Éxito de Celso Albelo

La de ayer fue una noche memorable para el tenor español Celso Albelo y para los melómanos de Bilbao. En la última de las funciones que la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO-OLBE) tenía programadas de L’elisir d’amore, de Donizetti, el cantante tinerfeño tuvo que repetir, a petición del público y tras insistentes aplausos, la popular aria «Una furtiva lagrima». Albelo ya había pasado por esta peculiar experiencia: tuvo que bisar la misma página de la ópera donizetiana en la temporada 2010-11 ante el exigente público de La Fenice de Venecia. En el caso bilbaíno la ocasión significó un éxito más en la carrera de Celso Albelo, pues se trataba del primer bis en la historia del Euskalduna, que acoge la temporada de ABAO, una de las más prestigiosas de España y de Europa que este curso celebra su 60º aniversario. Tampoco se recuerda que un cantante haya repetido una aria en la historia reciente de la entidad. Para Albelo, se trató de «una noche de intensas emociones. Ante todo, agradezco infinitamente al público y lo que viví anoche lo recordaré siempre. No es habitual recibir el cariño de la audiencia de una manera tan calurosa, algo que me ha dejado muy tocado».
Considerado uno de los mejores tenores de la actualidad, Celso Albelo continúa la huella de los grandes cantantes españoles y se distingue por poseer una voz de gran cuerpo y homogeneidad y un timbre brillante, elementos a los que une una línea de canto depurada y un fraseo cargado de sentido. Estas características hicieron que en 2006 saltara a la primera línea de la escena operística internacional tras su exitoso Duque de Mantua de Rigoletto (Verdi) en Busseto, junto a Leo Nucci. A partir de entonces ha sido invitado en algunos de los coliseos más importantes del panorama lírico internacional como La Scala de Milán, la Royal Opera House del Covent Garden de Londres, La Fenice de Venecia, el Rossini Opera Festival de Pésaro, la Academia de Santa Cecilia en Roma, el Teatro Verdi de Trieste, el Teatro Real de Madrid, el Pérez Galdos de Las Palmas de Gran Canaria, el Campoamor de Oviedo, el Festival de Ópera de La Coruña, el Festival Castell de Peralada, el Palau de les Arts de Valencia, la Opernhaus de Zúrich, el Festival Classic Openair de Solothurn, el de Savonlinna y el de Baden-Baden, la Ópera de Tokyo, la Ópera de Montecarlo o la de Hamburgo, entre muchos otros.