El próximo 12 de junio tendrá lugar en el Teatro Real el estreno mundial de Poppea e Nerone, nueva orquestación de Philippe Boesmans (1936) para L’incoronazione di Poppea, de Claudio Monteverdi (1567-1643), con dirección musical de Sylvain Cambreling, dirección de escena de Krzysztof Warlikowski y escenografía y figurines de Malgorzata Szczesniak.
Philippe Boesmans ha creado para el Teatro Real una nueva versión de la orquestación estrenada en 1989 en el Teatro de La Monnaie, más clara, depurada y destinada a una orquesta reducida, formada por músicos solistas, como la Klangforum Wien, agrupación de grandísimo prestigio en la interpretación de música contemporánea, que estará en el foso del Real.
En los dos manuscritos que se conocen de L’incoronazione di Poppea -el de Nápoles y el de Venecia-, la ópera figura solamente con la parte vocal y un acompañamiento harmónico de tres voces (dos superiores y el bajo). La ausencia de la partitura para orquesta implica que se tenga que crear una nueva versión instrumental cada vez que se interpreta la ópera.
La orquestación se puede realizar con criterios historicistas «como las de Nikolaus Harnoncourt, René Jacobs, Alan Curtis o William Christie», o se puede optar, como en el caso de Luciano Berio, Hans Werner Henze, o Philippe Boesmans, por una partitura en la que coexisten instrumentos modernos y antiguos, y que da al bajo continuo una gran riqueza de ritmo y color, reforzando la dramaturgia original de ópera.
Esta reinterpretación, impulsada por el propio Claudio Monteverdi, se hace extensiva, en el Teatro Real, a todo el equipo artístico, encabezado por Krzysztof Warlikowski, que ha decidido concentrar la trama de la obra en las cuestiones éticas y filosóficas que plantean los personajes, bajo el aura de Séneca.
La ópera estará precedida por un prólogo teatral creado por Krzysztof Warlikowski, Christian Longchamp y Jonathan Littell, inspirado en textos de Michel Foucault (sus últimas conferencias), Thomas Hobbes y Christopher Isherwood (su novela A Single man) y en extractos de la película Wittgenstein, de Derek Jarman.
La obra maestra de Monteverdi, escrita cuando el compositor tenía 75 años, abandona por vez primera los temas mitológicos para abordar un drama histórico lleno de pasiones exacerbadas y sanguinarias luchas por el poder, tratadas en el genial libreto de Giovanni Francesco Busenello con asombrosa naturalidad, pinceladas de humor y disimulado desencanto.
En esta producción se realza el personaje de Séneca, que ha renunciado a los placeres del amor y de las pasiones para consagrar sus días a la filosofía y al magisterio. En la vejez tiene que enfrentarse a su pasado y es presa de alucinaciones. La primera de ellas trascurre en el Prólogo, en una elitista universidad en la que tiene entre sus discípulos Nerone, Poppea y Ottavia.
Seis años más tarde, cuando comienza el primer acto, Séneca, ya en plena dictadura, ha dejado la enseñanza, pero sigue siendo una referencia para sus antiguos alumnos. La vieja aula universitaria se ha convertido en un lugar abandonado, que los jóvenes fascistas utilizan para sus ejercicios y que los antiguos estudiantes frecuentan por nostalgia, como lugar de encuentro. Séneca, aunque ya no imparte clases, también vuelve a este espacio con regularidad…
Para dar vida a esta ópera Sylvain Cambreling, primer director invitado de la Klangforum Wien, estará al frente de esta prestigiosa agrupación y de un nutrido número de solistas, en que destacan: Nadja Michael (Poppea), Charles Castronovo (Nerone), Maria Riccarda Wesseling (Ottavia), William Towers (Ottone), Williard White (Séneca), Ekaterina Siurina (Drusilla), José Manuel Zapata (Arnalta), Lyubov Petrova (Virtud /Palas), Elena Tsallagova (Fortuna /Dama), Serge Kakudji (Amor), Jadwiga Rappé (nodriza de Ottavia), Isaac Galán (Mercurio/Líctor/Familiar de Séneca), Juan Francisco Gatell (Lucano/Liberto) y Hannah Esther Minutillo (paje).