Ludovic Tézier, todos los caminos llevan a Wagner, en el Teatro Real

octubre 2024
Tezier

El recital que Ludovic Tézier nos brindó el pasado 3 de octubre en el Teatro Real, tenía como primer atractivo la original selección de obras, ya que no suelen ser las más habituales en este tipo de recitales, con una primera parte dedicada al repertorio francés y una segunda parte dedicada íntegramente a Wagner. 

Domina, como no puede ser de otra manera, el repertorio francés. Empezó con una extraordinaria versión de “Scintille, diamant”, de Les contes d’Hoffmann de Offenbach, con una delicada y luminosa interpretación.

Continuó con Sois “immobile”, de Guillaume Tell de Rossini, interpretada con el nervio y la contundencia de su voz baritonal, terminando esta primera parte con “Qui donc commande quand il aime?”, de Henry VIII de Saint-Saëns y “Voici donc la terrible cité”, de la Thaïs de Massenet. Fue en  estas dos versiones en las que Tézier demostró su capacidad dramática. A su riqueza timbrica y voz voluminosa, se unen unos bajos profundos y potentes y un centro y agudos baritonales ricos en colores y densidades. Posee un registro amplio que le permite abordar ciertos roles wagnerianos, como demostró en la segunda parte del recital.

Comenzó esta segunda parte con “O du mein holder Adendstern”, del Wolfram de Tannhäuser, para llegar a los dos monólogos más importantes de Wotan, “Abendlich strahlt der Sonne Auge”, de Das Rheingold y “Wotans Abschied und Feuerzauber”, de Die Walküre, donde tuvo sus momentos de mayor lucimiento, tanto en lo vocal como en la interpretación. Su ascenso al Wallhala fue conmovedor, con variedad de matices, amplia tesitura y una gran carga de profundidad. 

La sorpresa de la noche vino de la mano del joven director berlinés Marcus Merkel (1991), al frente de la Orquesta Titular del Teatro, ya que una parte importante del recital tuvo como protagonista obras orquestales de los mismos compositores. Empezaron con una obra animada, la Obertura de La perle du Brésil, de Félicien David. Seguido de la “Bacanal” de Samson et Dalila, para terminar esta primera parte con la “Meditación” de Thais.

La segunda parte de la orquesta también estuvo protagonizada por Wagner. Empezaron con el preludio de Los maestros cantores, que tienen muy reciente, para terminar con la Cabalgata de las Walquirias. La orquesta sonó homogénea y elegante, con un sonido limpio y mostrando la personalidad de cada obra. Muy bien los solistas, sobre todo el primer violín en la pieza de Massenet.

Las propinas no se quedaron atrás en este despliegue vocal y orquestal. Después del intenso y emocional repertorio francés y de la exigencia de Wagner, Tézier se marcó el aria final del Macbeth verdiano y una conocida canción Del hombre de La Mancha.

Un recital que terminó con el público en pie ante el alarde vocal y la presencia escénica que siempre nos ofrece un grande como Lusovic Tézier.

Fotografía © Javier del Real | Teatro Real