Christoph Prégardien y Roger Vignoles, la perfecta interpretación

Prégardien & Vignoles (c) Rafa Martín

XXVII Ciclo de Lied del CNDM y del Teatro de la Zarzuela 12 de abril de 2021

Christoph Prégardien, tenor

Roger Vignoles, piano

Die schöne Müllerin, de Franz Schubert (1797-1828)

Se había estrenado con gran éxito en Alemania la ópera bufa La Molinera, ossia lámor contrastato, de Giovanni Paisiello. Este acontecimiento fue un estímulo para algunos poetas del momento, que comenzaron a escribir sobre este bucólico tema. El mismo Goethe escribió cuatro romanzas y cuatro baladas de la molinera.

Inspirado por la admiración que siente por la obra de Goethe, un joven Müller se propone crear, junto a un grupo de amigos, un desarrollo dramático encadenando Lieder en los que, a través de sus personajes, se narre una historia. Al resultado final, fruto de un juego de sociedad, le puso música Ludwig Berger.

Años después, Schubert descubrió los poemas de Müller e iniciaron una colaboración de la que surgieron los textos definitivos. Schubert encontró en estos poemas la perfecta descripción narrativa que necesitaba en ese momento, adaptando los poemas a sus propósitos y música.

El ciclo se dio a conocer a principios de 1824. En 1830, el editor Anton Diabelli adquirió los derechos y publicó una segunda edición revisada. Su primera interpretación conocida fue en mayo de 1856, a cargo del barítono Julius Stockhausen en Viena.

Die schöne Müllerin, inicialmente escrito para tenor, suele ser abordado por barítonos. En esta ocasión, el encargado de poner voz a los poemas de Müller en el Ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela y del Centro Nacional de Difusión de la Música ha sido el tenor lírico ligero Christoph Prégardien, demostrando, una vez más, su maestría en el género liederístico al servicio de la obra de Schubert.

Prégardien ha hecho gala de su virtuosismo en la interpretación. No necesita ornamentos, la forma contenida de su expresión muestra la elegancia de su dominio del género. La claridad en la dicción, dando más importancia al texto, y a su manera matizada de “decir”, está por encima de cualquier exceso en la expresión.

Acompañado al piano por Roger Vignoles, formaron un perfecto equipo que caminaba al unísono, de manera fluida y cristalina, como el agua protagonista de alguna de las obras que interpretaron.

Una noche perfecta, intensa y culminada con dos propinas también de Schubert, igualmente bien delineadas por ambos intérpretes y que remataron el buen sabor de boca que dejó su actuación en el público.

Prégardien & Vignoles (c) Rafa Martín