Se ofrecerán 14 funciones de Il trovatore, entre el 3 y el 25 de julio, en una nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera de Copenhague.

El 6 de julio, sábado, a las 21.00 horas, Il trovatore será retransmitida en Facebook, en la página de vídeo del Teatro Real, en Opera Vision (Opera Europa) y en pantallas instaladas en rincones de toda España, iniciando la programación de la quinta edición de la Semana de la Ópera (6 al 14 de julio).

Inscripciones abiertas hasta el 30 de junio para todos los ayuntamientos e instituciones que quieran retransmitir la ópera con el apoyo técnico y promocional del Teatro Real: como unirse a la retransmisión.

Fuera de España la ópera será retransmitida en China, India y distintos países latinoamericanos: Chile, Guatemala, Perú, República Dominicana y Uruguay.

La puesta en escena de Francisco Negrín procura deslindar los hilos dramatúrgicos de la siniestra trama de Il trovatore, con sus constantes flashbacks, basada en el drama del español Antonio García Gutiérrez.

En el foso estará Maurizio Benini, veterano director musical italiano, que volverá al Real después de sus elogiadas interpretaciones de Tosca y L’elisir d’amore.

Tres repartos de grandes voces verdianas darán vida al cuarteto protagonista de Il trovatore, encabezados, en el estreno y en la retransmisión del 6 de julio, por el tenor Francesco Meli, la soprano Maria Agresta, la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk, el barítono Ludovic Tézier y el bajo Roberto Tagliavini.

En torno a Il trovatore se ofrecen múltiples propuestas culturales en el Teatro Real. [Ver agenda al final.]

Las funciones de Il trovatore están patrocinadas por Endesa.

La retransmisión de la ópera, en coproducción con RTVE, integrada en la Semana de la Ópera, está patrocinada por Endesa, Telefónica, Loterías y Apuestas del Estado, Mutua Madrileña, Redexis y ENIT (Organismo Oficial Italiano para el Turismo).

Entre los días 3 y 25 de julio el Teatro Real ofrecerá 14 funciones de una nueva producción de Il trovatore, de Giuseppe Verdi, en coproducción con la Ópera de Montecarlo y la Royal Danish Opera, que han estrenado la producción el pasado año.

Diecisiete  años después del gran triunfo de Antonio García Gutiérrez (1813-1884) con su obra El trovador (1836), Giuseppe Verdi encargó al veterano libretista Salvatore Cammarano transformar el imbricado drama del poeta romántico español en un libreto que rehuyera los tradicionales números operísticos cerrados ─arias, cabaletas, cavatinas, dúos, tríos, coros, etc.─ y primara la continuidad y fluidez del discurso dramatúrgico. Cammarano ─que falleció sin llegar a concluir la ópera─ creó, sin embargo, un libreto que incorpora todos los clichés formales de la época, aunque estructuralmente equilibrado: cuatro actos divididos en dos escenas de duración desigual.

En la ópera se entrecruzan dos líneas argumentales: la sed de venganza de la gitana Azucena, cuya madre e hijo han muerto en la hoguera, y el triángulo amoroso en el que Leonora es disputada por dos pretendientes enemigos, que representan a familias, clases e idearios opuestos.

Con esos mimbres, Verdi compuso una ópera llena de nervio dramático, belleza melódica y geniales efectos teatrales, que fluye inagotable y vertiginosa, sorteando las incongruencias y excesos del libreto: música de alto voltaje que brota, arrolladora, arrastrando al público a una catarsis colectiva, impúdica e inevitable.

La producción de Il trovatore que se podrá ver en el Real, concebida por Francisco Negrín, pretende ayudar al espectador a deslindar los tenebrosos meandros del drama, resaltando sus pulsiones ocultas. Partiendo de los elementos metafóricos del libreto ─el tiempo, el fuego y la noche─ Negrín muestra los fantasmas y visiones de los protagonistas, atrapados en la herencia de un pasado truculento, que aflora en los constantes flashbacks de la trama.

La dirección musical de este popular título verdiano será de Maurizio Benini ─que anteriormente ha dirigido Tosca y L’elisir d’amore en el Real─ y la puesta en escena de Francisco Negrín, de quien se pudo ver en 2010  L’arbore di Diana, de Vicent Martín y Soler.

Tres repartos darán vida al popular ‘drama gótico’ de Verdi. Componen el cuarteto protagonista en el estreno y retransmisión mundial de la ópera el tenor Francesco Meli (Manrico, il trovatore), la soprano Maria Agresta (Leonora), la mezzosoprano Ekaterina Semenchuk (Azucena) y el barítono Ludovic Tézier (Conde de Luna). En los mismos papeles se alternarán con Piero Pretti, Hibla Gerzmava, Marie-Nicole Lemieux y Artur Rucinski (segundo reparto); y Piero Pretti, Lianna Haroutounian, Marina Prudenskaya y Dimitri Platanias (tercer reparto). Con todos ellos actúan el bajo italiano Roberto Tagliavini, la soprano Cassandre Berthon y los tenores Fabián Lara y Moisés Marín.

Será la tercera vez que Il trovatore se presenta en el reinaugurado Teatro Real ─en 2000, con García Navarro y Elijah Moshinsky; y en 2007, con Nicola Luisotti y la misma producción─, después de las más de 300 funciones de la ópera que han tenido lugar entre 1854 (fecha de su estreno en Madrid) y 1925. Entonces, como ahora, este título es uno de los más queridos del público español.

AGENDA | ACTIVIDADES PARALELAS

Hasta el 30 de junio | Teatro Real, Sala principal, talleres, salas de ensayo

Ópera al descubierto: Il trovatore: Un taller para descubrir todos los secretos del montaje de la ópera Il trovatore con las personas que lo hacen posible, mostrando desde el funcionamiento del escenario en sí, hasta la puesta en escena y los ensayos del coro, de la orquesta y de conjunto. El taller culminará con la asistencia al ensayo pregeneral de la ópera el domingo 30 de junio.

6 de julio a las 21.00 horas | Teatro Real, Plaza de Oriente, puntos internacionales y Palco Digital

Gran retransmisión internacional de Il trovatore: el Teatro Real llevará la ópera a la calle a través de tres pantallas gigantes en la Plaza de Oriente que retransmitirán Il Trovatore desde la Sala Principal del Teatro. Más de 150 centros culturales, plazas y teatros de España, del resto de Europa, América y Asia se unirán a dicha retransmisión; y adicionalmente, estará disponible a través de la plataforma online Palco Digital de forma gratuita.

Del 8 al 11 de julio a las 19.00 y 12 de julio las 18.30 horas | Teatro Real, Sala Gayarre y Palco Digital

Un Verdi de cine: con motivo del 155º aniversario del nacimiento de Giuseppe Verdi, se organizará un ciclo de cine en la Sala Gayarre, retransmitiendo cinco óperas del compositor italiano que el Teatro Real realizó en temporadas anteriores, siendo éstas: La traviata, Aida, Falstaff, Un ballo in maschera y Otello.

9 de julio a las 18.00 horas y 11 de julio a las 12.00 horas | Museo Arqueológico Nacional, Cámara acorazada

Tocando la historia. Las monedas de Il trovatore, las arras soñadas de Manrico y Leonora: El Museo Arqueológico Nacional realizará una visita exclusiva en su cámara acorazada de la mano de las conservadoras del Departamento de Numismática, que mostrarán una serie de monedas del siglo XV que pudieron utilizar los protagonistas de Il Trovatore. Actividad gratuita (aforo de 10 plazas), con reserva previa en visitasgrupos.man@cultura.gob.es

10 de julio a las 19.00 horas | Palacio de la Aljafería, Zaragoza

La Aljafería, de ópera y leyendas: El Palacio de la Aljafería de Zaragoza acogerá una conferencia con el escritor Miguel Ángel Yusta como ponente, seguida de una posterior visita de una hora a la Torre del Trovador, en la que Antonio García Gutiérrez desarrolló parte de la trama de El trovador, obra en la que se basa la ópera de Giuseppe Verdi. Entrada libre hasta completar el aforo.

Hasta el 31 de julio | Museo del Romanticismo, Salas del museo

Una obra, una ópera: Durante todo el mes de julio, y con motivo del estreno de Il trovatore, el Museo del Romanticismo mostrará un abanico de su colección con la imagen de Marietta Gazzaniga, soprano cuya interpretación del personaje de la gitana Azucena la encumbró a la fama al final de su carrera, en el siglo XIX.

Fotografía: Alain Hanel

Carmen

Veinte años tiene esta Carmen de Calixto Bieito que llega por fin al Teatro Real. La producción más representada en la historia de esta ópera, llega con cierta polémica por los “ajustes” que el equipo artístico se ha visto obligado a realizar sobre escenas supuestamente ofensivas. Los cambios han sido meramente estéticos, para no poner el foco en determinados elementos que sólo pretendían ser expresiones artísticas.

Basada en la obra de Prosper Mérimée, Bizet adaptó el texto, que resultaba muy atractivo al público del momento por el exotismo español y elementos un tanto lujuriosos, y creó unos protagonistas que, en esta ocasión, no eran reyes, emperadores o dioses, si no personajes salidos de la calle, expuestos con la máxima crudeza y muy alejados del arquetipo operístico existente hasta ese momento. Bizet sitúa la obra en una categoría social específica y en un medio concreto. Es quizá esta la principal razón que hizo que su estreno derivara en escándalo.

Es preciso aclarar que el género opera comique, a la que pertenecía Carmen, no quiere decir que se trate de una ópera cómica, se refiere a un género que se oponía a la ópera seria o gran ópera que se representaba en París. Se trata, no tanto de la comicidad de los argumentos, si no de cuestiones técnicas, como la alternancia entre fragmentos hablados y cantados. Este modo tan directo de expresar el texto tiene una gran repercusión teatral y musical. La música es mucho más directa y lo que Carmen canta, no son arias, sino canciones, como el propio Bizet dejó escrito. Solo hay un personaje, creado por el compositor, ya que no aparece en la obra original, que tiene arias propiamente dichas, Micaëla.

Bizet murió apenas unas semanas después de su estreno, sin llegar a disfrutar del éxito que tuvo su ópera después del escándalo inicial. Fue uno de sus discípulos quien, con el afán de hacer de Carmen una ópera seria, en lugar de una ópera comique, introdujo una serie de modificaciones añadiendo recitativos y música. Consiguió con ello que la imagen dominante de Carmen durante todo el siglo XX haya sido muy diferente a la idea original que concibió Bizet. Era importante, por eso, resituar la historia de Carmen y devolver a los personajes a su idea original.

Es aquí donde aparece una de las virtudes de Calixto Bieito, su forma de dirigir a los actores. Y es esta dirección de actores, y no la escenografía o elementos escénicos, lo que marca la diferencia de esta producción con respecto a otras que hayamos visto antes.

Esta Carmen es una de las primeras producciones de Calixto Bieito. Apuntaba ya en ella su gusto por la polémica y algunas extravagancias que suelen convertirse en protagonistas de sus producciones. Lo que no pensábamos es que, al modificar alguno de esos elementos más controvertidos, la obra quedase tan desnuda como la escenografía de Alfons Folres. Caracterizada por la ausencia de elementos, ha presentado un escenario vacío, tan solo una cabina telefónica y algunos mercedes de los años 70, hasta 6, han ocupado el escenario durante los dos primeros actos. No ha faltado un desnudo, algo muy del gusto de Bieito, a través de un figurante que hace la luna “tal cual” al inicio del tercer acto. El desolador decorado consigue debilitar el drama y entumece a la orquesta, que sobre todo en el preludio y los dos primeros actos tuvo una dirección de Marc Piollet rutinaria y poco efectista. A pesar de tratarse de una de las partituras más vitales del repertorio, consiguió que sonase vulgar en algunos pasajes.

Bieito ha querido alejarse de los folclorismos que han caracterizado tantas veces esta ópera, pero lo hace lanzándose a otras españoladas. Se limita a actualizar los clichés, sin salir de ellos. Planteando, de manera contradictoria, una vuelta a la España profunda.

En esta inmersión a la España de pandereta, dibuja unos personajes que, si bien son más próximos a la idea original de Bizet, no terminan de asumir sus roles con contundencia. La Carmen de Anna Goryachova está llena de sensualidad, pero su temperamento no es tan fuerte como pretende. Vocalmente no hay mucho que reprochar. Su voz de mezzo es homogénea y equilibrada, aunque su caudal fue mermándose a medida que avanzaba la obra. Su hermoso timbre se lució más en los registros centrales que en los graves pero tuvo una buena actuación, en líneas generales.

Francesco Meli no consiguió dar la imagen de un Don José rústico y fiero. Resultó manso, sobre todo en las escenas de pandilla, muy al estilo West Side Story. En la parte vocal estuvo más acertado. Posee un hermoso timbre y un buen volumen de voz que fueron suficientes para abordar este rol.

Eleonora Buratto construye una Micaëla que no es tan cándida como puede parecer al principio, deja entrever algún trazo de egoísmo. Es siempre un personaje complicado por estar un poco fuera de lugar, al ser un añadido en la obra. La Buratto hace gala de un volumen de voz algo excesivo pero se lución en las arias y sobre todo en su hermoso dúo con Don José del primer acto.

El Escamillo de Kyle Ketelsen es muy atractivo y varonil. Su voz rotunda fortalció al personaje. Defendió con mucha dignidad su papel.

Las dos parejas de comprimarios formadas por Olivia Doray, como Frasquita y Lidia Vinyes Curtis, como Mercedes y Borja Quiza, como Le Dancaire y Mikeldi Atxalandabaso, en el rol de Le Remendado, estuvieron a gran altura, en lo vocal y en lo interpretativo. Se desenvolvieron muy bien dentro del decadente mundo de bajos fondos creados por Bieito para la ocasión. El Lillas Pastia de Alain Azérot, un personaje ruin, fué abordado por el francés con acierto y profesionalidad.

El Coro, en su línea de excelencia. Brilló con especial espectacularidad en el cuarto acto, junto al Coro de Pequeños Cantores de la JORCAM.

Una Carmen que, lamentablemente, será más recordada por el escándalo que no fue, que por su puesta en escena.

CARMEN
Georges Bizet (1838-1875)
Opéra comique en cuatro actos
Libreto deHenri Meilhac y Ludovic Halévy basado en la obra homónima (1845) de Prosper Mérimée
Estrenada en la Opéra-Comique de París el 3 de marzo de 1875
Producción de la Opéra National de Paris
D. musical: Marc Piollet
D. escena: Calixto Bieito
Escenógrafo: Alfons Flores
Figurinista: Mercé Paloma
Iluminación: Alberto Rodríguez Vega
Reposición: Yves Lenoir
D. coro: Andrés Máspero
D coro de niños: Ana González
Reparto: Anna Goryachova, Francesco Meli, Kyle Ketelsen, Eleonora Buratto, Olivia Doray, Lidia Vinyes Curtis, Borja Quiza, Mikeldi Atxalandabaso, Alain Azérot, Jean Teitgen, Isaac Galán
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Pequeños Cantores de la ORCAM

Críticas