Mark Padmore

El tenor Mark Padmore participa en el XXIII Ciclo de Lied que organiza el CNDM y que tiene lugar en el Teatro de la Zarzuela. Estará acompañado al piano por Roger Vignoles. El primer gran ciclo de Schubert, Die schöne Müllerin, como el segundo, Winterreise, sobre poemas de Wilhelm Müller, es el inicio de un largo viaje, al principio optimista, en busca del amor; un traslado confiado, efusivo y soñador que pronto verá enturbiadas su expectativas ante los desaires. Un sinfín de emociones, de nuevas experiencias que nos irá contando el protagonista de viva voz desde la alegre partida (Das Wandern) hasta la posta final, la casi fúnebreDas Baches Wiegenlied. La peripecia estará en la voz del fino estilista que es Padmore, que une la efusión al dominio del acento y de los reguladores.

Mark Padmore nació en Londres y creció en Canterbury. Tras comenzar sus estudios de clarinete, obtuvo una beca para estudiar en el King’s College de Cambridge, graduándose en música. Se ha forjado una brillante carrera en la ópera, conciertos y recitales, con interpretaciones de las Pasiones de Bach que le han otorgado reconocimiento mundial. En ópera ha trabajado con los directores Peter Brook, Katie Mitchell, Mark Morris y Deborah Warner, interpretando recientemente los roles protagonistas de las óperas de Harrison Birtwistle The Corridor y The Cure en el Aldeburgh Festival y el Linbury Theatre, así como Jephtha de Haendel para la WNO y la ENO, Captain Vere en Billy Budd de Britten y el papel de Evangelista en una producción escenificada de la Pasión según San Mateo en Glyndebourne. También interpretó a Peter Quint (Turn of the Screw de Britten) en una producción televisiva para la BBC y grabó el papel protagonista en La Clemenza di Tito con René Jacobs para Harmonia Mundi. Sus próximos papeles incluyen el Tercer ángel (John) en Written on Skin de George Benjamin en la Royal Opera House de Londres.

En concierto ha actuado con las principales orquestas del mundo, incluyendo la Bayerischer Rundfunk y las filarmónicas de Berlín, Viena, Nueva York y Londres, así como la Royal Concertgebouw, Boston, London Symphony y Philharmonia. Aparece regularmente con la OAE en sus producciones de las pasiones de J.S. Bach. Ofrece recitales por todo el mundo junto a Kristian Bezuidenhout, Jonathan Biss, Imogen Cooper, Julius Drake, Till Fellner, Simon Lepper, Paul Lewis, Roger Vignoles y Andrew West. Compositores como Sally Beamish, Harrison Birtwistle, Jonathan Dove, Thomas Larcher, Nico Muhly, Alec Roth, Mark-Anthony Turnage, Huw Watkins, Ryan Wigglesworth y Hans Zender han escrito música para él. Su discografía incluye la Missa Solemnis de Beethoven y Die Schöpfung de Haydn con Bernard Haitink y la Bayerischer Rundfunk, y lieder de Beethoven, Haydn y Mozart con Kristian Bezuidenhout para Harmonia Mundi. Otros álbumes incluyen arias de Handel con The English Concert (As Steals the Morn, Premio BBC Music Magazine), ciclos de Schubert con Paul Lewis (Winterreise, Premio Gramophone 2010), Dichterliebe de Schumann con Kristian Bezuidenhout (Premio Edison Klassiek 2011) y Serenade, Nocturne y Finzi Dies Natalis de Britten con la Britten Sinfonia (Premio ECHO Klassik 2013). Obtuvo asimismo un Premio BBC Music Magazine en 2013 por la Pasión según San Mateo escenificada con la Filarmónica de Berlín y Rattle. Fue elegido Vocalist of the Year 2016 por la revista Musical America y recibió un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Kent en 2014. Es Director Artístico del St. Endellion Summer Music Festival de Cornwall.

Lunes 21 de noviembre de 2016, a las 20:00h. en el Teatro de la Zarzuela.

Entradas

Ambigú Teatro de la Zarzuela

El Teatro de la Zarzuela contará a partir de mañana martes, 18 de octubre (20:00 horas), con un espacio de conciertos diferente: su flamante nuevo ambigú. El recital ‘Canción vasca’ será el pistoletazo de salida del ciclo Notas del Ambigú, que propone cinco conciertos hasta el mes de abril.

En esta primera cita, la soprano Miren Urbieta, una de las cantantes con mayor proyección en la actualidad, acompañada por el reconocido pianista Rubén Fernández Aguirre y por el actor Lander Otaola como recitador, repasará un repertorio tejido con canciones de José María Usandizaga (coincidiendo con las funciones de ‘Las golondrinas’), Jesús Guridi, Pablo Sorozábal y Antón García Abril.

La original propuesta continuará el 31 de enero con el concierto ‘Canción catalana’, que incluirá canciones de Enrique Granados, Isaac Albéniz y Eduard Toldrà, y que estará interpretado por la internacional mezzosoprano barcelonesa Carol García y asimismo por Fernández Aguirre al piano.

El 15 de febrero llegará la tercera entrega del ciclo con ‘Un fandango y millares de cosas’, en la que el conjunto de música barroca Forma Antiqva, que tiene como núcleo estable a los hermanos Pablo, Daniel y Aarón Zapico, y que está considerado por la crítica como uno de los conjuntos más relevantes de la música clásica en España, interpretará obras de Kapsperger, Gaspar Sanz, Santiago de Murcia, Monteverdi, Händel o Mozart.

‘Una noche de copla’ dará continuidad al ciclo el 8 de marzo. El actor y cantante poliédrico Ángel Ruiz dará rienda suelta a composiciones de maestros del género como Quintero, León, Quiroga, Salazar o Perelló, junto a uno de los pianistas acompañantes más recurridos como es Miguel Huerta.

Una velada muy especial cerrará esta primera edición de las Notas del Ambigú. El 18 de abril, bajo el título ‘Comedia musical’, la voz de la sólida soprano Carmen González y el experto piano de Patricia Burton desgranarán temas de algunos de los más célebres autores del género como Jules Styne Richard y Robert Sherman, Michel Legrand, Harold Arlen, Stephen Sondheim y Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II.

Notas del Ambigú nace así, con espíritu innovador, para ofrecer música diferente, destinada a un público muy diverso, en un rincón hospitalario y heterogéneo del Teatro de la Zarzuela.

Notas del Ambigú

Temporada 2016/2017

Canción vasca

18 de octubre de 2016. 20:00 horas

MIREN URBIETA, Soprano

LANDER OTAOLA, Recitador

RUBÉN FERNÁNDEZ AGUIRRE, Piano

Obras para voz y piano de Guridi, Usandizaga, Sorozábal y García Abril

Canción catalana

31 de enero de 2017. 20:00 horas

CAROL GARCÍA, Mezzosoprano

RUBÉN FERNÁNDEZ AGUIRRE, Piano

Obras para voz y piano de Granados, Albéniz y Toldrá

Un fandango y millares de cosas

15 de febrero de 2017. 20:00 horas

FORMA ANTIQVA

Obras de Giovanni Girolamo Kapsperger, Gaspar Sanz, Santiago de Murcia, Claudio Monteverdi, Georg Friderich Händel o Wolfgang Amadeus Mozart

Una noche de copla

8 de marzo de 2017. 20:00 horas

ÁNGEL RUIZ, Cantante

MIGUEL HUERTAS, Piano

Obras de Quintero, León, Quiroga, Salazar o Perelló

Comedia musical

18 de abril de 2017. 20:00 horas

CARMEN GONZÁLEZ, Soprano

PATRICIA BARTON, Piano

Obras de Jules Styne Richard y Robert Sherman, Michel Legrand, Harold Arlen, Stephen Sondheim y Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II

 

Gerhaher

Era la octava vez que Christian Gerhaher participaba en el Ciclo de Lied del CNDM en el Teatro de la Zarzuela. En esta ocasión para interpretar Winterreise (viaje de invierno), que Franz Schubert compuso en 1827 para voz y piano. En él expresa los sentimientos de un caminante a través de un paisaje invernal y gélido, tras conocer el rechazo de su amada. Desgrana su melancolía a través de un viaje en el que solo existe la desesperanza.

Alejado de su familia, sin pareja estable, enfermo y sin haber conseguido ningún éxito como compositor, Schubert transmite a través de este conjunto de 24 canciones los dos temas fundamentales de los poemas de Wilhem Muller, el sentido de viaje y el de soledad. Y lo hace a través de un viaje íntimo en el que utiliza como eje principal el paisaje exterior, la naturaleza, como símbolo de su propio interior. El invierno es aquí el elemento descriptor de los sentimientos más profundos y sombríos. Nos habla claramente de la muerte. Muerte que le acechaba y que llegó apenas fue publicada esta obra casi póstuma.

Schubert resaltó la parte pianística y eliminó cualquier tipo de adorno vocal. la sencillez, que no simplicidad, son un elemento común a destacar en esta obra. Es aquí donde Gerhaher añade una contención desprovista de cualquier exceso de teatralización dramática. Profundizando en la sobriedad de los sentimientos más desgarrados.

Este tipo de composiciones, aparentemente sencillas, requieren de una depurada técnica instrumental. Y es Christian Gerhaher uno de sus mejores exponentes en la actualidad. Se nota la magistral influencia tanto de Fischer-Dieskau, como de Elisabeth Schwarzkopf y es evidente la evolución de su voz y la capacidad de matización en obras de tanta exigencia comunicativa por su contención. Los cambios de tonalidad y de dinámicas son perfectamente expresados por un Gerhaher que ha perfeccionado sus graves y que regula el volumen y los cambios de tono con seguridad y acierto. Como demostró en Irrlicht (Fuego fatuo) donde la amplitud de registro y tonalidad obliga a transitar de agudos a graves y de fortes a delicados pianos.

Acompañado por Gerold Huber, establecen entre ambos ese diálogo íntimo entre voz y piano con el que Schubert concibió Winterreise. Un viaje interior en el que el dramatismo del proceso anímico solo puede conducir a la nada. A la soledad más absoluta del propio compositor.

Fue una hora y media en la que Gerhaher desgranó una a una estas 24 delicadezas del romanticismo. No ofreció bises, no eran necesarios. Nada faltó en esa hora y media de un recogimiento interior del que tan profundamente se puede llega a disfrutar.

https://youtu.be/dIwo6cxcWDE

María José Montiel interpreta a María Moliner en el Teatro de la Zarzuela

No es habitual estrenar una ópera en España. Menos aún lo es hacerlo en el Teatro de la Zarzuela. Y si además la ópera es española, más que de acontecimiento musical, hablamos casi de milagro.

María Moliner es un personaje con empaque suficiente para protagonizar una historia. Empaque y heroicidad de quien realiza una labor formidable desde el más puro ostracismo. Escribir un diccionario de uso del castellano en la soledad del salón de su casa, aislada y cercada por la censura de la época, hacerlo en tan solo quince años, y discutir incluso al propio diccionario de la RAE y a los miembros de su academia,  no es un acontecimiento menor.

Sobre una idea de Paco Azorín se ha construido una obra rigurosa y cuidada. Dividida en dos actos y diez escenas, es el resultado de la complicidad entre el propio Paco Azorín, el compositor Antoni Parera Fons y la libretista Lucía Vilanova. Es en la música donde reside gran parte del acierto de esta ópera. Gran conocedor de las dinámicas bocales y capaz de escribir específicamente para la voz, Parera Fons ha compuesto una partitura perfectamente reconocible y de gran coherencia de principio a fin. Ha sido capaz de utilizar distintas técnicas musicales en perfecto equilibrio y ponerlas al servicio de la obra.

En este punto, la labor del director musical Víctor Pablo Pérez es impecable. Sensible y atento a todo lo que ocurría a su alrededor, sacó de su Orquesta todos los matices de la partitura, enriqueciéndola.

El libreto de Lucía Vilanova se ha nutrido principalmente de dos fuentes, la biografía sobre María Moliner de Inmaculada de la Fuente, y del propio Diccionario. El texto trata de reflejar la cotidianeidad de un proceso tan complejo como es la elaboración de un diccionario, pero sobre todo trata de desentrañar su vida interior, sus sueños y la evolución de un proyecto de esa envergadura. Tal vez le falte al libreto el lirismo propio de una obra operística. Describe con demasiado realismo unos acontecimientos difíciles de encajar en una adecuada línea de canto. El libreto tiene el añadido de un sueño, el que imagina el momento de escribir la solicitud de entrada en la Academia. Moliner se hace acompañar entonces de otras escritoras que, como ella, debían haber formado parte de la RAE. Le ayudan a redactar la carta Emilia Pardo Bazán, Isidra de Guzmán y de la Cerda y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Otro de los pilares de esta obra es su protagonista. El papel de María Moliner fue escrito expresamente para María José Montiel. Su entrega al personaje es absoluta. Su presencia en escena es casi permanente y ambas, Moliner y Montiel, poseen la misma carga de temperamento que de ternura. Su voz homogénea, extensa y de generosa tersura, mece con su hermoso timbre cada nota que emite.

El resto del reparto está encabezado por José Julián Frontal, como Fernando, su marido. El personaje no es extenso vocalmente pero queda muy bien posicionado gracias a su gran interpretación.

Emilia Pardo Bazán ha sido interpretada por la soprano vizcaína Celia Alcedo, de voz vigorosa y bien armada, dotó a su personaje de la entidad que se le supone.

A un nivel muy alto estuvieron, a pesar de sus breves intervenciones, María José Suárez y Lola Casariego, que interpretaron a Isidra de Guzmán y de la Cerda y Gertrudis Gómez de Avellaneda, respectivamente. Al igual que una malvada Sandra Fernández, ejerciendo de inspectora del CEU y posteriormente de Carmen Conde.

Goyanes, el linotipista de María Moliner, personaje que existió en la realidad y que se incorporó al libreto. Es interpretado con gracia por el barítono valenciano Sebastiá Peris.

Destacar el papel de los tres almanaques que introducían de manera muy dinámica los distintos momentos importantes en la vida de la protagonista. El tenor Gerardo López y los barítonos David Oller y Toni Marsol.

Mención a parte merece la participación, como sillón B de la RAE, del barítono Joan Pons. Siempre es un lujo escuchar su robusta y caudalosa voz.

La labor del Coro del Teatro de la Zarzuela estuvo a gran nivel en sus numerosas intervenciones.

La escenografía de Paco Azorín tiene como elementos principales dos grandes estructuras metálicas que se desplazan y cuya escalera interminable recorren los protagonistas creando escenas de gran dinamismo y atractivo visual. Tras ellas se trasponen imágenes de los distintos protagonistas y momentos históricos. El resultado no puede ser más acertado. Po el escenario se desenvuelven los personajes y los acontecimientos bajo una buena dirección de actores.

María Moliner nunca está sola en el escenario. Se hace acompañar de un pequeño ejército de mujeres que recitan el significado de sus palabras a la vez que van creciendo en número a lo largo de la representación. Esta hermosa alegoría surge de uno de los referentes que tuvo Paco Azorín para crear su escenografía, Marguerite Yourdenar, con la que nuestra protagonista guarda algunas similitudes. Yourdenar pasó a formar parte de la Academia de la Lengua Francesa en 1981. En su discurso de ingreso dijo: “Vengo aquí acompañada de un ejército de mujeres invisibles que deberían haber entrado en esta academia antes que yo. Me siento tentada a dar un paso atrás para que pasen ellas”.

Este ejército de mujeres aparentemente invisibles acaban inundándolo todo, primero el escenario y después la sala. Haciendo así presentes a todas esas mujeres que fueron antes.

MARÍA MOLINER
Antoni Parera Fons
Ópera documental en dos actos y diez escenas
Libreto de Lucía Vilanova
D. musical: Víctor Pablo Pérez
D. escena y escenografía: Paco Azorín
Iluminación: Pedro Yagüe
Diesño de vídeo: Pedro Chamizo
Movimiento escénico: Carlos Martos de la Vega
Orquesta de la Comunidad de Madrid
Coro del Teatro de la Zarzuela
D. coro: ALberto Trijueque
Reparto: María José Montiel, José Luis Frontal, Sandra Fernández, Sebastián Peris, Juan Pons, Celia Alcedo, María José Suárez, Lola
Casariego, Gerardo López, David Oller, Toni Marsol, Sara Rosique, Ana María Ramos,
Daniel Huerta y Mario Villoria.

Texto: Paloma Sanz
Fotografías: Fernando Marcos

Críticas