La ópera ‘Pepita Jiménez’ de Albéniz vuelve al Teatro de la Zarzuela con montaje de Giancarlo del Mónaco

septiembre 2025
Pepita Jiménez

Comenzar una nueva temporada siempre es una alegría y una responsabilidad para cualquier teatro. Es el inicio de camino de una aventura que a lo largo de los meses irá creciendo alumbrada de inesperados y mágicos matices, y que al cabo será una suma de emociones irrepetibles y a buen seguro difíciles de olvidar.

Y para que esto ocurra, para que el itinerario sea el esperado, es crucial el primer paso tras esta nueva puerta que con tanta ilusión, ganas y optimismo se abre. Por todo esto y más, el Teatro de la Zarzuela comienza el curso artístico con una nueva producción de ‘Pepita Jiménez’ de Isaac Albéniz en versión de Pablo Sorozábal, que tantos valores abarca. Bajo la experta batuta operística de Guillermo García Calvo y la siempre apasionada e inteligente dirección de escena de Giancarlo del Monaco, el público regresará al coliseo de la plazuela de Teresa Berganza para disfrutar de unas funciones que pueden considerarse históricas, ya que supone el estreno escénico de la versión definitiva que realizó Pablo Sorozábal. Están programadas 14 funciones del 1 al 19 de octubre.

La historia original de ‘Pepita Jiménez’ viene de la novela homónima que Juan Valera escribiera en 1874 –muy popular en aquellos días de su publicación–, que fue convertida en ópera –en inglés– por Isaac Albéniz e interpretada en distintas versiones musicales, en italiano en el Liceu (en 1896 y 1926), en alemán en Praga (1897), en francés en Bruselas (1897) y París (1923) y, finalmente, en español –en la versión libre de Pablo Sorozábal– en el Teatro de la Zarzuela (1964). Y Sorozábal todavía modificaría esa última versión para la histórica grabación de 1967 con Teresa Berganza como protagonista.

Por tanto, y sin duda, el interés es máximo, y más si se tiene en cuenta que tanto el equipo artístico como los repartos están integrados por artistas de primer orden internacional.

Joya del nacionalismo musical español

La nueva producción de ‘Pepita Jiménez’ cuenta, como se ha dicho, con la dirección musical de Guillermo García Calvo, gran conocedor de la obra: «La música de ‘Pepita Jiménez’, compuesta por Isaac Albéniz, es una joya del nacionalismo musical español que trasciende las etiquetas». Y aunque es cierto que a menudo se enmarca dentro del estilo verista por su argumento pasional y directo, el Maestro madrileño explica que su esencia es profundamente española: «Albéniz viste la novela de Juan Valera con una partitura rica en melodías cálidas y ardientes, donde la orquesta no solo acompaña, sino que pinta el ambiente andaluz y el drama interior de los personajes». Asimismo, García Calvo recalca que «el compositor utiliza ritmos y giros melódicos propios del folclore español, pero con una sofisticación y un lenguaje armónico que revelan la influencia de su etapa europea, creando una obra de gran lirismo y colorido orquestal». El director considera que no es solo una ópera; va más allá: «es un diálogo musical entre la tradición española y la ópera europea de finales del siglo XIX, donde la pasión, la religiosidad y el conflicto humano se entrelazan con una belleza cautivadora». En definitiva, estamos ante «una obra esencial para comprender la evolución de la ópera en España».

García Calvo compartirá el foso con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, Titular del Teatro de la Zarzuela.

Y haciendo ilustre equipo con él, está el maestro de registas Giancarlo del Monaco. Creador único que en sus propuestas escénicas siempre busca lo que se esconde bajo la piel. Con esta premisa como base, afirma que en ‘Pepita Jiménez’ básicamente vemos cómo sus personajes «encarnan la tensión dramática entre el deber moral y la fuerza irresistible del deseo»: un joven seminarista atrapado entre la vocación sagrada y la pasión terrenal por una mujer también joven.

Después de reflexionar largamente sobre cómo abordar la escena con la dirección del Teatro, y sobre todo con Daniel Bianco o Jesús Ruiz, su equipo de trabajo habitual y predilecto, con quienes he creado desde las entrañas, y a través de la herramienta mágica de la sicología, numerosas producciones como ‘Tosca’, ‘Madama Butterfly’ o ‘Elektra’, hoy todas modelo y memoria indispensable de su quehacer artístico, después de este largo proceso de introspección compartida, surgió una idea. Considerando cada valioso aspecto en torno a la obra: la partitura, el viejo film, el originario final feliz de Albéniz, el final dramático propuesto por Sorozábal…, sumando toda esta más que apreciable información general, advirtió que la manera de sacar adelante óptimamente ‘Pepita Jiménez’ era presentarla apuntalada con todos los ingredientes que de forma visible o subterránea la convierten en una crónica de los bajos fondos –tan complejos– del ser humano; “de su, a veces, tan oscura idiosincrasia, su singularidad, su carácter más soterrado que sale a la superficie con alma homicida, fratricida en el momento más inesperado. Con sus dosis de pasión, de amor, de necesidad o cinismo, de locura, que la hacen ciertamente humana”, concluye del Monaco.

El reparto cuenta con tres “Pepitas” de altos vuelos, que cobrarán vida gracias a las sopranos Ángeles Blancas, Carmen Romeu y Maite Alberola; el joven seminarista objeto del conflicto será interpretado por los tenores Leonardo Caimi y Antoni Lliteres; a Antoñona, nodriza de Pepita, la encarnarán las mezzosopranos Ana Ibarra y Cristina Faus; el papel de Pedro Vargas, padre de Luis, será interpretado por el barítono Rodrigo Esteves; el bajo Rubén Amoretti hará las veces del vicario confidente de Pepita, y el barítono Pablo López del conde de Genazahar, pretendiente de la joven. El tenor Josep Fadó y el barítono Iago García Rojas (ambos oficiales al servicio del conde), completan el singular elenco.

Además de los citados Bianco, que firma una escenografía repleta de sorpresas, poesía y suspense, y Ruiz, que hace lo propio con el vestuario, la producción cuenta también con ese maestro de la iluminación que es Albert Faura, perfecto para erigir esos contextos de hipnosis e incertidumbre que requiere el montaje de Del Monaco, para quien lo más interesante de la obra es lo peculiar de la historia, la belleza de la música, y “cómo una mujer moderna para su tiempo, libre en su deseo pero también consciente de las normas sociales, mezcla la sensualidad con la bondad y lo humano con lo moral”.

En las funciones participa asimismo el elogiado Coro Titular del Teatro de la Zarzuela dirigido por Antonio Fauró, además de un cuerpo de diez bailarines-figurantes.

Una historia de novela

El 5 de enero de 1896 se estrenaba ‘Pepita Jiménez’ en italiano en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, pero no es hasta el 6 de junio de 1964 cuando se interpretó por primera vez en castellano en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. En esta historia, el joven Luis, destinado al sacerdocio, se enamora de la joven viuda Pepita, aunque mantiene una lucha interna al no querer aceptar el amor apasionado de la viuda. Basada en la novela homónima de Juan Valera, en ella el autor hace un delicado retrato de los conflictos entre deseo y deber, escrito con elegancia y hondura psicológica.

Aunque la labor de Albéniz en el teatro lírico fue muy reducida, de ella hemos podido escuchar en el Real el estreno de un título como ‘Merlin’ (1998, 2003) y en el Teatro de la Zarzuela el estreno de ‘Pepita Jiménez’ (1964, 1996), así como las recuperaciones de ‘San Antonio de la Florida’ (2003) y ‘The Magic Opal’ (2022).

Esta nueva propuesta de ‘Pepitas Jiménez’ nos invita a redescubrir la obra de Albéniz en este apropiado arranque de la nueva temporada del Teatro de la Zarzuela. ¡Y ya son 169 ininterrumpidas!