Christian Gerhaher

El dúo alemán compuesto por Christian Gerhaher y Gerold Huber son ya una pareja fija y mítica en el Ciclo de Lied del CNDM y el Teatro de la Zarzuela. El barítono demuestra en cada una de sus actuaciones su profundo conocimiento del género alemán. Donde el texto mantiene su hegemonía jerárquica. Y es ahí, en la palabra, donde Gerhaher demuestra su superioridad.

La gran novedad en este recital, con la que Gerhaher continúa demostrando su maestría en el género, fue la interpretación de las Cuatro canciones sobre poesía china de Pavel Haas. El compositor checo, alumno predilecto de Janácek, compuso esta obra siendo prisionero en el campo de concentración de Terezin. Aquel lugar infame, disfrazado de refugio para artistas, donde fueron retenidos por el nazismo algunos de los mejores compositores e intérpretes de la época. Muchos de ellos murieron allí o fueron trasladados a otros campos de concentración.

Su proyección vocal en algunos momentos fue sorprendente. Aunque el repertorio no le permitió, como en otras ocasiones, desplegara esa gran variedad de matices de la que suele hacer gala. No es fácil pasar de las melodías francesas de Fauré, al estilo e idioma de Chaikosvski o de Haas. No se si fue por este salto de estilo e idioma, o por alguna otra razón, pero el barítono bávaro no pareció sentirse cómodo en al abordar estos tránsitos vocales.

Pero estos pequeños inconvenientes no nos privaron de disfrutar de sus interpretaciones de Fauré, Chopin, Chaikosvski o Berlioz. Siempre junto a un Gerold Huber que supo adaptarse a cada uno de los diferentes colores y texturas que presentaba el variado y excesivamente largo recital.

Y es que es difícil que esta pareja llegue a defraudar. Siempre es un lujo inspirador volver a escucharlos.

Christian Gerhaher

Ofrecía Christian Gerhaher su ya tradicional recital en el Ciclo de Lied del CNDM en el Teatro de la Zarzuela. Lo hacía, también como siempre, acompañado de su fiel Gerold Hubert. En esta ocasión una selección de obras de Schumann del Liederbuch (Libro de canciones). Obras que Schaumann compuso en 1840, su año más fértil en cuanto a composición de este tipo de obras, que tan buena aceptación comercial tenían en la época. La felicidad del matrimonio Schumann, a pesar de las penurias económicas, supuso una caudalosa fuente de inspiración en este tipo de repertorio.

Considerado uno de los mejores liederista de la actualidad, Christian Gerhaher confirma en cada actuación la calidad de su instrumento y de su técnica. Sin aparente esfuerzo es capaz de pasar del piano a la media voz y de esta a una enérgica voz plena que sobrecoge por su intensidad. La claridad de su timbre, poco habitual en un barítono lírico como él, rebosa matices y colores. Su dicción y fraseo son impecables y elegante su línea de canto. Transita del dramatismo más contenido al más desbordado y siempre con una admirable expresividad. El texto más trivial quedará siempre lleno de contenido.

El pianista Gerold Hubert, siempre pendiente de él, en ese tándem perfectamente compenetrado que ambos han construido, tienen la capacidad, uno a la voz y otro al piano, de acentuar cada frase con el carácter adecuado. Ofreciendo siempre un trabajo de una minuciosidad extraordinaria.

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