Hace dos años se produjo el debut en Peralada de Xavier Sabata (Avià, Barcelona, 1976), quien obtuvo un gran triunfo con el concierto que llevaba por título “Furioso o tras los pasos de Orlando”. Su vuelta a Peralada, ha constituido uno de los máximos atractivos en la programación de la treinta edición del festival ampurdanés. El contratenor barcelonés nos mostró de nuevo sus inquietudes musicológicas, al elaborar un programa alrededor de la figura de Alejandro el Magno, a través de diferentes títulos del repertorio operístico barroco, que centran su temática en la figura del gran conquistador griego. Con el título “Alejandro el Grande, el hombre que conquistó el mundo” el concierto tuvo lugar en la Iglesia del Cármen de Peralada, el pasado 7 de agosto, donde Xavier Sabata, estuvo acompañado por una orquesta de cámara con miembros del conjunto polaco Capella Cracoviensis, formado por los violinistas Zofia Wojniakiewick y Tomasz Góra junto al viola Mariusz Grochowski, la violonchelista Agnieszka Oszańca, el contrabajo Zenon Skiba y los oboés Taka Kitazato y Alayne Leslie, todos dirigidos por Tomasz Adamus también a cargo del clavecin. El mérito de Xavier Sabata es haber recuperado una serie de óperas barrocas que no habían vuelto a ser escuchadas desde las fechas de sus correspondientes estrenos como La superbia d’Alessandro (1690) de Alessandro Steffani. Abdolomino (1711) y L’Euleo festeggiante nel ritorno d’Alessandro Magno dall’Indie (1699) de Giovanni Battista Bononcini. Alessandro il Grande in Sidone (1706) de Francesco Mancini. Alessandro nell’Indie (1732) de Giovanni Battista Pescetti. Alessandro e Poro (1744) de Carl Heinrich Graun. Alessandro nell’Indie (1729) de Leonardo Vinci y Alessandro in Persia (1741) de Leonardo Leo.
El programa también incluía páginas de dos óperas más conocidas y representadas: Poro (1731) y Alessandro (1726) ambas de Georg Friedrich Händel. El concierto comenzó con sendas páginas orquestales bien interpretadas por la Capella Cracoviensis, pertenecientes a las óperas La superbia d’Alessandro de Alessandro Steffani y Abdolomino de Giovanni Battista Bononcini, y de otra ópera de este mismo autor con el largo título L’Euleo festeggiante nel ritorno d’Alessandro dall’Indie, que incluía dos arias con las que se inició la actuación de Xavier Sabata: en la primera de ellas “Da tuoi lumi”, un aria de bravura con la típica estructura da capo, el cantante mostró su dominio técnico de la coloratura con una gama de graves bien emitida; y, en contraposición, la segunda “Chiare faci” de carácter claramente intimista, donde Sabata mostró un canto pleno de fino melodismo, con el solo acompañamiento del violonchelo, que convierten esta página en un auténtico lamento. En esa misma línea intensamente melódica, se encuadra la bellísima aria “Servati a grande” de la ópera Alessandro nell’Indie de Giovanni Battista Pescetti, con una preciosa introducción orquestal, donde el cantante mostró su dominio de las complejas ejecuciones de milismas ligados, para concluir su interpretación en piano con trino incluido. La primera parte del concierto finalizó con la interpretación de otra aria de bravura “Spirti fieri alla vendetta” de la ópera Alessandro il Grande in Sidone de Francesco Manzini, en cuya primera sección, Xavier Sabata mostró un canto lleno de furia con notas emitidas vertiginosamente, así como su gran capacidad teatral, llegando incluso a enfrentarse a la partitura pasando violentamente sus páginas.
La interpretación realizada por la Capella Cracoviensis del andante de la sinfonía perteneciente a la ópera Alessandro e Poro de Carl Heinrich Graun, marcó el inicio de la segunda parte del concierto, dando paso a Xavier Sabata para afrontar el aria “Servati a grandi impresa” con el mismo texto y título de ópera Alessandro nell’Indie pero de otro autor Leonardo Vinci, donde, de nuevo, el cantante nos mostró su dominio estilístico y gran capacidad para resolver las dificilísimas agilidades de una página sumamente ornamentada, mostrando también su elegante fraseo y magnífico legato. A continuación en “Possono tanto due luci” de la ópera Poro de Händel, iniciada con una brillante introducción orquestal, Sabata volvió a ofrecer una línea de canto que resaltaba el tono intimista y melancólico del aria, para concluirla ensanchando la voz y dotando a su interpretación de fuerte dramatismo. El aria “Dirti, ben mio, vorrei” de Alessandro in Persia de Leonardo Leo, se convierte en una verdadera declaración amorosa de Alejandro a su amante, con frases de carácter tan intimista y sugerente como “che t’amo, che t’adoro, Ma non lo posso dir” cantadas por Sabata con gran estilo y auténtico apasionamiento. El concierto concluyó con la interpretación del aria bravura “Vano amore” perteneciente a la ópera Alessandro de Händel, donde el cantante volvió a mostrar su excelente técnica para afrontar complejas coloraturas, con pasajes ejecutados a gran velocidad, mostrando un amplio fiato para la ejecución de larguísimos melismas y perfectos saltos de octava, con un gran dominio de todos los registros y aportando a su interpretación un alto grado de teatralidad.
Ante los continuos aplausos de un público enfervorizado, Xavier Sabata interpretó dos arias de sendas óperas Händel: “Cedo a Roma e cedo a tè” de Scipione y “Vibra cortese amore” de Alessandro. En la primera, con la alternancia de pasajes lentos y rápidos, junto a las reiteradas repeticiones de la frase que da título al aria, efectuadas con diferentes entonaciones, donde el cantante volvió a demostrar su arte interpretativo. En la segunda, Sabata volvió a deleitarnos con ese canto intimista y de gran delicadeza ya ofrecido en diferentes momentos de este concierto. Buenas interpretaciones de la Capella Cracoviensis en la Sinfonía perteneciente a la ópera Alessandro il Grande in Sidone de Francesco Mancini, donde resultan magníficos los diálogos de los violines con la cuerda grave, ensamblados por el sonido del clave. Momento especialmente brillante en la actuación de la orquesta de cámara polaca, fue la interpretación de la Obertura de la ópera de Händel Alexander’s Feast. Buena actuación de Jan Tomasz Adamus tanto en su labor directorial como en la de interprete al clavecin.
En suma, un concierto de verdadera altura, que muestra de nuevo, la gran capacidad de Xavier Sabata a la hora de elaborar atractivos programas temáticos, junto a su excelente calidad como cantante, y también, como un consumado actor capaz de establecer un alto grado de comunicación con el público.