Serenate a Filli

Cuando Alessandro Scarlatti escribó las dos serenatas grabadas aquí por Fabio Bonizzoni y La Risonanza (que inauguran así una estimulante nueva serie en Glossa), esta forma musical, una especie de cantata dramática que a menudo retrataba a personajes alegóricos, llevaba existiendo únicamente medio siglo. Scarlatti, como dice Bonizzoni, «fue una de las mayores fuentes de inspiración para Haendel mientras éste estuvo en Italia, y esto supone una verdadera continuidad con lo que hemos estado haciendo en el pasado reciente» – en particular con el septeto de grabaciones dedicadas a las cantatas de cámara italianas del compositor sajón.
Este sentido de continuidad se extiende al hecho de que las dos obras de este nuevo disco –Serenata a Filli y Le muse Urania e Clio lodano le bellezze di Filli– fueran escritas en Roma en 1706, probablemente para el mismo patrón, Francesco Maria Ruspoli, que impulsó la carrera de Haendel. Tras su reciente El arte de la fuga de Bach, Bonizzoni y los sutiles y elegantes instrumentistas de La Risonanza no sólo iluminan con su saber hacer un género apenas explorado, sino que llaman la atención acerca de una faceta poco conocida de la prodigiosa producción de Alessandro Scarlatti. Las sopranos Emanuela Galli y Yetzabel Arias Fernández y el contratenor Martín Oro, colaboradores habituales de Bonizzoni, son los encargados de proporcionar a estas serenatas su dramática vitalidad.
Además de las serenatas de un Scarlatti ya maduro, los proyectos futuros de esta nueva colección incluyen contribuciones del propio Haendel y también de Antonio Vivaldi.