Un gran Dido y Eneas en los Teatros del Canal

Dido y Eneas

El martes 17 asistimos al estreno de Dido y Eneas, de Henry Purcell, en los Teatros del Canal. Blanca Li y Wiliam Christie se han unido para ofrecer una versión contemporánea de esta obra maestra de la música inglesa. Se trata de su segunda colaboración, después de la memorable producción de Les Indes Galantes, dirigida por Andrei Serbio para la Ópera de París en 2005.

Estrenada en Chelsea en 1689, Dido y Eneas continúa expresando hoy, de manera conmovedora, los sentimientos más profundos de amor y pérdida. El libreto es del poeta irlandés Nahum Tate a partir de su obra Brutus of Alba or the enchanted lovers y del libro IV de La Eneida, que el poeta latino Virgilio escribió en el siglo primero antes de Cristo.

Para contextualizar esta gran obra, Blanca Li ha subido la orquesta al escenario y ha creado una escenografía original, expresiva y atrevida. Y todo con un denominador común, la armonía.

Las óperas barrocas siempre resultan un desafío para los escenógrafos. Pero lo que sin duda es un acierto, es el maridaje que venimos observando desde hace un tiempo entre la ópera barroca y la danza contemporánea de calidad. El diálogo que se establece entre la obra de Purcell y la coreografía de Blanca Le y Evi Keller, es mucho más que complementario, se convierten en imprescindibles.

La plasticidad acuática de los bailarines en el oscuro escenario son el complemento visual perfecto a la historia y a los personajes protagonistas que interpretaban sus roles estáticos, desde lo alto de sus atalayas. Al frente del reparto, la mezzosoprano franco-italiana Lea Desandre, como Dido. Teníamos muchas ganas de escucharla y no nos ha defraudado. Acompañada por Renato Dolcini, como Eneas y Ana Vieira Leite, como Belinda.

Pero sin duda la protagonista de esta producción es la música de Purcell y Wiliam Christie su mejor intérprete. Al frente de su formación, Les Arts Florissants, delinea con minuciosidad todos los elementos de una partitura grandiosa. Todo ello con el sonido delicado y sutil de sus instrumentos de época.

Un acierto del Teatro Real programar esta producción y hacerlo en una sala más pequeña, donde se aprecia mejor el sonido delicado de estos instrumentos. Lástima que solo sean cinco funciones.