A poco más de 90 kilómetros de Zaragoza, en la Comarca de Campo de Daroca, se encuentra Villanueva de Jiloca, que apenas cuenta con 60 vecinos. Un censo discreto que, sin embargo, ha valido a la localidad para convertirse en el escenario del ‘Festival de música clásica más pequeño del mundo’, que tendrá lugar el próximo 31 de julio y que ya ha colgado el cartel de ‘entradas agotadas’. Por motivos sanitarios, la actuación prevista para el viernes 30 de julio se ha cancelado.
La programación, totalmente gratuita, comenzará el sábado a las 20:30 h. La primera parte estará protagonizada por Mª Pilar Monteagudo, que interpretará Arabesca, de C. Debussy y Consolación Nº3 F. Liszt; la soprano Elvira Sala; y el pianista Marc Marqués. En la segunda parte volverán a actuar Elvira Sala y Marc Marqués, que deleitarán a los asistentes con las melodías de A Lómbra del Lledoner, Cançó de Comiat, Cançó de Grumet, Cançó de la Galera, 1er Movimiento Grave Doppio Movimento y 2º Movimiento Scherzo de la sonata número dos de F. Chopin.
El proyecto, que busca revitalizar este pequeño municipio, cuenta con la colaboración del festival El Bosque Sonoro, muy comprometido con la vertebración del territorio a través de la cultura. Para Basilia Torres, alcaldesa de Villanueva de Jiloca, supone una oportunidad única para poner a la localidad en el mapa. “Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para revitalizar y atraer a gente de fuera del pueblo y que, a su vez, los vecinos de siempre estén a gusto. El ‘Festival de música clásica más pequeño del mundo’ es un bonito proyecto ideado entre todos que será todo un éxito. No me cabe duda, porque cuando las cosas se hacen con tanta ilusión y tantas ganas no puede ser de otra manera”, explica.
En el mismo sentido se manifiesta Marga Roda, pianista y vecina del pueblo desde hace cuatro años, cuando ella y su pareja, Javier Barranco, decidieron hacer las maletas para comenzar una vida en el campo. “Es uno de los pueblos más pequeños de España y hay que llevar la música hasta ellos. Queremos que la localidad vaya hacia delante, porque somos muy pocos vecinos”, comenta. Aportan su granito de arena dando clase en Villanueva de Jiloca a alumnos de grado, posgrado y fin de carrera.
Un escenario privilegiado
Roda, nacida en Valencia, y Barranco, aragonés, fundaron en el año 1980 la primera escuela de piano de Valencia. Son dos figuras importantes dentro del festival, ya que son quienes han cedido el espacio en el que se desarrollarán los conciertos: los jardines de una casa palacio del S. XIX. Concretamente, la Casa Palacio nueva de los Abad de Bernabé, ahora conocida como Casa de los Pianistas. En ella, se dice, llegó a estar el cardenal Cascajares. Las actuaciones tendrán lugar en la parcela exterior, a la sombra de un tilo de más de 200 años de antigüedad bajo el que se colocarán los asistentes, hasta 200 como máximo, según los aforos permitidos.
Marga y Javier adquirieron la casa hace 24 años y, poco a poco, fueron restaurándola respetando al máximo su aspecto original. “Llevaba 45 años sin habitar. Esto era un maizal, las zarzas llegaban hasta el primer piso”, señalan. Ahora, la intención de la pareja es que el inmueble sea catalogado como bien de interés en Villanueva de Jiloca.
El ‘Festival de música clásica más pequeño del mundo’ no es la única iniciativa que se pone en marcha para frenar la despoblación de la localidad y ganar algún que otro habitante. “Intentamos subir el censo atrayendo a nuevas familias, sobre todo, aquellas que tienen niños, rehabilitando casas y publicando anuncios para que vengan”, apunta la alcaldesa. Gracias a todo ese esfuerzo, han conseguido que dos familias catalanas con las que aseguran estar “encantados” se instalen en el pueblo. “Vamos a poner toda la carne en el asador para salir de esa España vaciada, aunque solos no podemos hacerlo”, añade. Por ello, el próximo fin de semana, la música sonará desde este pequeño reducto para reivindicar el derecho de los
pueblos a disfrutar de la cultura en todas sus vertientes.