Gidon Kremer

La Semana de Música Religiosa de Cuenca ha llegado ya a su 58 edición. Un tiempo más que suficiente para la consolidación de un festival. Sin embargo, no se respira ni el entusiasmo ni el ambiente de hace unos años, a pesar de la excelencia de alguno de los intérpretes que han pasado por aquí en esta edición. Es el caso del violinista letón, Gidon kremer y la Kremerata Baltica. Que han interpretados obras del compositor Arvo Pärt, homenajeado este año y que no pudo asistir debido a un delicado estado de salud que le impide viajar.

Arvo Pärt y Gidon Kremer tienen algunas cosas en común. Ambos nacieron en países que estuvieron bajo la dominación de la Unión Soviética, Estonia y Letonia, respectivamente. Y ambos padecieron los rigores del régimen soviético, como tantos creadores artísticos.

Los primeros trabajos de Pärt estuvieron influenciados por compositores como Prokófiev, Shostakóvich o Bártok, y por tanto muy cercano al neoclasicismo. Posteriormente se interesó por el dodecafonismo, siguiendo, en esta ocasión, a su admirado Schoenberg. Pero la obra Pärt más conocida corresponde a sus últimos años como compositor. Tras una profunda crisis personal, Pärt sintió la necesidad de regresar a las músicas europeas más tradicionales. Profundizó en la música antigua y el canto gregoriano. Su estilo quedó definido entonces. Se alejó completamente de cualquier corriente musical creada hasta ese momento, pero consiguió que sus composiciones se hicieran tremendamente populares. Las atmósferas que consigue crear son plenamente reconocibles y encuadradas en las raíces europeas más profundas y espirituales.

En esta primera jornada de la SMR, se interpretaron dos obras de Part. La primera de ellas Frates (hermanos), para violín, orquesta de cuerda y percusión, una de las adaptaciones que de su obra realizó Part para su gran amigo Gidon Kremer. Escrita bajo la técnica, elaborada por el propio Part, tintinnabuli (una campana), en la que la utilización de recursos es mínima pero los resultados sonoros son espectaculares. Se caracteriza por la utilización de dos tipos de voz, la primera en escala tónica y la segunda en diatónica, de manera escalonada, lo que concede a la obra un tempo lento, lleno de la espiritualidad que caracteriza casi todas sus obras. Una quietud y sosiego que Kremer recrea de manera exquisita. Demostrando un dominio del instrumento que pocas veces, por no decir ninguna, se tiene la ocasión de escuchar.

La segunda de las obras, la conocida Tabula rasa, es una de las primeras composiciones de Part tras su regreso a las músicas más tradicionales.

El primer movimiento, Ludus (juego), se inició con el dúo de violines solistas formado por Kremer y Tatiana Grindenko que llevaron la interpretación del silencio sostenido de la partitura de Part a los niveles más altos de perfección. El segundo movimiento, titulado Silentium, es un canon en el que las tres secciones, en las que se dividen las cuerdas,  van evolucionando con ritmos diferentes creando profundidad y textura hasta llegar a la atmósfera de recogimiento, quietud y silencio que el compositor nos plantea. Solo alterado por el acorde del piano preparado.

La última obra rompe un poco con el estilo sacro de las dos anteriores y el contexto general de la SMR. Sinfonía nº 2 para cuerdas op 30, del compositor polaco Mieczyslaw Weinberg, estuvo interpretada por la Kremerata Baltica. Nunca un unísono de cuerdas sonó tan limpio. La calidad interpretativa de este conjunto musical, de la mano de Gidon Kremer, que dirige de manera magistral desde la discreción de su genialidad, haría las delicias del público más entendido y exigente. Es por esta razón que no se entiende que el Teatro Auditorio de Cuenca apenas rozase la mitad de su aforo. Una situación que deberá ser analizada por sus responsables. Un festival como este, ya consolidado, aunque debería apostar por una mayor calidad de intérpretes a lo largo de toda la semana, y en un entorno patrimonio de la humanidad como Cuenca, debería contar con mayor apoyo institucional y popular.

Fotografía: Santiago Torralba/SMR 

Gidon Kremer y la Kremerata Baltica

Del 15 al 21 de abril, se celebrará la 58º edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca (SMR). En su tercer año como director artístico, Cristóbal Soler ha reunido a destacados intérpretes y conjuntos del panorama musical internacional y nacional, como Gidon Kremer, la Kremerata BalticaXavier SabataLina Tur BonetManuel Blanco, la Orquesta Metropolitana de Lisboa, el Coro de RTVEConductus EnsemblePlural EnsembleNacho de PazFahmi Alqhai y la Accademia del Piacere, entre otros, que actuarán en diversos escenarios de la ciudad: el Teatro – Auditorio, la iglesia de La Merced, el Espacio Torner, la Capilla del Espíritu Santo de la Catedral y la iglesia románica de Arcas.

El compositor Arvo Pärt y la orquesta de cámara Kremerata Baltica, fundada por el violinista Gidon Kremer, reciben los Premios Honoríficos de la 58 SMR “A la defensa y divulgación de la música religiosa” en las modalidades de individual y agrupación. Arvo Pärt es el máximo representante del minimalismo sacro. La obra del compositor estonio resulta de capital importancia para entender la evolución de la creación musical religiosa y espiritual del último medio siglo. La Kremerata Baltica, creada por Gidon Kremer hace dos décadas, está formada por jóvenes virtuosos de los estados bálticos. Kremer ha sido un firme defensor de la producción religiosa y espiritual contemporánea. Los dos conciertos que abren la edición atestiguan este compromiso.

El Teatro-Auditorio de Cuenca acogerá los seis conciertos de la SMR – Semana de PasiónHomenaje a Arvo Pärt (obras de Pärt y Weinberg), Sonoridades místicas del s. XX (obras de Shostakovich, Weinberg, Kancheli), a cargo del violinista Gidon Kremer y la Kremerata Baltica; Missa Solemnis de Beethoven, en interpretación de la Orquesta Metropolitana de Lisboa (Pedro Amaral, director), el Coro de RTVE (Juan Pablo de Juan, director), la soprano Miren Urbieta-Vega, la mezzosoprano Lorena Valero, el tenor Fabián Lara y el bajo-barítono André Henriques; Quando corpus morietur, un programa barroco en el que el contratenor Xavier Sabata y la Cappella Cracoviensis, dirigidos por Jorge Jiménez,  interpretarán arias de oratorios de Alessandro Scarlatti y Antonio Caldara, así como el conocido Stabat Mater de Vivaldi.   También acogerá la Pasión según San Marcos, de J. S. Bach, con el Conductus Ensemble, y la dirección de Andoni Sierra, y Meister Eckhart, Tristan Tzara: un eje espiritual con Plural Ensemble y la soprano Estíbaliz Martyn, bajo la dirección de Nacho de Paz. Sonarán obras de Dünser, Radvilovich y el estreno mundial de Meister Eckhart: Mystical Song, de Fabián Panisello, realizada por encargo del festival para la 58 SMR.

SMR Antigua estará compuesto por cuatro conciertos, desde el Renacimiento al Barroco,  en diversos escenarios de la ciudad: el trompetista Manuel Blanco y el organista Pablo Márquez Caraballo presentarán el programa The Trumpet shall sound, con obras de J.S. Bach, Haendel, o Buxtehude, en la Capilla del Santo Espíritu de la Catedral de Cuenca; la violinista Lina Tur Bonet ofrecerá un Viaje a las Partitas de Bach en el Espacio Torner; el tenor Vivien Simon y Ariel Abramovich (laúd renacentista) proponen Du fond de ma pensée, una antología de salmos y canciones espirituales en la Iglesia de Arcas, y la Accademia del Piacere y su director Fahmi Alqhai, mostrarán las influencias francesas en la música de Bach, en la Iglesia de la Merced.

SMR Contemporánea ha programado una nueva edición del ‘Concierto 6 + 9’, en el que seis compositores del Taller SMR Contemporáneo, en estrecha colaboración con la UIMP, presentan sus nuevas obras basadas en el motivo del Victimae Paschali laudes. Serán interpretadas por el Trío Brouwer, formado por la violinista Jenny Guerra, la violonchelista Elena Solanes, y el pianista Carlos Apellániz; los nueve directores del Taller SMR Contemporáneo, dirigido por los profesores Arturo Tamayo y José Luis Temes, se pondrán al frente del Harmonie Ensemble, con Le marteau sans maître de Pierre Boulez. Además, la soprano Carole Sidney Louis, y la pianista Isabel Puente, ofrecerán un recital de Mélodies de Olivier Messiaen. Francisco Coll, compositor en residencia de la SMR y premio de composición de los ICMA 2019, será objeto de una conferencia que glosará su trayectoria.

Con el objetivo de formar como espectadores a la población infantil y juvenil, el público adulto de mañana, la 58 SMR propone el programa ‘Iniciación a la Música Clásica: Mozart, Haydn y Beethoven’, destinado especialmente a alumnos de Educación Primaria y Secundaria

Como cada año, la programación de la 58 SMR se completará con una serie de conferencias-coloquio abiertas al público, impartidas en su mayoría por profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha.  Una vez más, la Semana de Música Religiosa de Cuenca cuenta con la cobertura de Radio Clásica y de RTVE, a través de ‘Los Conciertos de La 2’.

http://www.smrcuenca.es/

Fotografía: Paolo Pellegrin-Magnum Photos

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