Aquiles en Esciros
Aquiles en Esciros por fin en el Teatro Real

ACHILLE IN SCIRO
AQUILES EN ESCIROS
Francesco Corselli (1705-1778)
Ópera dramática en tres actos
Libreto de Pietro Metastasio (1698-1782)
Estrenada en el Real Coliseo del Buen Retiro de Madrid
el 8 de diciembre de 1744.
Obra recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU)
Nueva producción del Teatro Real, en coproducción
con el Theater an der Wien.
D. musical: Ivor Bolton
D. escena: Mariame Clément
Escenógrafa y figurinista: Julia Hansen
Coreógrafo: Mathieu Guilhaumon
Iluminador: Ulrik Gad
D. coro: Andrés Máspero
Reparto: Gabriel Díaz, Mirco Palazzi, Tim Mead, Francesca Aspromonte,
Sabina Puertolas, Krystian Ada,mJuan Sancho y Katia Klein
Orquesta Barroca de Sevilla
Coro Titular del Teatro Real
Llegaba por fin al Teatro Real la ópera Aquiles en Esciros de Francesco Corselli. Pertenece esta obra a uno de los períodos más interesantes y menos conocidos de la historia de la ópera. Sabemos mucho de las obras de Montevedi o Haendel, pero existe una laguna informativa de lo que ocurrió en el mundo operístico durante los años 1730 a 1770. Esta es una de las razones por las que este estreno es importante. Aquiles en Esciros es una fotografía muy interesante de cómo fue la vida operística en el siglo XVIII.
Pocas eran las óperas que se escribían en España en aquel momento, solo con motivo de grandes acontecimientos de la corte. Precisamente Aquiles en Esciros fue un regalo del Ayuntamiento de Madrid a la Infanta de España María Teresa Rafaela, para festejar su matrimonio con el delfín de Francia. Esta es la principal razón por la que se ha podido conservar casi intacta la partitura en la Biblioteca Histórica de Madrid. Y es aquí donde ha sido rescatada y pulida, para llegar a su estreno, por el musicólogo Álvaro Torrente, del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, junto a Ana Llorens y Alberto Cubero, que se han ocupado de la partitura y Nicola Usala, del libreto.
Francesco Corselli nació en Piacenza, pero muy pronto se trasladó a Madrid y pasó a formar parte de un nutrido grupo de artistas italianos que habían llegado a la capital de la mano de Isabel de Farnesio, como Domenico Scarlatti, Farinelli, Gaetano Brunetti o Luigi Boccherini.
Corselli fue nombrado Maestro de la Capilla Real. Compuso numerosas obras de las que solamente tres fueron óperas para la corte. Pero ni Corselli ni su obra llegaron a ser muy conocidos. A pesar de que en ese momento Madrid era la capital operística de Europa, España siempre fue considerada poco relevante, musicalmente hablando.
En ese momento los libretistas eran más importantes que los compositores, y para Aquiles en Esciros se eligió nada menos que a Pietro Metastasio, el libretista más importante de la historia de la ópera. Sus libretos han sido los más versionados y su obra marca la evolución de la ópera a partir del siglo XVIII. Los compositores más importantes, como Haendel o Mozart, han puesto música a sus historias.
La partitura es una auténtica joya. Su estructura sigue los convencionalismos de una ópera seria, aunque contiene elementos humorísticos, arias da cappo, recitativos, coros… Destaca la calidad de las arias y la manera en la que se expresan los sentimientos de los personajes.
Pero la partitura también ha presentado algunos problemas, relacionados principalmente con los instrumentos de viento. Al no conservarse las particelas, ha sido necesario reescribir las de los oboes, ya que la escritura de los vientos es muy diferente en la actualidad.
Otra peculiaridad de su composición es la gran imaginación de Corselli a la hora de introducir instrumentos exóticos, como el salterio, que aparece al final de la ópera con gran protagonismo en un aria de Aquiles. Su sonido, casi mágico, aporta un color muy especial, generando su propia atmósfera y dotando a la ópera de una gran personalidad.
La historia que nos narra el libreto se sitúa en las Guerras de Troya. Tetis, madre de Aquiles, teme que se cumplan los malos augurios para su hijo Aquiles si participa en la batalla. Para evitar su marcha, le viste de mujer llamándole Pirra y encomienda su seguridad al rey Nicomede. La historia comienza cuando Pirra ya se ha enamorado de Idamia, la hija de Nicomede. Ulises, que sospecha que Aquiles vive escondido en Esciros, consigue descubrirle y que éste le acompañe a la guerra, donde finalmente muere.
La escenografía de esta producción del Teatro Real ha estado a cargo de la francesa Mariane Clément, que ha recreado el interior de una cueva, como elemento materno-protector de Aquiles, en un ambiente onírico, gracias a la iluminación de Ulrik Gad y el vestuario de Julia Hansen. Una escena llena de estalactitas, pasajes y pasarelas donde se desarrolla la acción.
El director musical Ivor Bolton ha dirigido desde el clave a la Orquesta Barroca de Sevilla y el Monteverdi Continuo Ensemble que, junto a sus instrumentos de época, han tenido un papel crucial en el éxito de esta obra. Cabe destacar el salterio, en las mágicas manos de Heidelore Schauer.
Aquiles en Esciros tiene una parte teatral muy potente, por lo que se necesitan cantantes con altas capacidades interpretativas.
Los personajes de Aquiles y Pirra han estado interpretados por el contratenor Gabriel Díaz, sustituyendo a un enfermo Franco Fagioli. El sevillano ha resuelto con soltura y brillantez unos roles nada fáciles, tiene nada menos que siete arias, algunas de bellísima factura, como Tornate sereni. Aunque la tesitura escrita es más aguda que la de su instrumento, ha defendido con bravura su doble personaje. Muy bien en los recitativos.
El bajo italiano Mirco Palazzi fue un rey Licomede de voz pobretona, sin brillo y de escaso volumen. Ganó enteros en su interpretación escénica.
La soprano italiana Francesca Aspromonte, brilló en el rol de Deidamia, el gran amor de Aquiles y el personaje con arias más dramáticas. Muy bien en las agilidades y delicada en las partes más románticas, como su aria Chi può dir, junto al solo de violín de Bojan Čičić.
La más aplaudida de la noche fue sin duda la soprano Sabina Puértolas, como Teagene. Estuvo muy segura en las agilidades y brilló acompañada por el trompetista Bruno Fernandes en su aria Con tromba d’or.
A gran altura estuvo el Arcade del tenor polaco Krystian Adam. Posee un hermoso y cálido timbre. Muy buena también su interpretación como criado de Ulises.
El contratenor británico Tim Mead se encargó de dar vida al otro héroe de la obra, Ulises. Se mostró seguro con su hermoso y agudo timbre.
El sevillano Juan Sancho, bien conocido por el público del Real, ha tenido también una muy buena actuación como Nearco, tanto en la parte vocal como en la interpretación.
Paralelamente a la historia narrada, se desarrollaba en escena la intrahistoria con la familia real como protagonista. La infanta María Teresa, personaje a quien estaba dedicada la composición, aparece y a veces interacciona con los personajes. En la escena final se acompaña de toda la familia real.
Un acierto programar este Aquiles en Esciros después de que fuera suspendido por el confinamiento que produjo la pandemia del covid. Tres años han pasado desde entonces y hay que recordar algunas ausencias que esperaban aquel estreno con ilusión y que ahora no han estado para verlo. Como mis queridos Ofelia Roca y Paco Mejorana.

Partitura digital

El próximo 17 de febrero, cuando Aquiles en Esciros vuelva a la vida en el escenario del Teatro Real, 278 años después de su estreno en el Coliseo del Buen Retiro de Madrid, lo hará en un espacio que recreará su música en estrecha convivencia entre los instrumentos antiguos y la tecnología más avanzada en el mundo musical, gracias al proyecto de digitalización que el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) pondrá al servicio de la Orquesta Barroca de Sevilla para sus representaciones en Madrid, bajo la batuta del director musical del Teatro Real, Ivor Bolton.

La edición crítica de la ópera dramática en tres actos Aquiles en Esciros (1744), con música de Francesco Corselli y libreto de Pietro Metastasio, ha sido realizada por el musicólogo Álvaro Torrente con la participación –como editores asociados– de Ana Llorens y Alberto Cubero (partitura) y Nicola Usula (libreto). La recuperación y edición en soporte digital de la partitura, se ha realizado en el marco de los proyectos de investigación DIDONE, DEePMusic y MadMusic-CM.

DEePMusic (Digitalización del Ecosistema del Patrimonio Musical) pretende identificar y transformar los modos de preservación y recuperación del patrimonio musical, renovando las prácticas involucradas en ellos mediante el uso de herramientas digitales para producir partituras y materiales de interpretación, renunciando así al uso de papel, y para convertir producciones musicales efímeras en testimonios permanentes por medio de grabaciones de sonido digital. El proyecto cuenta con dos Investigadores Principales, el catedrático Álvaro Torrente y la profesora Judith Ortega, y está integrado por investigadores del ICCMU y diferentes instituciones públicas y privadas como la Universidad Complutense, la Universidad de la Rioja, Blackbinder, Asseco o el Teatro Real, entre otras. DEePMusic está financiado por Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Ciencia e Innovación) en el marco del programa Proyectos Estratégicos Orientados a la Transición Ecológica y a la Transición Digital, con fondos del programa NextGenerationEU de la Unión Europea

El proyecto DIDONE, financiado con una Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC), tiene como objetivo principal la creación de un corpus de 4.000 arias digitalizadas a partir de 200 partituras de ópera basadas en los ocho dramas más populares de Metastasio, que serán analizados utilizando métodos tradicionales y tecnología informática de big data. Los resultados serán aplicables a tres campos principales: interpretación de ópera, análisis e interpretación de otros tipos de música, y composición en diversos escenarios. Por otro lado, MadMusic-CM, financiado por la Comunidad de Madrid, es un proyecto destinado a investigar, publicar e interpretar obras olvidadas del patrimonio musical madrileño de los siglos XVII-XX.

Gracias a los fondos obtenidos para el proyecto DEePMusic, el ICCMU ha adquirido 50 iPads totalmente equipados (con lápiz electrónico que permite hacer anotaciones a mano alzada, atril, funda, pedal y carros de carga), que pueden ser utilizados tanto por pequeños grupos de cámara como por grandes orquestas. Los dispositivos que se emplean en cada ocasión están centralizados a través de una plataforma de control remoto (JAMF) que permite gestionar su funcionamiento en tiempo real.

El uso de la aplicación Rolling Scores® con tecnología patentada BlackBinder®, permite una gestión y distribución descentralizada de las partituras y su lectura en diferentes formatos, así como la posibilidad de compartir y realizar anotaciones en diferentes capas, de forma que cada intérprete pueda personalizar sus propios materiales. La aplicación Rolling Scores® tiene funcionalidades específicas para ayudar en la transformación digital de orquesta y agrupaciones: desde la necesaria gestión documental, hasta la organización de temporadas, proyectos, calendarios de ensayos, conciertos, etc. Todo esto complementa al visor multiformato, en el que se puede trabajar en PDF o en formatos interactivos, pudiendo adaptar la visualización al tamaño de la pantalla, transportar partituras, cambiar orientaciones, modificar y compartir anotaciones y varias soluciones de paso automático de páginas.

Esta nueva aplicación se utilizará por primera vez en una ópera del Teatro Real en las representaciones de Aquiles en Esciros, entre los días 17 y 25 de febrero.

Además, se encuentra a disposición de músicos y melómanos la versión para canto y piano de la ópera Achille in Sciro realizada por Saúl Aguado de Aza y revisada por Bernard Robertson. Se puede acceder libremente a la partitura en la web, a través del visor desarrollado por BlackBinder®.

Aquiles en Esciros

Se ofrecerán 5 funciones de la ópera, del 17 al 25 de febrero, en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con el Theater an der Wien.

Se ofrecerán 5 funciones de la ópera, del 17 al 25 de febrero, en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con el Theater an der Wien.

Aquiles en Esciros se estrenó en el Coliseo del Buen Retiro de Madrid en 1744 para festejar el enlace de la infanta María Teresa Rafaela de España, hija de Felipe V, con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV.

En su puesta en escena de la ópera, Mariame Clément –que dirigió antes Platée, de Rameau, escrita para celebrar la misma boda en París- recrea aquél estreno de Aquiles en Esciros en Madrid, con la presencia de la infanta española, que adquiere un gran protagonismo en la producción.

El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, estará al frente de un selecto reparto, del Coro Titular del Teatro Real y de la Orquesta Barroca de Sevilla, además de interpretar el clavecín.

Encabeza el reparto Franco Fagioli (Achille/Pirra), secundado por el contratenor Tim Mead (Ulisse), las sopranos Francesca Aspromonte (Deidamia) y Sabina Puértolas (Teagene), el bajo Mirco Palazzi (Licomede) y los tenores Krystian Adam (Arcade) y Juan Sancho (Nearco).

La partitura original de la ópera fue recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), en una edición moderna a cargo del musicólogo Álvaro Torrente.

Aquiles en Esciros será retransmitida en directo en OPERA VISION, plataforma audiovisual de OPERA EUROPA, el 25 de febrero a las 19.30 horas. Posteriormente la producción estará disponible en el catálogo de My Opera Player.

En torno a Aquiles en Esciros se han organizado actividades paralelas en el Teatro Real, Archivo de Simancas, Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina, Instituto Italiano de Cultura, Museo Arqueológico Nacional, Museo de Historia de Madrid, Museo Reina Sofía, Palacio Real y Sala Equis.

Las funciones de Aquiles en Esciros cuentan con el patrocinio del Consejo del Teatro Real y de la Fundación Amigos del Teatro Real.

El día 14 de marzo de 2020, tres días antes del estreno de Aquiles en Esciros, de Francesco Corselli, en el Teatro Real, el Gobierno de España decretó el estado de alarma y el confinamiento obligatorio de la población.

El decorado de Aquiles en Esciros quedó montado en el escenario durante tres meses, con los trajes colocados en los talleres y todo preparado para un ensayo general que no llegó…

La ópera renace ahora en el Teatro Real, 278 años después de su estreno en Madrid, el 8 de diciembre de 1744, cuando la pandemia ha dejado de ser la protagonista de nuestras vidas…

El Teatro Real recupera Aquiles en Esciros (Achille in Sciro), de Francesco Corselli, con 5 funciones de la ópera, entre el 17 y 25 de febrero, en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con el Theater an der Wien.

AQUILES EN ESCIROS, DE FRANCESCO CORSELLI

Contexto histórico

En la Europa del siglo XVIII las guerras religiosas habían dado paso a las contiendas territoriales, con constantes tratados, alianzas y pactos, muchos de ellos sellados con matrimonios reales. En este contexto se enmarca la boda de la infanta María Teresa Rafaela de España ─hija de Felipe V e Isabel de Farnesio─ con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV, que se celebró por poderes en Madrid, el 18 de diciembre de 1744, y en persona, en Versalles, el 23 de febrero de 1745, y con la que se pretendía apaciguar las tensas relaciones entre ambos países.

Para celebrar el enlace de los futuros reyes de Francia ─que finalmente no reinarían por la prematura muerte de ambos─ se estrenaron dos obras: Achille in Sciro (Aquiles en Esciros), de Francesco Corselli, en el Coliseo del Palacio del Buen Retiro de Madrid, abriendo los festejos de la boda en presencia de la infanta y de los reyes de España, y Platée, de Jean-Philippe Rameau, presentada en la Grand Écurie de Versalles ante la familia real francesa.

Un año después de la boda, fallecía en París la infanta española como consecuencia del parto de una niña que moriría a los 2 años. El delfín de Francia le sobreviviría casi 20 años, junto a su segunda esposa, aunque murió de tuberculosis antes de llegar a reinar.

Aquiles en Esciros se verá por segunda vez en Madrid, 278 años después de su estreno. En 2028 se han ofrecido dos funciones de esta ópera en Dallas, gracias a la perseverancia del musicólogo Grover Wilkins, que dirigió la ópera al frente de la Orchestra of New Spain, en una producción con dirección de escena de Gustavo Tambascio.

Francesco Corselli -o Francisco Courselle- (1705-1778)

Francesco Corselli, natural de Piacenza e hijo de Charles Courcelle, maestro de baile francés de Isabel de Farnesio en Parma, se formó y consagró como compositor en Parma y Venecia, donde estrenó sus dos primeras óperas. En 1733 vino a España, desempeñando años más tarde el cargo de maestro de la Capilla Real durante cuatro décadas. Su notoria influencia italiana en la vida cortesana se vio reforzada por la presencia del célebre castrato Farinelli (1705-1782), excelso cantante y consejero musical de los reyes a lo largo de más de 20 años.

La producción de Corselli, con un notable catálogo de obras mayoritariamente religiosas, acompaña la evolución del barroco musical europeo de mediados del siglo XVIII, ya tardío y sobrio, hasta entroncar con el clasicismo. De sus seis óperas conocidas, dos tienen, como Aquiles en Esciros, libreto de Pietro Metastasio (1698-1782), gran amigo de Farinelli que, según el musicólogo Álvaro Torrente, habría intervenido en los contactos con el libretista, la selección de intérpretes y otros detalles relativos a la producción de la ópera.

Aquiles en Esciros

La ópera narra el jugoso episodio de la vida de Aquiles (Achile, contratenor, tesitura de soprano), en el que su madre, Tetis, decide enviarlo a la isla de Esciros para evitar que el valiente e impulsivo joven participe en la guerra de Troya, donde, según el oráculo, perderá la vida.

Con la complicidad y vigilancia del viejo Nearco (tenor) y la ayuda del rey Licomedes (Licomede, bajo), Aquiles se oculta entre sus hijas disfrazado de mujer con el nombre de Pirra, lo que le permite conocer y disfrutar, de incógnito, del encanto y placeres de la juventud femenina. En ese juego erótico y camaleónico de travestismo esconde su secreta relación amorosa con Deidamia (soprano), hija de Licomedes, destinada a desposar al joven Teagene (soprano), que a su vez está enamorado de Pirra / Aquiles.

En medio de estos hilarantes enredos, cuya ambigüedad sexual es acentuada por las tesituras, también travestidas, de los cantantes, llega a la isla el poderoso Ulises (Ulisse, contratenor, tesitura de mezzosoprano), advertido ya de la situación y decidido a rescatar a Aquiles para capitanear el ejército griego. Conociendo su ímpetu guerrero e intempestivo, simula un falso ataque a la isla que despierta, finalmente, el brío del futuro héroe de la epopeya.

A partir de ese momento la ópera adquiere su carácter épico de opera seria y Aquiles deja la fogosidad juvenil y se debate, hasta el final de la obra, con las grandes cuestiones éticas que subyacen en el mito:

─ ¿Una vida corta con gloria o larga sin ella?

─ ¿El amor bienaventurado o la lucha por un ideal?

─ ¿La inmortalidad en el Edén o la muerte heroica como un hombre?

La nueva producción del Teatro Real

La directora de escena Mariame Clément indaga sobre estas y otras cuestiones en su original dramaturgia, presentando Aquiles en Esciros a la verdadera infanta María Teresa Rafaela como una especie de “éducation sentimentale”, en la que los personajes y las sucesivas escenas de la ópera le harán reflexionar sobre los sentimientos, los placeres, los ideales, los deberes, los miedos y los atributos del hombre y de la mujer.

Con la complicidad de la escenógrafa y figurinista Julia Hansen, con quien trabaja regularmente, Clément sitúa la trama de la ópera en una “gruta encantada” de perfume rococó, que evoca las falsas ruinas de los jardines dieciochescos; o el vientre femenino, curvilíneo y libidinoso de una madre protectora; o la roca de una isla imaginaria. Ahí vive Aquiles disfrazado, imberbe y juguetón, en igualdad de circunstancias que las mujeres, y de ahí saldrá maduro y presto a luchar por su pueblo, investido de masculinidad y heroísmo, dispuesto a dejar a su amada después de la feliz boda que concluye la ópera. Un camino de iniciación y de nacimiento de un héroe y un viaje de la ópera del siglo XVIII desde la libertad sexual, abstracción y goce del barroco primigenio a los convencionalismos de género que se impondrían en los siglos siguientes.

El Teatro Real, con motivo de la declaración del estado de alarma, procedió el pasado viernes 13 de marzo a la suspensión efectiva de su actividad artística y laboral.  Como consecuencia de ello, las representaciones a puerta cerrada de Aquiles en Esciros no se van a llevar a cabo ni  se podrá grabar esta ópera como se había anunciado.

El Teatro Real también cancela las cinco representaciones de la ópera Lear, previstas para los días 16, 19, 22, 25 y 28 de abril al haberse suspendido los ensayos de esta semana, como estaba programada.

El Teatro Real se dirigirá a los abonados y compradores de la misma para informarles de los sistemas de devolución de entradas.

El Teatro Real lamenta profundamente estas cancelaciones e intentará, en la medida de lo posible, recuperar los títulos ahora anulados cuando la programación artística lo permita. El Teatro Real manifiesta, asimismo, su apoyo solidario a todas las personas afectadas, a sus familiares, a la ciudadanía en general y, en especial, a todos los trabajadores y trabajadoras de la sanidad y la seguridad que con su esfuerzo inmenso harán que superemos esta situación adversa.

Fotografía: Javier del Real

El Teatro Real, siguiendo las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros en relación con el Coronavirus COVID-19 y de acuerdo con el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid, ha adoptado las siguientes medidas:  

  1. Las funciones de los días 17, 19, 20, 22, 23 y 25 de marzo la ópera Aquiles en Esciros, cuyo estreno estaba previsto para el próximo martes 17 de marzo, se realizarán a puerta cerrada, sin público, y se retransmitirán en directo a través de la plataforma de video del Teatro Real “My Opera Player.

Las funciones de los días 26 y 27 de marzo se mantienen a la espera de las próximas directrices de las Autoridades Sanitarias.

Todos los abonados y compradores de entradas de esta ópera podrán disfrutarla gratuitamente, en el mismo día y hora que tenían previsto asistir al Teatro Real, a través de la plataforma “My Opera Player”. También la podrán ver gratuitamente todos los trabajadores del Teatro Real.

  1. La función del día 27 de marzo se emitirá en directo para toda España por La 2 de TVE en un programa especial que dará comienzo a las 19.15 y para el resto de Europa por el canal ARTE.  

Igualmente, Aquiles en Esciros se podrá escuchar a través de Unión Europea de Radiodifusión (UER) el día 25 de marzo, y el día 28 de marzo, a las 20.00 horas, a través de Radio Nacional de España (RNE).

  1. Respecto al resto de la programación del Teatro Real, quedan suspendidos: Los Nibelungos (21 y 28 de marzo), el Concierto Francisco Viñas (22 de marzo), Flamenco Real (13, 20 y 27 de marzo), Jazz Real (19 de marzo), la visita guiada y libre al Teatro Real, así como las actividades paralelas previstas en otras instituciones culturales vinculadas a la ópera y los Enfoques de Aquiles en Esciros (consultar www.teatroreal.es) .
  2. Por su parte, las funciones infantiles del espectáculo Historia de Babar, previstas entre los días 14 a 22 de marzo, se posponen hasta el mes de mayo.
  1. Se mantiene la actividad interna del Teatro Real, con los ajustes de programación mencionados, siempre dentro de las directrices marcadas por el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid.

Todas estas  medidas se han tomado para mitigar factores de posible contagio, tanto para el público como para los trabajadores. Se trata de medidas provisionales, proporcionadas y modificables en función de evolución de las circunstancias.

El Teatro Real lamenta las molestias que estas decisiones puedan ocasionar a los abonados y compradores. Damos las gracias a los trabajadores, a RTVE y al canal ARTE, así como al elenco artístico, al Coro Titular del Teatro Real y a la Orquesta Barroca de Sevilla por su valiosa colaboración en estas circunstancias.

Se ofrecerán 8 funciones de la ópera, entre el 17 y el 27 de marzo, en una nueva producción del Teatro Real, que reafirma su compromiso con la recuperación del patrimonio lírico español.

Aquiles en Esciros se estrenó en el Coliseo del Buen Retiro de Madrid en 1744 para festejar el enlace de la infanta María Teresa Rafaela de España, hija de Felipe V, con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV.

En su puesta en escena de la ópera, Mariame Clément –que dirigió antes Platée, de Rameau, escrita para celebrar la misma boda- recrea el estreno de Aquiles en Esciros en Madrid a través de la infanta española, que adquiere un gran protagonismo dramatúrgico en la producción.

La escenografía y figurines de Julia Hansen evocan la libertad y fantasía del Barroco y la atmósfera de ensoñación del universo mitológico.

El director musical del Teatro Real, Ivor Bolton, estará al frente de dos elencos, del Coro Titular del Teatro Real y de la Orquesta Barroca de Sevilla, además de interpretar el clavecín.

La partitura original de la ópera, conservada en la Biblioteca Histórica Municipal Conde Duque de Madrid, fue recuperada por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), en edición moderna a cargo del musicólogo Álvaro Torrente.

Aquiles en Esciros será retransmitida en directo por ARTE TV el 27 de marzo, a las 20.00 horas, en una coproducción audiovisual de François Roussillon, Arte TV, Mezzo y RTVE. Posteriormente la producción será editada en DVD y estará disponible en el catálogo de My Opera Player, plataforma audiovisual del Teatro Real.

El 25 de marzo a las 20.00 horas la ópera será retransmitida en diferido para los países de la UER, Unión Europea de Radiodifusión, y el 28 de marzo, a las 20.00 horas, para toda España por Radio Clásica, de RNE.

En torno a Aquiles en Esciros se han organizado un gran número de actividades paralelas en el Teatro Real, Fundación Juan March, Museo del Prado, Museo Arqueológico Nacional, Museo Nacional de Escultura de Valladolid, Biblioteca Nacional, Círculo de Bellas Artes, Institut Français de Madrid, Vila romana La Olmeda y Fundación SGAE.

Coincidiendo con las funciones de la ópera, el Teatro Real acogerá, del 25 al 27 de marzo, el Congreso Internacional de Musicología Parole del Metastasio, que reunirá a filólogos y musicólogos internacionales expertos en el legado del libretista.

Las funciones de Aquiles en Esciros cuentan con el patrocinio de la Junta de Amigos del Teatro Real.

AQUILES EN ESCIROS, DE FRANCESCO CORSELLI

Contexto histórico

En la Europa del siglo XVIII las guerras religiosas habían dado paso a las contiendas puramente territoriales, con constantes tratados, alianzas y pactos, muchos de ellos sellados con matrimonios reales. En este contexto se enmarca la boda de la infanta María Teresa Rafaela de España ─hija de Felipe V e Isabel de Farnesio─ con el delfín Luis de Francia, hijo de Luis XV, que se celebró por poderes en Madrid, el 18 de diciembre de 1744, y en persona en Versalles, el 23 de febrero de 1745, y con la que se pretendía apaciguar las tensas de relaciones entre ambos países.

Para celebrar el enlace de los futuros reyes de Francia ─que finalmente no reinarían por la prematura muerte de ambos─ se estrenaron dos obras: Achille in Sciro (Aquiles en Esciros), de Francesco Corselli el 8 de diciembre de 1744, en el Coliseo del Palacio del Buen Retiro de Madrid, abriendo los festejos de la boda, en presencia de la infanta y de los reyes de España, antes de que la joven partiera para Francia; y Platée (Platea), de Jean-Philippe Rameau, presentada en la Grand Écurie de Versalles un mes después del enlace ante la familia real francesa.

Un año después de los fastos de esta boda, fallecía en París la infanta española como consecuencia del parto de una niña que moriría a los 2 años. El delfín de Francia le sobreviviría casi 20 años, junto a su segunda esposa, aunque murió de tuberculosis antes de llegar a reinar.

Aquiles en Esciros se verá por segunda vez en Madrid, 275 años después de su estreno, pero hoy sabemos que el enlace que se celebraba no tuvo el final feliz que corona la ópera.

Francesco Corselli (1705-1778)

Francesco Corselli, natural de Piacenza e hijo de Charles Courcelle, maestro de baile francés de Isabel de Farnesio en Parma, se formó y consagró como compositor en Parma y Venecia, donde estrenó sus dos primeras óperas. En 1733 vino a España, desempeñando años más tarde el cargo de maestro de la Capilla Real durante cuatro décadas. Su notoria influencia italiana en la vida cortesana se vio reforzada por la presencia del célebre castrato Farinelli (1705-1782), excelso cantante y consejero musical de los reyes a lo largo de los más de 20 años que residió en Madrid.

La producción de Corselli, con un notable catálogo de obras mayoritariamente religiosas, acompaña la evolución del barroco musical europeo de mediados del siglo XVIII, ya tardío y sobrio, hasta entroncar con el clasicismo. De sus seis óperas conocidas, dos tienen, como Aquiles en Esciros, libreto de Pietro Metastasio (1698-1782), gran amigo de Farinelli que, según el musicólogo Álvaro Torrente, habría intervenido en los contactos con el libretista, la selección de intérpretes y otros detalles relativos a la producción de la ópera.

Pietro Metastasio escribió 27 libretos de ópera sobre los que se compusieron cerca de 900 partituras a lo largo del siglo XVIII. El de Aquiles en Esciros fue redactado en 1736, en apenas 18 días, para celebrar los esponsales de María Teresa de Austria, con música del compositor Antonio Caldara. El mismo libreto sería utilizado en otras 38 óperas, casi todas, como la de Francesco Corselli, caídas en el olvido.

Aquiles en Esciros, de Francesco Corselli

Entre paréntesis, las tesituras de los intérpretes en la producción del Teatro Real.

La ópera narra el jugoso episodio de la vida de Aquiles (Achile, contratenor, tesitura de soprano), en el que su madre, Tetis, decide enviarlo a la isla de Esciros para evitar que el valiente e impulsivo joven participe en la guerra de Troya, donde, según el oráculo, perderá la vida.

Con la complicidad y vigilancia del viejo Nearco (tenor) y la ayuda incauta del rey Licomedes (Licomede, bajo), Aquiles se oculta entre sus hijas disfrazado de mujer con el nombre de Pirra, lo que le permite conocer y disfrutar, incógnito, del encanto y placeres de la juventud femenina. En ese juego erótico y camaleónico de travestismo esconde su secreta relación amorosa con Deidamia (soprano), hija de Licomedes, destinada a desposar al joven Teagene (soprano), que a su vez está enamorado de Pirra / Aquiles.

En medio de estos hilarantes enredos, cuya ambigüedad sexual es acentuada por las tesituras, también travestidas, de los cantantes, llega a la isla el poderoso Ulises (Ulisse, contratenor, tesitura de mezzosoprano), advertido ya de la situación y decidido a rescatar a Aquiles para capitanear el ejército griego. Conociendo su ímpetu guerrero e intempestivo, utiliza todas las artimañas para seducirlo: pronuncia un elocuente discurso en el que apela a la heroica defensa de Grecia, ofrece regalos a las hijas del rey ocultando una espada para Aquiles y simula un falso ataque a la isla que despierta, finalmente, el brío del futuro héroe de la epopeya.

A partir de ese momento la ópera adquiere su carácter épico de opera seria y Aquiles deja la fogosidad juvenil y se debate, hasta el final de la obra, con las grandes cuestiones éticas que subyacen en el mito:

─ ¿Una vida corta con gloria o larga sin ella?

─ ¿El amor bienaventurado o la lucha por un ideal?

─ ¿La inmortalidad en el Edén o la muerte heroica como un hombre?

La nueva producción del Teatro Real

La directora de escena Mariame Clément indaga sobre estas y otras cuestiones en su original dramaturgia, presentando Aquiles en Esciros a la verdadera infanta María Teresa Rafaela como una especie de “éducation sentimentale”, en la que los personajes y las sucesivas escenas de la ópera le harán reflexionar sobre los sentimientos, los placeres, los ideales, los deberes, las dudas, los miedos y los atributos del hombre y de la mujer.

Con la complicidad de la escenógrafa y figurinista Julia Hansen, con quien trabaja regularmente, Clément sitúa la trama de la ópera en una “gruta encantada” de perfume rococó, que evoca las falsas ruinas de los jardines dieciochescos; o el vientre femenino, curvilíneo y libidinoso de una madre protectora; o la roca de una isla imaginaria. Ahí vive Aquiles disfrazado, imberbe y juguetón, en igualdad de circunstancias que las mujeres, y de ahí saldrá maduro y presto a luchar por su pueblo, investido de masculinidad y heroísmo, dispuesto a dejar a su amada después de la feliz boda que concluye la ópera. Un camino de iniciación y de nacimiento de un héroe y un viaje de la ópera del siglo XVIII desde la libertad sexual, abstracción y goce del barroco primigenio a los convencionalismos de género que se impondrían en los siglos siguientes.

Fotografía: © Javier del Real | Teatro Real

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