las teclas y de la inteligencia; y lo hace, lo sigue haciendo, resuelto a conocer los misterios que entrañan uno y otra, instrumento y composición, ambos reunidos en un solo y apasionante enigma. Lo hace para compartir su respuesta con todo aquel dispuesto a escucharla.
El viaje planteado para tan especial ocasión se presume profundamente placentero: Debussy, Mompou, Albéniz, Ravel, Godowski…, todos ellos compañeros de vida a través de sus fastuosas creaciones.
Vuelve por tanto Joaquín Achúcarro al Teatro de la Zarzuela, donde tantos éxitos ha vivido, y lo hace para escribir este nuevo y necesario punto y seguido de alegría. A compartir con el público la celebración de una intensa vida moldeada de música.