Un lujoso adiós a la Edad Media musical.
“Algunos discípulos de la nueva escuela se apresuran sin descansar, embriagando el oído de los hombre en lugar de apaciguarlo”. Con estas palabras, el Papa Juan XXII condenaba el avance que suponía el prodigioso desarrollo en la notación musical y la polifonía de las obras del llamado Ars Nova. Sólo 100 años más tarde este sistema basado en las reglas matemáticas llegaba a su máximo refinamiento con la obra de Guillaume Dufau, el gran maestro del isorritmo politextual. La quintaesencia de este arte lo constituyen sus motetes, compuestos durante 20 años y que representan la fusión de un sistema rítmico extraordinariamente complejo y un sentido melódico excepcional. Una impagable aportación al nuevo espíritu del renacimiento.
Este título fue publicado por primera vez en 2000.