El festival de danza contemporánea Trayectos llegó ayer a su fin tras ofrecer en Zaragoza un total de 14 propuestas artísticas del más alto nivel. La plaza del Justicia y la plaza San Bruno, escenarios ya clásicos del festival, acogieron las últimas actuaciones de esta decimonovena edición. La encargada de poner el broche final fue la gallega Evi Balboa con “What am I” (plaza del Justicia) que generó una verdadera conversación entre la fachada de la Catedral Del Salvador (La Seo) y los seis bailarines de la compañía.
Le precedieron las actuaciones de Ángel Durán con “The beauty of it” desde Cataluña (plaza del Justicia), y las compañías aragonesas Ana Cotoré (“Stage diving”) y Los días de Penélope con “Quisiera haber podido morir en tus brazos” en la plaza San Bruno.
Este espacio es uno de los más recurrentes en Trayectos, ya que es perfecto en cuanto a calidad de suelo, dimensiones y sombra, así como lo es la plaza del Justicia. La jornada del domingo tuvo también su agenda matinal. “Fue una mañana muy bonita porque se invirtió mucho tiempo en seleccionar los espacios que contextualizaran a las piezas a nivel de diseño y lo hemos conseguido porque los bailarines han dialogado con el espacio”, cuenta Nati Buil. La nave de La Ternera (Centro Cívico Salvador Allende) realzó plásticamente la pieza de danza butoh “Ikebana” de la aragonesa Ma-Jo; el Centro de Artesanía de Aragón subrayó el poderío Melisa Calero y su pieza “Abducida”, llegada de Andalucía con su flamenco poderoso y transgresor. La pieza “Labranza” de Colectivo Lamajara (Cataluña) quedó totalmente contextualizada en el parque Torre Ramona, enmarcándola completamente en la narrativa campestre.
Cuatro días de danza por todas partes El festival comenzó el pasado jueves y, en palabras de Nati Buil, directora del festival, ha sido “todo un éxito, estamos con la sensación de haber “¡recobrado totalmente la normalidad”. Buil ha reiterado “la importancia de la arquitectura y el espacio público en la danza para crear un clima de convivencia”, que es por lo que apuesta Trayectos.
La programación de este año, previa al 20 aniversario, ha estado compuesta de piezas con estilos, formatos y discursos diversos que dan idea de la más amplia actualidad contemporánea. Todo ello a cargo de compañías y artistas de Aragón, Madrid, Valencia, Cataluña, Canarias, Navarra, Andalucía y Galicia; pero también desde México e Italia, ya que este año no han existido limitaciones derivadas de la pandemia por lo que el festival ha recuperado la participación de compañías internacionales, como Elisa Sbaragli y Lorenzo Morandini, desde Italia; o las formaciones mexicanas Carla Segovia y Guillermo Aguilar, o Fabry Páez y Tania Covarrubias, que han participado gracias al programa de Cooperación Iberoamericana para las Artes Escénicas en el Laboratorio de danza y nuevos medios. Por esta apertura de proceso pasaron también los artistas aragoneses José Inerzia, Nanuk, María Ganzaraín y Yeiner Chicas; pero también al premiado Arnau Pérez de Madrid. “Nos hemos dado cuenta que, en esta actividad, orientada al público fiel del festival, había mucho público joven. La lectura que hacemos es que hay gran interés por conocer la trastienda, cómo se realizan los procesos, qué pasa alrededor de la coreografía o diferentes puntos de vista coreográficos”, apunta Buil.
El viernes fue una de las jornadas más relevantes de esta edición y una de las que más interés generó entre el público. El Museo de Zaragoza acogió la actuación del Premio Nacional de Danza, Daniel Abreu (“Indico”, Madrid), así como las de las compañías Eyas Dance Project (“Jupiter+Jaguar”, Comunidad Valenciana), Pablo Girolami con “Manbuhsa” desde Italia, o Lookathingsdifferent (“Somos”, Cataluña). El sábado, el Parque Grande José Antonio Labordeta contó con una gran afluencia de público para ver las piezas de Colectivo Lamaja (Cataluña, “Trad”), Natalia Medina Compañía de Danza (Canarias, “Profiter du temps”) y Qabalum (Navarra-Aragón, “La medida que nos ha de dividir”). Destacó también la verbena, formato recuperado tras la pandemia. “Había muchas ganas de bailar, celebrar y vivir la normalidad que tanta falta nos hacía. La gente se divirtió y hubo gente que no paró de bailar hasta el final”, afirma la directora del festival.
Casi dos décadas construyendo danza Durante las casi dos décadas de trayectoria del festival Trayectos, se han llevado a cabo 42 talleres y acciones formativas, 32 acciones a través del Programa de Apoyo Coreográfico, 63 intervenciones educativas en centros escolares y colaboración en 68 proyectos de cooperación, además de haber incluido a más de 200 colectivos dentro de los Mosaicos y Mapas Coreográficos del Programa de Danza Comunitaria.
Además, en 2014, el festival coordinó y lideró el nacimiento y el desarrollo de la Red Acieloabierto, la red española de festivales de danza contemporánea en espacios no convencionales, con el apoyo del Ministerio de Cultura. Un año después, Trayectos recibe el Sello EFFE de la Asociación Europea de Festivales por su compromiso artístico, participación de la comunidad y vocación internacional. Es el primer festival Aragonés que lo consigue, y uno de los tres españoles dedicados a la danza contemporánea.