Llegaba el recital 4 del Ciclo de Lied que organizan conjuntamente el Teatro de la Zarzuela y el Centro Nacional de Difusión de la Música, y lo hacía con un valor seguro, el barítono Matthias Goerne, acompañado esta vez al piano por Markus Hinteräuser.
En Esta ocasión Goerne se ha enfrentado a un repertorio de uno de los compositores más profundamente románticos, Robert Schumann. El programa ha sido variado y selecto, Seis poemas y un Requiem, op. 90 (poemas de Nikolaus Lenau (1802-1850)),
doce Liederkreis, op. 39 (poemas de Joseph von Eichendorff (1788-1857) y las cinco canciones contenidas en el op. 135, sobre poemas de la reina María Estuardo (1542-1587). Una sucesión de canciones que el barítono alemán ofreció seguido y sin interrupción. Una hora veinte minutos del tirón.
Matthias Goerne nos tiene acostumbrados a diseccionar, con gran acierto, los aspectos más profundos y psicológicos de las obras y autores que interpreta, y Schumann es, sin duda, el autor psicológicamente más complejo. Y esta selección de canciones reflejan al Schumann más sensible y turbador.
Goerne desplegó todo aquello que se espera de un liederista. Poniendo el acento en cada sílaba, dotando de contenido cada frase. Hasta los silencios estaban cargados de intensidad interpretativa.
La mayor profundidad la depositó en los personajes con mayor protagonismo, El ermitaño, La novia del león o A la reina Isabel. Goerne ofreció una descripción precisa y poliédrica de cada situación, lugar o protagonista. En esa especie de trance en el que entra el intérprete como si ejerciera de médium entre el público y la esencia de la composición.
Estuvo acompañado al piano por Markus Hinteräuser, que acompañó al alemán con el gusto y la precisión más exquisita, formando un tándem extraordinario.
Otra magnífica noche de lied en el Teatro de la Zarzuela, una más…
Fotografía: Rafa Martín