Christian Gerhaher y Gerold Huber, una pareja perfecta

CHRISTIAN GERHAHER. GEROLD HUBER

Regresaba al Teatro de la Zarzuela, al Ciclo de Lied coproducido con el CNDM, uno de nuestros barítonos favorito, Christian Gerhaher, acompañado al piano por su inseparable Gerold Huber, en la que será una breve gira nacional. Tras este recital llegan al Palau Les Arts de Valencia el 10 de febrero y al Teatro Arriaga de Bilbao el 12 de febrero. Los tres con este mismo programa.

En esta ocasión Gerhaher aborda un repertorio típicamente romántico con la presencia de dos autores, Robert Schumann y Claude Debussy. Dos autores de diferentes caracteres y texturas que se han intercalado en la programación. Esto requiere de una gran solvencia interpretativa para mantener la personalidad de ambos compositores y que nuestro barítono y su acompañante realizan con extraordinaria soltura. Otra cosa es pensar en el acierto y coherencia de esta combinación estilística.

Las 20 canciones de Schumann pertenecientes a Sechs Gesänge, Lieder und Gesänge y Drei Gesänge, pueden considerarse como de su etapa más tardía. Un Schubet más reposado, menos interesado por la política, a diferencia de Wagner, que nunca la abandonó, y más preocupado por llegar a un público más amplio. Esto se notó en su música que, aunque conservó la calidad, dejó de tener la originalidad inicial y se centró en descripciones románticas tópicas. Para ello utilizó textos de poetas algo menores, con los que pudo dar protagonismo a temas más sencilla.

La naturaleza de estas canciones se notó, como no, en la interpretación. Gerhaher las delinea de manera magistral y con la uniformidad que expresan. Por lo que echamos de menos la intensidad de obras con más carga de profundidad. Su emisión en estos repertorios requiere de gran agilidad vocal, algo que Gerhaher posee, y un timbre menos baritonal, que también sabe manejar. El resultado es un recital más plano que otros a los que el barítono alemán nos tiene acostumbrados.

La variedad de matices y colores llegó con las canciones de Debussy. Seis en total, Trois chansons de France y Trais poemes de Stéphane Mallamé. Pequeñas delicadezas musicales con las que Gerhaher demostró su versatilidad vocal y que Huber acompañó magistralmente. Aquí el piano superó a la voz. Gerhaher sabe hacerse acompañar por un Huber que le conoce a la perfección y realza siempre la labor de la voz.

Los aplausos de un público siempre entusiasta les llevó a ofrecer dos propinas. La primera un lied del protagonista de la noche, Schumann, y otra de Mendelssohn, para concluir este recital de una de las parejas más notables en el Ciclo de Lied.

Fotografía (c) Rafa Martín