Concurso Alfredo Kraus

El VIII Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus, contará en esta ocasión entre sus numerosos atractivos con al histórico barítono italiano Leo Nucci que ejercerá como presidente del jurado. Convocado por el Cabildo de Gran Canaria y la Fundación Internacional Alfredo Kraus, esta octava edición del certamen –tercera de la segunda etapa– coincide con el 65 aniversario del debut profesional de Alfredo Kraus y tendrá lugar en Las Palmas de Gran Canaria del 20 al 25 de septiembre.

Fiel a la concepción que el gran tenor imaginara en 1989, el objetivo del certamen es apoyar a los jóvenes cantantes líricos y permitir su acceso al circuito laboral internacional. Tales fueron los propósitos de Alfredo Kraus al inaugurar su primer concurso en 1990, organizándolo hasta la edición 1999, año de su desaparición. Manteniendo estos principios, Rosa Kraus Ley –hija del tenor y presidenta de la Fundación que custodia su legado artístico– y Antonio Morales Méndez –presidente del Cabildo de Gran Canaria– deciden retomar el certamen a partir de la edición de 2017, a dieciocho años del cierre de aquella primera etapa.

Los postulados del certamen permanecieron inalterables: la participación de jóvenes cantantes nacionales y extranjeros, un jurado artísticamente competente y sede en la ciudad natal del tenor.

Para posibilitar este ambicioso proyecto, ha sido fundamental el patrocinio del Cabildo de Gran Canaria. A esto, se ha sumado la colaboración del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, de la Fundación Canaria Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria, de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y la de los teatros nacionales y europeos que han colaborado con este concurso hasta la fecha.

Por supuesto, esta nueva edición del CICAK se ve condicionada por la pandemia sanitaria que afecta al mundo entero. Eso ha requerido un esfuerzo excepcional para coordinar las actuaciones que se llevan a cabo en los distintos teatros internacionales. Por ello, se ha requerido tanto a organizadores como participantes el cumplimiento de unas pautas sanitarias de acuerdo a los requerimientos institucionales de cada país. El cualquier caso, fieles a los protocolos COVID oportunos, la organización del VIII CICAK sigue trabajando para hacer realidad este encuentro, convencida de que hay posibilidades para celebrar con total seguridad este evento cultural.

El jurado

Estará presidido por el barítono italiano Leo Nucci, figura señera de la lírica internacional. En calidad de colega de profesión, amigo y admirador de Kraus –de quien él mismo destaca el arte, la inteligencia técnico-musical y la ética del tenor grancanario–, Leo Nucci ha aceptado presidir este jurado, un cargo que no asume con frecuencia. Alfredo Kraus y Leo Nucci compartieron escenario en teatros como la Staatsoper de Viena, el Regio de Parma, el Liceo de Barcelona o la Scala de Milán.

En calidad de vocales, intervendrán los representantes de los teatros colaboradores: Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela de Madrid; Anton Gradsack, director de casting del Teatro del Maggio Musicale Fiorentino de Florencia y Elisabete Matos, directora artística del Teatro de São Carlos de Lisboa. A ellos se suman Alessandro Galoppini, director de casting del Teatro alla Scala de Milán; Celestino Varela, director general y artístico de la Ópera de Oviedo; Ulises Jaén, director general y artístico de la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria / ACO y dos vocales de honor, Guillermo García-Alcalde y Jerónimo Saavedra Acevedo.

Como en las dos últimas ediciones, la presidencia del concurso será asumida por Rosa Kraus Ley –presidenta de la FIAK y el CICAK– y la dirección artística y secretaría estarán a cargo de Mario Pontiggia –director artístico de la FIAK y el CICAK–.

Inscripción y pruebas

El VIII CICAK 2021 está abierto a cantantes sin distinción de nacionalidad, con edades comprendidas entre los 18 y 32 años –para las voces de soprano, contratenor y tenor–, y entre los 18 y 35 años –para las voces de mezzosoprano, contralto, barítono, bajo–barítono y bajo–. Los interesados deberán formalizar su inscripción mediante un formulario digital a descargar en la página web del concurso (www.fiak.es).

El pasado 15 de mayo ha cerrado la inscripción de Madrid –donde han llegado 25 candidaturas– y el día 19, la de Florencia –que ha recibido 30 candidaturas–. Quedan aún los cierres de Lisboa (5 de junio) y de Las Palmas de Gran Canaria (28 de junio), si bien para estas dos últimas pruebas ya se han recibido más de 20 solicitudes de inscripción.

Las pruebas preliminares del VIII CICAK se llevarán a cabo en el Teatro de la Zarzuela de Madrid (26 y 27 de mayo), en el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino de Florencia (30 y 31 de mayo), en el Teatro de São Carlos de Lisboa (16 y 17 de junio) y en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria (17 y 18 de septiembre). Los candidatos a las mismas serán evaluados por un tribunal integrado por la presidenta y el director artístico de la FIAK y el CICAK, y representantes de las instituciones colaboradoras que alojan cada prueba.

Las pruebas semifinales (20 y 21 de septiembre) y Final (25 de septiembre) tendrán lugar en el Auditorio Alfredo Kraus, icónico edificio inaugurado por el propio tenor en 1997. En estos dos casos, los concursantes serán evaluados por el jurado. La prueba Final que precede a la premiación, se desarrollará en el marco de una gala pública, que contará con la actuación de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria –formación oficial desde el primer concurso de 1990– dirigida en esta ocasión por el maestro Óliver Díaz.

Premios

Los concursantes del VIII CICAK podrán optar a atractivos premios. Los tres Premios Oficiales –de 14.000, 12.000 y 10.000 euros respectivamente, más medalla y diploma-, así como el Premio del Público –de 2.500 euros más diploma- son parte de la importante dotación económica que prevé el patronazgo del Cabildo de Gran Canaria.

A estos galardones, se suman dos premios especiales: el del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria –con 3.000 euros más diploma, destinado al mejor cantante de nacionalidad española-, y el de la Fundación Martín Chirino de Las Palmas de Gran Canaria –con 2.500 euros más medalla y diploma- destinado al mejor intérprete canario. Los finalistas tendrán también la posibilidad de ser invitados a audiciones y/o producciones, conciertos o recitales por parte de los miembros del jurado y los teatros que representan.

VI y VII CICAK

 La recuperación del Concurso, en esta “segunda etapa” constituyó todo un éxito, y las candidaturas superaron con creces el historial de inscripciones de las cinco ediciones precedentes.

El VI CICAK contó con 105 inscritos de 22 nacionalidades. El proyecto de retomar este certamen grancanario tuvo gran repercusión en los medios locales, nacionales e internacionales, incrementándose su difusión por las redes sociales.

Tras las pruebas preliminares -efectuadas en la Escuela Superior de Canto de Madrid, el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino de Florencia y el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria-, la Final tuvo lugar el 29 de septiembre de 2017 en la Sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus. Los 10 finalistas del VI CICAK se presentaron con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, dirigida por el maestro José Miguel Pérez-Sierra. El jurado, presidido por el tenor español Jaume Aragall, otorgó sus galardones al barítono Carles Pachón (España / 1º Premio y Premio al mejor cantante de nacionalidad española), al tenor Galeano Salas (México – EEUU / 2º premio) y a la soprano Leonor Bonilla (España / 3º Premio y Premio del público). El evento fue retransmitido en dos ocasiones por la RTVC. El VII CICAK tuvo lugar en 2019, y efectuó sus pruebas preliminares en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el Teatro del Maggio Musicale Fiorentino de Florencia, el Teatro di San Carlo de Nápoles y el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.

En esta ocasión, el jurado fue presidido por la soprano italiana Mariella Devia, habiéndose inscrito 110 candidatos de 31 nacionalidades. En la Gala Final con público, llevada a cabo en la Sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, participaron 9 finalistas y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria bajo la dirección del maestro Oliver Díaz. Tras la deliberación, el jurado concedió los premios al bajo-barítono Manuel Fuentes Figueira (España / 1º Premio, Premio al mejor cantante de nacionalidad española y Premio del público), al contratenor Rodrigo Sosa dal Pozo (Venezuela – Italia / 2º Premio) y a la soprano María Caballero (México / 3º Premio).

Preservación y promoción del legado de Alfredo Kraus

El CICAK es uno de los proyectos más ambiciosos de la Fundación Internacional Alfredo Kraus y el Cabildo de Gran Canaria para preservar y promocionar el legado artístico de Alfredo Kraus.

Además, el Cabildo de Gran Canaria trabaja en otro auspicioso proyecto que pondrá en valor y adecuará parte del antiguo internado insular de San Antonio, situado en el barrio de Vegueta, barrio natal del tenor. Allí se establecerá la sede de su Fundación para albergar un museo, archivos y un centro de formación, investigación y difusión de su legado artístico y didáctico.

Durante 2021, la FIAK continua, tal como lo hace desde 2017, con los ciclos de conferencias que difunden la figura artística de Alfredo Kraus y la cultura musical de Gran Canaria y con las actividades didácticas para jóvenes intérpretes, propósitos estos volcados por el propio Alfredo Kraus en el acta original de su Fundación.

Ismael Jordi

Estará dedicado a la memoria de Alfredo Kraus –que fue maestro del tenor jerezano y que esta misma semana hubiera cumplido 93 años– a quien el coliseo dedicará el palco número 6 de la platea.

Acompañado al piano por Rubén Fernández Arribas, interpretará obras de Manuel García, Joaquín Turina, Francis Poulenc, Francis Lopez, Jacinto Guerrero, Federico Moreno Torroba, Amadeo Vives y Soutullo y Vert, entre otros autores.

El tenor Ismael Jordi cumple 20 años de carrera, y lo celebrará el próximo sábado 28 de noviembre (20h00) con un concierto “muy personal” en el Teatro de la Zarzuela. El recital, en el que le acompañará al piano Rubén Fernández Aguirre, será ofrecido en memoria de Alfredo Kraus, quien este pasado martes hubiera cumplido 93 años, y que junto con Teresa Berganza fue su maestro de canto en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid. El Teatro de la plazuela de Jovellanos aprovechará tan especial circunstancia para dedicar a Kraus desde ese momento el palco número 6 de la platea con una placa nominativa.

Con un repertorio compuesto en su mayoría de música española, Jordi irá de la música de Manuel García o Joaquín Turina, a la de Francis Poulenc y Francis Lopez, para volver a cruzar los Pirineos musicales con Jacinto Guerrero, Federico Moreno Torroba, Amadeo Vives o Soutullo y Vert, entre otros autores. Composiciones y compositores de altos vuelos, por tanto, los que en este día de celebración trae en su equipaje viajero este jerezano que apunta maneras universales.

Ismael Jordi es un cantante completo. Un artista total. No solo posee una de las voces líricas internacionalmente más aplaudidas, sino que su presencia escénica y su intrínseco carisma lo convierten en una de las más deseadas estrellas de la lírica que hoy pisan los escenarios.

 

Werther

Werther se ha representado por primera vez en El Palau de les Arst de Valencia, en el transcurso de cinco representaciones. La Orquesta de Comunitat Valenciana, magníficamente dirigida por el húngaro Henrik Nánási, ha sido la gran triunfadora. Los resultados tanto en el plano vocal como escénico han sido más discretos.

Jules Massenet (1842 –1912) llegó a componer hasta veinticinco óperas siendo las más conocidas y representadas Manon (1884), Werther (1892) y Thaïs (1898). También cabe citar otros títulos como Le Cid (1885), Esclarmonde (1889), La Navarreise (1894), Le Jongleur de Notre-Dame (1902) y Don Quichotte (1910). Ya, en 1880, Massenet comenzó a barajar la idea de componer una ópera basada en la obra de Goethe Die Leiden des jungen Werther (Las desventuras del joven Werther) de 1774.

Durante un viaje que el compositor junto a su editor Georges Hartmann realizaron a Bayreuth, en 1886, para escuchar Parsifal, tuvieron ocasión de visitar la ciudad de Wetzlar cerca Frankfurt, donde Goethe había escrito su obra. Es, a partir de entonces, cuando Massenet inicia la composición de Werther, con un libreto de Édouard Blau, Paul Milliers y Georges Harmant, quienes adaptan la obra de Goethe, dándole mucha más relevancia al personaje de Charlotte, la mujer idealizada por Werther, por la que siente una incontrolable pasión amorosa. Una vez concluida la composición en junio de 1887, Massenet la ofreció a La Opera-Comique de París, cuyo director Leon Carvalho la rechazó por considerar que el argumento era demasiado triste para interesar al público.

Finalmente, la ópera traducida al alemán, se estrenó con gran éxito en el Teatro Hofoper de Viena el 16 de febrero de 1892. La versión en francés fue estrenada en La Opera de Ginebra el 27 de diciembre de 1892 y el 16 de enero de 1893 se produjo el estreno en La Ópera-Comique de París, donde fue alabada por la crítica aunque recibida con reticencias por el público.

La ópera tuvo una gran aceptación en los principales teatros de todo el mundo. Durante la primera mitad del Siglo XX, fue representada con cierta regularidad en Francia y de manera más intermitente en el resto del mundo, destacando la extraordinaria creación de Werther realizada por el gran tenor francés Georges Thill, junto a la magnífica Charlotte de la soprano Ninon Vallin, que puede escucharse en la grabación discográfica de 1931, dirigida por Elie Cohen al frente de la Orquesta de La Ópera-Comique, remasterizada en CD por EMI en 1989 y aún con mejor sonido por NAXOS en 2000.

Han transcurrido ochenta y seis años y aquella grabación de Werther continua siendo una auténtica referencia. La versión en italiano de Werther tuvo como gran protagonista a Tito Schipa, quien ya la interpretó en Liceu de Barcelona, en diciembre de 1918, y mantuvo en su repertorio durante tres décadas, existiendo muchas grabaciones de la famosa aria del Acto III “Pourquoi me reveiller” en italiano “Ah! Non mi ridestar” y también del aria del Acto I “Allors, c’est bien ici…O Nature” en italiano “Allor sta propio quá…..O natura” y una selección de la ópera junto a la Charlotte de la mezzo Gianna Pederzini grabada en 1940. Schipa fue el modelo de otros tenores italianos como Giuseppe Di Stefano, Ferruccio Tagliavini, Cesare Valletti y Carlo Bergonzi que interpretaron esta ópera en puntuales ocasiones durante los años cincuenta y sesenta del pasado siglo.

Sin embargo, el auténtico resurgir de Werther se produjo cuando el gran Alfredo Kraus la incorporó a su repertorio, en enero de 1966, en el Teatro Municipale de Piazenza, cantada en italiano; aunque pronto el tenor canario interpretará la versión en francés, cuyo primer testimonio es la toma en directo realizada en el madrileño Teatro de la Zarzuela en 1969, donde Kraus compartía reparto con la exquisita Charlotte de Victoria de Los Angeles, quien ese mismo año había intervenido en una magnífica versión discográfica realizada por EMI, junto al excelente Werther del gran tenor sueco Nicolaï Gedda, dirigidos de manera espléndida por Georges Prêtre, al frente de la Orquesta de la Ópera de París. Alfredo Kraus interpretó Werther durante treinta años, en innumerables representaciones por todos los grandes teatros del mundo, compartiendo repartos con magníficas Charlotte, entre ellas: Tatiana Troyanos, Teresa Berganza, Elena Obraztsova, Regine Crespin, Frederica von Stade o Martha Senn.

Numerosas tomas en directo tanto en audio como en video, acreditan la extraordinaria interpretación que Alfredo Kraus realizó de Werther, existiendo también una referencial grabación discográfica, con excelente sonido, realizada en estudio por EMI, en 1979, con dirección orquestal de Michel Plasson al frente de la Orquesta Filarmónica de Londres, donde Kraus compartía reparto con la excelente Charlotte de la mezzo Tatiana Troyanos. El Werther de Alfredo Kraus, sintetiza el estilo aristocrático de Georges Thill con el colorido vocal de Tito Schipa. Después de Kraus cabe destacar las interpretaciones realizadas por Roberto Alagna y Jonas Kaufmann. El tenor francés Jean François Borras, quien ha interpretado Werther en las funciones del El Palau de Les Arts, tuvo su gran oportunidad al sustituir a un indispuesto Jonas Kaufmann, en el transcurso de una representación de Werther, en 2014, en el Metropolitan de Nueva York, ello supuso su debut en este papel que ha interpretado con cierta frecuencia en los últimos años.

El Werther representado en el valenciano Palau de Les Arts, es una coproducción de este Teatro y la Ópera de Montecarlo, con dirección escénica de Jean Louis Grinda, y escenografía de Rudy Sabounghi, con la presencia, desde el mismo comienzo de la Ópera de un gran espejo donde se refleja un Werther de ensangrentada camisa. Súbitamente el espejo se rompe, es atravesado por el protagonista y su troceada moldura se desplaza a los extremos del escenario, volviendo a recomponerse en diferentes momentos: la preciosa escena del “Claro de luna” en el Acto I y en todo el Acto IV, con el que finaliza la representación.

La historia es mostrada a modo de un largo flach-back, empezando por el final, donde Werther contempla el trágico desarrollo de su vida en los últimos seis meses, que constituyen el período de tiempo entre su propia muerte y el momento en que se siente atraído por su ideal femenino representado por Charlotte. El modo de relatar la historia es interesante, aunque resulta un tanto fallido, ya que este procedimiento narrativo típicamente cinematográfico (recuerda el utilizado por Billy Wilder en sus famosas películas: Perdición y El crepúsculo de los dioses) requiere la continua presencia escénica del protagonista, algo que no ocurre en Werther.

El escenario que aparece en los dos primeros actos es el jardín de la casa donde vive Charlotte y como fondo un bosque de verdes colores en el arranque del verano donde transcurre el Acto I, que deriva a las ocres tonalidades del otoño durante el Acto II. El escenario del Acto III, resulta muy convencional, con una gran sala en la casa matrimonial de Charlotte, cuyos elementos principales son un clavicordio, y una iluminada vitrina que contiene una colección de pistolas. La escenografía solo adquiere relevancia al comienzo del Acto IV, con una proyección donde puede verse la figura frontal de Charlotte, con un rostro desencajado, dentro del marco reconstruido de ese gran espejo, corriendo sobre la nieve hacia la casa de Werther.

Poco acertada esa presencia de celestiales angelitos, con sus correspondientes alas, que aparecen rodeando a Werther y Charlotte al final de la ópera. Tampoco la iluminación consigue dar realce a la sencilla escenografía.

En una ópera como Werther, donde el entramado orquestal resulta fundamental siempre imbricado en la acción dramática: La Orquesta de la Comunitat Valenciana fue la gran triunfadora de estas representaciones, espléndidamente dirigida por el húngaro Henrik Nánási, quien consiguió extraer de todas las secciones orquestales, expresivas sonoridades, que ya se ponen de manifiesto en la ejecución de la obertura inicial con momentos de gran tensión dramática en la ejecución de ese tema musical recurrente, que traduce la pasión que Werther siente por Charlotte y que enlaza con los bucólicos acordes que muestran ese otro tema también recurrente de la naturaleza, con brillantes intervenciones solistas del violín concertino.

El sonido orquestal resultó verdaderamente sublime en la interpretación de “El Claro de Luna” en el Acto I, que se convierte en el tema musical esencial de la ópera, y donde destacó de sobremanera el sonido de los violonchelos.

Magnífica la respuesta orquestal en el transcurso del Acto III, en el acompañamiento de las arias de Charlotte, con especial referencia a las intervenciones del saxo, en la segunda aria “Va! Laisse couler mes larmes!” y también las intervenciones de los chelos y el arpa en la famosísima aria de WertherPourquoi me reveiller”. Resaltar la gran interpretación orquestal de la obertura del Acto IV, que lleva por subtítulo “La nuit de Noël”. Magnífica prestación del corno inglés dándole realce a los pasajes de mayor tensión dramática. Excelente sonido de los metales en especial de las trompas. Destacar el solo de órgano como coda conclusiva del dúo de Charlotte y Albert en el Acto II. Solo cabría reprochar un excesivo volumen del sonido orquestal, que, en algún momento, tapó a las voces.

Werther es una ópera de verdadero lucimiento para los dos protagonistas a través de numerosas arias y ariosos, junto a cuatro grandes dúos. En su interpretación de Werther, el tenor francés Jean Louis Borrás, mostró adecuación idiomática y estilística, con una voz lírica de bonito timbre y aceptable volumen, aunque algo ligera y que solamente adquiere rotundas dimensiones en el registro agudo. En sus intervenciones se echó en falta más variedad de acentos, que dotaran a su canto de auténtica expresividad. Realizó una notable interpretación llena de melancolía en ese canto a la naturaleza que constituye el recitativo-aria “Alors, c’est bien ici……Ô nature, plein de grâce” del Acto I. Ya, en el Acto II, mostró en su aria “Un autre est son époux!” ese grado de frustración que le produce ver a Charlotte ya casada con Albert.

Borrás ofreció sus mejores momentos en la famosa aria “Pourquoi me reveiller” insertada en el gran dúo del Acto III con Charlotte, interpretada por la mezzo Anna Caterina Antonacci, quien muestra su gran calidad de interprete al penetrar plenamente en la psicología del personaje, aunque con una voz bastante agostada, con un importante vibrato en todos los registros, escaso volumen y una gama de graves prácticamente inaudibles. Estas carencias se hacen patentes en sus dramáticas intervenciones del Acto III: el aria de las cartas “Werther! Werther…Qui m’aurait dit la place” aceptablemente resuelta, y mostrando auténticos problemas en “Va! Laisse couler mes larmes!» tan exigente en el registro grave.

Muestra una matizada línea de canto en el precioso dúo con Werther del “Claro de Luna” en el Acto I, en comparación con la interpretación más plana de Jean François Borras. Antonacci también está notable en el dúo final con Werther, donde Borrás abusó de las notas afalsetadas, con perdida de afinación en alguna de ellas.

Muy bien la Sophie de Helena Orcoyen, una voz ligera de timbre penetrante y bien proyectada, que se luce en su recitativo-aria del Acto I “Frère, voyez le bouquet….Du gai soleil, plein de flamme”, donde muestra una juvenil alegría ligando bien las frases y ofreciendo unos magníficos agudos. También destaca su interpretación en el dúo con Charlotte “Bonjour, grand soeur!» del Acto III, donde su alegría y desenfado contrasta con la tristeza de su abatida hermana.

Muy discreta la interpretación del bajo-barítono Michael Borth, como Albert, mostrando auténticas limitaciones en un papel de cierta exigencia, sobre todo en el aria “Elle m’aime elle pensé a moi” del Acto I o en el dúo con Charlotte “Trois mois! Voici trois mois” del Acto II, donde se ponen de manifiesto sus carencias vocales e interpretativas.

Aceptable interpretación de Alejandro López como Le Bailli (El magistrado padre de Charlotte). Exagerada caracterización de Moisés Marín y Jorge López interpretando respectivamente a los borrachos Schmidt y Johann, con una notable interpretación de su dúo “Vivat Bacchus, Semper vivat” en el arranque del Acto II, que suele cortarse, pero que si está incluido en esta producción.

Buenas interpretaciones de los niños de La Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats y de las niñas de La Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet.

Texto: Diego Manuel García Pérez
Fotografías: Tato Baeza

Celso Albelo

Cuando todavía es reciente su debut en el legendario Metropolitan Opera House de Nueva York -como Leicester en Maria Stuarda, de Donizetti-, el tenor de Tenerife Celso Albelo se prepara para un nuevo reto en su carrera: cantar su primer Werther, el protagonista de la ópera del mismo nombre de Jules Massenet, un hito en la trayectoria de todo tenor lírico. Esta incorporación se produce coincidiendo con el 50º aniversario del debut en el personaje del mítico Alfredo Kraus -como Albelo, canario de nacimiento- que convertiría en uno de sus papeles fetiche.

Albelo debutará el papel precisamente en su tierra, Tenerife, en tres funciones que se ofrecerán en el Auditorio Adrián Martín de Santa Cruz de Tenerife los días 12, 16 y 19 de marzo, en una nueva producción de la regista italiana Giorgia Guerra y con dirección musical de Evelino Pidò.

Antes de enfrentarse al personaje romántico por excelencia, los días 29 de febrero y 3 de marzo, Celso Albelo regresará a la programación de la Deutsche Oper de Berlín interpretando Tebaldo en I Capuleti e i Montecchi (Bellini); serán dos funciones en versión de concierto bajo la batuta de Paolo Arrivabeni junto al Romeo de la mezzo Joyce DiDonato y a la Giulietta de la ascendente Venera Gimadieva. Más adelante, entrado el mes de mayo, el tenor español interpretará este mismo papel en su regreso al Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

Albelo

Después de sus recientes éxitos en Viena y Berlín como protagonista de la ópera Roberto Devereux, de Donizetti, junto a la legendaria Edita Gruberová, el tenor español Celso Albelo cambiará completamente de ámbito al meterse en la piel del protagonista de la zarzuela Luisa Fernanda, título que en diciembre se ofrecerá en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia en la producción que Emilio Sagi ideara para el Teatro Real de Madrid. En este reencuentro con el género castizo, Albelo coincidirá sobre el escenario con el inmenso Plácido Domingo, quien cantará la parte del barítono de la zarzuela de Federico Moreno Torroba, tal y como ya lo hiciera en el estreno del montaje. La popular pieza de teatro musical español se ofrecerá los días 15, 18 y 22 de diciembre bajo la dirección musical de Jordi Bernàcer.

Habiéndose incorporado a los ensayos de Luisa Fernanda en Valencia, Celso Albelo hará un paréntesis para viajar a Las Palmas de Gran Canaria y actuar, el 24 de noviembre, como invitado en el homenaje que la ciudad le rendirá a su hijo predilecto, el tenor Alfredo Kraus, de quien en 2014 se cumplen 15 años de su muerte. Acompañado al piano por Juan Francisco Parra, Celso Albelo volverá a subir con su arte inigualable al escenario del Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria en una velada cargada de emociones en la que interpretará canción, zarzuela y ópera.

Gala Kraus

Tras el último intento (fallido) en 2000 del Teatro Real por homenajear al Alfredo Kraus, se organizó un nuevo tributo, discreto y con menos pretensiones. Tal vez, como apuntó Joan Mataboch, para exorcizar viejos fantasmas.

Y resultó un acto contenido pero intenso, comedido pero emocionado y siempre oportuno e insuficiente. Recordar a Alfredo Kraus quince años después de su muerte, es también rememorar años de posicionamiento, Aquellos en los que era imposible imaginar el gusto simultáneo por Kraus y por Domingo y que hacía de los krausistas guardianes de la pureza y de la técnica. Escuchar a Kraus acercaba a la exclusividad y alejaba de las masas, los grandes sellos discográficos, o los masivos recitales en plazas públicas.

Escuchar hoy al Maestro continua siendo un acto de exclusividad. Es un íntimo y secreto gozar de cualidades poco frecuentes. De emociones gallardas que el sábado, al volver a escucharle, provocaba en alguno de sus fieles el estremecimiento y la agitación que solo evoca la perfección.

En el recital Legado de Alfredo Kraus, participaron algunos de los que fueron alumnos del Maestro. Simón Orfila, Mariola Cantarero, Javier Franco, Ana Lucrecia García, Isabel Rey, Antonio Gandía y Yolanda Auyanet. Todos ellos acompañados al piano poe Patricia Barton.

El recital terminó con la hija de Kraus, Paticia, que interpretó una versión de “Je crois entendre encoré”, de Los pescadores de perlas. Estuvo acompañada al piano por Cherardo Cantanzaro y Enrique Barbaro en el contrabajo eléctrico.

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