Comenzó tocando el piano, hasta que a los 14 años, durante unas vacaciones de Pascua en Viena, asistió a un concierto quedando fascinado por la figura del director, nada menos que Karajan. ¿Por qué entonces conformarse con un instrumento, pudiendo hacer que sonaran todos? Así empezó la trayectoria de Riccardo Frizza. Es actualmente director del Festival Donizetti de Bérgamo, ha sido premiado recientemente como mejor director musical por su Lucia de Lammermmor en ABAO y a partir del 23 de septiembre será el encargado de estrenar una de las temporadas más especiales del Teatro Real. Lo hace con La Cenerentola, de Gioachino Rossini, y con el firme propósito de demostrar que el genio de Pésaro está a la altura de Mozart o Beethoven y que su Cenerentola es una auténtica obra maestra. Riccardo Frizza