La referencial Medea de María Callas

María Callas-Medea
La referencial Medea de María Callas.

El próximo 2 de diciembre se cumplirá el centenario del nacimiento de María Callas, la cantante-actriz más famosa del Siglo XX. Callas puso de nuevo en circulación el concepto de soprano dramática de agilidad, que la convirtió en una interprete ideal para papeles como Norma, Violetta Valery de La Traviata y Lucia di Lammermoor, con un total dominio de la coloratura, pero también dotando a estos tres personajes de verdadera entidad dramática. También ofreció extraordinarias interpretaciones de la pucciniana Tosca. Aunque, es el papel de Medea donde mejor se conjugan su extraordinaria vocalidad y su inmensa capacidad teatral. Callas va ofrecer durante ocho años, entre 1953 y 1961, treinta y una representaciones de este personaje: en el Teatro Comunale de Florencia, Teatro alla Scala de Milán, Teatro La Fenice de Venecia, Ópera de Roma, Ópera de Dallas, Covent Garden y La Arena Epidaurus de Atenas. Cinco tomas en directo y una grabación en estudio (todas disponibles en youtube), dan idea de las interpretaciones que realizó de Medea, y de cómo fue evolucionando su concepción del personaje. Como ya se ha indicado, su debut se produjo con extraordinario éxito en Maggio Musicale Fiorentino de 1953, con la magnífica dirección orquestal de Vittorio Gui, acompañada por dos excelentes interpretes: la soprano Gabriela Tucci (Glauce), y la mezzo Fedora Barbieri (Neris), junto a otros notables cantantes: el tenor Carlos Guichandut (Jasón) y el bajo Mario Petri (Creonte). Aquí Callas está en su mejor momento vocal y ofrece extraordinarias interpretaciones de sus páginas solistas: en el Acto I “Dei tuoi figli” plena de intenso lirismo y ya en el Acto III, “Del fiero duol che il cor mi frange”; y, en la escena (auténticamente “de locura”, cuando mata a sus hijos), ofrece una portentosa interpretación vocal, con auténtico dominio del registro grave alternado con subidas al do bemol y do natural sobreagudos, junto a una actuación escénica verdaderamente sobrecogedora. El gran éxito conseguido en Florencia hace que diciembre de ese mismo año 1953, el Teatro alla Scala, reajuste su programación y sea representada la Medea interpretada por Callas, pocos días después que Renata Tebaldi hubiera inaugurado la temporada scaligera con La Wally de Alfredo Catalani, fomentándose aún más, la rivalidad de ambas cantantes. Aquella Medea estuvo magníficamente dirigida por un joven Leonard Bernstein, prácticamente desconocido en Europa; y, junto a Callas, de nuevo Barbieri, y otros notables interpretes: la soprano gallega Maria luisa Nache (Glauce), Gino Penno (Jasón) y Giuseppe Modesti (Creonte). En la grabación de estudio de 1957, dirigida por Tullio Serafin, donde la Callas, aún realizando una gran interpretación, no estaba tan brillante como en las tomas en vivo. Cabe resaltar en esta grabación la presencia de una jovencísima Renata Scotto (tristemente desaparecida el pasado mes de Agosto), con solo veintitrés años, quien realiza una magnífica creación de Glauce, mostrando su bella voz y gran capacidad interpretativa, en su gran aria del Acto I “O amore, viene a me!” de clara influencia mozartiana. Excelente la mezzo Miriam Pirazzini (Neris) y más discretos Mirto Picchi (Jasón) y Giuseppe Modesti (Creonte). En noviembre de 1958, se produjeron unas históricas representaciones de Medea, en la Ópera de Dallas dirigidas con buen pulso por Nicola Rescigno, donde Callas vuelve a ofrecer un altísimo nivel interpretativo, matizando aún más su interpretación del personaje. Aquí el papel de Jasón es interpretado de manera muy brillante por el tenor canadiense Jon Vickers (Jasón de referencia, y desde entonces compañero habitual de Callas en esta ópera), con una voz voluminosa y rotunda, excelente fraseador y capaz de dotar a su canto de múltiples matices. Vickers brilla sobremanera en su aria del Acto I “Or che piú no vedrò” de estilo mozartiano. Y, por fin, Callas tiene delante a un Jasón actuando a su altura en los intensos dúos “Nemici senza cor” del Acto I y “Figli miei, miei tesor” del Acto II. También cabe destacar la presencia como Neris de una jovencísima Teresa Berganza, quien canta magníficamente su gran aria del Acto II “Solo un pianto con te versare”, con obligatto de fagot. Completaban el reparto Nicola Zaccaria (Creonte) y la soprano Elisabeth Carron (Glauce), con muy notables intervenciones. También con dirección de Nicola Rescigno y con el mismo reparto, las funciones en el Covent Garden, en junio de 1959, con los cambios de Joan Carlyle (excelente Glauce) y de una jovencísima Fiorenza Cossotto (poderosa Neris). En diciembre de 1961, en el Teatro alla Scala, con la brillantísima dirección orquestal de Thomas Schippers, puede escucharse a una Callas ya en peores condiciones vocales, pero ofreciendo su incomparable teatralidad, con una matizadísima actuación, donde ofrece un retrato más sutil y estilizado del personaje. Aquí, de nuevo, con Jon Vickers y otras dos extraordinarias voces: Giulietta Simionato (Neris) y un joven Nicolaï Ghiaurov (Creonte), quien ofrece su excelente vocalidad, tanto en su aria del Acto I “Or che più non vedrò”, como en el gran dúo con Medea del Acto II “Date almen per pietà”, junto a una halagadora e implorante Callas. Completaba el reparto la soprano Ivana Tosini (Glauce). En estas funciones scalígeras, María Callas interpretó por última vez Medea, sin duda una de sus creaciones más paradigmáticas.
Por Diego Manuel García Pérez