Nos recibe una mujer radiante, serena, llena de vitalidad y con una sonriente mirada. Es María Bayo. Una de las sopranos más importantes e interesantes del panorama internacional. La entrevistamos aprovechando su paso por Madrid para ofrecer un recital.
Casi todas las temporadas participa en alguna producción operística en el Gran Teatre del Liceu, pero últimamente no es habitual escucharla en el Real.
Y esta temporada, especialmente en las producciones mozartianas, hemos sido muchos los que nos hemos acordado de ella con añoranza. Y ella nos lo aclara, “no me han llamado”. Una lástima, pues hay que procurar llamar siempre a los mejores. Y ella, sin duda, está entre los mejores. Sobre todo si hablamos de la trilogía de Da Ponte. No hay que olvidar que ha sido la única española que ha interpretado esta trilogía cuatro temporadas seguidas en el Festival de Salzburgo.
De gran amplitud, tanto en su tesitura como en sus dramatizaciones, María Bayo recorre con su voz un repertorio que va desde Haendel o Cavalli, hasta Poulenc o Stravinsky. Pero su gran debilidad es Mozart y Rossini, y su gran especialidad, la Susanna de Le nozze di Figaro o la Rossina, de Il Barbiere di Siviglia.
Pero nunca ha dejado de investigar y arriesgarse con nuevos repertorios. Actualmente prepara “La voz humana”, de Poulenc y texto de Jean Cocteau. Un arriesgado monólogo que es todo un desafío.