Rosenkavalier

Der Rosenkavalier: «Me había impuesto amarlo de la manera adecuada»

Tras la polémica Salome de la temporada pasada, el Teatro Real ha estrenado la más importante ópera de Richard Strauss, El Caballero de la Rosa. Con libreto del propio Strauss y Hugo von Hofmannsthal, narra de manera cómica los enredos amorosos de sus principales personajes. Es además una obra con un transfondo profundo y romántico sobre el paso del tiempo y la volatilidad de la vida.

Se estrenó, no sin cierta polémica, en Dresde, el 26 de enero de 1911. La polémica llegó con la primera escena, donde aparecen dos de las protagonistas, la Mariscala y Octavian, su joven amante. Este papel, el de Octavian, escrito para una voz femenina, lo que ofrece como resultado un escena llena de ambigüedad no muy bien vista en aquella época.
La llegada de Mortier tuvo para esta obra como primera consecuencia la sustitución del Director de escena. La escenografía realizada por Cristof Loy, contratado por Antonio del Moral, ha sido reemplazada por la de Herbert Wernicke, fallecido en 2002 y más del gusto de Mortier. Además del merecido homenaje, esta escenografía resulta antigua y poco original. Se basa en un sistema de espejos reflejando una imágenes de, digamos, escasa belleza, que, al estar dotadas de movimiento consiguen transmitir que “nada es lo que parece” y todo cambia. Tampoco resultó original ni bello la escalinata por la que desciende Octavian para ofrecer la rosa a Sophie.
Demasiado movimiento sobre el escenario tiende a distraer en exceso aunque el amontonamiento de personajes, figurines y coro dan el resultado cómico que se pretende. El telón, traído desde Salzburgo, fue un detalle lleno de hermoso romanticismo que aporta un plus de teatralidad a la producción.

El vestuario, que es el mismo que se utilizó en el estreno de esta producción en el festival de Salzburgo, estuvo acertado. Destacar la elegancia de la Mariscala como corresponde al personaje. Algo extraño resultaron los personajes con un vestuario actual. Una pequeña contradicción fuera de lugar.
Muy bien Anne Schwanewilms en el papel de Mariscala. Tuvo un final de primer acto sublime y su elegancia y presencia escénica dieron gran entidad a la Mariscala Marie Thérèse.
La mezzosoprano estadounidense Joyce DiDonato defendió el papel de Octavian con brillantez, en alguna ocasión llegó a eclipsar a toda una Mariscala. Se desenvolvió bien por el escenario a pesar de sus últimas dificultades físicas (en abril fue operada por problemas de ligamentos en una pierna). Habitual del Teatro Real, ha conseguido este año, entre otros, el Premio Echo a la mejor intérprete del año.

Cada vez es más difícil encontrar un bajo-barítono con garantías y calidad suficiente, en esta ocasión el Real ha contado para este Caballero de la Rosa con la participación del alemán Fraz Hawlata en el papel de el Barón Ochs. Aunque con escasa potencia, dio al personaje una equilibrada comicidad sin exageraciones. Strauss daba a este personaje gran importancia, tanto que incluso pretendía que la ópera llevara su nombre. No fue así por su esposa, Pauline de Ahna, quien ejercía gran influencia sobre el autor y convenció a éste para que el título final fuera “El Caballero de la Rosa”.

Pero sin duda, la brillantez y la magia de la noche salió de la batuta de Jeffrey Tate. Un Maestro, que conocedor como ninguno de la obra de Strauss, extrajo de la orquesta momentos sublimes, en especial en el tercer acto. Con una delicadeza envolvente, plasmó de forma impecable la gran armonía entre la música, los diferentes personajes y la trama de esta obra.
Gran conocedor de la obra, Jeffrey Tate resalta el que es para él el personaje principal, la Mariscala, “un personaje triste y sabio lleno de dignidad”, frente a un Octavian que pierde peso a lo largo de la obra y al final resultará ser “solo jovencito que seguirá adelante y al final olvida a la Mariscala”.
Toda la complejidad de esta obra se refleja y resume en un final que nos brinda frases inolvidables absolutamente acordes con la música, la gran elegancia de la Mariscala y lo imaginario que se transforma en real. Finalmente, el bonito telón que cierra este gran espectáculo de la mano de Mohamed.

Richard Strauss (1864-1949)
Libreto: Hugo von Hofmannsthal
D. Musical: Jeffrey Tate / Jonas Alber
D. escena: Herbert Wernicke
Realizador de la dirección de escena: Alejandro Stadler
Reparto: Anne Schwanewilms (Mariscala), Joyce DiDonato (Octavian),
Ofelia Sala (Sophie), Franz Hawlata (Barón Ochs),
Laurent Naouri (Faninal) e Ingrid Kaiserfeld (Marianne), entre otros
Orquesta y Coro Titular del Teatro Real

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