La obra deja aflorar la sensibilidad de una época de cambios, dividida entre la nostalgia de las grandes horas del reinado de Luis XIV y el culto a la modernidad y al progreso. Superpone así al texto apenas retocado de la Andromaque de Racine (1667) una música con ambiciones ya «románticas», cuyos acentos propiamente inauditos renuevan las pasiones de la antigua edad clásica. Interpretada aquí por primera vez tras su estreno, Andromaque revela hoy toda la modernidad de la escuela francesa en vísperas de la Revolución y se impone sin duda como uno de los lazos más singulares e inesperados entre el barroco y el romanticismo.
André-Ernest-Modeste Grétry
Le Concert Spirituel
Hervé Niquet, Karine Deshayes
Maria Riccarda Wesseling
Sébastien Guèze
Tassis Christoyannis
Glossa