Yuja Wang y Gustavo Gimeno en la Quincena Musical de San Sebastián

julio 2021
Yuja Wang

Las grandes orquestas sinfónicas y los mejores solistas del panorama actual vuelven este 2021 al Kursaal en una Quincena Musical que recupera los conciertos con grandes formaciones tras la pasada edición. La 82ª edición del festival comienza con uno de los conciertos estrella de este año: el de Yuja Wang junto a la Orquesta de Luxemburgo y su director titular, Gustavo Gimeno. La pianista china, que por motivos sanitarios tuvo que cancelar todos sus compromisos musicales en nuestro país la pasada temporada, vuelve al territorio español y lo hace ofreciendo dos conciertos únicos dentro de la programación de Quincena Musical. Los días 1 y 2 de agosto el Kursaal recibirá a la agrupación luxemburguesa capitaneada por uno de nuestros directores más internacionales: Gustavo Gimeno, que además de ser su director titular desde 2015, y a partir de este año también lo será de la Toronto Symphony Orchestra. En esta edición de la Quincena Musical, Gustavo Gimeno dirigirá también a la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO), convirtiéndose así en el director residente de esta edición.

La compenetración musical entre Yuja Wang y Gustavo Gimeno es de sobra reconocida por crítica y público. Durante los últimos años, han recorrido ciudades como Bruselas, Hannover, Düsseldorf, Hamburgo, Ljubljana, Dortmund, Viena, Izmir, Estambul o Atenas con repertorios que van desde el clasicismo mozartiano hasta el posromanticismo ruso o primeras vanguardias del siglo XX. Para esta ocasión, han preparado dos programas muy diferentes que permiten apreciar la versatilidad que tanto la solista como la agrupación sinfónica pueden ofrecer.

El día 1 de agosto, la Quincena Musical abrirá con un programa dedicado a G. Ligeti, F. Liszt y A. Dvorak en el que podremos disfrutar de esa amalgama de sonidos y realidades que se fueron forjando desde mediados del s. XIX en Europa del Este, y que vieron su desarrollo final en las segundas vanguardias de mediados del s. XX. El Concierto Rumano de Ligeti, el Primer Concierto para Piano de Liszt y la Octava Sinfonía de Dvorak son claros ejemplos de esa confluencia entre culturas: las grandes formas del repertorio clásico asimilaron elementos musicales y sonoros de una tradición popular desconocida hasta el momento. Los cánticos sumergidos en las profundidades de Transilvania, los ritmos místicos de Bohemia, sin olvidarnos del folclore húngaro tan imprescindible a la hora de comprender el virtuosismo de Liszt. Todo ello, confluye en un programa que, a modo de cartografía musical, nos dibuja la historia de Europa con sonidos y acordes capaces de transmutar el pensamiento en pintura.

El 2 de agosto, Wang y Gimeno se sumergen en las fauces del Clasicismo para ofrecernos dos de las piezas que marcaron la historia de la música: el Concierto para piano nº 20 de Mozart, y la Quinta Sinfonía de Beethoven. Dicen que es imposible entender la música de Mozart sin haber escuchado antes sus óperas. Su Concierto para piano nº 20 esconde el dramatismo y perspicacia de cualquier aria del género rey, pero en la que la voz principal es cedida al piano como solista único de esta gran ópera. Algo similar ocurre dentro de la Quinta Sinfonía. Durante mucho tiempo los estudiosos se preguntaron si aquel peculiar ritmo con el que daba inicio, simulaba al destino personificado acechando a Beethoven. Un halo de misterio e incertidumbre transformó a esta sinfonía en el gran enigma a descifrar, cuyos mensajes ocultos son todavía un misterio para muchos intelectuales.

Fotografía: Norbert_Kniat

https://www.quincenamusical.eus/