En su última publicación para Decca, la mezzosoprano superventas Cecilia Bartoli celebra el poco conocido florecimiento de la ópera en el San Petersburgo del siglo XVIII bajo el gobierno ilustrado de tres mujeres excepcionales. Las emperatrices (zarinas) Anna Ioánnovna (1730-1740), Elizaveta Petrovna (Isabel, 1741-1762) y Catalina II (más conocida como Catalina la Grande, 1762-1796) dirigieron su mirada a Europa para enriquecer la vida cultural de su país, y contrataron a algunos de los compositores más destacados de Europa para llevar la música más reciente a la corte rusa. Estas tres mujeres poderosas y con una gran determinación demostraron ser políticamente progresistas y musicalmente audaces, tal y como revela Cecilia Bartoli.
Pedro el Grande, zar y posterior emperador de Rusia hasta su muerte en 1725, fue el primer gran modernizador de la nación, impulsando a su vasto país, con su enorme población campesina –devota y conservadora– hacia un fuerte modelo occidentalizado. Fue su sobrina, Anna, quien luego ocupó su puesto y llevó la cultura a su corte a una gran escala, importando a músicos italianos y alemanes y, con ellos, la ópera, la ópera cómica y el ballet.
Tras hacerse con el poder en un golpe incruento del heredero nombrado de Anna –su sobrino-nieto Iván, un bebé–, Elizaveta (hija de Pedro el Grande con su segunda mujer) se fijó en Francia como ejemplo de vida cortesana. Gran admiradora del teatro francés, también favoreció la música con gran pasión. Cantaba en el coro de su capilla privada, fomentó la música profana y fue responsable de la primera ópera cantada en ruso.
El sucesor inmediato de Elizaveta fue su sobrino Pedro, pero pronto fallecería de forma prematura y es posible que su esposa, Catalina, tuviera algo que ver en ello. Sea cual sea la verdad del asunto, durante los treinta y cuatro años siguientes, Catalina la Grande siguió adelante con la obra de sus antecesoras, convirtiendo el Imperio ruso en una auténtica potencia mundial. Aunque ella misma no era musical (siendo sólo una niña, ¡se construyó un trineo con un clavicordio!), siguió llevando a músicos de renombre internacional a San Petersburgo. Llegó a escribir incluso los libretos para algunas óperas, al tiempo que los primeros teatros de ópera públicos se crearon también durante su
(La supuesta fascinación de Catalina por los objetos eróticos –que es probable que sea absolutamente apócrifa– se explora también en el lujoso libreto a todo color que se incluye con el disco.)
“Cecilia Bartoli – San Petersburgo” no sólo celebra a tres grandes soberanas rusas, sino que también centra su atención en sus compositores de corte Francesco Araia (1735-1759), Hermann Friedrich Raupach (1759-1761), Vincenzo Manfredini (1761-1763) y Domenico Cimarosa (1787-1791).
Francesco Araia, de origen napolitano, fue el primer compositor del que se interpretó una ópera en Rusia (La forza dell’amore e dell’odio en el Palacio de Invierno en 1726); también compuso la primera ópera a partir de un libreto en ruso (Tsefal i Prokris, estrenada en 1755). Cecilia canta dos arias de Araia, incluida una de la innovadora La forza dell’amore e dell’odio.
A Araia le sucedió el clavecinista y compositor de origen alemán Hermann Friedrich Raupach. Raupach, que sirvió a su emperatriz durante sólo dos años, es uno de los auténticos descubrimientos de esta grabación, un compositor de elegancia clásica y una voz musical verdaderamente cautivadora. Desgraciadamente, su obra conservada está lejos de ser sustanciosa. Este disco recoge dos arias de su ópera rusa Altsesta, ¡las primeras grabaciones en ruso de Cecilia!
El joven Vincenzo Manfredini, cuya ópera Carlo Magno aparece aquí en tres ocasiones –incluido un animado coro que sirve para cerrar la grabación– ocupó su puesto durante menos de dos años. (¡El hecho de ser nombrado por el efímero predecesor de Catalina, Pedro, no le hizo ningún favor profesional!) Sin embargo, fue un compositor de gran talento y, una vez más, debe su reconocimiento largamente merecido a la defensa de su causa que se ha arrogado Cecilia Bartoli.
Una auténtica curiosidad del disco es el Prólogo de La clemenza di Tito de Johann Adolf Hasse (que es anterior a la obra homónima de Mozart en casi sesenta años), escrita especialmente para una representación escenificada para celebrar la coronación de la zarina Elizaveta en 1742. Fue compuesta por Domenico Dall’Oglio (probablemente un alumno de Vivaldi y Tartini) y su colega compositor y violinista Luigi Madonis.
Domenico Cimarosa, quizás el más conocido de estos compositores en la actualidad, pasó cuatro años en la corte de San Petersburgo antes de trasladarse a Viena y mostrar su lealtad al Sacro Emperador Romano Leopoldo II. Es posible que el interés de Catalina se desplazara hacia la literatura y el teatro franceses, pero Cimarosa trabajó duro y produjo una serie constante de música de gran calidad. El aria incluida aquí, tomada de La vergine del sole –que cuenta con un deslumbrante solo de clarinete– demuestra que la pérdida de Catalina fue nuestra ganancia.
Albergada en la biblioteca del Teatro Mariinski de San Petersburgo, la Colección de Ópera Italiana del siglo XVIII, un archivo de un valor único, se abrió para Cecilia Bartoli e I Barocchisti de cara a hacer posible la realización de este proyecto; juntos exploran música perdida durante más de doscientos años. Las obras contenidas en esta grabación representan el núcleo de una colección de una riqueza extraordinaria que contiene también la partitura original de La forza del destino de Verdi (estrenada en San Petersburgo en 1862). El director artístico del Teatro Mariinski, el director de orquesta Valery Gergiev, ha expresado la alegría que le produce su redescubrimiento: “Me llena de orgullo que Cecilia haya insuflado nueva vida a estos tesoros históricos de nuestro Archivo Mariinski y haya inspirado al mundo con esta música de una belleza única”.
“Cecilia Bartoli – San Petersburgo” es testigo de cómo la mezzo se reúne con I Barocchisti y Diego Fasolis, con quienes ha explorado en sus dos anteriores álbumes la música de Agostino Steffani (“Hay que tanto felicitar como dar las gracias a Cecilia Bartoli por este proyecto, que parece ser en gran medida un acto personal de amor. Con un brioso acompañamiento de los siempre vigorosos I Barocchisti […] es difícil saber qué más podría pedirse” (Gramophone sobre Misión).
Cecilia Bartoli, una artista exclusiva de Decca Classics, es la artista superventas “esencial” de Universal Music, con unas ventas que hasta la fecha superan los diez millones de unidades. Además de haber pasado más de cien semanas en total en las listas de pop internacionales, ha ganado numerosos premios clásicos, incluidos cinco Grammys (Estados Unidos), diez premios ECHO, un Bambi (Alemania), seis premios Gramophone, dos premios Classical Brit (Reino Unido) y un Victoire de la Musique (Francia).
Cecilia Bartoli
St Petersburg
I Barocchisti · Diego Fasolis
CD 00289 478 6767 (Edición limitada en discolibro)
Formato digital
Standard Digital + PDF Booklet 00289 478 7801
Digital Mirror 00289 478 7800
Mastered for iTunes + Bonus Track & PDF Booklet 00289 478 7802
HD Audio + PDF Booklet 00289 478 7803
GIRA DE CONCIERTOS DE PRESENTACIÓN DE ST PETERSBURG
I Barocchisti · Diego Fasolis
October 22, 2014 Berlin, Konzerthaus
October 26, 2014 Amsterdam, Het Concertgebouw
October 28, 2014 Cologne, Philharmonie
November 1 & 7, 2014 Paris, Théâtre des Champs-Élysées
November 10, 2014 Mannheim, Rosengarten
November 13, 2014 Brussels, Palais des Beaux-Arts
November 15, 2014 Baden-Baden, Festspielhaus
November 17, 2014 Essen, Philharmonie
November 19, 2014 Hamburg, Laeiszhalle
November 22, 2014 Regensburg, Audimax der Universität
November 24, 2014 Prague, Rudolfinum
November 26, 2014 Munich, Herkulessaal
November 28, 2014 Vienna, Konzerthaus