Esta mañana ha sido presentado en rueda de prensa el nuevo Director General del Teatro Real de Madrid. Ignacio Gracía-Belenguer, licenciado en derecho y perteneciente al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, de cuarenta y cinco años, ha sido elegido por unanimidad por el Patronato del Teatro para sustituir a Miguel Muñiz durante los próximos cinco años y manteniendo, asimismo las funciones de administrador general que venía desempeñando desde el pasado seis de febrero.
Llega a este puesto “con satisfacción, compromiso y ganas de afrontar este proyecto” tras una experiencia de ocho años gestionando el mundo de la cultura al frente de Patrimonio Nacional.
No ha entrado a valorar la gestión de sus antecesores en el Teatro, sobre todo en relación al conflicto con sus trabajadores respecto a la aplicación del Real Decreto de 2010 que estipulaba la bajada del 5% del salario a los empleados públicos. «Hay que pasar página, lo hecho, hecho está y yo vengo con este tema heredado. Ahora es preciso trabajar para el futuro», se ha limitado a decir.
No obstante, García-Belenguer ha alabado la profesionalidad de los trabajadores del Real, “algo que no tiene nada que ver con el conflicto”, confía en “un acercamiento de las posiciones a través de la negociación y que el cariño que los trabajadores sienten por el Teatro, junto a su responsabilidad, eviten llegar a una huelga que perjudicaría a todos”. Se ha mostrado flexible a la hora de negociar y ampliar el plazo, entre otras posibilidades de acuerdo, para que los trabajadores hagan frente a esas devoluciones con el menor perjuicio para sus economías.
En cuanto a los recortes, (un 15% por parte el Ministerio de Cultura, 38% del Ayuntamiento de Madrid, y 15% de la Comunidad de Madrid), está previsto aplicar «políticas de contención de gasto, reduciendo gastos superficiales» y potenciar, por encima de todo, la eficiencia de los recursos disponibles. El objetivo: lograr el equilibrio presupuestario al finalizar el presente año. En ningún caso se verá alterada la programación de la temporada 2012-13 que ha alabado por su calidad.
Respecto a la posibilidad de un ERE en el Teatro, no lo ha descartado pero ha sido prudente a la hora de su planteamiento, “hay que ver cómo está el presupuesto, los recursos y el proyecto. En base a todo ello eso se tomarán medidas”. Esa es una decisión que hay que sopesar».
Ha mostrado su optimismo para la próxima temporada con respecto a la venta de abonos. Para la próxima temporada tan solo 191 abonados han manifestado su deseo de no renovación, mientras que al inicio de la presente temporada ese número se elevó a 2028. Parece que la sangría de abonos anunciada no ha sido tal y seguirán siendo casi 16.000 los abonados del Teatro. Abonados a los que piensa tener en cuenta puesto que son “uno de nuestros mayores activos”.
De no llegarse a un acuerdo de manera inminente, los trabajadores del Real están preparados para presentar de manera oficial los permisos para celebrar paros durante las cinco funciones de «Cyrano de Bergerac» que se estrena el próximo 10 de mayo. Algo que supondría un gran quebranto para el teatro, que tiene previsto retransmitir el estreno a más de 200 salas de cine en toda Europa. Si se confirma este extremo, el coliseo madrileño ha preparado un plan B que consistiría en presentar la ópera en versión de concierto.